sábado, 1 de agosto de 2015
Asherah, La Esposa De Dios, Excluida De La Biblia.
La diosa madre, pareja de YAHVEH, ha
sido excluida dolosamente de la biblia, ante la construcción de un
paradigma de hegemonía masculina, según revela una investigadora.
ASHERAH es la eterna ASTARTÉ, ISHTAR, diosa del mar, del cielo y
símbolo del árbol de la vida.
Antes del monoteísmo patriarcal
instaurado por el judeo-cristianismo en Occidente que ha formateado
nuestra conciencia hacia el enaltecimiento de los valores masculinos
de conquista, expansión y explotación de la naturaleza –dejando a
un lado el sentir, las emociones, la intuición- es posible que yazga
una concepción religiosa de la divinidad como una pareja, la Diosa
Madre y el Dios Padre.
Información presentada por la
investigadora de la Universidad de Exeter, Francesca Stavrakopoulos,
apunta a que originalmente las grandes religiones abrahámicas –que
son hoy los tres grandes monoteísmos- adoraban también a la diosa
Asherah, junto a Yahveh (Asherah es a veces llamada Astarot, y es la
misma deidad adorada como Ishtar por los babilónicos y Astarté por
los griegos, arquetipo del divino femenino: Luna, Tierra, Venus).
Stavrakopoulous basa su teoría en
antiguos textos, amuletos y figuras encontradas en la ciudad de
Ugarit, hoy Siria, en los que se revela que Asherah era una poderosa
diosa de la fertilidad que se adoraba junto a Yahveh o Jehovah.
En una vasija del siglo XIII encontrada
en el desierto de Sinai, en Kuntillet Arjud, se pide bendición a la
pareja divina. “Y ahora varias inscripciones similares han sido
encontradas, todas las cuales fortalecen el caso de que el Dios de la
Biblia tuvo una esposa”, dice la académica.
También es significativo la admisión
bíblica de que Asherah fue adorada en el templo de Yahveh en
Jerusalén y en el Libro de los Reyes se dice que una estatua de
Asherah yacía en el templo y que personal femenino tejía
vestimentas rituales para ella.
En el Libro de Jeremías existe una
posible referencia a esta diosa cuando se habla de “La Reina del
Cielo”.
A veces su nombre traduce como la
diosa del árbol de la vida, pero también está vinculada con el mar
en uno de sus nombres Athirat, rbt ʼaṯrt ym, rabat ʼAṯirat
yammi, Señora del Mar o Aquella que camina sobre el mar.
Su otro epiteto en los textos
ugaríticos (un lenguaje semítico) es “qaniyatu ʾilhm”, “la
creadora de los dioses” (Elohim).
En esos textos Athirat es la consorte
del dios El; existe una referencia a los 70 hijos de Athirat,
presumiblemente los mismos 70 hijos de El. También se le llama Elat,
la contraparte femenina de El, en los textos acadios aparece como
Ashratum, la esposa de Anu, el dios del cielo.
J. Edward Wright, del Arizona Center
for Judaic Studies dice que “Asherah no fue editada del todo de la
Biblia por sus editores masculinos, trazos de ella permanecen y
evidencia arqueológica y referencias en textos de naciones en las
fonteras de Israel permiten reconstruir su papel en las religiones
del Levante”.
Otras referencias a esta diosa en la
Biblia derivan del libro de Deuteronomio, en un marco siempre hostil.
El Rey Manasseh es juzgado como alguien que hizo mal ante Dios cuando
colocó el poste, símbolo del árbol de Asherah (¿el ash tree de
los druidas, axis mundi?), en el Templo. El Rey Hezekiah, que removió
el símbolo de Asherah del Templo y lugares sagrados fue alabado como
el más justo de los reyes. Los profetas Isaías, Jeremías y Micah
también condenan la idolatría de Asherah, ya que según ellos aleja
de la adoración del dios único y verdadero.
Esto nos da idea de como la diosa
femenina, del árbol de la vida, del mar y del cielo, fue equiparada
con la falsa idolatría, con Baal, y se alejó al hombre de la
adoración de la pareja divina y de la mujer, probablemente en
ediciones subsecuentes de la Biblia, editada por hombres que quizás
más que ser fieles a la sagrada escritura y a los documentos
históricos, hicieron una operación de inteligencia y una
programación neurolingüística de la sociedad, destinada a mantener
en el poder a la casta sacerdotal masculina, reprimiendo el polo
femenino de la divinidad.
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