Atención Por Favor.

Ante todo nos dirigimos y agradecemos a todos por la ayuda que nos dan con este blog ya sean seguidores, oyentes del programa de radio y por sobre todo a todos aquellos propietarios de webs, blogs, libros y todos los lugares donde han obtenidos la información y nos han acercado a nuestro mail para que podamos publicarlas en este humilde blog, para que todas las semanas desde hace ya 7 años podamos compartir en dos emisiones las tantas historias, enigmas y misterios del universo que se van pasando de generación en generación y así reflejar esas viejas leyendas, historias, enigmas y misterios que de niños oímos mas de una vez y que nos asustaban en algunos casos como también en otras nos enseñaban a valorar y respetar esas narraciones.

Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



miércoles, 11 de septiembre de 2019

Cuniraya Huiracocha


El mito de Cuniraya Huiracocha forma parte de los escritos de Francisco de Avila, quien en la primera década del siglo XVII los recolecta en la provincia de Huarochirí. Avila fue encargado como "extirpador de idolatrías". Tenía la misión de destruir las antiguas creencias andinas y reemplazarlas por la religión católica.


Para ello recorrió la sierra de Lima (Huarochirí) con ayudantes andinos, los que escribieron en quechua los mitos y leyendas de esa región. La primera traducción al castellano la hizo José María Arguedas, publicando el libro "Dioses y Hombres de Huarochirí" en 1966. Posteriormente Gerald Taylor hizo una nueva traducción, en 1987, que aparece en el libro "Ritos y Tradiciones de Huarochirí del siglo XVII", de donde hemos adaptado el presente relato.


Cuentan que en tiempos muy antiguos, Cuniraya Huiracocha se convirtió en un hombre muy pobre, y andaba paseando con su ropa hecha arapos, y sin reconocerlo algunos hombres lo trataban de mendigo piojoso. Pero Cuniraya Huiracocha era el dios del campo. Con solo decirlo preparaba las chacras para el cultivo y reparaba los andenes. Con el solo hecho de arrojar una flor de cañaveral (llamada pupuna) hacía acequias desde sus fuentes. Así, por su gran poder, humillaba a los demás dioses (huacas) de la región.


Había una vez una mujer llamada Cahuillaca, quien también era huaca, que por ser tan hermosa todos los demás huacas la pretendían. Pero ella siempre los rechazaba. Sucedió que esta mujer, que nunca se había dejado tocar por un hombre, se encontraba tejiendo debajo de un árbol de Lúcumo. Cuniraya que la observaba de lejos pensaba en una manera astuta de acercarse a la bella Cahuillaca. Entonces se convirtió en un pájaro y voló hasta la copa del Lúcumo, donde encontró una lúcuma madura a la que le introdujo su semen, luego la hizo caer del árbol justo al costado de donde Cahuillaca se encontraba tejiendo. Al verla se la comió muy gustosa y de esta manera la bella diosa quedó embarazada sin haber tenido relaciones con ningún hombre.


A los nueve meses, como era de esperarse, Cahuillaca dio a luz. Durante más de un año crió sola a su hijo, pero siempre se interrogaba sobre quién sería el padre. Llamó a todos los Huacas y Huillcas a una reunión para dar respuesta a su pregunta. Cuando supieron de la reunión todos los huacas se alegraron mucho, asistieron muy finamente vestidos y arreglados, convencidos de ser a los que la bella Cahuillaca elegiría. Esta reunión tubo lugar en un pueblo llamado Anchicocha. Al llegar se fueron sentando, y la bella huaca les enseñaba a su hijo y les preguntaba si eran los padres. Pero nadie reconoció al niño. Cuniraya Huiracocha también había asistido, pero como estaba vestido como mendigo Cahuillaca no le preguntó a él pues le parecía imposible que su hijo hubiese sido engendrado por aquel hombre pobre.


Ante la negativa de todos los preguntados de reconocer al niño, Cahuillaca ideó posar en el piso al niño, dejando que ande a gatas solo hasta donde se encuentre su padre. Hizo así, y el niño se dirigió muy contento donde se encontraba Cuniraya Huiracocha. Cuando su madre lo vio, muy encolerizada, gritó: "-Ay de mí! "Cómo habría podido yo dar a luz el hijo de un hombre tan miserable?". Y con estas palabras cogió a su hijo y corrió hacia el mar. Entonces Cuniraya dijo: "-Ahora sí me va a amar!" y se vistió con un traje de oro, y la siguió, llamándola para que lo viera. Pero Cahuillaca no volvió para mirarlo, siguió corriendo con la intención de arrojarse al mar por dar a luz el hijo de un hombre tan "horrible y sarnoso". Al llegar a la orilla, frente a Pachacamac, se arrojó y quedaron convertidos, ella y su hijo, en dos islotes que están muy cerca a la playa.
Como Cuniraya pensaba que Cahuillaca voltearía a verlo, la seguía a

distancia llamándola y gritándole continuamente. Entonces se encontró con un cóndor y le preguntó: -"Hermano, "dónde te encontraste con esa mujer?", -"Aquí cerca está, ya casi la vas alcanzando" le respondió el cóndor. Por darle esa respuesta Cuniraya le dijo al cóndor: -"Siempre vivirás alimentándote con todos los animales de la puna, y cuando mueran tú sólo te los comerás, y si alguien te mata, él también morirá"


El huaca siguió en su carrera en pos de Cahuillaca, encontrándose con una zorrina. -"Hermana" le preguntó, ""En donde te has encontrado con esa mujer?"


La zorrina le respondió: -"Ya no la alcanzarás, está muy lejos"-. Por darle esa mala noticia el huaca le dijo: -"Por lo que me has contado, te condeno a que camines sólo de noche, odiada por los hombres y apestando horriblemente". Más abajo en su camino se encontró con un puma. -"Ella todavía anda por aquí ya te estás acercando" le dijo el puma


Por darle tan buenas noticias Cuniraya le respondió: -"Comerás las llamas del hombre culpable, y si alguien te mata te hará bailar primero en una gran fiesta, y todos los años te sacará sacrificándote una llama" (De este modo Cuniraya le confiere al puma categoría para ser adorado, y manda además que todos los años se celebre una fiesta en su honor, en la que se bailará y se sacrificará una llama en su honor) También se encontró con un zorro. Al preguntarle por Cahuillaca el zorro le dijo que se encontraba ya muy lejos y que no la alcanzaría.


Por esto le dijo al zorro: -"Aunque andes a distancia, los hombres llenos de odio te tratarán de zorro malvado y desgraciado. Y cuando te maten te botarán a tí y a tu piel como algo sin valor". El halcón, con quién también se encontró, le auguró que pronto la alcanzaría. Por ello le contestó el huaca: -"Tendrás mucha suerte, y cuando comas primero almorzarás picaflores. El hombre que te mate llorará tu muerte, y sacrificará una llama en tu honor, y bailará poniéndote sobre su cabeza para que resplandescas allí".


Enseguida se encontró con unos loros, quienes le dijeron que ya no la alcanzaría. Por ello Cuniraya les maldijo así: -"Andareís gritando muy fuerte, y cuando los escuchen, sabiendo que tienen la intención de destruir los cultivos, sin tardar los hombres os ahuyentarán y habrán de vivir sufriendo mucho, odiados por ellos". De este modo, cada vez que se encontraba con alguien que le daba una buena noticia le auguraba un buen porvenir, y si se encontraba con alguien que le daba malas noticias lo maldecía. De este modo llegó hasta el mar donde se encontraban dos hijas de Pachacamac custodiadas por una serpiente. Pero poco antes, la madre de éstas: Urpayhuachac, había entrado al mar a visitar a Cahuillaca.


Aprovechando esta ausencia Cuniraya violó a la menor de las hijas. Cuando quiso hacer lo mismo con la otra, ésta se transformó en paloma y voló. Es por esto que a su madre le llaman Urpayhuachac: la que pare palomas. En ese tiempo no habían peces en el agua. Solo Urpayhuachac los criaba en un estanque que estaba dentro de su casa. Cuniraya, enfadado porque había ido a visitar a Cahuillaca arrojó todos los peces del estanque al mar. Y es por esto que el mar, ahora, se encuentra poblado de peces. Cuando la hija menor de Urpayhuachac le contó lo que Cuniraya le había hecho, se encolerizó y se decidió por matarlo. Para ello tramó un astuto plan. Urpayhuachac llamó a Cuniraya con el pretexto de quitarle las pulgas. Este aceptó. Pero al mismo tiempo hacía crecer una gran peña para que le callera encima al huaca y lo aplastara.


Pero éste, con gran astucia, se dio cuenta de las verdaderas intenciones de Urpayhuachac, y huyó del lugar. Desde entonces Cuniraya Huiracocha anda por el mundo engañando a huacas y hombres.
Cure: GU. Palabra de origen guaraní que significa "cerdo". Existe una leyenda que afirma que el curé era un gaucho avaro y perezoso que por no haber ido a ver al niño Jesús cuando nació, fue transformado en cerdo.

Ciguapa


Las ciguapas son extrañas mujeres salvajes que habitan en las montanas y poseen poder mágico. Son de tez morena, de ojos negros y rasgados, de pelo suave y lustroso, tan largo que es la única vestimenta de su cuerpo a la intemperie.

En algunas regiones los campesinos dicen que son diminutas y de cuerpo desproporcionado; otros que tienen las piernas largas y delgadas; algunos afirman que son velludas y unos pocos que están bellamente emplumadas. Todos sostienen sin embargo que tienen el rostro hermoso y que son muy ariscas. Quizás las ciguapas mas que bellas y ariscas, sean tristes, pues tienen los pies al revés y dejan huellas contrarias al rumbo de su destino...

Estas criaturas son esencialmente nocturnas o prefieren las zonas oscuras de los bosques; cuando salen lo hacen en busca de frutas, peces o aves con los cuales se alimentan. Nunca se ha oído hablar a las ciguapas; afirman que emite aullidos e hipidos cuando corren por los campos, y cuando saltan o duermen entre las ramas de los árboles. Cuentan que las ciguapas tienen un corazón cazador, y que salen por las noches de las serranías en busca de algún caminante nocturno al que embruja , ama y luego mata.

Al decir de las leyendas las ciguapas tienen malas costumbres; estas salen de sus moradas a robar manteca y carne cruda de las cocinas, aunque afirman que les gusta el maíz y otros granos que se siembran en los conucos.

En algunas regiones han visto a las ciguapas cabalgar por las madrugadas en los llanos de las montanas, y las han descubierto haciendo trenzas en las crines y las colas de los caballos. Se dice que una ciguapa se atrapa un día de luna creciente con un perro jíbaro y cinqueño. No obstante, se añade que es preferible dejarlas en paz, pues es tan grande el dolor que sienten en cautiverio, que al final mueren de pena.

Alguna vez se escucho la leyenda de un ser de los bosques llamado ciguapo. Era este un gallo vuelto de espaldas, con el lomo emplumado y el pecho con senos de mujer. Cuentan que su grito se asemeja al llanto de un niño, y que esperan terribles infortunios a la persona que se atreve a matar a una de estas aves. Si usted ve a una ciguapa, nunca la mire a los ojos para que no le embruje con su poder...

Leyenda Del Benteveo O Pito-Gue (Quetubí o bicho feo)


Cuenta la leyenda que Akita y Mondori se casaron y que desde entonces ocuparon una casita en plena selva misionera.

El padre de Akita vivía con ellos y a pesar de las dolencias, el anciano trataba de no ser una carga para sus hijos, ayudando en todo los que le era posible. Una de las tareas era la de cuidar a su nieto Sagua-á de tan solo ocho años, amorosamente le enseñaba al pequeño el manejo del arco y la flecha, lo llevaba a pescar al río o al bosque para recoger frutos o miel silvestre. Su único deseo era complacer a su nieto, aunque el pequeño era un ser egoísta tirano que solo hacía lo que él quería, sin importarle si su abuelo se sobre xigíapara complacerlo.

Tuyá enfermó mucho pero a Sagua-á, no le importo pues dejaba solo al anciano librado a sus pocas fuerzas. Los padres que creían que el niño cuidaba de él, al tiempo descubrieron que no era así, a pesar de esto el anciano encontraba justificación hacia la actitud del niño, quien no reconoció su mal proceder.

Cierto día la mujer dejó a el abuelo al cuidado de Sagua-á quien malhuorado reprochaba por la tara asignada, sumergido en sus juegos no atendió al anciano.

Después de varios intentos del anciano por ser escuchado, el pequeño oyó una voz debil y entrecortada -¡Sagua-á...!

¿Sa...gua...á...!el niño no atendió el llamado e insistente el anciano decía Ven...Sa...gua..á...¡ven...por...favor...! por fin el niño acudió de mala gana.

Cuando estubo frente al enfermo preguntó -¿qué quieres?- ¡Alcánzame un poco de agua!- ¿Tu vida se apaga?¿se apaga como un cachimbo?- riendo divertido de la gracia que le habían caudaso sus propias palabras. -Si... mi vida se apaga... como un pito-güe. Alcánzame un poco de agua... hazme ese favor... pero el desalmado reía y repetía sin cesar pito-güe... pito-güe... De repente su cuerpo comenzó a transformarse se achicaba cada vez más. Castigado por su egoísmo y su mal proceder se estaba transformando en un pájaro de lomo pardo y pecho amarillo, con una mancha blanca en la cabeza, que no cesaba de repetir:-pito-güe... pito-güe...

Cuando Akita y Mondovi volvieron, encontraron al anciano muerto en su lecho y a un pájaro posado a su lado ue no dejaba de gritar -pito-güe... pito-güe... Según los Guaraníes, éste había sido el origen de nuestro Benteveo, al que ellos llamaban :pito-güe...

lunes, 9 de septiembre de 2019

San La Muerte


Tradicionalmente todas las culturas, sin importar su grado de desarrollo, tienen miedo a la muerte, lo que ha originado una serie de ritos que forman el culto popular. Entiéndase como “popular” no lo marginal, sino cuando la creencia se convierte en una adquisición colectiva, es decir es creída o temida por un porcentaje muy alto de los conglomerados humanos o de las poblaciones regionales. En toda el área de influencia de la cultura guaranítica (Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Paraguay y parte de Brasil), hay un “santo” muy popular, llamada cariñosamente EL PIRUCHO (flaco) al que se rinde culto con demostraciones públicas de fe incluso. 

Él es SAN LA MUERTE. En Presidencia Roque Sáenz Peña, lugar de residencia actual del autor, hay un santuario muy visitado en el Barrio Obrero. Se lo representa de varias formas. Suele ser un esqueleto parado, tapado con una capa negra o roja (para tapar su fealdad), corona de oro portando una guadaña. Otras veces es un esqueleto sentado en posición dubitativa sentado sobre un tronco siempre con la guadaña. Otra forma de representarlo es un esqueleto dentro de un ataúd, pero la más popular, la más querida, es una talla en distintos materiales de un cráneo humano.

El San La Muerte de nuestros días, es producto del sincretismo entre las vertientes culturales de los guaraníes y las enseñanzas religiosas de los misioneros Jesuitas (se comprueba la influencia decisiva de la Iglesia Católica, en la comprobación que hice de las oraciones y algunos ornamentos utilizados que son de esta confesión religiosa). No olvidemos que estos intrépidos hombres de fe tomaban muchas veces las creencias de los nativos, la reformaban y adaptaban para transmitir su doctrina. (El caso palpable de esto es el afianzamiento del quechua entre los aborígenes que habitaron Santiago del Estero. Los Franciscanos y Jesuitas utilizaron este idioma aprendido en el Perú por ellos para enseñar la nueva doctrina, y que ya había sido trasladado por los miembros del imperio Inca a nuestro país) También el rito actual tiene como ingredientes las características de la idiosincrasia de cada región donde se asienta el Mito. Esta variante la observamos en la fecha de celebración.

Cuando los Jesuitas se asientan en la Provincia Guaranítica del Paraguay, traen desde Europa el culto al Señor de la Resignación y la Paciencia. Se lo representaba como un ser muy flaco, esquelético, sentado sobre una piedra en actitud dubitativa. Era Jesucristo quien a pesar de poseer el poder de cambiar el rumbo de la historia, esperaba con resignación y paciencia se cumpla su destino de suplicio. De esta manera la Iglesia Católica destacaba el valor y la humildad de un poderoso para afrontar el sufrimiento, y por supuesto la profundidad de sus convicciones. El respeto por el coraje y valor era una pauta cultural de los guaraníes, por lo que este culto encajaba a los fines del adoctrinamiento.

Entre los nativos donde se originó este mito, los personajes más respetados socialmente eran los Caciques (cacicazgo hereditario) y los Chamanes (brujos o curanderos). Su ciencia se trasmitía a una persona por él elegida. El Chamán (brujo) debía cumplir la altísima misión encomendada por Tupá (Dios), de administrar la vida y la muerte de sus contemporáneos, mediante la realización de curaciones o daño. Cuando envejecía, debía elegir entre los jóvenes de su tribu que consideraba merecedor de cumplir tan alto designio. Entonces el elegido debía internarse en el bosque, sentarse sobre un tronco y permanecer sin comer ni beber 7 días. Si resistía la prueba, la que además tenía el ingrediente de ser tentado para abandonar la empresa, y aguantar el miedo a las horrorosas apariciones que vería, estaría en condiciones de ejercer su trabajo como ayudante de Tupá.

En una ocasión, ya elegido el sucesor, el joven se despide de su novia y a pesar que estaba prohibido le revela el lugar donde cumpliría la prueba. Se interna en el monte, elige el lugar para soportar la prueba y espera. Pasados los 7 días no regresa a la tribu. Su novia va a buscarlo y lo encuentra esquelético y muerto. (Por eso es un esqueleto o muy flaco) Llora desconsoladamente y se lleva de recuerdo una falange (hueso de los dedos) como reliquia. Al llegar a su choza encuentra a su madre enferma. Entre lamentos ruega a su amado, aferrándose al huesito, que desde el más allá sane a su madre. Milagrosamente la señora cura. Es otra explicación del porqué un muerto o esqueleto hace el bien.

Suele representarse de distintas maneras. Unas veces viste capa roja, a veces negra. En algunos santuarios el devoto hace el pedido frente a la imagen diciendo oraciones como el Padre Nuestro, el Credo u oraciones especialmente creadas para el Pirucho, por supuesto haciendo siempre la señal de la cruz (persignándose) al entrar y salir de la capillita. Otras el poseedor de la imagen hace de intermediario ante el poderoso Señor de La Muerte, pidiendo por el sufriente de males físicos y del alma. En ambos casos debe ofrecer una ofrenda a cambio del favor. De no hacerlo el santo es implacable con sus fieles incumplidores y los castiga de manera que el sufrimiento se duplica.

Cuando San La Muerte está vestido con capa roja, se lo exhibe públicamente. Parado con su guadaña a veces está al lado de él Santa Catalina. Otras veces a los pies de la imagen de esta santa está incrustada una calavera que representa al santo. En este caso solo se le pide el “bien”. Es decir que sane algún ser querido enfermo, algún animal, un campo, que los novios se reconcilien, que la esposa vuelva a prestarle atención al marido, etc. El solicitante pide en persona el favor. Cuando está vestido de capa negra, la mayoría de las veces lo utilizan para hacer el mal. No permite el dueño del santuario que se lo vea porque pierde el poder. En estos casos el curandero hace de mediador y él diagnostica el “daño” que lleva la persona encargándose de tramitar ante el santo.

La fiesta principal la hacen en la mayoría de los santuarios cada 15 de agosto. (día de la ascensión del Virgen María) No solo se rezan rosarios y novenarios a la imagen. También se realizan multitudinarias procesiones. Mientras dura el paseo de la imagen por el barrio, una batería de rezadoras van orando casi en forma de letanías y grupos chamameceros interpretan música. Nunca debe parar la música mientras dure el circuito, porque se disgustaría el santo. Entonces cuando un grupo finaliza una interpretación, inmediatamente comienza otro de manera que no haya silencios entre cada canción. En Sáenz Peña los festejos comienzan antes del 15 y finalizan después. Se organizan comilonas, bailes, sesiones de rezo.

En cuanto a la fabricación de amuletos (para portarlo como elemento protector) existe una gran variedad de prácticas. He visto esqueletos construidos en madera de yerba mate, quebracho colorado, palo santo, huesos de animales o humanos. Tanto esqueletos parados con capa y guadaña, como acostados dentro de un ataúd o simplemente la calavera. El portátil es infalible cuando se lo construye un Viernes Santo a las 12 de la noche. Le sigue en efectividad la calavera fabricada con el plomo de una bala servida que haya dado muerte o herido a un humano y por último la que se talla con el hueso de la cabeza de un pajarito. Algunas personas se lo colocan debajo de la piel para que no le penetren las balas, o para tener suerte siempre en todo terreno y cualquier actividad. Siempre el que visita la imagen le enciende velas rojas o negras según corresponda. También en las procesiones se portan velas desnudas o en forma de luminarias.

León Cadogan en su libro “Literatura de los guaraníes” publicado en 1965, dice los Jesuitas en su lucha por desterrar el paganismo autóctono, a menudo vestían los mitos indígenas con ropaje cristiano. Esto explica la presencia de oraciones de la Iglesia Católica en los rezos y la liturgia muy parecida, como la procesión, rezar novenarios, encender velas, santiguarse ante la presencia de la imagen, pronunciar Amén al final de una oración, etc.

Algunas oraciones que recitan en letanía los seguidores de San La Muerte.

Señor Dios mío, desde este momento, con entera conformidad y con ánimo resignado acepto de vuestras manos cualquier género de muerte con que a Vos plazca llamarme y castigarme, así como también todos los dolores, y todas las angustias, y todas las penas que hayan sobrevenir en mi último tránsito. Amén

Señor de la Muerte, ruego que interceda por el Amor de Dios y que le inquiete el alma, que no tenga reposo, que no pueda dormir, que no pueda estar tranquilo en ningún lugar mientras no esté conmigo a mi lado. Señor de la Muerte, ayudadme con los milagros de Dios y el poder que te ha dado y conseguir lo que yo quiero y dominarle como yo quiero. Protector mío. Amén

Santo Espíritu Esqueleto de la buena Muerte Grande y poderoso más que un Sansón, su majestad inexplicable; en todo momento de peligro y de justicia yo te pido por Dios todopoderoso para que hagas alcanzar para que mi amado (..... nombre de la persona) no pueda amar a ninguna mujer soltera, casada, ni prostituta, que esté siempre pensando y soñando por mí y en mí castígalo a este espíritu Santo Espíritu Esqueleto de la Buena Muerte, al espíritu de mi amado larga tus guadañas traémelo a mi lado sin capricho sin que yo lo adule, tú que eres el poderoso de los vivos y de los muertos yo también me valgo por tus milagrosísimas manos. Amén (A continuación deben rezarse 3 Padrenuestros).

Cristo es Dios milagroso padre de San Alejo y el Señor de la Muerte antepongo toda mi esperanza para cumplir mi deseo, así como conseguiste ser Cristo de gran poder y mérito, así te ruego me acompañe a conseguir la amistad de (.... nombre de la persona) para verlo rendido en la puerta de mi casa, que me quiera a mí sola de todo corazón, que no me olvide ningún momento, que me pida perdón llorando de día, que no pueda comer de noche, que no pueda dormir, que le de una desesperación en término de tres horas y tres minutos, Cristo es Dios milagroso por todos los siglos de los siglos. Amén

Poderoso protector uno tanto en vida como después de ella, en todo acto de mi vida concédeme vuestra protección así como Dios te concedió las inmensas virtudes que todo lo que yo deseo, necesito o me conviene, pues lo consiga bastante implorar sagrado nombre o devoción. Poderoso Señor de la Muerte. Amén o... mate cosido...

Pancho Sierra El Gaucho Sanador


El "Gaucho Santo de Pergamino", "El Doctor del agua Fría", "El Resero del Infinito" era un hombre modesto y delgado con barba y cabellos largos y enteramente blancos. Nació en Salto, provincia de Buenos Aires el 21 de abril en 1831, de familia de ricos hacendados. Sus padres fueron Francisco Sierra y Raimunda Ulloa y era el menor de cinco hermanos. Estudió en Buenos Aires, se dice incluso que llegó hasta cuarto año de Medicina y que debió regresar a Salto a la muerte de su madre.

Luego de una decepción sentimental sobre la que existen varias versiones: 1) ella se casó con otro; 2) ella murió en Córdoba, donde había sido enviada para apartarlo de él por sus tías porque era de familia humilde; 3) que la alejaron por oposición de los padres de ella. Pero, sea cual fuera la causa, el se retiraría al campo y no volvería a hablarse de otra pareja.

Se instaló en su estancia "El Porvenir", situada en el pueblo de Carabelas, entre Pergamino y Rojas, comenzando una etapa que según sus propias palabras consistía en "servir constantemente a cuantos me necesitaron". Vistiendo trajes anchos, bombacha, camiseta criolla, sombrero de ala ancha, poncho y manta de vicuña; con su rostro blanco, ojos azules y nariz aguileña, se convirtió en protector de desvalidos y manosanta.

Curaba con pocas armas: agua fresca del aljibe, el profundo magnetismo de su voz, su mirada penetrante y, fundamentalmente, la fe de quienes solicitaban su ayuda. Su fama se trasmite de boca en boca y la estancia se llena de carruajes y carretas. Muchos sostienen que se curaron simplemente bebiendo un vaso de agua e invocando su nombre.

Cosme Mariño, que estuvo presente en las curaciones de Pancho Sierra sostiene en su crónica: "Hemos presenciado la romería permanente de enfermos de toda clase que acudían a caballo, en charret, coches y sulkys. Hemos visto de paso su manera de curar, generalmente con agua magnetizada o por medio de la sugestión. Pero a veces lo hacía por la imposición de las manos, por lo general ya conocía desde que el enfermo detenía su carruaje cuál era su mal". Luego agrega: "Hemos oído, además, en Rojas y Pergamino, a muchas personas que estando desahuciadas por los médicos habían sido curadas por Pancho Sierra. Algunas de éstas eran acaudalados estancieros como Ortiz Basualdo, Roberto Cano y otros más".

Ejerce su actividad de sanador sin persecución policial alguna. La fama de Don Pancho es primero local. Después va más allá del pago chico pero él no se aparta de ahí. Hasta su casa llegan los peregrinos. Vivía de manera austera en un altillo de la estancia (donde estaba su camastro de cuero de vaca, un crucifijo pequeño en la pared, su guitarra, su mate de plata y nada más).

Cercana su muerte, se casó con Leonor Fernández a fines de 1890, dejándole a cargo su estancia y las obras de caridad que él efectuaba. Falleció en 1891, y sus fieles consideran que sus milagros no han cesado.

Los lugares de culto se encuentran todos en Salto, provincia de Buenos aires. Son: 1) el Mausoleo ubicado en el cementerio donde los creyentes rezan y dejan ofrendas florales; 2) una pared exterior y lateral de ese mismo cementerio se utiliza como soporte de numerosas placas y allí se levantaron dos estatuas del "Gaucho Santo", y 3) frente al cementerio un aljibe con agua bendecida por Pancho Sierra aunque el verdadero aljibe está en "El Porvenir". Este último fue tapado tres veces y las tres veces volvió a brotar agua, quedando actualmente al descubierto.

Pancho Sierra y el Espiritismo

Se vinculo a Pancho Sierra con el espiritismo por varias razones. En primer lugar fueron los espiritistas los que organizaron la ceremonia de homenaje realizada un año después de su muerte. El acto se llevó a cabo el día 15 de marzo de 1892 en el cementerio de Salto. Fue presidido por Don Rafael Hernández (hermano del autor del Martín Fierro), y se constituyó una Comisión de Amigos que colocaron en el sepulcro una corona de bronce. Dicha corona consistía en dos gajos de hiedra y una corona de laurel, los símbolos de la amistad y la unión de la idea.

Se pronunciaron varios discursos resaltando las virtudes del "Gaucho Santo": el ejercicio de la caridad cristiana y el amor a sus semejantes, el sacrificio propio por el bien de los demás. Además se habló de la doctrina espiritista como ciencia, religión, doctrina, moral y patria, y la Comisión se juró "Solidaridad de la idea, en la vida y en la muerte". Se calculó cerca de dos mil asistentes, con representantes de distintos centros espiritistas, entre ellos Juan M. Broullón, Juan Pablo Quinteros, Mercedes Escudero, Remigio Barrasa, Félix Guruzeta, Rosendo López, Juan Brown, Dolores Oyampe, Liberata Sandes, Máximo Paez, Pascual Mardaras, Victorino y Cecilia Azurmendi, Segunda y Escolástica Simillan, Juan y Esteban Hierne.

Otra de las razones es su papel protagónico de las Asociaciones Espiritistas en la divulgación y propagación del mito. El libro La Verdad de Pancho Sierra con varias ediciones publicadas por la Asociación Alas Blancas que recoge supuestas comunicaciones y mensajes que el "Gaucho Santo" habrían sido recibidos por espiritistas durante 1937.

Pancho Sierra fue invitado varias veces a la Sociedad Espiritista Constancia y lo hicieron socio de dicha institución ya que sus directivos consideraban que Dios le había otorgado el don curativo, el carisma de la curación, intuición y clarividencia y era "un hombre dotado de facultades mediúmnicas, por medio de las cuales realizó mucho bien a los enfermos del cuerpo y del alma y a los pobres y humildes desde el punto de vista terapéutico". Los espiritistas llaman médium a la persona con gran desarrollo espiritual capaz, en ciertas ocasiones, de establecer un contacto con lo que se denomina plano astral.

Fue amigo de Cosme Mariño (1847-1927) periodista, director de La Prensa quien fundó la revista espiritista Constancia y era directivo de la Sociedad. Mariño dedicó varios artículos y notas a la "mediumnidad curativa" de Pancho Sierra.

Sin embargo, Fermín Chaves como otros historiadores e investigadores consideran que el Gaucho Santo no fue en vida un practicante del espiritismo y que su imagen espiritista es exterior y ajena a su personalidad y quizá posterior a su muerte "sería espiritista por atribución".

La Culebrilla


Los habitantes de zonas alejadas de grandes centros urbanos, cuando contraen enfermedades, apelan a los servicios del “médico”, en reemplazo del profesional al que ellos llaman doctor. Generalmente, se trata de señoras ancianas, o viejitos carismáticos, conocedores de los secretos de la medicina natural, que recetan los remedios más insólitos. Entre los males que deben combatir se halla la culebrilla, una infección dérmica, que según una creencia generalizada entre nuestra gente campesina, solo la cura el “médico”. Esta enfermedad provoca una erupción en la piel siguiendo una línea. Se cree que cuando la línea (culebra) une sus dos puntas (la cabeza se junta con la cola) tiene consecuencias fatales para el portador.

Una forma de curarla es frotando un sapo sobre la culebrilla para que este absorba el veneno. También se suele escribir con tinta en ambos extremos las palabras Jesús, María y José. En nuestro Chaco, en la región noroeste, simplemente se traza una línea con tinta china rodeando la afección, cuidando de encerrarla y así evitar que se unan las puntas. He visto trazar la defensa con una pluma de ave, con una lapicera fuente, y hasta con una simple palito. Consultadas las personas entendidas que realizaban la curación, afirmaron que no debe utilizarse bolígrafo. De recopilaciones efectuadas por otros estudiosos del tema, he tomado conocimiento que para realizar la cura se debe tomar un jarro con un poco de agua y asiendo tres ramitas recitar la siguiente oración tres veces por día durante tres días: "Yo iba por un caminito, me encontré con San Pablo, me preguntó que tenía, contesté que era culebrilla, ¿con qué se curaría? Respondió San Pablo: con agua de la fuente y rama de... (nombre del enfermo)".

Es probable que el nombre provenga de la creencia de los antiguos gauchos de la Pampa Húmeda (Sur de la Provincia de Buenos Aires y zona Este de La Pampa) quienes suponían que su contaminación proviene del paso de una víbora o culebra sobre la ropa extendida para su secado sobre los cultivos (generalmente de trigo), o cuando durante los descansos nocturnos de los reseros, extendían los componentes del apero y su propia ropa para su oreado.

La medicina científica afirma que el HERPES ZOSTER es una infección aguda usualmente autolimitada topográficamente, que se produce por activación del virus latente del que la mayoría somos portadores VARICELLA-ZOSTER o Virus del herpes humano 3, del que se puede tener inmunidad parcial luego de haberse enfermado con la secreción de las pústulas de los pollos "chickenpox". Esta afección ataca a los ganglios de las raíces posteriores de los nervios espinales (sensitivos) y su área de inervación, produciendo dolor neurálgico a lo largo del nervio afectado y la erupción cutánea del área correspondiente a dicho nervio.

Es habitual que los “médicos” o “médicas” (curanderos) del norte argentino aconsejen a sus pacientes asistir durante tres jornadas a las sesiones de curación para que el remedio sea eficaz. Éstos suelen recitar oraciones mentalmente para fortalecer sus poderes, solicitando la asistencia de sus referentes religiosos. Está muy arraigada en los ambientes folk la creencia de que el doctor no tiene conocimientos para combatir la enfermedad. Por esta sencilla razón siempre que alguien contrae el mal se solicita el concurso de un curandero. Sucede lo mismo con el empacho y el ojeo, que según una tradición urbana y rural de estos tiempos, los mismos doctores aconsejan llevar al enfermo ante la presencia del “médico”.

Comparando la explicación que se dan nuestros paisanos respecto a los orígenes de la mayoría de las enfermedades, con las de los europeos, no he escuchado que asignen la presencia de estos males a la acción de espíritus malignos, o brujas. En la Europa antigua (especialmente la Edad Media) se justificaban las enfermedades achacándoles la causal a la acción de brujas o espíritus traviesos, sobre todo en los tiempos de mayor rigidez religiosa operada por el cristianismo.

Nuestra gente campesina o montañés, ha desarrollado un conocimiento (folclórico) extenso sobre las propiedades curativas de las plantas, y una batería de prácticas rituales para combatir las enfermedades, como la culebrilla, cuya verdadera causa desconocen.

sábado, 7 de septiembre de 2019

La Historia del Edificio Kavanagh


¿Puede el mal de amores llegar a la arquitectura? ¿Es cierto que el que fuera el mayor edificio de Sudamérica nació de una revancha sentimental? Aquí la historia del “Kavanagh”, la construcción del barrio de Retiro que condensa el despecho y amor propio de una legendaria mujer.

Ubicado en la intersección de Florida y San Martín, su imagen jamás puede pasar desapercibida entre los transeúntes. Pero si la historia que se esconde detrás de esa mole escalonada con estilo racionalista.

En la década del 30, Corina Kavanagh era una hermosa y decidida mujer. Proveniente de una familia enriquecida, llamados despectivamente “nuevos ricos”, por su sangre no corría linaje patricio pero sí ansias de trascender. Cuentan que por aquellos años la mujer había mantenido una historia de amor con un joven de alta alcurnia hijo de Mercedes Castellanos de Anchorena, la que se oponía tajantemente a la relación y que logró hacer que terminara.

Dicen que dolida, humillada y decidida a tomar revancha, Corina elaboró una venganza sin sangre…pero con ladrillos.

Nacía el Kavanagh

Nada desvelaba más a los Anchorena, sus rivales, que la construcción de la Basílica del Santísimo Sacramento, hoy un templo abierto a la comunidad pero por aquellos años realizado a pedido de la familia para que se convirtiera en el sepulcro familiar. La familia vivía en el palacete que hoy es la Cancillería, justo del otro lado de la Plaza San Martín.


Pero la intención de la matriarca de los Anchorena era comprar un lote vacío que estaba justo enfrente a la iglesia, para construir su nueva mansión y que la parroquia quedara así anexada.


Pardojicamente, si hoy alguien quiere mirar de frente la actual basílica del Santísimo Sacramento, debe pararse en el pasaje "Corina Kavanagh"


Dispuesta a golpear donde más duele, cuentan que Corina Kavanagh redobló la apuesta y tras comprar el solar, ordenó al estudio de los arquitectos Sánchez, Lagos y de La Torre (célebre en la época) la construcción de un gran edificio con una sola intención: tapar completamente la visual de la iglesia desde muchos ángulos. Pero, y principalmente, desde los ventanales de la mansión de los Anchorena.
El terreno donde hoy se sitúa el Kavanagh pertenecía al hotel Plaza y, según el mito urbano, la mujer aprovechó un viaje de su archienemiga Anchorena para adelantarse a la compra del lugar.

Para lograr su cometido, cuentan que la mujer vendió tres estancias que poseía en Venado Tuerto. Tan sólo 14 meses demoró el levantamiento del edificio (entre el 1934 y el 1936), mole que, entre otros récords, ostenta el de haber poseído el primer aire acondicionado central de la Argentina. Su forma escalonada, además de seguir un estilo racionalista, responde también a las restricciones del Código de Edificación de aquel entonces que fue limitando su tamaño original.

Cuenta con 33 pisos y 113 departamentos de lujo (todos completamente distintos entre sí) donde, entre otras personalidades, viven el ex Ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, Joaquín Morales Solá y la diputada Alicia Castro. Con 3 ascensores, 5 entradas independientes, 5 escaleras, locales en la planta baja y estacionamiento, resultó una verdadera novedad para la época, que se vio sorprendida por cómo el inmenso lugar se nutría de una pileta, talleres de lavado y planchado, cámara frigorífica para pieles y alfombras, sistema telefónico central y depósitos de seguridad.


El objetivo fue estrictamente cumplido: hoy, desde el único lugar donde se puede ver la iglesia es el pasaje que corre el hotel Plaza y la torre, que se llama...Corina Kavanagh.

“Aún hoy no cuenta con portero eléctrico y hay que anunciarse como en un hotel”, cuenta a minutouno.com Diego Zigiotto, de la agencia Ayres Viaje, y a cargo de un reconocido tour urbano sobre las 100 curiosidades de Buenos Aires.

Para Zigiotto, que vive de contar los mitos porteños, el de Kavanangh fue “inflado” y no cree que la rivalidad entre las dos mujeres haya detonado su construcción. “Mercedes de Anchorena murió en 1920 y Corina Kavanangh ordenó la construcción en el 1934, si fue una revancha, estuvo bastante desfasada”.


Y entonces, ¿por qué la construcción de tan magno edificio en ese lugar? “Creo que fue casualidad, el terreno estaba libre y era ideal hacer una construcción en esa barranca".

La Dama Del Cementerio


Este suceso se dio en la famosa parada del cementerio de la ciudad de San Nicolás, uno de los colectiveros salió en distintos medios contando su vivencia.

El reloj casi marcaba las 22hs. En la parada de colectivos, por tal motivo se encontraban 2 colectivos esperando para iniciar su próximo viaje. Cuando de repente el colectivero de la otra unidad se acerca casi como loco para hablar con su compañero. Cuando sube al colectivo le indica a su compañero que lo acompañe hacia el otro colectivo.

Pero el colectivero le pregunta porque era tal la insistencia. El compañero le dice, veni, en el colectivo hay una chica que dice que es una muerta. El colectivero al ver a su compañero muy alterado decide acompañarlo.

Cuando suben a la otra unidad, efectivamente, había una chica de unos 18 años de rostro blanco, ojos azules y cabello negro, el colectivero comienza a preguntarle que es lo que hace en el colectivo, ya que no estaba en servicio todavía. Y ella responde que no era de este mundo y que estaba ahí para buscar algunas cosas de su madre.

Bueno le siguió preguntando que le gustaba de este mundo y ella contesto que a ella le gustaba las tinieblas, la oscuridad, las noches de tormenta. Todo lo que a los seres humanos vivos le temen. En un momento el colectivero la intento tocar con la mala fortuna de que lo logro. Cuando toco sus piernas las sintió frías y como una goma espumosa. Bueno cuando ya terminaron la charla se citaron para alguno de los próximos días.

Al próximo encuentro el colectivero, no pudo asistir a dicha cita, y el compañero que lo había llamado, el que la había visto la primera vez. Se volvió a encontrar y le conto que su colega no iba a venir. A lo que ella respondió que si, que ya sabia que no iba a asistir, porque su hermano había muerto.

La Leyenda de la Pelada de la Cañada


Corría el año 1885, año en que se implantaba la Ley Nacional del Servicio Militar Obligatorio. Además en ese mismo año, Leopoldo Lugones fundaba el primer Centro Socialista.

Siguiendo los acontecimientos ocurridos en ese año, diremos que el viernes 17 de mayo, llegaba al recinto de la legislatura, alrededor de las 14 horas, el triunfante nuevo gobernador a prestar juramento. Trataba de un joven abogado de 35 años de edad, que ocuparía el sillón que dejaba Don Manuel Estrada. Nos referimos al Doctor José Figueroa Alcorta, que mas tarde seria Presidente de la Nación, quien llevaba como compañero de formula al doctor Ortiz y Herrera.

Por esos tiempos, todavía Córdoba se alumbraba por las noches, con farolitos a gas de carburo de calcio y la ciudad se constituía en una aldea esencialmente religiosa, que se acostaba con murmullos de rezos y se despertaba al tañer de las campanas de sus iglesias.

Se vivía en una época de duendes y fantasmas. La superstición o la credulidad del pueblo, se entremezclaba con creencias esotéricas, donde proliferaban sucedidos y leyendas que corrían en las tertulias familiares llegando esos comentarios a atemorizar las mentes infantiles, hasta en las horas de “las inevitables siestas”, creando duendes y fantasmas, merced al clima propicio de aquella sociedad.

En cada baldío o zanjón la imaginación de aquellos habitantes creaba un fantasma, nos atreveríamos a pensar. Los lugares mas aprensivos por lo sombrío del panorama, solía ser La Cañada, culpable también de las inundaciones traicioneras.

Fue justamente en La Cañada, especialmente en el trayecto desde Las Cinco Esquinas hasta su desembocadura con él rió, que empezó por aquellos años a aparecer un fantasma, que durante largo tiempo provoco el temor de muchos cordobeses, para después convertirse en una leyenda.

Las características de este aparecido, según los comentarios, de los que decían que lo vieron: “Era movediza, tenia una lustrosa pelada, vestía de blanco y crecía y sé encogía con facilidad”. Tratabase de “La Pelada de la Cañada”. De Pronto se aparecía cerca de la Capilla del Niño Dios (que se ubicaba en la intersección de la calle San Juan y La Cañada), como por las inmediaciones de la vieja fabrica de porcelana, por la calle Rioja.

Tal vez aprovechando la fama de “la Pelada de la Cañada”sin dudas, habrían aparecido algunos imitadores. Pero lo cierto es, que entre los asaltados por este fantasma, habría un comerciante "turco" que decía se le había aparecido por la fabrica de porcelana . Lo interesante del caso, era que del susto recibido, no podía bajarse del caballo que montaba, y pretendía por ese inconveniente, hacer la denuncia desde su cabalgadura. Cuentan que el comisario no encontraba la manera de hacerlo descender del animal al denunciante y al preguntarle el “porqué de su actitud”, contestole el turco de marras:

>Pasar señor comisario, que la Velada de la Cañada, ha asustado al caballo mío y ahora no dejar bajar al pobre turco...

Preguntando en la oportunidad el Comisario:

>Usted, ¿no se asunto, amigo?

Respondiendo el turco:

>Yo simplemente ensuciar pantalones, señor comisario.


Para terminar de contar esta anécdota, diremos que tiempo después unos soldados del Regimiento 4 de Ingeniería que tenían sus cuarteles precisamente en la vieja fabrica de porcelana entre la calle Rioja y La Cañada, le hicieron una celada al fantasma, no se sabe si fue el autentico, y le dieron una soberana paliza.

Historia

La pelada de la cañada era el fantasma mas temido en la década del ´40. Se aparecía en el calicanto de la cañada, entre las calles Duarte Quirós, Montevideo y Bulevar San Juan, en lo que hoy es Pueblo Nuevo-Güemes.

Según Azor Grimaut, en su libro Duendes en Córdoba, “la pelada” aparecía bajo dos imágenes distintas. La primera es descrita como un bulto de mujer de baja estatura, con un manto que le cubría la cabeza, ocultando el rostro.

Los vecinos que tenían sus ranchos en la rivera de la cañada, se encerraban en sus casas al resonar las ocho campanadas de Santo Domingo en invierno. Evitando cualquier encuentro con este anima, que salía al encuentro de los trasnochados y de los madrugadores. Aparecía de repente en medio de la oscuridad y perseguía al desprevenido con un llanto que hacia conmover a cualquiera. Ante el farol en la llamada “cinco esquinas” se quitaba el manto dejando ver un rostro cadavérico y una cabeza rasurada, de allí el apelativo.

Los borrachos que frecuentaban la zona desaparecían por temporadas ante el encuentro con esta figura.

La segunda versión de la pelada tenia la misma descripción, la diferencia radicaba en que una era llorona y la otra no. Además esta era bromista, y solía robar a sus victimas. Esta pelada sabía alejarse de la zona de la cañada.

La pelada dejo de aparecerse luego que se encauzo la cañada, para evitar las inundaciones que se producían en la zona. O por lo menos su aparición quedo en el más absoluto secreto…