Cuando se habla de desapariciones de barcos o aviones,
inmediatamente se asocia con el Triángulo de las Bermudas, entre otros. Sin
embargo, no muy lejos de allí, se puede encontrar otro punto en el planeta que
está plagado de misterios y dudas.
En Estados Unidos, se encuentra el Lago Michigan, uno de los
cinco grandes lagos de Norteamérica y el único que se encuentra completamente
dentro del territorio de este país. Con
una extensa superficie de más de 57.000 Km2 es el quinto lago del mundo en
superficie con una profundidad media de un cuarto de kilómetro y
aproximadamente doce millones de personas viviendo a lo largo de sus costas.
Es en este enorme lago donde se han reportado fenómenos
inusuales, como por ejemplo el sufrido por Andrew Ballard y su hijo, quienes
hace unos pocos meses atrás, durante un día bello de sol pleno, vieron cómo un
manto muy espeso de niebla de varias decenas de metros de extensión, se
acercaba misteriosamente al barco en el cual navegaban.
Si bien es cierto que el fenómeno no tuvo ningún tipo de
consecuencia, no deja de ser intranquilizador sabiendo la cantidad de hechos
anómalos que se han desarrollado a través del tiempo. Las playas del lago tienen arenas blancas, a
las cuales se las conoce popularmente como “arenas cantantes”, debido a que por
poseer mucho mineral de cuarzo, al caminar sobre ellas se produce un curioso
sonido que se asemeja a un canto lánguido.
También sus dunas han tenido mala fama, ya que provocaron pérdidas
humanas que han sido tragadas por la arena.
Los científicos tratan de explicar este problema diciendo que los
árboles que aún se encuentran debajo de las dunas, crean boquetes de hasta seis
metros de profundidad que aparecen y desaparecen por efecto de la erosión o los
vientos, volviendo muy inestable el terreno.
La estadística confirma que son muchos las embarcaciones que
han desaparecido en las aguas del gran lago, todos dentro de una zona que se
puede identificar dibujando un simple triángulo que abarca una superficie
extensa en un área que va desde el vértice en Ludington, sur de Michigan hasta
Benton Harbor, también en Michigan, y termina en Manitowoc, Wisconsin.
Uno de los relatos más conocidos fue el del Capitán George
Donner que literalmente desapareció en abril de 1937, mientras dormía en su
camarote, el cual estaba cerrado por dentro y con sus escotillas trabadas,
mientras navegaba sin problemas, con una carga de carbón. Una goleta identificada como “Rosa Bella”
navegaba en 1921 y se perdió todo rastro de ella, hasta que muchos años después
se la encontró navegando a la deriva con la popa destrozada y sin cabina, sin
que haya ninguna explicación para esto. Algo parecido ocurrió con el “Strange”,
otro buque que se hundió en la misma zona y que reapareció semanas después
completamente destrozado sin poder nadie explicar contra qué chocó… También fue muy conocida la pérdida de la
goleta Thomas Hume, el 21 de mayo de 1891. Debía cruzar el lago Michigan para
recoger una carga de madera, pero nunca llegó. Sus marineros y su capitán
desaparecieron sin dejar rastro. Nunca más se supo de ellos ni de la nave.
Sumado a las varias embarcaciones perdidas, hay más de 40
aviones siniestrados, entre los cuales está el vuelo 2501 de la Northwest
Airlines, hecho sucedido el 23 de junio de 1950 con 53 pasajeros a bordo. El
avión iba a Minneapolis y se esfumó en el aire luego de penetrar una densa
niebla que flotaba sobre el lago. Nunca más se supo de él ya que nunca se
hallaron restos de ninguna naturaleza, excepto una parte del fuselaje flotando
en el lago. Varios testigos dicen haber
visto un enorme destello un segundo antes de perder de vista al aparato, un
brillante haz de luz que envolvió al avión justo antes de desaparecer.
A todo esto se suma, el relato de muchas personas que
afirman haber visto luces de todo tipo que se sumergen de dia o de noche en las
aguas del Lago Michigan. Hay abundancia de avistamiento de Ovnis y otras
anomalías extrañas en el cielo. De hecho, en el radar del aeropuerto
internacional de O’ Hare de Chicago, Illinois, suelen aparecer “aviones fantasmas”
sobre el cielo del lago Michigan. Los controladores del radar afirmaron que
muchas veces han ordenado a los pilotos a tomar giros bruscos para evitar lo
que parece otra aeronave en su radar. Tony Molinaro es el portavoz de la
Administración Federal de Aviación (FAA) y declaró que al menos 13 imágenes
fantasmas han sido registradas en sus expedientes. Por su parte Mike Egan,
representante del sindicato de los operadores de radar, dijo en mayo del año
2000 que Molinaro se quedó corto, porque ya se habían producido 130 incidentes
con “aviones fantasmas” y nadie ha podido explicar tamaña anomalía.
Como para acrecentar
el misterio, en el año 2007, se descubrió a doce metros de profundidad, un raro
alineamiento de piedras que podrían tener más de 10.000 años de antigüedad y
que tienen cierta similitud con Stonehenge en Inglaterra. Estas rocas
presuntamente colocadas por seres humanos están prolijamente asentadas sobre
parte del fondo, conformando un misterioso yacimiento subacuático sin
explicación hasta el momento y no parece haber acuerdo científico sobre su
origen.
Las zonas de Michigan y Mississippi son verdaderos testigos
de las primeras presencias humanas en el continente, las cuales se remontan a
períodos mínimos de entre 12.000 y hasta 15.000 años Por estas épocas el Lago
Michigan no existía, pues en plena Era del Hielo lo que hoy es el fondo del
lago estaba al aire libre sin ser cubierto por agua. Los grabados y las piedras
todavía deben ser estudiados, pero sus asociaciones con los primeros pobladores
norteamericanos no parecen ser nada lejanas a la realidad.
Lo cierto del caso es que muchos afirman que el lago y todo
lo que sucede en la zona marcada, es mucho mas misterioso que todo lo que ha
pasado desde siempre en las Bermudas. Sin duda, un misterio más o simplemente
una leyenda que crece día a día…