Atención Por Favor.

Ante todo nos dirigimos y agradecemos a todos por la ayuda que nos dan con este blog ya sean seguidores, oyentes del programa de radio y por sobre todo a todos aquellos propietarios de webs, blogs, libros y todos los lugares donde han obtenidos la información y nos han acercado a nuestro mail para que podamos publicarlas en este humilde blog, para que todas las semanas desde hace ya 7 años podamos compartir en dos emisiones las tantas historias, enigmas y misterios del universo que se van pasando de generación en generación y así reflejar esas viejas leyendas, historias, enigmas y misterios que de niños oímos mas de una vez y que nos asustaban en algunos casos como también en otras nos enseñaban a valorar y respetar esas narraciones.

Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



lunes, 11 de febrero de 2013

Un Artista Sin Un “Pelo” De Tonto.



Adrienne Antonson es un artista norteamericano que ha presentado una colección de insectos realizados con una peculiar materia prima, están todos realizados con cabello humano.

Este hombre nacido en Seattle, y amante del reciclaje, la sostenibilidad y los insectos, decidió un día unir estos conceptos, y surgieron estas pequeñas obras de arte realizadas con cabello humano.

Al principio, Adrienne buscó su materia prima por peluquerías, y luego recibía donaciones de cabello de amigos. (Supongo que Bruce Willis no es muy amigo de él).

Usando cabellos teñidos, e incluso canas va dándoles forma, de manera laboriosa y sin que un solo pelo quede fuera de lugar. Para unirlos usa simple cola.

Algunas obras son replicas de insectos reales, y otras son producto de la imaginación del autor que crea animales que no existen en el mundo real.
Orgulloso de ser fiel a su lema de usar recursos sostenibles en todos ámbitos de la vida, e incluso en el arte, Adrienne no solo se dedica a crear estas genialidades, también tiene una línea de ropa, como no, sostenible y es editor de una revista de arte llamada “Cielo oscuro”.

Vamos que a pesar de no crear arte polémico, es un artista peliagudo. Lo que no sabemos es si usará pelo que no sea de la cabeza.

Un Origen Muy Diferente Al De Su Uso Actual.



Casi todo el mundo piensa que la arroba es un invento propio de la “era Internet”, sin embargo, su historia es mucho más antigua y su origen se remonta al latín. Los árabes ya lo usaban hace siglos, y los marineros lo empleaban habitualmente al detallar el contenido de las bodegas de sus barcos. Esta es la desconocida historia de “@”, uno de los símbolos más usados de la actualidad.

Aunque actualmente, el símbolo de la arroba está relacionado con internet, sobre todo con la dirección de correo electrónico, la mayoría de los historiadores creen que el origen de la palabra “arroba” proviene del árabe, concretamente del término “ar-roub“, que significa cuarto o cuarta parte, de hecho, la arroba es una unidad de masa usada hasta hace pocos años y que es la cuarta parte de un quintal, es decir, 11,34 kilogramos.

En cuanto al símbolo en sí mismo, esa especie de “a” encerrada por un círculo, tiene sus orígenes en una práctica común entre los encargados de copiar libros en latín, a mano, allá por la Edad Media. Estos copistas utilizaban “@”, uniendo entre sí las letras “a” y “d” para formar la preposición latina “ad”, que significa “hasta” o “hacia“. La preposición “ad” aparecía con mucha frecuencia en esos textos, y tiene sentido que haya sido reemplazada por un solo símbolo. Poco a poco, la “@” fue haciéndose popular en otros ámbitos, y empezó a aparecer -por ejemplo- en las cartas oficiales redactadas en latín antes del nombre de su destinatario.

Uno de los documentos más antiguos que se conocen que contiene una “@” impresa data del 4 de mayo del año 1536, y se trata de una carta enviada por un mercader italiano, Francesco Lapi., desde Sevilla a Roma.
Este documento fue descubierto por el profesor Giorgio Stabile, de la Universidad La Sapienza, mientras restauraba una colección fotográfica para el Instituto Treccani, y en dicho escrito se detalla la llegada de tres barcos provenientes de América, cargados de tesoros. Pueden leerse párrafos como “Así, una @ de vino, que es 1/13 de un barril, vale 70 u 80 ducados…” En ese contexto, la arroba representaba una unidad de medida utilizada por griegos y romanos que equivalía a “un cuarto de ánfora.” ¿Confuso, verdad? Pero eso no es nada: podía (y en algunos sitios aún puede) emplearse como medida de capacidad o volumen, con un valor que variaba de acuerdo al producto que se estuviese comerciando. Por ejemplo, si se trataba de líquidos, “una arroba de aceite” era equivalente a unos 12 litros y medio, pero si se estaba negociando con vinos, su valor era de algo más de 16 litros. También se la utilizó como medida de masa. En efecto, la “@” representa una masa equivalente a la cuarta parte de un “quintal.” El quintal es una antigua unidad de masa y de capacidad usada en España y en Hispanoamérica -en Argentina es común escuchar a las personas mayores, en el campo, hablar de “quintales de trigo por hectárea”- que equivale exactamente a 46,0093 Kg. Una “@”, por lo tanto, entonces, equivale a poco mas de 11 kilogramos y medio.

A pesar de la antigüedad de ese documento, algunos historiadores -como el aragonés Jorge Romance- aseguran que el símbolo de la arroba ya se utilizaba en el año 1448, en el detalle de un envío de trigo desde Castilla hacia el Reino de Aragón. Pero con el paso del tiempo, y salvo regiones muy especificas, la “@” dejó de utilizarse. Solamente se mantuvo más o menos viva en los Estados unidos, donde se empleaba en los registros contables, estableciendo el precio unitario de un producto en una factura. Podía aparecer en medio de la descripción de una operación, algo como “15 cajas @ 5 dólares cada una”, donde indicaba que el valor de cada caja facturada era de cinco dólares. También tiene mucho sentido, ya que en inglés “@” se dice “at”, que significa “a” (y también “en”, “de” y “hacia”). Esto hizo que cuando se inventó la máquina de escribir a fines del siglo XIX, el símbolo de la arroba fuese incluido en su teclado. Y, como el teclado de los ordenadores es una evolución de los de aquellas máquinas, la arroba también se encuentra en ellos.

Pero la relación de la “@” con el correo electrónico es muy posterior a todo esto. Cuando el ingeniero estadounidense Ray Tomlinson, que creó el e-mail en 1971, estaba buscando un símbolo que sirviese para identificar las direcciones de correo, uno de los pocos disponibles en los teclados era justamente la arroba. “Hubiese sido más fácil usar un corchete, un paréntesis o incluso una coma, pero estos símbolos ya eran utilizados para otros fines, y de los símbolos que quedaban libres, la @ era el mejor”, ha explicado hace algunos años Tomlinson. “Otro punto a favor de este símbolo es que al traducirse como at en inglés daba una sensación de localización”, agregó.

La primera dirección de correo electrónico de la historia fue “tomlinson@bbn-tenexa” Esta dirección, y según el uso que le dio este ingeniero a la arroba en la informática, puede interpretarse como “Tomlinson en la (@) máquina bbn-tenexa”.

De esta manera, un carácter inventado por los copistas medievales como una forma de simplificar su trabajo se convirtió en el símbolo del correo electrónico.

Flores De Otro Mundo.



La naturaleza nunca deja de maravillarme. Estos pequeños rincones del mundo que parecen evolucionar a un ritmo distinto y distante del resto del planeta. Paisajes más propios de cuentos feericos que, como el lugar que os muestro hoy, de los áridos y desolados desiertos del sur del continente Africano.

Flores imposibles de colores descarados que gritan vida desde los suelos yermos en los que habitan. Adaptación constante y necesaria para atrapar hasta la más ínfima gota del rocío del alba y poder soportar las sofocantes temperaturas que durante la mayor parte del año superan los cuarenta grados, llegando incluso a los cincuenta en las épocas más calurosas.



Inventos evolutivos dignos de las mentes más prodigiosas, plantas velludas y pegajosas, que se cubren de arena para protegerse del abrasador sol y de los fuertes vientos. Tallos y hojas surcados por milimétricos regueros que, estratégicamente posicionados, hacen correr la escasa humedad del amanecer hasta sus raíces. Arboles con vejigas interiores donde acumular el preciado líquido e ir mesurándolo en las peores épocas.

Vegetación magra y suculenta, ejemplo de supervivencia extrema y que, casi de forma milagrosa, es capaz de crecer y sobrevivir en los lugares más insospechados y recónditos.



Este lugar, que por sus características es único en el planeta, es el Desierto de Richtersveld y se encuentra en la provincia de Northern Cape, de Sudáfrica. La zona es un enorme desierto montañoso y extremadamente árido que se encuentra dentro del parque nacional de Richtersveld. Su valor biológico es tan elevado que hace unos años fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La mayoría de las especies de flora que existen en este desierto son endémicas y no se encuentran en ningún lugar del mundo más que allí y también está catalogado como el lugar con mayor concentración de especies de plantas suculentas (son llamadas también magras, que son aquellas especies con una capacidad especial de almacenar agua).

sábado, 9 de febrero de 2013

Más Frescos Que Una Rosa.



En varias iglesias europeas es posible contemplar, metidas en urnas de cristal, estatuas reclinadas de algunos santos. Algunas de ellas son solo modelos simulados, pero otras son auténticos cuerpos incorruptos que se han conservado durante muchos años, cuando no siglos.

El misterio en torno a estos cadáveres no se ha resuelto todavía de forma satisfactoria. Unos se han conservado de forma deliberada recurriendo a técnicas especiales de embalsamamiento, pero otros se han mantenido intactos accidentalmente. En cualquier caso, son cuerpos cuya conservación parece milagrosa, ya que no presentan la rigidez de las momias, ni están tan secos como estas. Además, con frecuencia se han preservado frescos en condiciones de humedad y temperatura que suelen favorecer la putrefacción.

Algunos ejemplos son realmente sorprendentes. Santa María Magdalena de Pazzi fue desenterrada un año después de su muerte y, aunque sus ropas estaban húmedas, su cuerpo se mantenía intacto. Lo mismo le sucedió a Santa Magdalena Sofía Barat, cuyo cuerpo se mantuvo perfectamente conservado con ropas húmedas y mohosas dentro de un ataúd que se encontraba en avanzado estado de desintegración. Según la costumbre de su época, Santa Catalina de Bolonia, fue enterrada sin ataúd, directamente en el suelo, pero su cuerpo se preservaba intacto dieciocho días después. Otro caso espectacular es el del religioso del rito maronita Charbel Makhloud(1828-1898), enterrado también sin ataúd: durante su exhumación el cadáver fue encontrado flotando en el barro en una tumba inundada, pero incluso en la actualidad permanece flexible y emite una especia de fluido sanguinolento.



Se conocen los casos de algunos santos martirizados cuyos cuerpos soportaron condiciones durísimas, como el enterramiento en el agua o haber sido sepultados con heridas abiertas, lo que potencia la corrupción del cadáver. El ejemplo del jesuita polaco San Andrés Bobola(1591-1677) es prototípico: fue brutalmente torturado y asesinado y su cuerpo permaneció colgado varios días a la intemperie sin descomponerse. Sus discípulos le enterraron en una cripta y sesenta años después un equipo médico confirmó que, a pesar de las heridas abiertas, estaba incorrupto. La conservación de su cuerpo fue reconocida oficialmente en 1835.



La lista de santos incorruptos como los citados es exhaustiva. La investigadora Joan Carroll Cruz ha contabilizado al menos un centenar de ellos en su libro The Incorruptibles (1974)., pero hay muchos más, ya que también se conocen casos de personajes no santificados. ¿Cómo se explica que estos restos mortales hayan permanecido en ese estado aunque muchos de ellos fueran enterrados en las citadas circunstancias?

¿Sustancias químicas?

Son diversas las hipótesis que se han avanzado para explicar el fenómeno de los cuerpos incorruptos. Resulta plausible la relativa a las dietas frugales, especialmente en los casos de inedia, ya que la abstinencia de comida y bebida favorece que el cuerpo n o se pudra del modo en que lo haría en circunstancias normales porque se produce una notable disminución del metabolismo. Sin embargo, tal hipótesis no se puede aplicar siempre. Además, podría repetirse igualmente en víctimas el hambre y no hay ninguna constancia de que el fenómeno se haya manifestado en esos casos. Otros alegan que la causa es la vida espiritual, que se manifiesta victoriosa sobre la materia corporal mediante una transformación bioquímica que va más allá del último suspiro, pero los escépticos más acérrimos alegan que los cuerpos incorruptos son fraudes perpetrados por los integrantes de la orden religiosa a la que pertenecía el santo en cuestión, o bien por sus devotos.



Precisamente en Italia, el país en el que se han producido más casos de santos incorruptos, se vienen utilizando desde hace siglos ciertas técnicas secretas de embalsamamiento que producen este efecto en los cadáveres. Resultan especialmente notables las llevadas a cabo en Palermo (Sicilia) por los frailes capuchinos. En la década de 1920 se momificó el cadáver de Rosalía Lombardo, una niña de dos años. Según el escritor Mauro Piccoli, el responsable de proceso fue el doctor Solafia mediante inyecciones de diversas sustancias químicas, Su aspecto actual es extraordinariamente fresco: tiene los ojos cerrados y la piel esponjosa y sonrosada.



Para obtener tales resultados se recurre a la transformación de la grasa en cera cadavérica, algo que se observa también en el fenómeno natural denominado adipocira, que se produce cuando un cadáver se expone a un ambiente de humedad relativa pero estéril. En el Cementerio de los Inocentes de París se descubrieron cientos de cuerpos incorruptos en las fosas comunes donde se almacenaban desde hacía siglos miles de cadáveres apilados. Tras haberse producido la primera fase de saponificación de los tejidos por hidrólisis de las grasas, las partes blandas se transforman en un material de apariencia plástica. Desaparecen las estructuras microscópicas, pero la piel mantiene su elasticidad hasta el punto de parecer curtida.



Sin duda, no todos los cuerpos incorruptos de santos se han conservado debido a un fenómeno de adipocira, ni todos han sido tratados con inyecciones de sustancias químicas y mantenidos en atmósferas secas, como sucedió en el siglo pasado con el papa Juan XXIII, a cuyo cadáver se inyectó una mezcla de formaldehido y alcohol metílico, además de otros conservantes artificiales. Pero ¿realmente pueden inscribirse todos los cuerpos incorruptos en el marco de los citados procedimientos?



La ciencia no acepta que el fenómeno que protagonizan los santos católicos se deba a hechos sobrenaturales, ya que se ha observado también en místicos de otros credos y en personas no religiosas. Lo atribuye a determinadas prácticas de embalsamamiento y a factores relacionados con las condiciones ambientales.

El caso de Ursula Micaela Morata

En España existen muchísimos casos de cuerpos incorruptos, citaré en este post uno en especial, que me llegó gracias a Zanobbi y que ha sido la causa de haber escrito sobre este tema, en los enlaces del final podréis encontrar información al detalle sobre muchos más.



El caso en cuestión es el de Úrsula Jerónima Morata e Iscaya, que nació en Cartagena en el año 1628 y murió en Alicante en 1703, y que fue la fundadora del convento de Clarisas Capuchinas de Alicante. La última de 13 hermanos, no disfruto mucho de sus padres pues estos fallecieron con tres días de diferencia cuando ella tenía tan solo 3 años, haciéndose cargo de la pequeña su hermana mayor Sebastiana.



«…dióme un paroxismo que estuve, a mi entender, sin sentidos veinticuatro horas poco más o menos. Lo que en ese tiempo gozó mi alma no es posible de declarar… Halléme en una inmensa claridad y luz divina, que sin ofrecerme objeto ni imagen alguna a la vista gozaban las potencias y sentidos, que a mi parecer parecía estaba ya en la gloria.»

Autobiografía, Cap. I.

Personalmente creo que con cuatro años no se si se tiene la madurez para ser consciente de estas cosas, pero en fin, continuamos con la vida de Úrsula Jerónima.



Por disposición de su hermana aprendió a leer y a escribir, algo poco común en la época, y también tuvo un aprendizaje espiritual bastante estricto y dominante, con oración, ayunos y mortificaciones día sí, día también.



Tras un sueño en el que profetizó la muerte de un sacerdote conocido de la familia ingresó en el Monasterio de las Capuchinas de Murcia. Allí profesó el 20 de enero de 1647, adoptando el nombre de Micaela.



En 1648 la peste azotó Murcia convirtiéndose Sor Úrsula en enfermera de las apestadas. En 1651 y 1653 el desbordamiento del río Segura obligó a la comunidad de religiosas a abandonar el monasterio y refugiarse en el Monte de las Ermitas. Durante este período, Sor Úrsula Micaela vivió la noche oscura, etapa de crisis espiritual entre los místicos. En 1652 recibió el mandato de su confesor de escribir su autobiografía.



En 1653, como conclusión de la noche oscura, experimentó la transverberación del corazón de modo semejante a Santa Teresa de Jesús:



«Me fue mostrado en espíritu un ángel con un dardo de fuego que me lo metió en el corazón. Fue tan grande el dolor y fuego que sentí, que me penetró todos mis huesos y caí en tierra desmayada. Mas el ángel me detuvo para que no me hiciese mal. Estuve así cosa de una hora gozando y padeciendo lo que yo no sé decir, sino que me abrasaba y quemaba en llamas de amor divino»



Autobiografía, Cap. VI



Sor Úrsula Micaela vivió diversas experiencias sobrenaturales también presentes en otros místicos: visiones, locuciones, milagros, percepción extrasensorial, etc. Destacando especialmente por la bilocación, que la llevó incluso a otras naciones; y por la profecía, que la convirtió en un oráculo al que se acercaba el pueblo en busca de consejo, entre ellos Carlos II y Juan José de Austria, con quienes mantuvo correspondencia epistolar.



En 1661 fue elegida consejera y secretaria de la comunidad.



En 1672, y tras arduas gestiones y complicaciones, fundaría el convento de Clarisas Capuchinas en Alicante. Primero en una residencia provisional, y más tarde en el conocido como monasterio Triunfos del Santísimo Sacramento, que sería costeado por las limosnas de los alicantinos y por Juan José de Austria.



Ejerció el cargo de vicaria hasta 1699 en que fue elegida abadesa, oficio que desempeñó hasta su muerte. En su Autobiografía no recogió sus últimas vivencias, pues dejó de escribir en 1684. Sin embargo las monjas contemporáneas dejaron testimonios y escritos referentes a esta última etapa de su vida. Además la ciudad de Alicante editó un panegírico de honras fúnebres tras su fallecimiento, donde registraron los datos más importantes de su vida.



Tras dos años de penosa enfermedad murió el 9 de enero de 1703, a la edad de 75 años. La fama de santidad y el prestigio social que había alcanzado hizo que su cadáver permaneciese expuesto en la iglesia por 6 días. El cuerpo permaneció incorrupto, caliente y flexible en todo momento, por lo que no se le dio sepultura. En 1742 el obispo de Orihuela D. Juan Elías Gómez de Terán, al encontrarlo todavía intacto, mandó que el cadáver permaneciese en un arca sin ser enterrado. Así se ha conservado hasta la actualidad, permaneciendo todavía incorrupto y flexible.