Atención Por Favor.

Ante todo nos dirigimos y agradecemos a todos por la ayuda que nos dan con este blog ya sean seguidores, oyentes del programa de radio y por sobre todo a todos aquellos propietarios de webs, blogs, libros y todos los lugares donde han obtenidos la información y nos han acercado a nuestro mail para que podamos publicarlas en este humilde blog, para que todas las semanas desde hace ya 7 años podamos compartir en dos emisiones las tantas historias, enigmas y misterios del universo que se van pasando de generación en generación y así reflejar esas viejas leyendas, historias, enigmas y misterios que de niños oímos mas de una vez y que nos asustaban en algunos casos como también en otras nos enseñaban a valorar y respetar esas narraciones.

Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



lunes, 31 de agosto de 2009

Sistema Solar


El Sistema Solar es un sistema planetario de la galaxia Vía Láctea que se encuentra en uno de los brazos de ésta, conocido como el Brazo de Orión. Según las últimas estimaciones, el Sistema Solar se encuentra a unos 28 mil años-luz del centro de la Vía Láctea.

Está formado por una única estrella llamada Sol, que da nombre a este Sistema; más ocho planetas que orbitan alrededor de la estrella: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno; más un conjunto de otros cuerpos menores: planetas enanos (Plutón, Eris, Makemake, Haumea, Sedna y Ceres), asteroides, lunas, cometas... así como el espacio interplanetario comprendido entre ellos.

Se conocen también otros 283 sistemas planetarios orbitando alrededor de otras estrellas. En 23 de ellos, se conocen dos exoplanetas, en 9 se conocen tres, en uno se conocen cuatro y, en otro, cinco.

Características generales

Los planetas y los asteroides orbitan alrededor del Sol, en la misma dirección siguiendo órbitas elípticas en sentido antihorario si se observa desde encima del polo norte del Sol. El plano aproximado en el que giran todos estos se denomina eclíptica. Algunos objetos orbitan con un grado de inclinación considerable, como Plutón con una inclinación con respecto al eje de la eclíptica de 18º, así como una parte importante de los objetos del cinturón de Kuiper. Según sus características, y avanzando del interior al exterior, los cuerpos que forman el Sistema Solar se clasifican en:

* Sol. Una estrella de tipo espectral G2 que contiene más del 99% de la masa del sistema. Con un diámetro de 1.400.000 km, se compone, de un 75% de hidrógeno, un 20% de helio y el 5% de oxígeno, carbono, hierro y otros elementos.

* Planetas. Divididos en planetas interiores (también llamados terrestres o telúricos) y planetas exteriores o gigantes. Entre estos últimos Júpiter y Saturno se denominan gigantes gaseosos mientras que Urano y Neptuno suelen nombrarse como gigantes helados. Todos los planetas gigantes tienen a su alrededor anillos.
En el año 2006, una convención de astronomía en Europa declaró a Plutón como planetoide debido a su tamaño, quitándolo de la lista de planetas formales.

* Planetas enanos. Esta nueva categoría inferior a planeta la creó la Unión Astronómica Internacional en agosto de 2006. Se trata de cuerpos cuya masa les permite tener forma esférica, pero no es la suficiente para haber atraído o expulsado a todos los cuerpos a su alrededor. Cuerpos como Plutón (hasta 2006 considerado noveno planeta del Sistema Solar), Ceres, Makemake y Eris están dentro de esta categoría.

* Satélites. Cuerpos mayores orbitando los planetas, algunos de gran tamaño, como la Luna, en la Tierra, Ganímedes, en Júpiter o Titán, en Saturno.

* Asteroides. Cuerpos menores concentrados mayoritariamente en el cinturón de asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter, y otra más allá de Neptuno. Su escasa masa no les permite tener forma regular.
* Objetos del cinturón de Kuiper. Objetos helados exteriores en órbitas estables, los mayores de los cuales serían Sedna y Quaoar.

* Cometas. Objetos helados pequeños provenientes de la Nube de Oort.
El espacio interplanetario en torno al Sol contiene material disperso proveniente de la evaporación de cometas y del escape de material proveniente de los diferentes cuerpos masivos. El polvo interplanetario (especie de polvo interestelar) está compuesto de partículas microscópicas sólidas. El gas interplanetario es un tenue flujo de gas y partículas cargadas formando un plasma que es expulsado por el Sol en el viento solar. El límite exterior del Sistema Solar se define a través de la región de interacción entre el viento solar y el medio interestelar originado de la interacción con otras estrellas. La región de interacción entre ambos vientos se denomina heliopausa y determina los límites de influencia del Sol. La heliopausa puede encontrarse a unas 100 UA (15.000 millones de kilómetros del Sol).

Los diferentes sistemas planetarios observados alrededor de otras estrellas parecen marcadamente diferentes al Sistema Solar, si bien existen problemas observacionales para detectar la presencia de planetas de baja masa en otras estrellas. Por lo tanto, no parece posible determinar hasta qué punto el Sistema Solar es característico o atípico entre los sistemas planetarios del Universo.

Estructura del Sistema Solar

Las órbitas de los planetas mayores se encuentran ordenadas a distancias del Sol crecientes de modo que la distancia de cada planeta es aproximadamente el doble que la del planeta inmediatamente anterior. Esta relación viene expresada matemáticamente a través de la ley de Titius-Bode, una fórmula que resume la posición de los semiejes mayores de los planetas en Unidades Astronómicas. En su forma más simple se escribe:

donde = 0, 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128.
(Aunque puede llegar a ser complicada)

En esta formulación la órbita de Mercurio se corresponde con (k=0) y semieje mayor 0,4 UA, y la órbita de Marte (k=4) se encuentra en 1,6 UA. En realidad las órbitas se encuentran en 0,38 y 1,52 UA. Ceres, el mayor asteroide, se encuentra en la posición k=8. Esta ley no se ajusta a todos los planetas (Neptuno está mucho más cerca de lo que se predice por esta ley). Por el momento no hay ninguna explicación de la ley de Titius-Bode y muchos científicos consideran que se trata tan sólo de una coincidencia.

La dimensión astronómica de las distancias en el espacio

Para tener una noción de la dimensión astronómica de las distancias en el espacio, es interesante hacer unos cálculos y hacernos de un modelo que nos permita tener una percepción más clara de lo que está en juego. Imaginemos, por ejemplo, un modelo reducido en el que el Sol estaría representado por una pelota de fútbol (de 220 mm de diámetro). A esa escala, la Tierra estaría a 23,6 m de distancia y sería una esfera con apenas 2 mm de diámetro (la Luna estaría a unos 5 cm de la tierra y tendría un diámetro de unos 0,5 mm) . Júpiter y Saturno serían bolitas con cerca de 2 cm de diámetro, a 123 y a 226 m del Sol respectivamente. Plutón estaría a 931 m del Sol, con cerca de 0,3 mm de diámetro. En cuanto la estrella más próxima (Próxima Centauri) estaría a 6.332 km del Sol, y la estrella Sirio a 13.150 km.

Si se tardase 1 h y cuarto en ir de la Tierra a la Luna (a unos 257.000 km/h), se tardaría unas 3 semanas (terrestres) en ir de la Tierra al Sol, unos 3 meses en ir a Júpiter, 7 meses a Saturno y unos 2 años y medio en llegar a Plutón y dejar nuestro sistema solar. A partir de ahí, a esa velocidad, tendríamos que esperar unos 17.600 años hasta llegar a la estrella más próxima, y 35.000 años hasta llegar a Sirio.

Objetos principales del Sistema Solar

Estrella central

El Sol es la estrella del sistema planetario en el que se encuentra la Tierra; por tanto, es la más cercana a la Tierra y el astro con mayor brillo aparente. Su presencia o su ausencia en el cielo determinan, respectivamente, el día y la noche. La energía radiada por el Sol es aprovechada por los seres fotosintéticos, que constituyen la base de la cadena trófica, siendo así la principal fuente de energía de la vida. También aporta la energía que mantiene en funcionamiento los procesos climáticos. El Sol es una estrella que se encuentra en la fase denominada secuencia principal, con un tipo espectral G2, que se formó hace unos 5000 millones de años y permanecerá en la secuencia principal aproximadamente otros 5000 millones de años. El Sol, junto con la Tierra y todos los cuerpos celestes que orbitan a su alrededor, forman el Sistema Solar.

A pesar de ser una estrella mediana, es la única cuya forma se puede apreciar a simple vista, con un diámetro angular de 32' 35" de arco en el perihelio y 31' 31" en el afelio, lo que da un diámetro medio de 32' 03". Por una extraña coincidencia, la combinación de tamaños y distancias del Sol y la Luna respecto de la tierra son tales que se ven, aproximadamente, con el mismo tamaño aparente en el cielo. Esto permite una amplia gama de eclipses solares distintos (totales, anulares o parciales).

Planetas

El 24 de agosto de 2006, en Praga, en la XXVI Asamblea General la Unión Astronómica Internacional (UAI), se excluyó a Plutón como planeta del Sistema Solar. Tras una larga controversia sobre esta resolución, se tomó la decisión por unanimidad. Con esto se reconoce el error de haber otorgado la categoría de planeta a Plutón en 1930, año de su descubrimiento. Desde ese día el Sistema Solar queda compuesto por 8 planetas.

Los 8 planetas del Sistema Solar, de acuerdo con su cercanía al Sol, son: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Los planetas son astros que describen trayectorias llamadas órbitas al girar alrededor del Sol, tienen suficiente masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuman una forma en equilibrio hidrostático (prácticamente esférica) y han limpiado la vecindad de su órbita de planetesimales.

A Saturno, Júpiter, Urano y Neptuno los científicos los han denominado planetas gaseosos por contener en sus atmósferas gases como el helio, el hidrógeno y el metano, sin saber a ciencia cierta la estructura de su superficie.

Planetas enanos

Poco después de su descubrimiento en 1930, Plutón fue clasificado como un planeta por la Unión Astronómica Internacional (UAI). Sin embargo, basándose en descubrimientos posteriores, se abrió un debate por algunos, con objeto de reconsiderar dicha decisión. Finalmente, el 24 de agosto de 2006 la UAI decidió que el número de planetas no se ampliará a 12, como se propuso en la reunión que mantuvieron sus miembros en Praga, sino que debía reducirse de 9 a 8. El gran perjudicado de este nuevo orden cósmico fue, nuevamente, el polémico Plutón, cuyo pequeño tamaño y su evolución dinámica en el Sistema Solar llevó a los miembros de la UAI a excluirlo definitivamente de su nueva definición de planeta.

En dicha reunión de la UAI se creó una nueva clase de planeta, los planetas enanos, que a diferencia de los planetas, no han limpiado la vecindad de su órbita. Los cinco planetas enanos del sistema solar ordenados por proximidad al Sol son Ceres, Plutón, Makemake, Haumea y Eris.

Cuerpos menores

* Cinturón de asteroides

* Objetos transneptunianos y cinturón de Kuiper

* Nube de Oort


Entre los cuerpos menores, los planetas menores son cuerpos con masa suficiente para redondear sus superficies। Antes del descubrimiento de Caronte y los primeros objetos transneptunianos el término "planeta menor" era un sinónimo de asteroide. Sin embargo, el término asteroide suele reservarse para los cuerpos rocosos pequeños del Sistema Solar interior. La mayoría de los objetos transneptunianos son cuerpos helados, como cometas, aunque la mayoría de los que es posible descubrir a esas distancias son mucho mayores que los cometas.


Los mayores objetos transneptunianos son mucho mayores que los mayores asteroides. Los satélites naturales de los planetas mayores también tienen un amplio rango de tamaños y superficies, siendo los mayores de ellos mucho mayores que los asteroides mayores.

La siguiente tabla muestra las características más importantes de los principales cuerpos menores del Sistema Solar algunos de los cuales en un futuro podrían ser "ascendidos" al rango de planeta enano, como pasó con Makemake y Haumea. Todas las características se dan con respecto a la Tierra.

Formación y evolución del Sistema Solar

Se da generalmente como precisa la formación del Sistema Solar hace unos 4.500 millones de años a partir de una nube de gas y de polvo que formó la estrella central y un disco circumestelar en el que, por la unión de las partículas más pequeñas, primero se habrían ido formando, poco a poco, partículas más grandes, posteriormente planetesimales, y luego protoplanetas hasta llegar a los actuales planetas.
Investigación y exploración del Sistema Solar

Dada la perspectiva geocéntrica con la que es percibido el Sistema Solar por los humanos, su naturaleza y estructura fueron durante mucho tiempo desconocidos. Los movimientos aparentes de los objetos del Sistema Solar, observados desde la Tierra, se consideraban los movimientos reales de estos objetos alrededor de una Tierra estacionaria. Gran parte de los objetos del Sistema Solar no son observables sin la ayuda de instrumentos como el telescopio. Con la invención de éste comienza una era de descubrimientos (satélites galileanos; fases de Venus) en la que se abandona finalmente el sistema geocéntrico sustituyéndolo definitivamente por la visión copernicana del sistema heliocéntrico.

En la actualidad el Sistema Solar es estudiado por telescopios terrestres, observatorios espaciales y misiones espaciales capaces de llegar hasta algunos de estos distantes mundos. Los cuerpos del Sistema Solar en los que se han posado sondas espaciales terrestres son Venus, la Luna, Marte, Júpiter y Titán. Todos los cuerpos mayores han sido visitados por misiones espaciales, incluyendo algunos cometas, como el Halley, y excluyendo Plutón.

Esfinge


En la mitología griega, la Esfinge (en griego antiguo Σφίγξ, quizá de σφίγγω, ‘estrangular’) era un demonio de destrucción y mala suerte, que se representaba con rostro de mujer, cuerpo de león y alas de ave.

Origen

Hesíodo, quien en su Teogonía es el primero que la menciona, la hace hija de la Quimera y de Ortro, el terrible perro hermano de Cerberos. Opinión que no comparte Laso de Hermíone, quien la estima nacida de Equidna, la bella ninfa con cola de serpiente, y del poderoso Tifón; siendo de la misma opinión Higinioy Apolodoro. Otros la señalan como el fruto de los amores entre Tifón y la Quimera.

Para la mayoría de los escritores de la antigüedad, la Esfinge era única y de ascendencia divina. Sin embargo, hay algunos que dan a entender que se trataría de una especie de animal. Así, Plinio el Viejo señala que las esfinges habitan las zonas más remotas de Etiopía y tienen un pelaje pardo rojizo.

Características

Según Apolodoro, la Esfinge era un monstruo con rostro de mujer; pecho, patas y cola de león y alas de pájaro. Estacio precisa que tenía el rostro pálido, la boca llena de veneno, ojos como brasas encendidas y las alas siempre manchadas de sangre.Heródoto llamó a las esfinges egipcias, que tienen rostro de hombre y carecen de alas, androesfinges, para distinguirlas de la Esfinge griega.

La Esfinge en Tebas

Hesíodo llama a la Esfinge «ruina de los cadmeos», aludiendo a los tiempos en que «llegó desde la parte más lejana de Etiopía» para causar el terror en los campos que circundaban la ciudad de Tebas.

Fue enviada por un dios, pero no hay acuerdo sobre cuál. La mayoría de los autores señala que fue la vengativa Hera, opinión que sostienen, entre otros, Apolodoro y el autor del escolio a las Fenicias. Señala este último que el motivo de la diosa habría sido la impunidad en que los tebanos quedaron tras el rapto y la seducción que Layo, rey de Tebas, cometiera en la persona del joven Crisipo. También se menciona como que fue enviada por Dioniso y Ares, vinculando las razones de este último al episodio en el que su hijo Dragón fue muerto a manos de Cadmo, el fundador de Tebas. Eurípides, por su parte, señala que la envió Hades.

La Esfinge se instaló en uno de los montes del oeste de la ciudad de Tebas, el Ficio o el Antedón. Desde ahí se dedicó a asolar la campiña tebana destruyendo las siembras y matando a todos los que no fueran capaces de resolver sus enigmas. Mataba estrangulando, y algunas opiniones refieren que de ahí viene su nombre, ya que cerraba (sphíggein, ‘cerrar’) el paso del aire a los desafortunados que caían en sus garras.

Higinio refiere que la Esfinge propuso a Creonte, rey de Tebas, que si alguien era capaz de resolver uno de sus enigmas se iría para siempre; pero si no, mataría a quienes fallasen y seguiría destruyendo. Apolodoro, no cree que el monstruo haya sido capaz de compromiso alguno, y propone que debió haber sido un oráculo el que revelara a los tebanos la forma de librarse de la Esfinge.

El acertijo

Según Apolodoro, la Esfinge había aprendido el arte de formular enigmas de las Musas. Cuenta Aristófanes el gramático que Edipo mismo la llamó musa, ya que era propio de las Musas el manejar las palabras con belleza, esto es, a través del canto. La Esfinge cantaba sus enigmas, así lo afirma Pausanias. Sófocles la llama «cruel cantora».

El acertijo, en la sencilla formulación de Apolodoro, habría sido: «¿Qué ser provisto de voz es de cuatro patas, de dos y de tres?» Semejante enunciación la encontramos en Diodoro Sículo, a saber: «¿Cuál es el que al mismo tiempo es un bípedo, un trípedo y un cuadrúpedo?» Una versión más elaborada es la que presenta Aristófanes el gramático:

Existe sobre la tierra un ser bípedo y cuadrúpedo, que tiene sólo una voz, y es también trípode. Es el único que cambia su aspecto de cuantos seres se mueven por tierra, aire o mar. Pero, cuando anda apoyado en más pies, entonces la movilidad de sus miembros es mucho más débil.

Edipo y la muerte de la Esfinge

Varios trataron de resolver el enigma de la Esfinge y fallaron, siendo muertos; entre ellos Hemón, hijo de Creonte. Ante tan angustiosa situación, el rey hizo una proclama a toda Grecia prometiendo que daría el reino, y a su hermana Yocasta en matrimonio, a quien resolviera el enigma de la Esfinge. Muchos vinieron de remotos lugares y fallaron en dar la solución, pero Edipo, el hijo perdido de Layo y Yocasta, lo interpretó correctamente. Según Aristófanes el gramático, estas habrían sido las palabras con que Edipo respondió a la Esfinge:

Escucha, aun cuando no quieras, Musa de mal agüero de los muertos, mi voz, que es el fin de tu locura. Te has referido al hombre, que cuando se arrastra por tierra, al principio, nace del vientre de la madre como indefenso cuadrúpedo y, al ser viejo, apoya su bastón como un tercer pie, cargando el cuello doblado por la vejez.
Según Higinio, al escuchar la respuesta de Edipo, la Esfinge saltó desde el monte, que era su guarida, en busca de la muerte. Apolodoro afirma que no saltó desde un monte, sino desde la acrópolis de Tebas. Hay otros, como Eurípides, que señalan que no saltó, sino que fue el propio Edipo quien le arrojó montaña abajo.

Como recompensa, Edipo se casó con la reina (su verdadera madre) y se convirtió en el regente de Tebas.

Explicación del origen del mito de la Esfinge, según Pausanias

Hay una tradición, referida por Pausanias, que dice que la Esfinge no habría sido un monstruo, sino una hija del rey Layo, a quien se le habría revelado un secreto sólo conocido por los monarcas de Tebas. Al morir Layo, cuando varios de sus hijos llegaron a reclamar el trono, la Esfinge los habría enfrentado diciendo que sólo reconocería como legitimo sucesor a quien fuera capaz de señalar con precisión el secreto de los reyes tebanos, y condenaría a muerte a todo el que fallare. Sólo Edipo, nos dice esta tradición, desentrañó correctamente el secreto, ya que le había sido revelado en un sueño.

El Santo Grial


El Santo Grial es el plato, patena o copa usado por Jesucristo en la Última Cena, del cual se dice que posee poderes milagrosos. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea procede de la obra de Robert de Boron Joseph d'Arimathie, publicada en el siglo XII. Según este relato, Jesús, ya resucitado, se aparece a José para entregarle el Grial y ordenarle que lo lleve a la isla de Britania. Siguiendo esta tradición, autores posteriores cuentan que el mismo José usó el cáliz para recoger la sangre de Cristo y que, más tarde en Britania, estableció una dinastía de guardianes para mantenerlo a salvo y escondido. La búsqueda del Santo Grial es un importante elemento en las historias relacionadas con el Rey Arturo (el Ciclo Arturiano o Materia de Bretaña) donde se combinan la tradición cristiana con antiguos mitos celtas referidos a un caldero divino.

Otras leyendas acerca del Grial se entrecruzan con las relativas a las distintas copas antiguas que se consideran el Santo Cáliz.

Etimología

La palabra grial –pronunciada «graal» en inglés medio– parece ser una adaptación francesa del término latino «gradalis» que implica la idea de un plato que es llevado a la mesa en diferentes momentos («gradus») de una comida. Al respecto dice Helinand de Froidmont (What is a Grail?) en su Chronicon (siglo XIII): «... un plato ancho y algo profundo en que habitualmente se colocan las carnes caras para el rico... normalmente se denomina grial». En la Baja Edad Media hubo autores que lo llamaron «San Gréal», lo que derivaba en «Sang Réal», es decir, «sangre real». Escritores posteriores desarrollaron esta teoría que alcanzó notoriedad en el betseller de 1982: The Holy Blood and the Holy Grail.

Historia

Chrétien de Troyes

El primer autor en mencionar al Grial es, entre 1181 y 1191, el poeta Chrétien de Troyes en su narración Perceval –también llamada Le Conte du Graal. La obra, presentada como tomada de un libro antiguo, habla de la visita de Perceval –quien aspira a ser caballero del Rey Arturo– al castillo del Rey Pescador, en el cual le es mostrado un grial. Dentro del mismo hay una especie de oblea que, milagrosamente, alimenta al herido padre del Rey. Perceval no pregunta por el significado de este objeto, lo cual le es reprochado más tarde.

Aunque posee un claro simbolismo cristiano, Chrétien no explica en qué consiste el grial, y la obra se interrumpe bruscamente. El autor no lo denomina «santo», ni lo designa como «el grial», sino simplemente como «un grial» y considera más importante su contenido –alude a la hostia consagrada del catolicismo– que el recipiente.

Robert de Boron

La obra de Chrétien de Troyes marcaría el comienzo de la leyenda, pero serían Robert de Boron y Wolfram von Eschenbach quienes la desarrollarían de la manera que la conoció la Europa medieval. Robert de Boron, en Joseph d'Arimathie y Estoire del San Graal, es el responsable en transformar al «grial» de Chrétien en «El Santo Grial». Este autor inglés espiritualiza el simple plato mencionado por el francés y lo convierte en la copa de la Última Cena, la misma que, según sostenían las leyendas, José de Arimatea usó después para recoger la sangre de las heridas durante la crucifixión de Cristo. De Boron es también el primero en afirmar que José y su familia llevaron el Grial a partes no especificadas de Britania. Desde entonces existiría en la isla una dinastía de guardianes del Grial a la cual finalmente se uniría Perceval.

Las leyendas del Grial

A partir de este momento, los textos se concentran en dos historias diferentes. Por un lado, las relacionadas con la búsqueda del Santo Grial, emprendidas por los caballeros del Rey Arturo, y, por el otro, las que relatan la propia historia del Grial desde los tiempos de José de Arimatea.

Entre las primeras se pueden citar:

* Parzifal, obra del caballero y poeta alemán Wolfram von Eschenbach, en la cual el concepto de De Boron sobre la santidad del Grial es unido al relato de Chrétien de Troyes.

* Las cuatro continuaciones de la obra inconclusa de Chrétien de Troyes. Escritas por diferentes autores en los cincuenta años posteriores a la historia original, siguen el relato hasta la muerte de Perceval, ahora guardián del Grial, quien finalmente lo lleva consigo al Cielo.

* El llamado Percival de Didot (nombre del propietario del manuscrito) que es probablemente una versión en prosa de la Estorie de Robert Boron.
El poema galés Peredur, generalmente incluido en los Mabinogion, inspirado en la obra de Chrétien pero que incorpora elementos de tradiciones pre-cristianas, como el culto céltico de la Cabeza.

* El Perlesvaus, o Li Hauz Livres du Graal, considerado el que más se aparta de las tradiciones arturianas dando versiones diferentes a las aceptadas sobre los personajes de la historia.

* El Diu Crône (La Corona), poema alemán de Heinrich von dem Türlin, en el cual es Gawain, antes que Perceval, quien obtiene el Grial.

* El episodio de Lancelot en la llamada Vulgata arturiana, donde se introduce a Galahad como el héroe de la historia.

* La Queste del Saint Graal, también parte de la Vulgata, que describe las aventuras de Galahad hasta lograr obtener el Grial.
De las segundas se mencionan:

* La propia obra de Robert de Boron.

* La Estoire del Saint Graal, primera parte de la Vulgata, escrita antes del episodio de Lancelot, que expande el texto de Robert de Boron con nuevos detalles.

* Joseph de Arimathie, un poema aliterado escrito en inglés hacia 1310, que describe las actividades de José después de la Resurrección de Cristo y lo retrata como un apóstol predicador y guardián del Grial.

* La Chronica sive Antiquitates Glastoniensis Ecclesiae (Crónica o Antigüedades de la Iglesia de Glastonbury), de John Seen, un monje local, en la que se dice que el Grial y la tumba de José de Arimatea habían estado en dicha iglesia.

* De Sancto Joseph ab Arimathea escrito hacia 1430 por Fray John Capgrave, de Norfolk.

* Historia del Santo Grial de Herry Lovelich, escrita hacia 1450, la primera traducción inglesa del cuento de la vulgata francesa Estoire del San Graal. Aquí, Josephes, el hijo de José, es el protagonista y el énfasis se pone en José de Arimatea y sus actividades de conversión en Britania, mientras que es minimizada su conexión con el Grial.

* La Crónica de John Hardyng, completada en 1465, vincula a Arturo con José de Arimatea a quien acredita la construcción de la Mesa Redonda original.

* El poema Jerusalén, en el prólogo al Milton de William Blake, escrito en 1808, evoca antiguas tradiciones que hacían de José el tío de Jesús y relataban la venida de éste, en su niñez, a Britania.

Algunos estudiosos vinculados al esoterismo, como Malcolm Godwin, quieren identificar esta pérdida con hechos reales acaecidos a finales del Neolítico, en que en Europa existían diversas tribus matriarcales asentadas y pacíficas, cuya forma de vida se vio violentamente coartada por oleadas de tribus guerreras y violentas provenientes de Asia. Estos sucesos habrían quedado en la memoria colectiva y adquirido una dimensión simbólica en la mitología celta y finalmente habrían recibido un tinte cristiano en manos de Chrétien de Troyes, Wolfram von Eschenbach y otros autores. Así, esta conquista original de las tribus europeas por parte de las provenientes de Oriente se identificaría, por ejemplo, con la pérdida del Paraíso Terrenal y, en lo referido al Gríal, éste se identificaría con lo femenino y con la tierra (más concretamente, el Grial es símbolo del seno materno y de la vulva femenina).

El Perceval de Chrétien

Esta obra francesa inacabada dejó paso a numerosas terminaciones en muchos casos inconsistentes entre ellas. Los elementos de esta novela en relación con la leyenda son, de una parte, la caracterización de Perceval como caballero que se ve involucrado sin saberlo en la demanda del grial y el «castillo del grial» custodiado por caballeros que sirven al «rey del grial» o «rey pescador».

El Pársifal de Eschenbach

Este libro refleja la tradición alemana que luego inspiraría la ópera de Richard Wagner. La historia presenta grandes paralelismos con la tradición francesa, aunque tiene elementos específicos de la misma.

Ciclo de la Vulgata
Esta fuente, fuertemente influida por los escritos de Bernardo de Claraval, presenta la «demanda del Santo Grial» imbricada dentro del universo artúrico, enriqueciendo la tradición con otros elementos como una descripción del origen y significado del Grial. Según esta fuente, el cáliz habría pertenecido al servicio de mesa de José de Arimatea, un rico comerciante judío, que según la tradición organizó la Última Cena.

José de Arimatea habría solicitado a Poncio Pilatos que se le entregara el cuerpo de Jesús (a quien hizo enterrar en una tumba de su propiedad) y la lanza con que fue herido (que quedó en su poder, junto con la copa).

Como José era un rico comerciante, en un viaje de negocios habría llegado hasta Albión (isla que se identifica con Gran Bretaña). Allí se quedó a vivir y levantó la capilla de Glastonbury.

Al morir José de Arimatea se dice que se fundó la Orden del Grial para custodiar las reliquias. En la época del rey Arturo, el guardián de las reliquias era Sir Pelles. Sir Balin el Salvaje quiso robar las reliquias a Pelles y se batieron en un duelo, pero al perder su espada Sir Balin tomó la lanza sagrada e hirió a Pelles, e inmediatamente el castillo se derrumbó debido a la profanación de la reliquia.

Las reliquias desaparecieron de la Tierra hasta que un caballero puro de corazón las encontrara. Ese fue Galahad, quien al morir se las llevó al Cielo.

El Cáliz de la Catedral de Valencia

Una tradición aragonesa cuenta que el grial fue guardado y utilizado por los apóstoles en Jerusalén. De allí habría pasado a Antioquía, llevado por san Pedro. Posteriormente se habría trasladado a Roma, donde fue usado por 23 papas. De esta presencia del Santo Cáliz de la Cena en Roma y de su uso por aquellos papas, sería testimonio privilegiado el texto del Canon Romano, la más antigua fórmula de la liturgia eucarística papal, que en el momento de la consagración del vino dice: «acabada la cena, tomo este mismo cáliz famoso en sus santas y venerables manos».

Esta situación se prolongó hasta el pontificado del griego san Sixto II, (que ejerció el papado durante un año, desde 257 a 258), el cual, asustado por la persecución romana, habría confiado el Santo Cáliz a su joven diácono Lorenzo, el cual lo envió a Huesca (España), de donde era originario, para que fuera escondido en las lejanas montañas de Aragón. En la Biblioteca Nacional de Madrid se conserva un manuscrito del s. XVII titulado Vida y martirio del glorioso español San Laurencio, obra de Lorenzo Mateu y Sanz, que dice ser la traducción de otro manuscrito original del s. VI, obra del abad Donato, en el que se narra la historia de S. Lorenzo y cómo éste, poco antes de su propio martirio, confió a su compatriota Precelio, legionario, «algunas memorables reliquias, de forma que pudiera enviarlas a España; entre ellas estaba la archirrenombrada Copa en la que Cristo, nuestro Dios y maestro, consagró su preciosa sangre la noche de la Última Cena».
Llegado a España, diversos lugares aragoneses marcarían, según la tradición oral, la ruta del Santo Cáliz: la cueva de Yesa, San Pedro de Siresa, San Adrián de Sásabe, San Pedro de la Sede Real de Bailo, la catedral de Jaca y, hacia 1071, el monasterio de San Juan de la Peña, en donde permaneció hasta que, en 1399, el rey Martín I el Humano, se llevó el vaso sagrado al palacio de la Aljafería de Zaragoza. El pergamino 136 del Archivo de la Corona de Aragón contiene el acta notarial original de la entrega del caliz al Rey. A su muerte, el Santo Grial estuvo temporalmente en Barcelona, donde el Rey había trasladado su corte, y donde resulta registrado y descrito en el inventario de posesiones personales del monarca, elaborado en septiembre de 1410.
En el año 1424, el rey Alfonso el Magnánimo trasladó el Cáliz a Valencia, donde había fijado la capital de su reino, y lo depositó en la capilla del Palacio Real, como agradecimiento por la ayuda del reino de Valencia en las luchas mediterráneas del monarca.

En 1437 la sagrada reliquia fue entregada al Cabildo Catedralicio en nombre de su majestad, como prenda por un préstamo para sus guerras italianas, y en la Catedral ha permanecido durante siglos, hasta hoy, con excepción de algunos momentos dramáticos como las guerras napoleónicas o civiles, así como durante dos visitas de regreso a San Juan de la Peña en los años 1959 y 1994.

En el museo de la catedral de Valencia se conserva, por tanto, el cáliz que la tradición aragonesa identifica con el Santo Grial, y que consta de una copa de calcedonia (piedra semipreciosa) de 7 cm de altura y 9,5 de diámetro, que sería la copa original de la Santa Cena, y un pie con asas añadido posteriormente. El arqueólogo Antonio Beltrán ha fechado la copa superior en torno al cambio de era (siglo I), labrada en un taller oriental de Egipto, de Siria o de la propia Palestina, por lo que pudo estar en la mesa de la Santa Cena. Incluso dos Papas (Juan Pablo II y Benedicto XVI), en viajes que hicieron a Valencia, usaron este cáliz al celebrar sus Misas multitudinarias. Esto se considera un apoyo de la Iglesia a favor de la autenticidad de esta reliquia, aunque jamás ha sido formulado un comentario oficial.

Además del de Valencia, otros cálices han sido, en diversos momentos, propuestos por algunos como candidatos a ser el auténtico Cáliz de la Última Cena:

* El Cáliz de Antioquía de la Colección Cloisters del Metropolitan Museum de Nueva York, que según la mística Anna Katherina Emerich era la armadura que protegía al cáliz verdadero. Testimonios recientes sostienen, sin embargo, que la copa de Antioquía sería una falsificación del s. XX.

* El Sacro Catino de Génova, que fue llevado tras la primera cruzada a Italia. Es un plato hexagonal verde que se creía de esmeralda, aunque es un cristal verde egipcio. Los genoveses, en realidad, nunca han sostenido que se trate del Santo Grial, sino de una pieza de la vajilla usada durante la Santa Cena.

* Vaso de Nanteos encontrado en Glastonbury, al norte de Gales, que, según algunos, podría ser el que dió origen a la leyenda artúrica, pero no el Cáliz de la Cena del Señor, porque es de madera, y las normas judías prohibían el uso de materiales porosos para los cálices rituales.

* El Cáliz de Ardagh encontrado en Irlanda; se halla en el museo nacional de Dublín. Se trata de una pieza de orfebrería irlandesa fechada en el siglo VIII.

* El Caldero de Gundestrup se encuentra en el museo nacional de Dinamarca y data del siglo II ó I a.C. En realidad, no existe dato alguno o tradición que lo relacione con el Santo Cáliz de la Última Cena de Cristo ni con el Santo Grial de las leyendas medievales.

* La Copa de Hawstone Park, propiedad de Victoria Palmer. La reivindicación de esta pieza ha sido hecha por Graham Phillips, quien sostiene que la pieza fue llevada a Inglaterra tras ser saqueada Roma por los visigodos.

Otros significados del Grial

El grial es parte de la mitología cristiana medieval, es decir, que carece de referencias específicas en los textos bíblicos. Diversos elementos han entrado en la formación del mito, entre ellos las leyendas monacales con su contenido alegórico y las referencias precristianas, a recipientes mágicos, como el cuerno de la abundancia o los calderos de la tradición céltica.

Autores posteriores identifican al Grial con la piedra filosofal de los alquimistas, las supuestas reliquias halladas por los Templarios o una alusión velada a la descendencia de Jesús. En su mayor parte, estos investigadores se vinculan a teorías conspirativas elaboradas con escasa rigurosidad histórica.

Peter Redgrove y Penélope Shuttle ven en la imaginería del Grial un símbolo de la matriz femenina y del ciclo menstrual.

La leyenda del Grial ha fascinado a numerosos personajes históricos. El medievalista alemán Otto Rahn fue el más conocido de ellos por su vinculación con el régimen nazi. En efecto, tras haber escrito un libro sobre el tema: Kreuzzug gegen den Gral (Cruzada contra el Grial. Tragedia del catarismo) donde vinculaba al Grial con el movimiento cátaro, Rahn llamó la atención de Heinrich Himmler, jefe de la Sociedad Ahnenerbe, quien lo hizo ingresar a las SS. Disgustado con esta organización, Rahn renunció y posteriormente fue encontrado muerto (muerte oficialmente calificada de suicidio). Este episodio ha dado pie a la creencia en una búsqueda secreta del Grial por la jerarquía nazi, siempre vinculada a temas ocultos.

domingo, 30 de agosto de 2009

El Mito De Afrodita La Diosa Del Amor


Afrodita (en griego antiguo Ἀφροδίτη) es, en la mitología griega, la diosa del amor, la lujuria, la belleza, la prostitución y la reproducción. Aunque a menudo se alude a ella en la cultura moderna como «la diosa del amor», es importante señalar que no era el amor en el sentido cristiano o romántico, sino específicamente Eros (atracción física o sexual). Su equivalente romana es la diosa Venus.

Orígenes

Afrodita tiene numerosas equivalentes: Inanna en la mitología sumeria, Astarté en la fenicia, Turan en la etrusca y Venus en la romana. Tiene paralelismos con diosas indoeuropeas de la aurora, tales como Ushas o Aurora. Según Pausanias, los primeros que establecieron su culto fueron los asirios, y tras ellos los pafosianos de Chipre y los fenicios que vivían en Ascalón (Palestina), quienes enseñaron su culto a los habitantes de Citera. Se decía que Afrodita podía hacer que cualquier hombre se enamorase de ella con solo poner sus ojos en él.

El nombre Ἀφροδίτη era relacionado por etimología popular con ἀφρός aphrós, ‘espuma’, interpretándose como ‘surgida de la espuma’ y personificándola en un mito etiológico que ya era conocido para Hesíodo. Tiene reflejos en el mesapico y el etrusco (de ahí «abril»), que probablemente fueron tomados prestados del griego. Aunque Heródoto estaba al tanto de los orígenes fenicios de Afrodita, los intentos lingüísticos por derivar el nombre «Afrodita» del semítico Aštoret, mediante transmisión hitita no documentada, siguen sin ser concluyentes. Una sugerencia de Hammarström, rechazada por Hjalmar Frisk, relaciona el nombre con πρύτανις, un préstamo griego de un cognado del etrusco (e)pruni, ‘señor’ o similar. Mallory y Adams ofrecen una etimología del indoeuropeo abhor, ‘muy’ + dhei, ‘brillar’.

Si procede del semítico, una etimología plausible sería del barīrĩtu asirio, un demonio femenino hallado en textos babilónicos medios y tardíos. El nombre significa probablemente ‘la que [viene] al anochecer’, una manifestación del planeta Venus como estrella vespertina, un atributo bien conocido de la diosa mesopotámica Inanna/Ishtar.

Culto

El epíteto Afrodita Acidalia fue ocasionalmente añadido a su nombre, por la fuente que usaba para bañarse, situada en Beocia. También era llamada Cipris o Cipria (Kypris) y Citerea (Cytherea) por sus presuntos lugares de nacimiento en Chipre y Citera, respectivamente. La isla de Citera era un importante centro de su culto. Estaba asociada con Hesperia y era frecuentemente acompañada por las Oréades, las ninfas de las montañas.

Afrodita tenía sus propios festivales, las Afrodisias, que se celebraban por toda Grecia pero particularmente en Atenas y Corinto. En el templo de Afrodita ubicado en la cima del Acrocorinto (antes de la destrucción romana de la ciudad en 146 a. C.) las relaciones sexuales con sus sacerdotisas eran consideradas un método de adoración a la diosa. Este templo no fue reconstruido cuando la ciudad se refundó bajo dominio romano en 44 a. C., pero es probable que los rituales de fertilidad perdurasen en la ciudad, cerca del ágora.

Afrodita estaba asociada y era con frecuencia representada con el mar, los delfines, las palomas, los cisnes, las almejas, las vieiras, las perlas, y los árboles de granada, manzana, mirto, rosa y lima.

Afrodita Urania y Afrodita Pandemos

Para finales del siglo V a. C. los filósofos habrían separado Afrodita en dos diosas diferentes, no individualizadas en el culto: Afrodita Urania, nacida de la espuma después de que Crono castrase a Urano, y Afrodita Pandemos, la Afrodita común ‘de todo el pueblo’, nacida de Zeus y Dione. Entre los neoplatónicos y finalmente sus intérpretes cristianos, Afrodita Urania figura como la Afrodita celestial, representando el amor del cuerpo y el alma, mientras Afrodita Pandemos estaba asociada con el mero amor físico. La representación de Afrodita Urania, con un pie descansando sobre una tortuga, fue interpretada más tarde como emblemática de la discricón del amor conyugal; la imagen se atribuye a Fidias, en un escultura criselefantina hecha para Elis, de la que sólo tenemos un comentario pasajero de Pausanias.

Por esto, según Platón Afrodita es dos diosas, una vieja y la otra joven. La mayor, Urania, es la hija de Urano; la menor se llama Pandemos, y es la hija de Zeus y Dione. Pandemos es la Afrodita común. El discurso de Pausanias distingue dos manifestaciones de Afrodita, representadas por dos historias: Afrodita Urania (‘celestial’) y Afrodita Pandemos (‘común’).

Prostitución Ritual

Un aspecto universal del culto de Afrodita y sus predecesoras que muchos mitógrafos de los siglos XIX y XX han omitido es la práctica de la prostitución religiosa en sus santuarios y templos. El eufemismo griego para estas prostitutas es hieródula, ‘sierva sagrada’. Esta costumbre fue una práctica inherente a los rituales dedicados a las antecesoras de Oriente Medio de Afrodita, la sumeria Inanna y la acadia Ishtar, cuyas meretrices de los templos eran ‘mujeres de Ishtar’, ishtarium. Esta práctica ha sido documentada en Babilonia, Siria y Palestina, en ciudades fenicias y en la colonia tiria de Cartago, y para la Afrodita helénica en Chipre, el centro de su culto, Citera, Corinto y Sicilia. Afrodita es en todas partes la patrona de las heteras y cortesanas. En Jonia, en la costa de Asia Menor, las hieródulas servían en el templo de Artemisa.

Nacimiento

La ‘surgida de la espuma’ Afrodita nació de la espuma del mar cerca de Pafos (Chipre) después de que Crono cortase durante la Titanomaquia los genitales a Urano con una hoz adamantina y los arrojase tras él al mar. En su Teogonía, Hesíodo cuenta que los genitales «fueron luego llevados por el piélago durante mucho tiempo. A su alrededor surgía del miembro inmortal una blanca espuma y en medio de ella nació una doncella» ya adulta. Este mito de Venus (el nombre romano de Afrodita) nacida adulta, Venus Anadiómena (‘Venus saliendo del mar’), fue una de las representaciones icónicas de Afrodita, famosa por la admiradísima pintura de Apeles, hoy perdida, pero descrita por Plinio el Viejo en su Naturalis Historia.
Por esto, Afrodita es de una generación anterior a la de Zeus. Homero cuenta en el libro V de la Ilíada otra versión sobre su origen, según la cual sería hija de Dione, quien era la diosa oracular original («Dione» significa simplemente ‘diosa’, forma femenina de Δíος, ‘diosa’, el genitivo de «Zeus») en Dódona. Según Homero, Afrodita, aventurándose en batalla para proteger a su hijo Eneas, es herida por Diomedes y vuelve con su madre, postrándose de rodillas para ser reconfortada. «Dione» parece ser equivalente a Rea, la Madre Tierra, a quien Homero trasladó al Olimpo y alude a un hipotético panteón protoindoeuropeo original, con dios jefe (Di-) representado por el cielo y el rayo y la diosa jefa (forma femenina de Di-) representada como la tierra o el suelo fértil. La propia Afrodita fue llamada a veces «Dione». Una vez que el culto a Zeus hubo usurpado el oráculo-robledo de Dódona, algunos poetas lo tuvieron por padre de Afrodita.

El principal centro de adoración a Afrodita permaneció en Pafos, al suroeste de la costa de Chipre, donde la diosa del deseo había sido adorada desde mucho tiempo atrás como Ishtar y Astarté. Se dice que desembarcó tentativamente primero en Citera, un lugar de parada para el comercio y la cultura entre Creta y el Peloponeso. Así quizás tengamos pistas del camino del culto original a Afrodita desde el Levante hasta el continente griego.

Algunos autores consideran que Afrodita era hija de Talasa, la personificación femenina del mar, y Zeus.

Vida adulta

Afrodita no tuvo infancia: en todas las imágenes y referencias nació adulta, núbil e infinitamente deseable. En muchos de los mitos menores tardíos en los que participa se la presenta vanidosa, malhumorada y susceptible. Aunque es uno de los pocos dioses del panteón griego realmente casados, le es infiel a su marido con frecuencia. Hefesto es una de las deidades helénicas más ecuánimes; en el relato recogido en la Odisea Afrodita parece preferir a Ares, el voluble dios de la guerra. Es uno de los pocos personajes que jugó un papel importante en la causa original de la propia Guerra de Troya: no sólo ofreció a Helena de Esparta a Paris, sino que el rapto se llevó a cabo cuando éste, al ver a Helena por primera vez, se vio abrumado por el deseo de poseerla, lo que corresponde a la esfera de Afrodita.

Matrimonio con Hefesto

Debido a su inmensa belleza, Zeus temía que Afrodita fuera la causa de violencia entre los otros dioses. Por ello la casó con Hefesto, el severo y malhumorado dios del fuego y la fragua. Otra versión de esta historia cuenta que Hera, la madre de Hefesto, lo arrojó del Olimpo al considerarle feo y deforme. Éste obtuvo su venganza atrapándola en un trono mágico y exigiendo a cambio de su liberación la mano de Afrodita. Hefesto estaba contentísimo de haberse casado con la diosa de la belleza y forjó para ella hermosa joyería, incluyendo el cesto, un cinturón que la hacía incluso más irresistible para los hombres.

La infelicidad de Afrodita con su matrimonio hizo que buscase la compañía de otros, normalmente Ares, pero también Adonis. Hefesto fue informado del adulterio que su esposa mantenía con Ares por Helios. Como venganza, atrapó ingeniosamente a Ares y Afrodita con una red de finas cadenas que había dispuesto sobre el lecho para que cayeran al más mínimo contacto. Entonces llamó a todos los demás dioses olímpicos para burlarse de ellos (sin embargo, «las diosas se quedaron en casa, todas por vergüenza»); algún dios desenfadado comentó que no le habría importado sentir tal vergüenza. Hefesto no los liberó hasta que Poseidón le prometió que Ares pagaría desagravios, pero ambos escaparon tan pronto como levantó la red y no mantuvieron su promesa.

Afrodita y Psique

Afrodita aparece como un personaje secundario en la historia de Eros y Psique, que aparecía al principio como una digresión narrada por una anciana en la novela de Lucio Apuleyo, El asno de oro, escrita en el siglo II a. C. En ella Afrodita estaba celosa de la belleza de una mujer mortal llamada Psique. Pidió a Eros que usara sus flechas doradas para hacer que Psique se enamorase del hombre más feo del mundo. Eros accedió pero terminó enamorándose él mismo de Psique, al pincharse con una flecha dorada por accidente.

Mientras tanto, los padres de Psique estaban preocupados porque su hija siguiera soltera. Consultaron un oráculo que les dijo que ella no estaba destinada a ningún amante mortal, sino a una criatura que vivía en la cima de cierta montaña, a quien incluso los dioses temían. Eros había preparado al oráculo para que dijera esto. Psique se resignó a su destino y subió a la cumbre de la montaña, pidiéndole a los ciudadanos que la seguían que la dejaran y le permitiesen afrontar sola su destino. Allí Céfiro, el viento del oeste, la bajó flotando suavemente hasta una cueva. Psique entró y se sorprendió de hallarla llena de joyas y adornos. Eros le visitaba cada noche en la cueva y hacían el amor apasionadamente. Le pidió solo que no encendiese jamás ninguna lámpara porque no quería que Psique supiera quién era (sus alas le hacían inconfundible). Sus dos hermanas, celosas, la convencieron de que su marido era un monstruo y que debía clavarle una daga. Así que una noche encendió una lámpara, pero reconoció a Eros al instante y dejó caer su daga. Una gota de aceite caliente cayó sobre el hombro de Eros, le despertó y huyó, diciendo: «¡El amor no puede vivir donde no hay confianza!»

Cuando Psique contó a sus celosas hermanas mayores, éstas se regocijaron secretamente y cada una de ellas fueron por separado a la cima de la montaña e hicieron como Psique les había dicho para entrar en la cueva, esperando que Eros las preferiría a ellas. Eros seguía con el corazón roto y no las cogió, por lo que murieron al caer hasta la base de la montaña.

Psique buscó a su amante por buena parte de Grecia, tropezando finalmente con un templo a Deméter, donde el suelo estaba cubierto de montones de grano mezclado. Empezó a ordenar el grano en montones ordenados y, cuando hubo terminado, Deméter le habló, diciéndole que la mejor forma de encontrar a Eros era buscar a su madre, Afrodita, y ganarse su bendición. Psique encontró un templo a Afrodita y entró en él. Afrodita le asignó una tarea similar a la del templo de Deméter, pero le dio un plazo imposible de cumplir. Eros intervino, pues aún la amaba, e hizo que unas hormigas ordenaran el grano por ella. Afrodita se enfureció por este éxito de Psique y le dijo que fuese a un campo donde pastaban unas ovejas doradas y consiguiese lana de oro. Psique fue al campo y vio las ovejas, pero fue detenida por el dios del río que tenía que cruzar para llegar al campo. Éste le dijo que las ovejas eran malas y crueles y podían matarla, pero que si esperaba hasta mediodía, las ovejas irían a buscar la sombra en el otro lado del campo y se dormirían, y que entonces podría agarrar la lana que quedaba enganchada en las ramas y la corteza de los árboles. Psique así lo hizo y Afrodita se enfureció todavía más al ver que había sobrevivido y superado su prueba.

Por último, Afrodita afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de la infidelidad de Psique, había provocado que perdiese parte de su belleza. Psique tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. Psique fue a una torre, decidiendo que el camino más corto al inframundo sería la muerte. Una voz la detuvo en el último momento y le indicó una ruta que le permitiría entrar y regresar aún con vida, además de decirle cómo pasar al perro Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha ruta. Psique apaciguó a Cerbero con un pastel de cebada y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase al Hades. En el camino, vio manos que salían del agua. Una voz le dijo que les tirase un pastel de cebada, pero ella rehusó. Una vez allí, Perséfone dijo que estaría encantada de hacerle el favor a Afrodita. Una vez más pagó a Caronte y le dio el otro pastel a Cerbero para volver.

Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la belleza para sí misma, pensando que si hacia esto Eros le amaría con toda seguridad. Dentro estaba un «sueño estigio» que la sorprendió. Eros, que la había perdonado, voló hasta su cuerpo y limpió el sueño de sus ojos, suplicando entonces a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique. Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique. Afrodita bailó en la boda de Eros y Psique, y el hijo que éstos tuvieron se llamó Placer o (en la mitología romana) Voluptas.

Adonis

Afrodita era amante de Adonis y tomó parte en su nacimiento. Cíniras, el rey de Chipre, tenía una bellísima hija llamada Mirra. Cuando la madre de ésta cometió hibris contra Afrodita al afirmar que su hija era más bella que la afamada diosa, Mirra fue castigada con una incesante lujuria hacia su propio padre. Cíniras rechazó esto, pero Mirra se disfrazó de prostituta y durmió secretamente con su padre. Finalmente, Mirra quedó embarazada y fue descubierta por Cíniras. Enfurecido, persiguió a su hija con un cuchillo. Mirra huyó de él, pidiendo misericordia a los dioses. Éstos oyeron su plegaria y la transformaron en un árbol de mirra para que su padre no pudierse matarla. Finalmente, Cíniras se suicidó en un intento por restablecer el honor de familia.

Mirra dio a luz a un bebé llamado Adonis. Afrodita pasaba junto al árbol de mirra cuando vio al bebé y se apiadó de él. Puso a Adonis en una caja y lo llevó al Hades para que Perséfone cuidase de él. Adonis creció hasta ser un joven increíblemente hermoso, y Afrodita volvió finalmente por él. Sin embargo, Perséfone detestaba darlo por perdido y quería que Adonis permaneciera con ella en el inframundo. Las dos diosas se involucraron en tal disputa que obligó a Zeus a interceder. Éste decretó que Adonis pasase un tercio del año con Afrodita, otro tercio con Perséfone y otro con quien desease. Adonis, por supuesto, elige a Afrodita.

Adonis empieza su año en la tierra con Afrodita. Una de sus mayores pasiones es la caza, y aunque Afrodita no es naturalmente una cazadora, participa para poder estar con Adonis. Pasan cada hora que están despiertos juntos, y Afrodita queda extasiada con él. Sin embargo, su ansiedad empieza a crecer por sus deberes abandonados, y se ve obligada a dejarle por un corto tiempo. Antes de marcharse, le da un aviso a Adonis: no atacar a un animal que no demuestre miedo. Adonis acepta el consejo, pero secretamente duda de la habilidades de Afrodita como cazadora, olvidando rápidamente el aviso.

No mucho después de que Afrodita se marche Adonis se encuentra con un enorme jabalí, mucho mayor que todos los que había visto. Se sugiere que el jabalí es el dios Ares, uno de los amantes de Afrodita celoso de su continua adoración a Adonis. Aunque los jabalíes son peligrosos y cargan contra el cazador cuando se les provoca, Adonis hace caso omiso del aviso de Afrodita y persigue a la criatura gigante. Sin embargo, pronto es Adonis el perseguido, no siendo rival para el jabalí. En el ataque, Adonis es castrado por el jabalí y muere desangrado. Afrodita vuelve apresuradamente a su lado, pero llega demasiado tarde para salvarlo y sólo puede llorar sobre su cuerpo. Donde cae la sangre de Adonis Afrodita hace que crezcan anémonas en recuerdo suyo. Jura que en el aniversario de su muerte, cada año se celebrará una fiesta en su honor.

Al morir, Adonis vuelve al inframundo y Perséfone se complace al verle de nuevo. Finalmente, Afrodita advierte que él está allí, y corre a recuperarle. De nuevo, Perséfone y ella riñen sobre quién puede quedarse a Adonis hasta que Zeus interviene. Esta vez dice que Adonis debe permanecer seis meses con Afrodita y seis con Perséfone, como debió haber sido a la primera.

El juicio de Paris

Tanto los dioses y diosas como diversos mortales fueron invitados a la boda de Peleo y Tetis (que luego serían padres de Aquiles). Sólo la diosa Eris (Discordia) no fue invitada, pero apareció con una manzana dorada con la palabra kallistēi (‘para la más hermosa’) inscrita, que arrojó entre las diosas. Afrodita, Hera y Atenea reclamaron ser la más bella y por tanto la justa propietaria de la manzana. Estuvieron de acuerdo en llevar el asunto ante Zeus, quien, al no querer el favor de ninguna diosa, dejó la elección en manos de Paris de Troya. Hera intentó sobornarle con un reino (Asia Menor), mientras Atenea le ofreció sabiduría, fama y gloria en la batalla, pero Afrodita le susurró que si la declaraba la más bella le daría la mujer mortal más hermosa del mundo como esposa, por lo que Paris eligió a Afrodita. Esta mujer era Helena. Las otras diosas se enfurecieron y a través del rapto de Helena por Paris provocaron la Guerra de Troya.

Pigmalión y Galatea

Pigmalión era un escultor que no había hallado mujer alguna digna de su amor. Afrodita se apiadó de él y decidió enseñarle las maravillas del amor. Un día, Pigmalión fue inspirado por un sueño de Afrodita para fabricar una mujer de marfil semejante a ella, a la que llamó Galatea. Pigmalión se enamoró de la estatua y decidió que no podría vivir sin ella. Rezó a Afrodita, quien llevó a cabo la última parte de su plan infundiendo vida a la exquisita escultura. Pigmalión amó a Galatea y pronto estuvieron casados.

Otra versión de este mito cuenta que las mujeres de la ciudad en la que Pigmalión vivía se enfadaron de que no se hubiera casado, y pidieron a Afrodita que le obligase. Afrodita aceptó y fue esa misma noche a ver a Pigmalión, pidiéndole que eligiese una mujer con la que casarse y adviertiéndole de que si no, lo haría ella en su lugar. No queriendo casarse, Pigmalión le suplicó más tiempo, pidiéndole que le permitiese hacer una escultura de Afrodita antes de que tuviese que elegir novia. Halagada, aceptó.

Pigmalión empleó mucho tiempo haciendo pequeñas esculturas de arcilla de la diosa, afirmando que era necesario para poder elegir la pose adecuada. Cuando comenzó a hacer la escultura real, quedó sorprendido al descubrir que quería terminarla, incluso sabiendo que tendría que casarse con alguien al hacerlo. La razón de esto era que se había enamorado de la escultura. Cuanto más trabajaba en ella, más la cambiaba, hasta que no se pareció a Afrodita en nada.

En el mismo momento en que Pigmalión se separó de la escultura terminada, Afrodita apareció y le dijo que eligiera a su novia. Pigmalión eligió la estatua, a lo que Afrodita respondió que no podía ser, pidiéndole que eligiese otra. Pigmalión abrazó la estatua, y pidió a Afrodita que le transformase en estatua para así poder estar con ella. Afrodita se apiadó de él y en vez de esto infundió vida a la estatua.

Otras Historias

* En una versión de la historia de Hipólito, Afrodita era el catalizador de su muerte. Hipólito desdeñó su culto por el de Artemisa y, en venganza, Afrodita provocó que su madrastra, Fedra, se enamorase de él, sabiendo que Hipólito la rechazaría. En la versión más popular de la historia, el Hipólito de Eurípides, Fedra buscaba venganza contra Hipólito suicidándose y dejando una nota en la que contaba a Teseo, su marido y padre de Hipólito, que éste la había violado. Hipólito había jurado no mencionar el amor de Fedra por él y rehusó noblemente defenderse a pesar de las consecuencias. Teseo maldijo entonces a su hijo, maldición que Poseidón estaba obligado a cumplir y así Hipólito fue sorprendido por un toro que surgió del mar y asustó a sus caballos, haciendo volcar su carro. Curiosamente esta no es la muerte que Afrodita urde en la obra, pues en el prólogo afirma que espera que Hipólito sucumba a la lujuria con Fedra y Teseo les sorprenda juntos. Hipólito perdona a su padre antes de morir y Artemisa revela la verdad a Teseo antes de hacerle jurar que matará a uno de los amores de Afrodita (Adonis) en venganza.

* Glauco de Corinto enfadó a Afrodita, quien hizo que sus caballos enfureciesen durante los juegos funerarios en honor al rey Pelias, y le despedazasen. Su fantasma asustaba supuestamente a los caballos durante los Juegos Ístmicos.

* Afrodita era con frecuencia acompañada por las Cárites.

* Afrodita fue una de las diosas de las que se mofó Momo, lo que provocó su expulsión del Olimpo.

* En el libro III de la Ilíada de Homero, Afrodita salva a Paris cuando está a punto de ser asesinado por Menelao.

* Afrodita era muy protectora con su hijo, Eneas, quien luchó en la Guerra de Troya. Diomedes estuvo a punto de matar a Eneas en batalla pero Afrodita le salvó. Diomedes hirió a Afrodita y ésta dejó caer a su hijo, volando al Monte Olimpo. Entonces Eneas fue envuelto por una nube creada por Apolo, quien le llevó a Pérgamo, un lugar sagrado de Troya. Artemisa curó allí a Eneas.

* Convirtió a Anaxarete en piedra por reaccionar tan desapasionadamente a las súplicas de Ifis para amarla, incluso tras el suicidio de éste.

* Afrodita ayudó a Hipomenes en una carrera contra Atalanta para ganar la mano de ésta, dándole tres manzanas con las que la distrajo. Sin embargo, como la pareja no dio las gracias a Afrodita, ésta los convirtió en leones.

El Mito De Pandora


En la mitología griega, Pandora (en griego antiguo Πανδώρα) fue la primera mujer, hecha por orden de Zeus como parte de un castigo a Prometeo por haber revelado a la humanidad el secreto del fuego.

Historia

Prometeo, el Titán amigo de los mortales, decide robar a Helios, el Dios del sol, chispas que podían crear fuego, enseñandoselas a los humanos y demostrando aquella existencia. Zeus furioso decide vengarse de Prometeo a toda costa. Entonces le exige a todos los dioses que crearan una mujer capaz de seducir a cualquier hombre, en este caso Prometeo. Hefesto, Dios de la escultura, decide moldear a esta mujer con arcilla, dándole forma atractiva. Atenea, Diosa de la sabiduría, decide regalarle el nombre de "Pandora" y Hermes le dio una personalidad seductora y manipuladora. Zeus envía a Pandora a que seduzca a Prometeo, enviándo con ella "Una caja" con todos los males y bienes existentes, para crear desgracias en el mundo. Prometeo advierte a su hermano Epimeteo, que Zeus se vengaría de él a toda costa, así que no aceptara ningún tipo de obsequio extraño. Pero aún así Epimeteo conoce a Pandora y se enamora completamente de ella, tomandola como esposa... Un día, Pandora por curiosidad, decide abrir la caja, liberando todos los males como los vicios, la envidia, la locura, la pobreza, etc. Asustada cierra de golpe la caja, dejando en ella La Esperanza. Desesperada, Pandora decide correr en busca de todos los hombres, que ahora conocían todos estos males, y les habla sobre La Esperanza y todos los sentimientos positivos que ésta provoca.

Etimología

Etimológicamente se ha dado a la palabra «Pandora» un significado con distintos matices: Paul Mazon y Willem Jacob Verdenius la han interpretado como ‘el regalo de todos’; sin embargo, para Robert Graves significa ‘la que da todo’. Según Graves, estaríamos ante la copia griega de la Eva bíblica, puesto que Pandora es considerada como la primera mujer. El mito intenta imponer a la mujer la culpa de todos los males de la humanidad, estaríamos por tanto ante un ejemplo de mito de una sociedad patriarcal que se ha impuesto a una antigua sociedad matriarcal.

El Mito de Ares, Dios De La Guerra


Según cuenta la mitología griega, Ares era hijo de Zeus y Hera, por tanto dios e inmortal, y pronto se proclamó como dios de la guerra. A pesar de ser inmortal sí que sentía dolor, (sus gritos podían oírse desde el más alejado de los confines), y cuando se encontraba herido siempre buscaba el poder sanador de su padre, el gran Zeus. Sin embargo, éste lo despreciaba por su fanfarronería violenta y su sed de sangre.

Entre sus luchas a muerte, (en las que siempre se presentaba con su coraza, su escudo, su lanza, su espada y su casco), podemos citar la que concluyó con la muerte de Halirrotio, hijo de Poseidón, el cual había osado violar a Alcipe, hija de Ares, a manos de éste. Tras esta muerte se produjo el primer juicio de la historia por asesinato en el que Ares salió absuelto.

Compañeros de aventuras de Ares, (Marte para la mitología romana), fueron su hermana Eris, (también conocida como Éride, la Discordia), y sus vástagos Fobos y Deimos, (Terror y Temor, hijos nacidos de la diosa Afrodita). También Enio, la conocida como “Destructora de ciudades”, solía acompañarlo. Padre de las Amazonas, su residencia estaba establecida en Tracia.

Curiosa es la leyenda que cuenta que cierto día dos gigantes, que por cierto eran gemelos, llamados Oto y Efialtes, pretendieron hacerse con el control del Monte Olimpo y como primer paso, secuestraron a Ares y lo introdujeron encadenado en una vasija de bronce impidiéndole salir de ella durante trece largos meses. Para conseguir su liberación, la diosa Artemisa prometió yacer junto a Oto, pero entonces Efialtes se enfadó preso de la envidia y se enfrentó a su hermano. Aprovechando el momento de confusión, Artemisa se convirtió en cierva para escapar y pasó entre los dos… Los hermanos le lanzaron sus lanzas afiladas para cazarla y terminaron matándose el uno al otro.

En otra ocasión, mientras Ares copulaba con Afrodita, (con quien engendró también a Eros), el dios de la guerra encomendó al inexperto Alectrión la guarda y custodia de la puerta para que nada ni nadie entrase, pero he aquí que éste se durmió en la guardia y Helios, el dios Sol, se coló en la estancia. Desde entonces, Alectrión, al que Ares convirtió en gallo, canta cada mañana cuando el sol aparece por el horizonte.

Ares, dios Olímpico, no es recordado precisamente por sus hazañas, como se puede ver, sino más bien por su ansia eternamente insatisfecha de violencia y muerte y por lo mal parado, herido y humillado que solía terminar en las trifulcas en las que se metía.

La cruel muerte de Tupac Amaru II


De nombre José Gabriel Condorcanqui Noguera, nacido un 19 de Marzo de 1738 en Tinta, Perú, pero mas conocido como Tupac Amaru II, este revolucionario del siglo XVIII descendiente del último Inca de Vilcabamba y fue el pionero en la lucha por liberar a los pueblos del sur de América de la Corona española.

Desde temprana edad, y una vez finalizado sus estudios, Condorcanqui fue nombrado cacique y comenzó a administrar los territorios que había heredado. Poseía campos de coca en Carabaya, campos de maíz en Tinta, minas, y mulas.

Como era de esperarse, y debido a su éxito económico, las autoridades españolas comenzaron a presionarle, obligándole a pagar prebendas, al igual que los arrieros argentinos, quienes deseaban controlar el monopolio de los minerales a través del Alto Perú.
En 1776, Condorcanqui presentó una petición oficial para que los indios fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas pero la misma fue rechazada lo cual desembocó en una rebelión a principios de 1780 encabezada por este prospero descendiente del último soberano inca Tupac Amaru, de quien luego tomaría el nombre.

Como primera medida, Tupac Amaru II capturó al Corregidor Arriaga, le hizo prisionero y ordenó su ejecución. Posteriormente se enfrentó a 1200 españoles en Sangarará, los venció y luego regresó a su ciudad natal en Tungasuca a fin de iniciar un tratado de paz con los mismos lo que acabó por ser una mala decisión ya que ésto les proporcionó el tiempo necesario para organizar una resistencia.

Lo inesperado sucedió. El 8 de enero de 1781 los rebeldes son vencidos y después el 5 y el 6 de Abril vuelven a caer ante las tropas del Mariscal del Valle. En consecuencia, Tupac Amaru es perseguido por Ventura Landa en Tatanico y capturado. Su fin sería cruel.

El 18 de Mayo de 1781 es obligado a asistir a la Plaza de Armas de Cuzco a fin de presenciar la ejecución de toda su familia, entre ellos su esposa Micaela Bastidas con quien había contraído matrimonio a la edad de 20 años, sus aliados y amigos.

Por último, solo faltaba Amarú a quien le cortaron la lengua y ataron sus extremidades, piernas y brazos, a cuatro caballos a fin de descuartizarlo vivo, una atroz idea que no lograron concluir por lo que decidieron decapitarlo, clavar su cabeza a una lanza, despedazarlo y enviar sus cuatro miembros a cuatro ciudades diferentes, Tungasuca, Carabaya, Livitaca y Santa Rosa.

Mas allá de su trágico final, la lucha por la independencia no cesó ya que luego de su muerte apareció en escena un medio hermano, Diego Cristóbal Tupac Amaru, para seguir sus pasos.

Santísima Trinidad


La Santísima Trinidad es la creencia central sobre la naturaleza de Dios del cristianismo católico, del cristianismo ortodoxo y de la mayoría de las confesiones protestantes. Afirma que Dios es un ser único que existe simultáneamente como tres personas distintas o hipóstasis, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El término es una palabra compuesta de "tres" y "Unidad" es decir "Tres en uno", Tri-unidad, Trinidad. La palabra "Trinidad", como tal, no aparece en la Biblia.

La Iglesia Católica Romana dice: “La Trinidad es el término con que se designa la doctrina central de la religión cristiana. Así, en las palabras del Símbolo Quicumque: ‘el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios, y sin embargo no hay tres Dioses, sino un solo Dios’. En esta Trinidad las Personas son co-eternas y co-iguales: todas, igualmente, son increadas y omnipotentes. "(The Catholic Encyclopedia).

La Iglesia Ortodoxa Griega dice de la Trinidad lo siguiente: “Dios es trino y uno. El Padre es totalmente Dios. El Hijo es totalmente Dios. El Espíritu Santo es totalmente Dios” (Our Orthodox Christian Faith).

The Catholic Encyclopedia afirma que es un dogma y a la vez un misterio como sigue: “Un dogma tan misterioso presupone una revelación divina”.

Origen

Técnicamente hablando, los primeros cristianos (en tanto seguidores de Cristo) en utilizar la trinidad fueron los gnósticos , como se puede ver en distintos evangelios gnósticos (Evangelio de la Verdad, Tratado Tripartito, Hipostasis de los Arcontes). La tríada estaba compuesta por Dios Padre (lo Uno), Madre o Pnêuma (Espíritu) y Cristo, o el Lógos. Ciertas formas de tríada ya eran parte de la época, como en el Hermetismo, cuya tríada es "Dios, Cosmos, Hombre" , o en el platonismo, como Numenio (Quien tenía tres dioses), o Plotino (Uno, Nôus, Alma del Mundo). [[En el año 215 d. C., Tertuliano fue el primer cristiano ortodóxo en usar el término Trinidad (aunque algunos autores difieren y afirman que Teófilo fue el primero en usar este término y Tertuliano lo acuñó).

Sin embargo, cabe la interpretación de que la doctrina de tres personas divinas distintas estaba ya implícita en el Símbolo de los Apóstoles que se usaba en las antiguas liturgias bautismales de las comunidades cristianas de Roma y se cree se remonta hasta la época apostólica, aunque esto no esta confirmado.

Es uno de los puntos más complejos y polémicos de la teología cristiana, sobre todo con respecto a la naturaleza del Hijo (Jesús) y a la relación de la segunda y tercera persona con el Padre (véase Filioque).

En los documentos de los Padres de la Iglesia anteriores al Concilio de Nicea se encuentran referencias frecuentes al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, aunque la relación que existe entre ellos es confusa o puede interpretarse de diversas maneras. Así, Ignacio de Antioquía (siglo I-II) afirma que los fieles debe subordinarse a sus obispos "como Jesucristo al Padre, según la carne, y los apóstoles a Cristo y al Padre y al espíritu, a fin de que exista unidad carnal y espiritual" (Epístola a los Magnesios, 13), mientras que Teófilo de Antioquía (siglo II) dice en su Apologia ad Autolycum (II,15) que "los tres días que preceden a la creación de los luminares son símbolo de la tríada de Dios, de su Verbo y de su Sabiduría".

La doctrina del Concilio de Nicea fue concebida para normalizar las enseñanzas del cristianismo, entonces aún escasamente institucionalizadas y por lo tanto en ocasiones sujetas a fuertes variaciones regionales. El Concilio de Nicea se convocó para establecer una doctrina oficial única (Credo) y condenó aquellas enseñanzas que quedaron excluidas del mismo, principalmente la de Arrio, que afirmaba que el Hijo era la primera creación de Dios y que, aunque existía desde antes del inicio de los tiempos, no era Dios mismo. Las conclusiones alcanzadas por el concilio se expresaron en un texto que especificaba todo lo que debía creer un cristiano para ser considerado tal; sobre todo las nociones relativas a la relación entre las potencias divinas, y en eso especialmente la naturaleza divina de Jesús, su génesis por el Padre y la naturaleza del Espíritu Santo. [cita requerida] Otras doctrinas presentes en las comunidades cristianas que quedaron excluidas del credo de Nicea y concilios posteriores fueron las que estaban influidas sobre todo por el gnosticismo y el neoplatonismo.

La definición del Concilio de Nicea, sostenida desde entonces con mínimos cambios por las principales denominaciones cristianas, fue la de afirmar que el Hijo era consustancial (ὁμοούσιον, homousion, literalmente "de la misma sustancia (que)") al Padre. Esta fórmula fue cuestionada y la Iglesia pasó por una generación de debates y conflictos hasta que la "fe de Nicea" fuese reafirmada en Constantinopla en 381.

Concilio de Constantinopla y otros concilios

En Nicea toda la atención fue concentrada en la relación entre el Padre y el Hijo, inclusive mediante el rechazo de algunas frases típicas arrianas mediante algunos anatemas anexados al credo; y no se hizo ninguna afirmación similar acerca del Espíritu Santo. Pero, en Constantinopla (381) se indicó que éste es adorado y glorificado junto con Padre e Hijo , sugiriendo que era también consustancial a ellos. Esta doctrina fue posteriormente ratificada por el Concilio de Calcedonia (451), sin alterar la substancia de la doctrina aprobada en Nicea.

Exposición de la doctrina trinitaria

La escritura y doctrina cristiana descansa en el monoteísmo (un solo Dios), por lo tanto había que ajustarla a lo que decía la Escritura con respecto al Padre, al Hijo y el Espíritu, sin caer en el politeísmo, ni tampoco modificando la Escritura por conveniencia (Eisegesis). Los teólogos de los primeros siglos del Cristianismo elaboraron explicaciones que generaron varias corrientes de pensamiento y una intensa polémica. Esta polémica se acentuó durante el reinado del emperador Constantino I, cuando los dirigentes de la Iglesia comenzaron a contar con el apoyo imperial y tuvieron que precisar cuál debía ser la doctrina compartida por las diversas comunidades cristianas. En contraposición tanto frente a las posiciones subordinacionistas (principalmente los partidarios de Arrio) como a las modalistas, algunos teólogos llegaron a la conclusión de que, si estas tres personas compartían diferentes cualidades y características divinas exclusivas de Dios (señorío, eternidad, omnisciencia, omnipresencia, santidad, etc.), se tendría que utilizar la formula matemática 1x1x1=1 en vez de 1+1+1=3, ya que ésta rompe el monoteísmo de Dios y se convierte en politeísmo o henoteísmo.

Se dice que en la Biblia se encuentran alusiones tanto al Padre como a Jesús y al Espíritu Santo en las que puede interpretarse que poseen los atributos exclusivos de Dios. Se presentan como fundamento diversas referencias a Dios gramaticalmente en plural. Por ejemplo: "Dios dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza..."(Gen. 1, 26); en el mismo sentido Gén 11,5-9; "(...) El hombre ha llegado a ser como uno de nosotros en el conocimiento del bien y del mal (...)"(Gén. 3. 22). “Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Yahvé el Señor, y su Espíritu”. "Yo oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?". Yo respondí: "¡Aquí estoy: envíame!" (Isaías 6. 8). También se presenta como argumento la utilización de la palabra Elohim, que es plural, para referirse a Dios. En el Nuevo Testamento encontramos a Juan 1, 1: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios”; el reconocmiento de Tomás hacia Jesús "Señor mío y Dios mío" (Juan 20, 28); el bautismo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mat. 28, 19); el reconocimiento de la omniscencia de Jesús, atributo de Dios (Jn. 21,17; Jn. 16,30); "el que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Jn. 14.9); "yo estoy en el Padre y el Padre está en mí" (Jn. 14, 11); "Todo lo que tiene el Padre es mío" (Jn. 16,15); la acusación de los judíos de hacerse Jesús igual a Dios (Jn. 5, 18); la atribución de Jesús de autoridad (Mat. 5, 21-22); cuando Pedro dice que mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios (He. 5, 3-4).

Además de la polémica sobre la naturaleza de Jesús —si era humana, divina, o ambas a la vez—, de su origen —si eterno o temporal— y de cuestiones similares relativas al Espíritu Santo, el problema central del dogma trinitario es justificar la división entre "sustancia" única y triple "personalidad". La mayoría de las iglesias protestantes, así como las ortodoxas y la Iglesia Católica, sostienen que se trata de un misterio inaccesible para la inteligencia humana.

Personas de la Trinidad

Según esta doctrina:

* El Padre. Es increado e inengendrado.

* El Hijo. No es creado sino engendrado desde antes de todos los siglos por el Padre.

* El Espíritu Santo. Procede del Padre y del Hijo (según la teología occidental) o sólo del Padre (según las Iglesias Ortodoxas).

Según el Dogma católico definido en el Primer Concilio de Constantinopla (381), las tres personas de la Trinidad son realmente distintas pero son un solo Dios verdadero. Esto es algo posible de formular pero inaccesible a la razón humana, por lo que se le considera un misterio de fe. Dios no es creado, Dios "es", no está limitado por el espacio ni el tiempo. El Espíritu Santo es Dios y no una fuerza como pretenden otros grupos minoritarios, por lo tanto, el Espíritu Santo es una persona y como tal tiene cualidades. En clases de catequesis se suelen utilizar símiles sencillos para entender la trinidad, por ejemplo, comparándola con el agua, pues el agua tiene tres estados: sólido,líquido y gaseoso, pero en cualquiera de los tres sigue siendo agua, aunque este ejemplo no aclara la problemática de la relación entre las personas divinas. Agustín de Hipona, por su parte, comparó la trinidad con la mente, el pensamiento que surge de ella y el amor que las une. Finalmente, otros teólogos clásicos, como Guillermo de Occam, afirman la imposibilidad de la comprensión intelectual de la naturaleza divina y postulan su simple aceptación a través de la fe.

Perspectiva de Tomás de Aquino

Tomás de Aquino usaba una imagen para ilustrar misterio de la Trinidad:

* Todo ungido presupone por lo menos tres elementos: El que unge, el ungido y la unción.

* Siendo Jesús el Mesías, el Cristo, es decir, el ungido de Dios, podemos hacer referencia a tres personas:

1- El que unge: sería Dios Padre.

2- El ungido: sería Dios Hijo.

3- La unción: sería Dios Espíritu Santo.

Interpretaciones de otras iglesias cristianas

Las iglesias no trinitarias

Dentro del cristianismo existen varias corrientes que consideran que la Trinidad no es una doctrina que se encuentre en los textos evangélicos ni en el mensaje de Jesús. Ellos consideran que la trinidad es producto del desarrollo teológico en siglos posteriores, bajo influencia del pensamiento filosófico griego, y constituye una deformación de las enseñanzas cristianas originales. Estos son:

1- El unitarismo o Iglesias unitarias

2- Los Testigos de Jehová

3- Los Pentecostales del Nombre de Jesucristo que defienden la doctrina de la Unicidad de Dios

4- Otros grupos cristianos no trinitarios

Unitarismo o Iglesias unitarias

Las iglesias y congregaciones unitarias surgieron en el siglo XVI como parte del ala radical de la Reforma protestante y su teología ha evolucionado, desde variantes de sabelianismo y arrianismo en sus orígenes, como las defendidas por autores tales como Miguel Servet y Fausto Socino, a un cristianismo ético y racional que evitaba todo tipo de dogmas. La primera formulación estructurada del credo sociniano se estableció en el Catecismo Racoviano (1605) polaco. Asimismo, el lema tradicional de las Iglesias unitarias de Europa Central de lengua húngara sigue siendo desde su fundación el de "Dios es Uno" (Egy az Istén en húngaro), en alusión a su rechazo de la idea trinitaria.

Los Testigos de Jehová

Los Testigos de Jehová aseguran que los cristianos del I siglo no tenían ninguna doctrina similar a la Trinidad y alegan que la Biblia no da a entender bajo ninguna circunstancia la doctrina. Dicen que Jesús nunca se refirió a Dios como una deidad que consistiera en una pluralidad de personas. Citan el evangelio de Juan: “bajé no para hacer mi propia voluntad, sino la voluntad de quien me envió”, y también: “nadie visto al Padre salvo aquel que es de Dios; sólo él ha visto al Padre” (Jn. 6:46), además de textos como: "la Cabeza de Cristo es Dios" (1Cor.11:3), "el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas" (1Cor.15:28), y "[Jesucristo] el principio de la creación por Dios" (Rev. o Ap. 3:14), "realmente para nosotros hay un solo Dios el Padre, procedente de quien son todas las cosas, y nosotros para él; y hay un solo Señor, Jesucristo, mediante quien son todas las cosas, y nosotros mediante él” (1Cor. 8:6).

Los testigos de Jehová creen también que la doctrina de la Trinidad es pre-cristiana y procede de culturas como la egipcia, con su tríada de Horus, Osiris e Isis y la mesopotámica, con su tríada de Ishtar, Sin y asmas.

Pentecostales de la Unicidad de Dios

Los pentecostales del nombre de Jesucristo o apostólicos (ver iglesias pentecostales) son grupos cristianos carismáticos que profesan la Unicidad de Dios. Ellos conciben a Dios como un Espíritu absolutamente único e indivisible, eterno, perfecto en santidad y atributos, que no comparte su gloria con nadie y que no es una pluralidad de personas. Creen además que ese único Dios fue manifestado en carne como el Hijo de Dios (el hombre perfecto, Efesios 4:13), a fin de redimir a la humanidad del pecado y de la muerte (Hebreos 2:14-15). Por eso afirman que Jesús es Emanuel (Dios con nosotros, Mateo 1:23) o el Dios único viniendo en carne para salvar (Mateo 1:21), Dios mismo puesto a favor de la humanidad.

Para esta rama de los pentecostales, el Dios único se manifestó simultáneamente como Padre y como Hijo. En cuanto a su divinidad, Jesús es el único Dios y Padre eterno, pero en cuanto a su humanidad, Jesús es el Hijo de Dios o el ser humano sin pecado que nació por la voluntad del Padre.

Otros grupos cristianos no trinitarios

Algunos grupos cristianos no específicamente pentecostales que surgieron en la segunda mitad del siglo XIX tienen una teología no trinitaria. Cabe mencionar entre ellos a los Cristadelfianos, que sostienen que Jesús es hijo de Dios en cuanto a que fue engendrado en María por el poder de Dios, pero que es humano por naturaleza y no tuvo preexistencia consciente antes de nacer sino solo en los planes de su Padre, el Yahweh de la fe judía. Ese poder de Dios impersonal, es para los cristadelfianos llamado en las escrituras el Espíritu Santo.

Una postura idéntica respecto a Dios y Jesús es sostenida por la Iglesia de Dios (fe de Abraham), la Iglesia de Dios (fe abrahamica), la Meggido Church, las organizaciones Judías Mesianicas y diversas iglesias denominadas "unitaristas bíblicas" de los Estados Unidos. Todas estas corrientes basan su fe en una interpretación literal de las escrituras hebreas (Antiguo Testamento) y griegas cristianas (Nuevo Testamento) y generalmente revindican el cristianismo primitivo previo al concilio de Nicea, así como a diversos grupos de disidentes a lo largo de la historia que mantuvieron una fe similar (ciertos monarquianistas, socinianos, ciertos anabaptistas, lolardos, ciertos albigenses, etc).

Finalmente, las iglesias denominadas Unity, derivadas de la corriente conocida como Nuevo Pensamiento, que pone su énfasis en la presencia de la divinidad en todas las personas y la curación a través de la fe, afirman que Dios estaba presente en Jesús del mismo modo que está en cualquier ser humano, y por lo tanto no tiene sentido hacer distinciones sobre su persona que conduzcan a especulaciones de tipo trinitario.

La Trinidad en la teología mormona

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cree que la Trinidad está integrada por tres personajes distintos y separados físicamente: Dios el Eterno Padre, Su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo (Véase en «Artículo de Fe 1».). Dicho concepto es diferente al propuesto en el concilio de Nicea.

Según las revelaciones divinas que el profeta José Smith afirmó haber recibido, el mormonismo enseña que el Padre y el Hijo tienen cuerpos tangibles de carne y hueso, mientras que el Espíritu Santo es un personaje de espíritu sin carne ni huesos (Véase «Doctrina y Convenios 130:22».). Estos tres personajes son “uno” en el sentido de perfecta unidad y armonía de propósito y doctrina (2Nefi 31:21; 3Nefi 11:27, 36 y Jn. 17:21–23). El propósito de la Trinidad es, para ellos, "...llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre" (Moisés 1:39).

La leyenda del Leviatán


Las leyendas y mitos que son parte, en muchos casos, de las películas y los libros, siempre han estado cargados de simbolismos y mitología. De aquí derivan diversos seres, bestias o monstruos que brindan ese toque aterrador o místico como el reconocido y antiguo Leviatán.

Esta bestia marina posiblemente se mencione por primera vez en el Antiguo Testamento, ese conjunto de libros que componen la primera y no menos interesante parte de la Biblia, por lo tanto, su denominación procede del hebreo “liwyatan” que significa “enrollado” tal vez por su aspecto en forma de serpiente.

Físicamente se lo describe como un monstruo de escamas muy juntas, a modo de escudo protector, dientes afilados y forma de reptil, de color verde esmeralda o turquesa, parecido a un dragón pero sin alas que escupe fuego por la boca.

El judaísmo sostiene que el Leviatán es un “pez monstruo” creado el quinto día de la creación y que su carne será servida como banquete para honrar el tiempo por venir, y su piel se usara para cubrir la tienda donde ocurrirá el banquete después del Armagedon. Además es mencionado en el apócrifo (oculto) libro de Enoc junto a Behemoth, un búfalo de agua o hipopótamo o simplemente es relacionado con el mar mismo y Behemoth con la tierra.


Por otro lado, el cristianismo considera al Leviatán como un demonio o Satán (Diablo) y también se relaciona con Hadad (Baal) quien lucha contra un monstruo de siete cabezas a quien logra derrotar según una leyenda canaanita. Otros interpretaciones sugieren que el Leviatán simboliza la oposición de la humanidad hacia a Dios, mientras que en la demonología medieval esta bestia se asimilaba a un demonio acuático que intentaba poseer a las personas, siendo éstas difíciles de exorcizar.

Mas allá de estos distintos puntos de vista, los marineros o aquellos que han sido parte de la edad de oro de los viajes marítimos, siempre han visto al Leviatán como una gigantesca ballena-monstruo del mar que destruía barcos y devoraba a su tripulantes. También ha sido muy asociado con el Cachalote y en consecuencia ha sido introducido en grandes obras de la literatura como Moby Dick de Herman Melville.

Sin dudas, el Leviatán ha sido una bestia temida a través de la historia y ha sido el objeto de interés para diversos escritores que supieron integrarla en sus fabulas permitiendo abrir la imaginación de muchos. Si este monstruo de tales características y proporciones es real o simplemente parte de la ficción es una pregunta que por ahora no posee una respuesta concreta o respaldada científicamente, por lo tanto sólo continua siendo parte de la basta colección de seres mitológicos creados por antiguos pueblos.

Misterio o Religión Mistérica


Se califica como religión mistérica o religión de misterio a aquella que presenta misterios que no se plantea explicar. Las razones para esta negativa a explicar los detalles de la religión pueden ser variados. Desde razones de defensa de la propia comunidad ante represalias de colectivos mayoritarios, protección de intereses personales, la vivencia de pertenecer a una sociedad exclusiva, o simplemente la imposibilidad de explicar racionalmente esos datos relacionados con la religión.

Por lo tanto, más que una religión, es un modo de vivir una religión, existiendo a lo largo de la historia de las religiones muchas que pueden encajar en este tipo. El secretismo y exclusivismo de algunas de estas religiones mistéricas conlleva una serie de ritos iniciáticos, y frecuentemente un periodo de preparación y de pruebas, antes de aceptar a un nuevo adepto en la comunidad. Estas ceremonias recibían el nombre de misterios.

Historia

Sus orígenes parecen remontarse hasta el neolítico. Y en cuanto a la procedencia, tampoco es seguro que sean oriental. Se ha afirmado que las religiones mistéricas parecen surgir en la Antigüedad egipcia, en relación con los dioses Isis, Serapis y Anubis. También se observa su existencia en religiones frigias, como el mitraísmo, así como en el culto a Atis y Cibeles. Los misterios egipcios parecen ser los más antiguos, y los de Isis y Osiris llevados a Roma bajo este nombre, dieron sin duda nacimiento a las tres grandes iniciaciones llamadas misterios órficos, misterios eleusinos y misterios samotrácicos.

Se observa en la cultura helenística de la Antigua Grecia, siendo ya evidente su existencia antes del 600 a. C. en los cultos mistéricos de Eleusis (Démeter: hermana/esposa de Zeus y Perséfone: hija de Démeter y esposa de Hades) y en los de Dioniso y las bacantes.

En Grecia comenzaron a tener muchos seguidores las religiones mistéricas del Oriente Próximo, como los dioses frigios (Cibeles, Atis, Sabazio, Mitra) o los egipcios (Anubis). Sin embargo, algunos expertos puntualizan que el culto a estas divinidades no muestran características mistéricas en sus lugares de origen, sino que parecen adquirir estas carecterísticas al llegar a Grecia. Algunos autores opinan que el éxito y la expansión de las religiones mistéricas, se debían a que la mitología Grecorromana clásica no implicaba al individuo en sus creencias, mientras que las religiones mistéricas acogían al creyente, proporcionándole protección y promesa de felicidad.

Las religiones mistéricas se extienden desde Grecia hacia la totalidad del Imperio Romano, a pesar de los esfuerzos de varios emperadores por evitarlo, entre los que destacó Augusto. Poco después, con Tiberio, el protagonismo de las religiones mistéricas era una realidad inevitable.

Durante la época imperial romana ocurrió un fenómeno de sincretismo religioso entre los cultos latinos y los de divinidades procedentes de África y Oriente. En Roma, por ejemplo, los misterios eleusinos, cuyo origen se remonta a la Antigua Grecia, fueron introducidos bajo el nombre de misterios de Ceres o de la buena diosa, tomando también otros nombres particulares según los lugares en que se celebraban. También prosperaron los cultos de Hermes Trismegisto y de Asclepio, con antecedentes egipcios aunque helenizados.

Misterios

El término "Misterio" deriva del latín Mysterium, del griego musterion (por lo general, como el plural musteria μυστήρια), y en este contexto significa "secreto, rito o doctrina". Una persona que siguiese tal "Misterio" era un mystes, "uno que se ha iniciado" (de myein, cerrar), una referencia al secreto (el cierre de "los ojos y la boca") ya que sólo al iniciado se le permitía observar y participar en los rituales.Los misterios son a menudo suplentes de la religión civil, y por eso se habla de cultos mistéricos en lugar de religiones.

Se llaman misterios al conjunto de pruebas y ritos que el aspirante debía cumplir para ser aceptado como miembro de derecho de la religión. Los misterios son formas de pedagogía primitiva que parten de la premisa de que el verdadero conocimiento o comprensión es el resultado de la asimilación de la información a través de la totalidad del ser humano. En esta representación mistérica, el iniciado recibe información simultánea de tipo intelectual, emocional y física, al ser el personaje activo de dicho drama. Así, el iniciado se convierte en el dios o héroe.

* Misterios órficos: iniciación al orfismo, secta que pone en tela de juicio la religión oficial de la ciudad griega.

* Misterios eleusinos: ritos de iniciación anuales al culto a Deméter y Perséfone que se celebraban en Eleusis. De todos los ritos celebrados en la antigüedad, éstos eran considerados los de mayor importancia, y se extendieron posteriormente al Imperio Romano.

* Misterios samotracios: pertenecientes al culto a los Grandes Dioses introducido por Dárdano en Samotracia.

* Misterios báquicos: fiestas de Baco, más generalmente llamadas Dionisíacas u Orgías.

* Misterios pitagóricos: iniciación en la doctrina secreta del pitagorismo.

* Misterios platónicos: tentativa hecha por los valentinianos y los neoplatónicos de Alejandría para imitar las iniciaciones de Eleusis. Los secretos cosmogónicos, los fenómenos astronómicos y el dogma moral y religioso despojado de las supersticiones vulgares eran el fondo de la doctrina que se revelaba a los iniciados.

Estos misterios se llevaban a cabo con frecuencia en la oscuridad profunda en grutas y sitios similares. El que asistía a los misterios sin tener derecho a ello y el que revelaba sus secretos era castigado con la muerte, es por ello que la información de que disponemos actualmente acerca de los diferentes cultos mistéricos es escasa. Platón fue criticado duramente por revelar el secreto de los principios filosóficos de los Misterios.