jueves, 11 de julio de 2019
La Historia del Tío Saín
Durante varias
generaciones se ha extendido la leyenda del Tío Saín, un hombre que
secuestraba niños en los aledaños de Lorca, España.
El conocido como Tío
Saín, es un personaje ficticio que proviene de un mito de la ciudad
de Lorca, concretamente en la pedanía de Marchena.
Se le conocía como
un temible asustador de niños y se solía usar como excusa para
hacer que los niños se durmieran.
El mito es el
siguiente:
Cuenta la leyenda
que El Tío Saín era una persona real, un hombre que vestía siempre
un viejo sombrero negro. Se decía que aquellos que llegaban a verle
la cara, se horrorizaban de su violenta y espantosa mirada.
Respecto a su lugar
de residencia, se comentaba que vivía en una choza de paja en la
Sierra de Almenara y que nunca nadie residió junto a él. Cuando
bajaba al pueblo, no se dejaba ver demasiado y caminaba siempre por
sendas y pequeños caminos.
A los niños se les
solía contar que si no se portaban bien o no hacían caso, el Tío
Saín se los llevaría y les sacaría la sangre para después
arrojarlos al aljibe.
Aunque este hecho
nunca ha sido demostrado, hay quién piensa que pudo existir un
verdadero Tío Saín.
La Señora del Cinco
Esta es una historia
real aunque todo mundo diga eso y sea un cliché. en la ciudad de
Mexicali, baja California, en México, existe una leyenda muy vieja,
toda la ciudad la conoce, sobre todo, la gente de mayor edad puesto
que esta ciudad (aquí nací y vivo) apenas acaba de cumplir 100
años, entonces no es nada raro que hasta los jóvenes la conozcamos
bien.
Hace muchos años en
el centro de la ciudad vivía una señora que maltrataba mucho a sus
hijos, les gritaba todo el tiempo, les pegaba y los encerraba en la
casa. así pasó el tiempo, hasta que sus hijos se hicieron mayores,
se casaron y la abandonaron.
La señora,
sintiéndose culpable y con remordimientos, fue a la iglesia de la
ciudad a hablar con el sacerdote, le contó todas las cosas que les
había hecho a sus hijos durante muchos años, el padre, al escuchar
las crueldades que la mujer había cometido, le dijo que sus pecados
eran muchos, que una madre como ella sólo podía viajar a Roma para
allí encontrar el perdón de dios. pero la señora era muy pobre y
no tenía manera de costear un viaje, ¡mucho menos hasta Roma!, así
que el sacerdote le ordenó que pidiera limosna, pero (para que su
penitencia fuera más dura) sólo debía aceptar monedas de cinco
centavos (equivalente a cinco pesos mexicanos de hoy) y si le daban
monedas de otra cantidad, debía devolverlas.
La mujer salió de
la iglesia y ese mismo día empezó con su misión, todos los días
se sentaba frente a la iglesia a dinero, mucha gente se sorprendía
al ver que cuando le intentabas dar monedas de mayor valor las
rechazaba, por lo que la comenzaron a llamar la señora del cinco.
Tristemente, años
más tarde y poco antes de poder conseguir el dinero suficiente para
el viaje, enfermó gravemente y murió.
Días después de su
muerte, un señor que caminaba frente a la iglesia cierta noche vio a
una vieja que llevaba un velo en la cabeza con apariencia muy
humilde. la mujer se le acercó y le dijo:
- señor, ¿no me
regala un cinco?.
- no tengo, pero
tome esta moneda de veinte.- entonces ella se descubrió la cara y
era el rostro de una calavera.
- ¡no pedí veinte
centavos, pedí cinco! ¡lo maldigo!
Y así sucedió que
muchas personas relataban lo mismo, y a muchas de ellas les ocurrían
desgracias al poco tiempo, y los papás solían asustarnos con el
clásico te va a llevar la señora del cinco.
La historia se
volvió tan popular (fuera verdad o no) que en mexicali, durante
muchos años, se acostumbró llevar siempre una moneda de cinco si
salías a la calle, y las casas de todas las familias tenían siempre
un vasito lleno de monedas de cinco centavos por si la mujer tocaba a
la puerta.
Yo no conocí esta
historia hasta la secundaria, en clase de lectura y redacción, un
día que nos pusimos a hablar de historias de terror, una amiga la
mencionó y resulta que casi todo mundo conocía la leyenda menos yo.
entonces la profesora nos contó que cuando ella tenía como 9 años,
en su casa también juntaban moneditas de cinco y que se hablaba de
la leyenda de la señora aunque nadie de la familia la hubiera visto.
Un día la dejaron sola en la casa y le dijeron que no abriera la
puerta para nada (obviamente no por el fantasma, sino por los
delincuentes), y a ella le recordó la historia, pero no le dio
miedo. al poco rato de que sus papás se fueron, alguien llamó a la
puerta y ella, temorosa de abrir, se asomó por la ventana. dice que
se quedó helada al ver a una figura con una capa negra que parecía
flotar del suelo y no tener cabeza. jamás supo si se trataba de la
señora del cinco o no, porque no se atrevió a abrirle la puerta,
sino que se escondió llorando debajo de la cama hasta que llegaron
sus papás, que ni siquiera le creyeron...
El Espectro del Puente.
Esta es una historia
real ocurrida en los años 60, cuando en mi ciudad el alumbrado era
apenas visible en la noche.
Cuenta mi padre que
es una persona enteramente no creyente, que al salir una tarde al
colegio llevaba sus libros atados con una cuerda, pensando en como
resolver aquella noche su examen de literatura, aún faltaban 20
minutos para caer el sol y caminaba deprisa para no atrasarse a la
hora de su entrada.
Obligadamente su
camino diario exigía que pasara por un antigüo puente de piedra con
poca altura en relación al río.
Esa tarde me dijo
que había crecido el río por una tormenta y resultaba bastante
estrepitosa la corriente.
Al terminar la clase
por la noche y después de haber superado el examen de literatura se
encaminó a casa junto con un amigo para hacer el camino más
llevadero, al alcanzar la calle que acerca al rio los dos miraron muy
a lo lejos una extraña luz que se vislumbraba entre las sombras.
Simplemente
siguieron caminando pero poco a poco al acercarse al puente miraron
como esa luz tenue danzaba como de lado a lado, haciendo zig-zag en
medio del río, sus ojos no daban crédito a la luz que cada vez se
iba acercando más a ellos.
Pronto detuvieron su
camino y pudieron ver desde la mitad del puente la figura de un
espectro que flotaba de pie sobre las turbulentas aguas con una
pesado tronco sobre su espalda, su cabello largo y oscuro
completamente mojado. Lo último que recuerda mi padre y su amigo
antes de quedar por unos largos minutos catatónicos del miedo, es
que era como un hombre sin rostro.
Aquella noche no
llovió pero al volver nuevamente en si, tanto el cómo su amigo
estaban completamente mojados y sus libros habían desaparecido,
solamente quedaban las cuerdas.
Al no llegar pronto
a casa mi abuelo, que en paz descanse, bajó en su búsqueda y
encontró a los muchachos aún temblando, sin saber que decir y como
decirlo..
Mi abuelo pensó que
les había escupido el río, no daba crédito a lo que habían visto,
entonces los tres escucharon un extraño ruido como un lamento al
otro lado del rio y el mismo espectro desaparecía entre la bruma del
rio.
Mi padre no pudo
dormir bien en mucho tiempo y su amigo se le encaneció el cabello,
mi abuelo decidió que nunca más volverían a pasar solos por aquel
camino.
martes, 9 de julio de 2019
El Misterioso Libro El Cantar de los Vampiros.
Eres un apasionado
de los vampiros? Amas a esos seres sedientos de sangre que tanto
imaginario colectivo despertaron en el mundo entero? Crees que
realmente existen? o solo sientes curiosidad por conocer sus
secretos? Los invito querido lectores a repasar algunos de los
capítulos que más se destacan del grandioso libro en cuestión:
Domus et Genus
Noctuabundus
El primer capítulo
de El cantar de los vampiros se titula: Domus et Genus Noctuabundus,
frase en latín que significa «casa y clan de los caminantes
nocturnos».
Allí se discute una
raza de vampiros conocida como Noctuabundus, o «caminantes
nocturnos»; seres que se diferencian de los vampiros conocemos a
través de la literatura y el cine, salvo uno o dos casos que valen
la pena repasar.
Drácula, personaje
central de la novela de Bram Stoker, es el ejemplo típico de un
Noctuabundus: un vampiro que opera en soledad, sin clanes de
pertenencia. Su personalidad es contradictoria. Por un lado, conserva
los hábitos mencionados en las viejas leyendas de vampiros, entre
ellas, dormir en ataúdes y fortalecerse con la tierra natal; por el
otro, logra representar cierto glamour nocturno que le permite
introducirse entre los humanos sin levantar sospechas, al menos
durante un tiempo, ya que sus incursiones en la sociedad rara vez
persiguen otro motivo que alimentarse de sangre.
Los Noctuabundus son
seres horripilantes que vagan por los cementerios y rara vez viven lo
suficiente como para desarrollar habilidades. Sin embargo, cuando son
instruidos por un vampiro de mayor categoría consiguen suprimir sus
instintos primarios y ejercer aquella dualidad perversa de la que
hablábamos anteriormente.
Uno de sus ejemplos
principales puede hallarse en el vampiro del cementerio de Highgate.
Los vampiros que
normalmente se encargan de la instrucción de los recién convertidos
pertenecen al clan de los Natus Cainum, o «hijos de Caín». El
cantar de los vampiros es reacio a brindar definiciones precisas,
pero se supone que son los encargados de rastrear, perseguir y matar
a los Noctuabundus que no pueden valerse por sí mismos, y a educar a
los que manifiesten algún tipo de inteligencia.
Recordemos que,
después de convertirse en vampiro, la criatura se encuentra huérfana
de emociones humanas, incluso de las más elementales, comportándose
como un Ghoul o un Grobnik, esto es, un ser necrófago que se dedica
a saquear tumbas, alimentarse de cadáveres, y que debido a ese
comportamiento audaz es rápidamente identificado y exterminado por
los cazadores de vampiros.
Entre los encargados
de perseguir a otros de su misma estirpe se encuentran los Glog: el
cazador de monstruos de la Edad Media. También hay otros especímenes
extraños dedicados a la labor de rastreo, como los vampiros que se
alimentan de vampiros.
Mors Principium Est
El Mors Principium
Est, «la muerte es el principio», es uno de los capítulos más
interesantes de El cantar de los vampiros.
Allí se discute la
presencia de vampiros en los asuntos humanos. Contrariamente a lo que
uno podría suponer, los vampiros de mayor jerarquía prefieren
conservar sus tradiciones, dejando a los más jóvenes e inexpertos
la posibilidad de mezclarse en la población humana.
Una de las
estrategias principales de caza que aparecen en El cantar de los
vampiros intenta estimular los prejuicios humanos. Al menos hasta
finales del siglo XIX, los vampiros se introducían en la sociedad y
formaban pequeños nichos o clanes en zonas habitadas por
extranjeros, casi siempre barrios pobres y guetos. La desidia frente
al aumento en la tasa de crímenes en estas áreas los ponía a
resguardo de sospechas, que normalmente recaían sobre los
extranjeros.
Si bien El cantar de
los vampiros no lo menciona directamente, en ciertos pasajes del Mors
Principium Est se sugiere que los crímenes del barrio londinense de
Whitechapel, atribuidos a Jack el destripador, en realidad
corresponden a los Sanguis Tremereides, o «descendientes de la
sangre»; es decir, personas que han sido convertidas en vampiros sin
adquirir ninguna de sus habilidades, solo el deseo insaciable de
beber sangre.
El ataque de estas
criaturas no es precisamente organizado. Se mueven al amparo de la
noche, enceguecidos por la sed, aunque en muchos casos aún preservan
ciertos niveles rudimentarios de inteligencia, al menos los
necesarios para lograr escapar de sus perseguidores durante un
tiempo.
El Mors Principium
Est declara que, justamente, la muerte es el principio de la vida
como vampiro, un nacimiento, por así decir, de lo cual podemos
deducir que todo vampiro recién nacido a su existencia nocturna
necesita el acompañamiento y la educación de sus mayores; algo que
no siempre consiguen ya que no todas las transformaciones en vampiros
ocurren a través de métodos tradicionales.
Nox Nunc Est
Nox Nunc Est, que
podría traducirse como «la noche es ahora» describe el
comportamiento de los humanos, su horror y fascinación por la
sangre, y de qué forma los vampiros se aprovechan de él para
cometer sus crímenes.
El acto de
vampirismo puro, es decir, el beber sangre para satisfacer la sed,
corresponde únicamente a las razas menores de vampiros. De hecho,
los Bestiae, vampiros instintivos, no poseen sed de sangre, sino algo
que en El cantar de los vampiros se denomina como Ultio Sanguinus
Cujus: «venganza de la sangre», especie de impulso animal imposible
de satisfacer.
Los vampiros de
mayor jerarquía manifiestan una total indiferencia por las emociones
humanas. A veces las observan, las estudian, pero sólo por
curiosidad. Vistos desde una perspectiva humana, su comportamiento
representa la perversión y la criminalidad, pero esas categorías
pertenecen a una valoración ética y moral del mundo que los
vampiros no comparten.
El cantar de los
vampiros explica de qué forma los vampiros deben controlar sus
instintos primarios para sobrevivir. Para ello pasan largos años de
privaciones, de resistencia a los placeres de la sangre, hasta que
finalmente alcanzan el primer grado en la escala de jerarquía: Sub
Umbra Sumus, «bajo las sombras existimos», lo cual hace referencia
a los hábitos que el nuevo vampiro debe observar en secreto para
trascender su instinto depredador.
Si esos instintos
gobiernan al vampiro, éste no puede existir en términos de
individualidad; pertenecerá, en todo caso, a una gran mente
colectiva de torpes bebedores de sangre. Para existir en las sombras,
el vampiro debe controlar sus deseos, sus instintos, y en especial
sus impulsos humanos.
Al parecer, aprender
a ser un vampiro tiene sus riesgos.
Sanguis Malus
¿Por qué los
vampiros necesitan beber sangre?
Las razones son
muchas, y El cantar de los vampiros hace todo por ocultarlas.
De todas formas, no
toda la sangre es buena para alimentarse. Existe también la Sanguis
Malus, o «Sangre del mal», la cual está desaconsejada para
cualquier vampiro, salvo que se trate de un noctámbulo de la más
alta jerarquía, un In Fidelitate Ab Aeternitate, es decir, un
vampiro «en lealtad con la eternidad»; seres con intereses tan
extraños que resultan totalmente ajenos a la humanidad.
La Sanguis Malus es
la sangre de los inocentes, es decir, la de aquellos que no han
cometido ningún crimen; básicamente niños, o bien la sangre de una
persona muerta. Si un vampiro comete este error padecerá horribles
tormentos, ya que la Sanguis Malus Est Ignem Et Aquam, es decir, la
«sangre mala es fuego y agua» en el cuerpo del vampiro.
Los únicos vampiros
que de hecho pueden alimentarse de cualquier cosa, incluso de
alimentos comunes y corrientes, son los llamados Dhampiros, hijos de
una mujer mortal y un vampiro. Esto no es una rareza, de hecho,
existen muchas historias de amor entre vampiros y humanos, como el
caso de Fear Liath Mor: el vampiro que se enamoró de una mujer
mortal.
Ya al final de este
capítulo, El cantar de los vampiros revela buena parte del folklore
humano y las leyendas que se tejen en torno a ellos, básicamente una
recopilación de mitos falsos sobre los vampiros.
No Invoces Expellere
Non Posis
Uno de los
fragmentos más interesantes del El cantar de los vampiros se titula:
No Invoces Expellere Non Possis («No invoques lo que no puedes
rechazar»), haciendo referencia a los peligros de invocar a las
Mater Arcanum, o «madre de los secretos», las vampiresas más
antiguas del mundo.
Entre estas
vampiresas antiguas se encuentran: Aisha Qandisha, Alouqua, Ardat
Lili, Dearg Diliat, Empusa, Lamashtu y Lilith, madre de los vampiros.
Todas ellas han perdido la voluntad de manifestarse en el mundo,
aunque pueden ser invocadas por un vampiro nigromante, con todos los
riesgos que ello conlleva.
El cantar de los
vampiros sugiere que fueron estas vampiresas las primeras en
aparecer. Los vampiros masculinos eran apenas hombres mortales
convertidos para ejercer el cargo de consortes, sin mayor poder ni
influencia en los asuntos de la noche.
El libro no lo
menciona, pero podemos pensar que existió una conspiración para que
las antiguas diosas de los vampiros se alejaran del plano material y
durmieran el inquieto sueño de los inmortales.
Y más aún, El
cantar de los vampiros aclara que aquellas vampiresas de antaño eran
criaturas diurnas, y que los vampiros, para protegerse de ellas, poco
a poco se convirtieron en seres de la noche. De ahí que en casi
todas las casas seguras de vampiros, en cualquier lugar del mundo,
puede leerse la frase en latín: Nox Praesidium Nostri: «la noche es
nuestra protección».
No obstante el temor
que estas diosas de la antigüedad infunden en los vampiros, todos
ellos observan el riguroso culto de Algol, la estrella de los
vampiros, que simboliza la herencia femenina en la sangre de todos
los hematófagos puros.
Arcanum Arcanissimum
El Arcanum
Arcanissimum, o «secreto de los secretos», es el último fragmento
que comentaremos de El cantar de los vampiros, ya que justamente
habla de la relación entre estas criaturas y la raza humana. El
resto, al menos de nuestra parte, continuará en el más prudente de
los silencios.
En definitiva, hay
libros que pueden buscarse, y otros que encuentran a sus lectores. El
cantar de los vampiros es uno de ellos: una obra que puede
perseguirse durante toda la vida sin encontrar otra cosa que la
locura. Es él, en todo caso, el que encuentra a los lectores
preparados para estudiar sus conocimientos.
No en vano El cantar
de los vampiros advierte una y otra vez: Quid Vesper Ferat, Incertum
Est: «lo que trae el anochecer es incierto».
Es justo suponer que
El cantar de los vampiros es una obra de menor importancia para las
criaturas de la noche, y que buena parte de sus conocimientos fueron
vertidos para el uso de los Discipulus, esto es, humanos que aspiran
a convertirse en vampiros, comenzando por la ingrata labor de ejercer
como vampiros energéticos; o bien como seguidoras femeninas, las
odiosas Hexe: brujas que se convierten en vampiros siguiendo ritos
abominables que la prudencia exige omitir.
La mayor prueba en
favor de esta hipótesis es que El cantar de los vampiros está
escrito en latín, lengua erudita pero humana. Los verdaderos libros
de las criaturas de la noche están escritos en el lenguaje de los
vampiros, idioma que admite construcciones insólitas y un cifrado
imposible de interpretar sin no se posee la clave.
El Arcanum
Arcanissimum explica de qué forma una persona puede convertirse en
vampiro, y también los métodos que este debe seguir si desea
sobrevivir en la noche.
El ritual es
demasiado largo y complejo como para describirlo en unos pocos
párrafos; y no es nuestra intención brindar este tipo de
información de manera negligente, ya que podría caer en manos
inescrupulosas, en el peor de los casos, o conducir a la locura y la
alienación en aquellos que se arriesguen a practicarlo sin la
instrucción correspondiente en temas como el ocultismo y el
esoterismo.
Baste decir que el
rito aclara lo siguiente: durante los primeros años como vampiro,
estas criaturas sí están sometidas a una enorme variedad de
peligros, tales como la luz del sol, los crucifijos, los espejos y el
ajo; elementos que poco a poco dejan de afectarlos a medida su poder
aumenta.
Esta primera etapa
no es fácil de superar, ya que el vampiro recién convertido se
siente obnubilado por sus nuevos sentidos, en realidad, los mismos
que poseen los humanos pero extremadamente más agudos.
Al despertar a su
nueva existencia, el vampiro siente que Omne ignotum pro magnifico
est, es decir, que «cada cosa desconocida es espléndida»; pero
también sugiere: Frontis nulla fides: «no confíes en las
apariencias».
Scientia est
potentia, aclara El cantar de los vampiros, es decir, «el
conocimiento es poder»; pero también que Exercitato Artem Parat,
«el ejercicio genera destreza», dándole igual importancia tanto al
estudio como a la aplicación de esas enseñanzas.
Aquellos que posean
el conocimiento para hallar El cantar de los vampiros no necesitarán
de nuestras advertencias. Sanguis vitam est («la sangre es la
vida»), declara el libro, y no sin razón, pero la vida tiene muchos
matices, muchas formas, y algunas de ellas jamás deberían buscarse
impunemente.
La Venganza del Tunchi
Esta es una leyenda
muy conocida en la amazonía peruana, una leyenda que ha pasado de
generación en generación.
Dice la leyenda, que
una chica acababa de entrar a un convento como misionera y fue
trasladada a la selva, ella venía de España.
No conocía muy bien
las leyendas, y sobre todo por ser religiosa las que conocía, no les
tomaba importancia. Esa noche, se habían reunido todas las monjas
después de un viaje en lancha hasta un tribu llamada Los Boras, a
rezar el rosario nocturno, como lo hacían diariamente.
Cuado iban por el
segundo Ave María escucharon un silbido muy agudo, casi como el que
hace una uña contra la pizarra, pero era diferente, era un silbido
de alguna criatura. A la monja le extrañó que todas se hubieran
quedado paralizadas y nadie dijera nada. Ella dijo: "¿Qué
pasa? ¿No lo oyen, es horrible?¿Qué es eso? ". Las demás se
miraron y aparentemente se asustaron. En el instante en que la monja
terminó la pregunta, el silbido cesó.
Todas se fueron a la
cama, como si nada. Esa misma noche, todas dormían cuando escucharon
un grito desgarrador que provenía de uno de los cuartos. Era la
monja, no se sabe como enloqueció y aparentemente se suicidó.
Los nativos que
conocen la historia dicen que fue la venganza del Tunchi, un ser al
que solo
se le percibe por su
silbido agudo (como el de una uña contra una pizarra), y que si
alguien lo ofende tal como lo hizo la monja (¡Qué horrible!),
vendrá por ti y te matará de la forma mas horripilante que puedas
imaginar. No se sabe como mató a la monja pero encontraron a su
cuerpo y una expresión de horror inimaginable en su rostro. ¿Habrá
sido el Tunchi o simplemente fanatismo religioso a pesar que no
tuviera motivos para hacerlo?
La Muñeca de Trapo
Todo comenzó hace
algún tiempo, cuando mi familia y yo compramos una casa antigua.
Mientras la recorríamos mi hija escogió la que sería su nueva
recamara. En ella había una pequeña muñeca de trapo tirada en una
esquina, llena de polvo y cubierta por telarañas.
Me dispuse a
arreglarla, quedo preciosa con su pequeño vestido, su cabello rojo y
sus ojos negros. A mi niña le encantó, por lo que decidí
obsequiársela.
Días después mi
princesa ya no era la misma, se comportaba distinta, no nos hablaba y
odiaba a sus juguetes, les arrancaba sus cabezas y brazos... la única
que dejó intacta fue a la muñeca pelirroja.
Una mañana,
mientras estaba en la escuela, entré en su cuarto a limpiar y ahí
estaba aquella muñeca en su cama, sus ojos me miraban fijamente pero
¿en que rayos pensaba? era sólo una muñeca, no podía observarme.
Me acerque para ver si necesitaba un lavado, entonces note algo
extraño, su cabello había crecido. Me asuste y la aventé al piso,
llame a mi esposo que también coincidió conmigo.
Ambos sabíamos que
eso era imposible, algo andaba mal con esa muñeca, así que la
tiramos a la basura. Al llegar mi hija preguntó por ella, nosotros
simplemente la ignoramos. Lógicamente empezó a hacer berrinche,
pero lo pasamos por alto, supusimos que era normal después de perder
a su juguete favorito.
Pasaron los meses y
la situación con mi hija no mejoro, dejo de hablar, de comer,
lloraba toda la noche, pataleaba, susurraba en la madrugada como si
hablara con alguien, se negaba a ir a clases. Intentamos de todo para
controlarla, hablamos con ella, le dimos más juguetes, incluso una
muñeca exactamente igual a la anterior, pero nada funciono.
La llevamos a un
psiquiatra y nos dijo que nuestra pequeña había entrado en psicosis
y estaba en riesgo de desarrollar esquizofrenia.
Ante la desesperante
situación la ingresamos a un hospital psiquiátrico, horas después
de dejarla llegamos a casa, me sentía mal, todo aquello por una
muñeca.
Al entrar en la sala
esa maldita muñeca estaba ahí, en el sofá mirándonos con odio,
como si hubiera vivido en nuestra casa por siempre, como si nunca la
hubiéramos tirado y estuviera enojada por llevarnos a su amiga:
nuestra niña.
Mi esposo tomo la
muñeca y la arrojo con desprecio a la chimenea, la contemplamos
hasta que desapareció por completo. Me sentí aliviada y asustada a
la vez ¿cómo llegó al sofá?. El teléfono sonó interrumpiendo mi
pensamiento. Era del hospital, un terrible accidente había ocurrido,
un incendio que acabó con todo. Nadie sobrevivió.
Estaba destrozada, a
punto de colgar para ir directo hacia allá, cuando el oficial de
policía dijo:
"Lo único
rescatable es una muñeca que encontramos en los escombros, estaba en
el cuarto donde tenían a su hija… es una pelirroja de ojos negros,
no sé si la quieran conservar."
domingo, 7 de julio de 2019
Manicomio de Mérida
En la ciudad de
Caracas - Venezuela, vivía hace un tiempo un joven periodista, el
cual trabajaba haciendo reportajes para un periódico, el joven
llamado Carlos, de 32 años, tenía una familia muy unida, una esposa
y su única hija de 7 años de edad.
Carlos estaba
cansado porque su jefe siempre le mandaba a que hiciera reportajes
aburridos y sin ningún tipo de acción. Un día su jefe lo llamó y
le dijo que tenía que hacer un reportaje en la ciudad de Mérida
sobre una agencia de turismo cultural; Carlos al darse cuenta de que
era otro de los reportajes aburridos que siempre le mandaban le
comentó a su jefe que existía un manicomio abandonado allá mismo
en Mérida y que según la gente, actualmente se estaba utilizando
para almacenar drogas para luego venderlas, así que le dijo que si
podía hacer un reportaje sobre eso en vez de hacerlo sobre la
agencia de turismo. El jefe se quedo pensándolo un instante y
accedió a que Carlos fuera a Mérida e hiciera el reportaje del
manicomio.
Esa tarde Carlos
llegó a su casa, saludó a su mujer y a su hija y mientras
almorzaban les comentó que tenía que ir a Mérida a hacer un
reportaje, pero Carlos no les dijo que era sobre un manicomio porque
sabía que no estarían de acuerdo, así que les dijo que era sobre
una agencia de turismo y que volvería en menos de una semana. Esa
misma tarde, Carlos empacó su maleta, agarro sus cosas y se despidió
de su hija y de su mujer la cual antes de que él se fuera le regalo
una grabadora muy pequeña que cabía en la palma de su mano, Carlos
la guardó en su bolsillo y tomó las llaves del carro para partir
hacia Mérida.
En el camino hacia
la ciudad andina todo parecía normal, Carlos iba a una velocidad
media muy tranquilo, se hizo de noche ya eran las 7:00 pm. y Carlos
ya iba a llegar a hospedarse para a la mañana siguiente ir a
investigar. Lamentablemente antes de que Carlos llegara al hotel
tenía que pasar por el manicomio ya que era la única vía para
llegar hasta el lugar de hospedaje, así ocurrió, mientras pasaba
por el frente del manicomio su auto tuvo una falla y se apagó, el
vio que no había nadie a su alrededor porque era de noche, se
percató de que no venía ningún carro y se bajo de su auto a ver
que sucedía, él abrió la parte de adelante del automóvil donde se
encuentra el motor y las otras maquinas del auto para revisar si
había alguna falla, al hacer esto de la nada apreció un autobús
que se dirigía frente a él a mucha velocidad, Carlos no encontraba
que hacer, así que decidió ir adentro del auto a tocar corneta, así
lo hizo, entró al auto e intento tocar corneta pero el autobús no
se detenía, Carlos hizo cambio de luces pero no había forma de que
se detuviera, lo único que Carlos pudo ver es que el autobús al
parecer se conducía solo, después de esto Carlos vio una luz blanca
y despertó a la mañana siguiente tirado en la acera frente al
manicomio, se levantó y decidió tocar a ver si había alguien y de
una vez poder investigar algo, al tocar salio una doctora y lo invitó
a pasar, el accedió y entró a conversar con ella, le preguntó si
ella sabía algo sobre si en ese manicomio guardaban drogas y ella
respondió que no, seguido de esto Carlos le comentó que no tenía
donde pasar la noche y la doctora le dijo que podía quedarse allí
ya que tenían un cuarto vacío, como no tenía otra opción aceptó.
En la noche le tocó
dormir en un cuarto junto con otro señor de mayor edad, el cual le
decía que se fuera que no se quedara, Carlos no entendía el porqué
de esto así que no le prestó atención, al intentar dormir él
escucho muchos gritos de torturas pero al final pudo descansar.
A la mañana
siguiente Carlos se disponía a irse y cuando quiso hacerlo la
doctora le dijo que se podía quedar más tiempo y así conversaban
más. Llegó la noche y Carlos aún estaba allí, mientras todos
dormían intento salir y no pudo porque la puerta estaba cerrada así
que volvió a pasar la noche allí. en la mañana del otro día pudo
observar a los locos corriendo y algunos subían al techo y se
suicidaban y el notaba de que nadie hacía nada por detenerlos, desde
ese momento se dio cuenta de que algo andaba mal.
Carlos pasó varias
noches en el manicomio por la misma razón que había pasado la
segunda noche (le dijeron que se quedara más tiempo y cerraron la
puerta), durante ese tiempo el notó muchas cosas, notó que el viejo
con quien el compartía el cuarto todas las noches se lo llevaban a
tortura y lo sometían a electricidad, Carlos intentó salir pero no
había forma, hasta que una noche lo buscaron a él y lo llevaron a
tortura con electricidad (electromagnetos cerebrales) y desde esa vez
todas las noches le hacían lo mismo, él no sabía que hacer ni como
salir de ese lugar, decidió llamar a su mujer desde el teléfono del
manicomio para avisarle mientras todos dormían, logro hacerlo
entrando a la cocina y cuando llamó contestó su mujer y el le dijo:
Mi amor! cómo estás? soy Carlos, tu esposo, estoy en Mérida pero
aquí suceden cosas muy extrañas y yo quiero regresar y no puedo
hacerlo necesito ayuda! Estoy en el manicomio abandonado. La mujer le
contestó: Señor deje de bromear! mi esposo murió hace dos semanas.
Carlos se quedo mudo por un segundo y en ese momento llegó la
doctora y él tuvo que trancar. Allí fue cuando la doctora le dijo
que nunca podría salir de allí, que el estaba muerto y que ese era
un manicomio de torturas para los que ya habían fallecido.
Desde ese momento
nadie nunca más volvió a saber mas de Carlos y nadie se atrevió a
ir a ese manicomio a investigar nada. Se dice que todo el que pasa
por el frente de ese lugar de noche escucha gritos de dolor y
lamentos.
Fantasmas del Teatro Cervantes.
Desde hace décadas
las leyendas en torno a supuestas apariciones se han ligado a la
historia del emblemático Teatro Cervantes de Almería, España.
La noche del 21 de
enero de 1922 permanece aún imborrable en el recuerdo de Almería.
Se estrenaba en el Teatro Cervantes la obra “Santa Isabel de
Ceres”, protagonizada por la almeriense Concha Robles, una actriz
elogiada por la prensa especializada de la época.
Nadie podía pensar
que Conchita tendría un trágico final esa misma noche. Mientras
hacía las delicias del público que abarrotaba el Teatro Cervantes,
la actriz recibió dos disparos a manos de su marido. Dos disparos
que la hicieron tambalearse hasta desplomarse en el escenario ante su
público.
¿Tendrá este
trágico suceso algo que ver con la inquietante mujer que ha sido
vista por algunos de los trabajadores del Teatro Cervantes en la
actualidad? ¿Qué fenómenos ocurren en este emblemático edificio
almeriense y qué conexión tienen con los sucesos ocurridos en 1922?
¿Qué dicen los testigos que afirman haberse topado con lo imposible
mientras caminaban por la parte más antigua del Teatro? ¿Qué es
exactamente lo que sucede tras el escenario, justo en el lugar donde
Conchita Robles cayó desplomada al recibir los tiros de Carlos
Verdugo, su marido? ¿Hay más muertes relacionadas con el suceso y
con los misterios que esconde el Teatro Cervantes?.
Misteriosa Aparición en Paraná, Entre Rios, Argentina.
Un hecho
estremecedor habrían vivido el chofer de una línea urbana de
colectivos y un pasajero, en la zona del cementerio de San Benito.
Aseguran que una imagen fantasmagórica se les apareció y se
desencadenaron extraños sucesos.
Aseguran que el
hecho ocurrió el lunes a la noche, varios minutos antes de que el
reloj marcara la hora 22, cuando un chofer de la Línea 20 (que
transita desde San Agustín a avenida Jorge Newbery) apagó las luces
del coche como señal de que había finalizado el recorrido. A lo
lejos divisó a un hombre que le hacía señas y que él conocía y
le permitió subir aunque el coche ya estaba fuera de servicio.
Ninguno sabía que entonces comenzaría una pesadilla.
Según el relato de
un familiar directo del colectivero, “ambos vieron a una mujer
rubia, joven, de piel opaca, ojos rojos, cabello desaliñado y muy
mal olor, que recorría el pasillo en penumbras, desde el fondo del
colectivo. De prisa, la mujer se acercó al chofer y mirándolo
fijamente a los ojos abrió la bolsa que llevaba en sus manos”. El
familiar del chofer de la línea 20, mencionó que los hombres se
horrorizaron al ver una cabeza humana dentro la bolsa. En ese
instante, la fantasmagórica mujer le habló al chofer y le preguntó
cuál era el fin del recorrido porque ella debía cruzarse a otro
colectivo, aseguró la fuente consultada.
La extraña
aparición dejó al colectivero sin palabras y el espectro
desapareció en el cruce de Avenida Jorge Newbery y la Ruta 12,
cercana al acceso al Cementerio de San Benito.
Consternados, el
chofer y su pasajero no pudieron contener el miedo y pidieron ayuda a
sus compañeros de la Empresa Mariano Moreno.
Cuando llegó el
auxilio, los dos hombres estaban descompuestos por lo vivido, el
timbre del vehículo sonaba por momentos, el GPS se apagó y las
puertas se abrían y cerraban sin ser accionadas por nadie. La joven
pálida había desaparecido en la oscuridad.
El transporte
público, en ese momento, fue conducido por un mecánico que debió
bajar en Miguel David y Caputo debido a los insoportables y
constantes timbrazos que lo atormentaron durante el camino.
Los hombres fueron
trasladados hacia la terminal de la empresa, en el vehículo que
auxilió al colectivero.
Sin embargo, la
pesadilla no había terminado: Cuatro días después de la aparición,
el pasajero prefiere mantenerse en silencio. Mientras, el chofer
pidió licencia hasta junio porque – según confesaron sus
familiares a Elonce TV – no puede conciliar el sueño “desde
aquel horroroso momento, que no puede borrar de su memoria”. Tocaba
el timbre solo, la máquina de GPS se descompuso. Cuando pasó Miguel
David y Caputo era insoportable continuar por los timbrazos.
El padre Alejandro
Patterson, párroco de San Miguel Arcángel de Paraná y que tiene
experiencia en casos de terapias de exorcismo dialogó en referencia
al caso que conmovió a la capital entrerriana y que provocó serios
trastornos a un chofer de un colectivo urbano y un pasajero que
viajaba en la unidad en el oscuro momento cuando ocurrió la
misteriosa aparición.
El cura párroco se
refirió al fenómeno y reconoció que muchas veces es difícil
entender este tipo de acontecimientos, aunque aventuró una hipótesis
al indicar que la aparición podría ser “un alma del Purgatorio”.
El Purgatorio es un
estado en el que se encuentra la persona que ha muerto en gracia de
Dios pero que no está plenamente purificada, y lugar donde busca ser
purificado para disfrutar plenamente de la presencia de Dios y entrar
en el Cielo. Mientras tanto, afirman que dichas almas sufren por no
poder acompañarlo.
“Hay una Iglesia
triunfante en el cielo; los que están luchando y militando sobre la
Tierra y en el medio de ambos estados están los que no han
concretado bien su misión, no han crecido lo suficiente en la Tierra
y por tal motivo, no pueden entrar en el cielo”, dijo el padre
Patterson.
Estas almas “no
han logrado la corona que Dios quería darles y por ello, deben ir al
Purgatorio por un tiempo de purificación, crecimiento o sanación y
luego recibir la corona”, explicó el párroco.
En referencia al
extraño fenómeno ocurrido el pasado lunes por la noche cuando el
interno 93 de la Línea 20 finalizaba su recorrido en la zona del
Cementerio de San Benito, Patterson indicó que “algunas de esas
almas tienen el privilegio de volver a la Tierra y pedir ayuda”,
dijo sin descartar la veracidad de las declaraciones del chofer y
otra persona que lo acompañaba cuando una mujer rubia, joven, de
piel opaca, ojos rojos, cabello desaliñado y muy mal olor, que
recorría el pasillo en penumbras, desde el fondo del colectivo,
según dio a conocer Elonce.com el pasado sábado.
Tras notar la
presencia, ambos hombres habrían declarado que la mujer se acercó
al chofer y mirándolo fijamente a los ojos abrió la bolsa que
llevaba en sus manos. El familiar del chofer de la Línea 20,
mencionó que se horrorizaron al ver una cabeza humana dentro la
bolsa. En ese instante, la fantasmagórica mujer le habló al chofer
y le preguntó cuál era el fin del recorrido porque ella debía
“cruzarse” a otro colectivo.
El padre Patterson
afirmó que “la Iglesia reza en todas las misas por las almas del
Purgatorio” y contó que conoce casos de gente que han vivido
acontecimientos similares, ante lo cual, el cura recomienda “oficiar
misas por esas almas y por el bien de estas personas”. El religioso
remarcó que dichos oficios han sido la solución a las apariciones y
tras realizar misas o rezos, “el fenómeno terminó”.
Sin embargo, el
párroco de la iglesia San Miguel Arcángel de Paraná reconoció que
“son cosas tan raras y excepcionales que es difícil hablar con
exactitud de estas cosas, pero sabemos que algunas veces, las almas
del Purgatorio se manifiestan para decir `aquí estamos, ustedes
pueden ayudarnos y nosotros no podemos ayudarnos a nosotros mismos,
pero podemos ayudarlos a ustedes´”, dijo Patterson en referencia
al mensaje que estos fenómenos podrían intentar expresar al
aparecer ante las personas.
“Estas
experiencias son misteriosas y nadie puede interpretarlos exactamente
pero obviamente, las almas del Purgatorio pasan una situación de
sufrimiento, pero aún no están condenadas al Infierno que también
existe”, remarcó el padre Patterson.
Finalmente, el
religioso llamó a “cuidar el pasaporte al Cielo, la herencia que
Dios nos ha dado y que recibiremos si lo cuidamos”, concluyó.
viernes, 5 de julio de 2019
Estos son los Fantasmas que Aterrorizan en las Carreteras del Atlántico.
Las carreteras del
Atlántico tienen muchas anécdotas interesantes por cada población
que atraviesan, las cuales muchos curiosos prefieren conocer con la
luz del sol, toda vez que están advertidos que de noche podrían
toparse con algunas apariciones o espíritus del más allá que
esperan en las vías solitarias para tener encuentros escalofriantes
con aquellos que se atreven a recorrerlas a altas horas.
Estas experiencias
con espectros son contadas hace tiempo especialmente por taxistas y
camioneros, que, debido a sus labores, en muchas ocasiones les toca
hacer largos recorridos solitarios y hoy aseguran haber vivido
experiencias espeluznantes por diferentes zonas del Atlántico.
LA TEMIBLE NOVIA DE
PUERTO COLOMBIA
Desde los años 70
son escuchados los testimonios de los atlanticenses sobre la
aparición de la novia de Puerto Colombia, la cual aparece en la
popular ‘Curva del Diablo’, donde desde esa época reportaban
principalmente una mujer vestida de blanco.
Otros dirían
después que sería una mujer vestida de ropa de matrimonio,
empezándola a llamar ‘la novia’.
Relataban que se
aparecía pidiendo chance a un lado del camino, y sino la recogían,
después la verían sentada en la silla trasera del vehículo. Otros
conductores aseguran que la habían recogido mojada en el camino y
esta empezaba a llorar, pero cuando el taxista volteaba a verla, la
misteriosa novia desaparecí, dejando mojada la silla.
Sin embargo, la
historia más popular que generó gran eco en el gremio de los
conductores es la Hugo Rangel, quien en 1993 se desempeñaba como
conductor de buses de la línea ‘Expreso Colombia Caribe’.
“Fui a visitar a
una novia en Puerto Colombia y me regresé solo en el bus tomado
cerveza, cuando de repente siento que me tocan el timbre, algo muy
extraño, de inmediato miré hacia atrás y vi un velo lleno de
tierra tirado en el piso, lo cual me dio mucho miedo, porque me
acordé de la historia de ‘la novia’, así que frené y abrí la
puerta para comprobar si se trataba de ella. Lo que pude ver fue una
mujer cadavérica, llena de tierra por todas partes, algo muy
espeluznante”, cuenta Rangel, antiguo chofer de buses.
LA PAREJA DE LA
CORDIALIDAD
En el puente La
Cordialidad muchos taxistas cuentan que aparece una extraña pareja
pidiendo chance a un lado de la carretera y que tras ser recogida, la
mujer pide al conductor que frene para buscar dinero y pagarle el
favor; pero posteriormente se escucha una carcajada y el conductor al
voltear, se percata que el novio también ha desaparecido.
También hay relato
de conductores que al pasar por el cementerio ‘Jardines de la
Eternidad’, observan espectros saludando y otros testimonios de
fantasmas que crean accidentes en las vías como caballos y perros
negros que se atraviesan de repente en las carreteras.
Tal es el caso de
Emile Cochelo de 32 años: “Venía con una amiga de Sabanalarga a
Barranquilla, cuando vi por el retrovisor a un sujeto negro en
bicicleta siguiéndome, aceleré mucho pero el tipo todavía estaba
pegado detrás. A mi amiga y a mí nos pareció ilógico, sin embargo
traté de acelerar, pero nos pasó por el lado, causándonos un susto
tremendo”, contó Cochelo, quien después se enteró que por ese
lugar salía un espectro que causaba accidentes, toda vez que murió
atropellado por un camión cuando manejaba bicicleta.
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