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Ante todo nos dirigimos y agradecemos a todos por la ayuda que nos dan con este blog ya sean seguidores, oyentes del programa de radio y por sobre todo a todos aquellos propietarios de webs, blogs, libros y todos los lugares donde han obtenidos la información y nos han acercado a nuestro mail para que podamos publicarlas en este humilde blog, para que todas las semanas desde hace ya 7 años podamos compartir en dos emisiones las tantas historias, enigmas y misterios del universo que se van pasando de generación en generación y así reflejar esas viejas leyendas, historias, enigmas y misterios que de niños oímos mas de una vez y que nos asustaban en algunos casos como también en otras nos enseñaban a valorar y respetar esas narraciones.

Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



martes, 11 de agosto de 2020

Dionisio Dios del Vino


Dionisio era considerado el dios del vino en la mitologia griega, su equivalente en la mitología romana es Baco. Hoy en día su nombre es sinónimo de locura, excesos, fiestas y éxtasis. Se lo consideraba también el padre de la agricultura, de la borrachera y del teatro. Dionisio es uno de los dioses griegos más conocidos.

Nacimiento e Infancia de Dionisio

Exsiten dos versiones encontradas en cuanto al nacimiento de Dionisio, la primera narra que el dios del vino fue fruto de la relación entre Zeus y Sémele, una simple mortal, otra versión menciona que su madre fue Perséfone.

Cuando Hera, esposa del dios de los dioses, se enteró que Sémele se encontraba embarazada de Zeus, decidió transformarse en una sirvienta para ganarse la confianza de la joven y vengarse de la misma. Cuando se ganó su confianza Sémele le confesó que el padre del hijo que esperaba era Zeus.

De esta forma la diosa convenció a la princesa de pedirle a Zeus que para probar que su amor hacia ella era verdadero se presentara ante ella en su verdadera forma. El dios accedió a la petición, sin darse cuenta que terminaría matando a la joven, los rayos y la luz irradiada por el dios hizo que Sémele muriera al instante. El dios abrió a la joven para quitarle al niño que llevaba dentro y lo cosió a su pantorrilla, así fue como lo salvo y termino su gestación en el cuerpo del dios. Meses más tarde nacería el dios del vino Dionisio.

La versión que le adjudica la maternidad a Perséfone narra que la diosa de los dioses, Hera intentó matar al dios del vino cuando esté era un niño enviando a los Titanes, pero Zeus con sus rayos intentó espantarlos aunque no llegó a tiempo, ya que los Titanes se habían comido al pequeño. El dios logró salvar el corazón y con el pudo reconstruir a Dionisio en el vientre de Perséfone.

Estas dos versiones sobre el nacimiento de Dionisio explican por qué se lo llama «el que nació dos veces». Este renacer es uno de los principales motivos de adoración en las mitologías religiosas.

Crianza de Dionisio dios del vino

Zeus preocupado por el niño debido a los celos de Hera, decidió confiar la confianza de su hijo Dionisio a varias personas, éstas varian según las versiones: el rey Atamante y su esposa, las ninfas de la lluvia de Nisa, el dios Hermes, Perséfone o la diosa Rea.

El dios del vino creció y aprendió como preparar el vino y sobre agricultura en general. La diosa de los dioses, Hera se las ingenió para hallar a Dionisio e hizo que éste se volviera loco, por esta razón el dios comenzó a vagar por determinados puntos de la tierra.

Fue curado de su locura en Frigia por la diosa Rea, quién también le enseño rituales religiosos. Dionisio viajó hacia Asia en donde le enseño a la gente a cultivar vino. Más tarde regresaría a Grecia donde emprendería con su culto.

Características de Dionisio

El dios del vino es generalmente representado como un ser joven y vigoroso, amante de la naturaleza y de los animales, su época preferida en el año era la primavera.

Cómo dios del vino es un gran amante de las fiestas y celebraciones. Se lo asocia con el toro ya que es el principio masculino de la reproducción.

Es un dios muy fiel a los humanos, habita en las cercanías de los bosques y los viñedos.
Mitos del dios del vino

Mito del Rey Midas

Un día en Frigia unos campesinos encontraron en las calles a un anciano borracho, el cual fue reconocido como Sileno, padre adoptivo de Dionisio, éste fue llevado ante el rey de Frigia, Midas, quién protegió al anciano hasta la llegada del dios del vino, quien lo había estado buscando con desesperación.

Al encontrar a su padre adoptivo con Midas, el dios ofreció concederle un deseo en modo de agradecimiento. El avariciosos Midas le pidió al joven Dios que se le concediera el don de convertir todo lo que tocase en oro, poder que le fue concedido.

Midas, al probar su nuevo poder y ver que este funcionaba ordenó realizar un banquete en honor a Dionisio. Pero cuando intentó probar un bocado, el rey vió que lo que tocase se convertía en oro (el toque de Midas), al saludar a su hija también la convirtió en oro, por lo que solicitó al dios que lo liberara del don que le había sido concedido. Dionisio lo oyó y le aconsejó bañarse en el río Pactolo y de esta forma la maldición llegaría a su fin.


Midas se baño en el río Pactolo y al tocar las aguas el poder pasó a éstas, convirtiéndose las arenas a los alrededores del río en oro. Este mito explicaba porque las arenas de éste río eran tan ricas en oro.

Mito de Licurgo

Licurgo, el rey de Tracia, al oír que Dionisio se encontraba en su reino, decidió enviar a prisión a sus seguidoras. El dios del vino escapó y se refugió con Tetis, donde envió una sequía la cual hizo que el pueblo se sublevara. Fue así como Licurgo enloqueció, y asesinó a su hijo con un hacha al creer que éste era un brote de hiedra, una planta relacionada con el dios del vino.

Un oráculo de la ciudad vaticinó que mientras Licurgo estuviese con vida la tierra iba a permanecer seca y vacía, fue así como el pueblo entero se puso en su contra y lo descuartizaron. Una vez Licurgo cayó Dionisio levantó la maldición que había caído sobre el reino.

Mito de Prosimno

Una de las historias mas conocidas narra como Dionisio descendio al inframundo para rescatar a Sémele, su madre. El dios del vino descendió desde un pozo en la costa de la Argólide. Allí fue guiado por Prosimno, quién le solicitó ser su amante como recompensa. En el viaje ésta murió, por lo que el dios para cumplir con su promesa creó un falo con un olivo y lo clavó en la tumba de Prosimno.
Mito de ámpelo

Según el escritor Nono, otro de los mitos sobre el dios del vino incluye a Ámpelo, quién era un sátiro que murió en un accidente mientras montaba a un toro, el cual estaba loco debido a la picadura del tábano de Ate.

Las Moiras le dieron a Ámpelo otra vida como parra, de la cual el dios del vino realizó el primer vino.

Afrodita Diosa del Amor


Afrodita es conocida en la mitología griega como la diosa del amor, el sexo, la belleza y la lujuria. En la antigua civilización griega, el sexo no era considerado como algo negativo, un pecado, por esta razón la diosa recibió una gran atención y fue muy importante, según los mitos que se conocen y los cultos que se le han realizado.

La diosa del amor y la belleza, fue una de las diosas más veneradas, contaba con templos en las principales ciudades.

En la mitología romana se la conoce como la Diosa Venus.

Nacimiento de Afrodita

El mito sobre el nacimiento de la diosa se encuentra relacionado con su propio nombre. «Aphrós» en griego significa espuma, esto llevó a la creencia que esta diosa nació del mar. Según este mito se cree que luego de haber arrancado los genitales de Urano, Cronos los arrojo al mar, en las costas de Pafos, Chipre. Al mezclarse la sangre y semen de Urano con la espuma del mar, habría nacido la diosa afrodita, ya adulta.

Ésta versión sobre el nacimiento de la diosa es la más conocida y ha inspirado a muchos artistas a lo largo y ancho del mundo.

También existen otras versiones sobre el nacimiento de afrodita, Según Homero, la diosa era la hija del dios supremo Zeus y Dione, una divinidad que terminara perdiendo relevancia en el Olimpo, ésta pudo haber sido la pareja de Zeus hasta que la reina de los dioses Hera la sustituyó.

Todos los escritores concuerdan en que la diosa de la belleza nació adulta, no tuvo infancia. Habría nacido ya adulta y hermosa, siendo deseable para los mortales e inmortales.
Atributos de Afrodita

La diosa era generalmente representada bella y elegante, en las diversas imágenes y esculturas realizadas en veneración la podemos observar con corona y vestidos de lujo. Esto principalmente hasta el siglo VII A.C, a partir del siglo IV la diosa aparece desnuda y en varias posiciones, cada una de ellas muy sensuales, vinculadas con la atracción sexual.

Culto

La diosa llegó a ser tan popular en Grecia que le realizaban festivales los cuales eran denominados como «Afrodisias», las cuales eran fiestas celebradas en gran mayoría del territorio griego, pero las más populares eran las de Corinto y Atenas.

En lo alto de Acrocorinto se encontraba el templo de Afrodita, allí era tradición adorar a la diosa manteniendo relaciones sexuales con las sacerdotistas.

Era muy común que en las veneraciones a la diosa del amor se practicara la prostitución religiosa, esto se realizaba en los santuarios y templos que adoraban a la diosa. Otro centro donde se adoraba a la diosa del amor se encontraba en Pafos, lugar de nacimiento de la diosa.

Amantes de Afrodita

Podemos encontrar una gran cantidad de mitos y leyendas sobre Afrodita, la gran mayoría cuentan que se casó con Hefesto, dios del fuego, pero ella se encontraba enamorada de Ares, el dios de la guerra.

Homero en sus escritos cuenta que en una madrugada, cuando los enamorados Afrodita y Ares mantenían relaciones, Hefesto lleno de ira por los celos, ya que el Sol le contó sobre la infidelidad, decidió colocarles una trampa.

Una vez los amantes se dieron cuenta ya no tenían escapatoria, se encontraban atrapados en una red mágica creada por Hefesto, quien llamó a todos los dioses para que vieran el engaño de la diosa. Todos los dioses griegos comenzaron a burlarse ante dicha situación, hasta que Poseidón, el dios del mar, solicitó compasión y por esta razón Afrodita y el dios de la guerra fueron liberados.

La diosa por la verguenza decidió huir a Chipre, mientras que el dios de la guerra huyó a Tracia. De todas formas su amorío dio fruto y de su unión nacieron Eros, dios del amor, Anteros, Deimo, Fobos y Harmonía.

Afrodita no sólo estuvo involucrada con Ares, sino que también se mencionan sus amoríos con Adonis y Anquises, con quien dió a luz a Eneas, un héroe troyano, y a Lirno.

Mitos de Afrodita

Eros y Psique

Este mito narra la historia de la relación entre Eros y Psique, en éste la diosa del amor cumple un papel secundario. Afrodita estaba celosa por la belleza de la joven Psique, una mujer mortal, para calmar su ira, le ordenó a Eros, su hijo, que con sus flechas provocara que la joven se enamorará del hombre más feo a lo largo y ancho de la tierra. Eros dispuesto a cumplir con el encargo de su madre emprendió viaje, pero al ver la belleza de la joven Psique quedó enamorado instantáneamente.

Fue así entonces como el dios comenzó un apasionado romance con la joven Psique con la condición de que todos sus encuentros serían con absoluta oscuridad, para que ésta nunca descubriera su identidad, hasta que un día la joven y bella muchacha, desobedeció dicha condición y la llevó a perder el amor de Eros.

Psique desesperada por la perdida del amor del dios, suplicó a la diosa del amor. Afrodita prometió a la joven revelar en donde se encontraba su hijo, con la condición de que la joven consiguiera ordenar una montaña de granos en poco tiempo, una tarea imposible de realizar para cualquier mortal. Eros al ver a su amada tan desesperada decidió ayudarla en secreto, haciendo que las hormigas ayudaran a la joven con dicha tarea.

Afrodita, atónita porque la joven logró cumplir con la tarea encomendada decidió encargarle que consiguiera retirar la lana de oro de algunas ovejas que se encontraban pastando cerca de un río. La diosa le encomendó esta tarea sin advertirle que estas ovejas eran muy agresivas, con la intención de que muriera tratando de conseguir la lana. Con gran fortuna para la joven, el dios del río le advirtió sobre el peligro de las ovejas y le recomendó que se acerque a las ovejas cuando se encontraran durmiendo en la sombra.

La joven Psique siguió los conejos y fue así como consiguió hacerse con la lana de oro. Con esto vendría otra prueba para la joven, Afrodita le pidió a Psique que descienda al inframundo y le solicitase a Perséfone una parte de su belleza, esto le permitiría a Eros, quien se encontraba muy deprimido por la ausencia de su amada, recuperar todo su brillo. Por más que se esforzó en encontrar la entrada al inframundo, la joven no logró hallarla.

Por la frustración, decidió que lo más rápido para llegar al inframundo sería morir, así es como subió a la torre más alta para arrojarse y quitarse la vida. Cuando estaba a punto de lanzarse, una voz proveniente de los cielos le detuvo y le comentó a la bella muchacha como entrar y salir del inframundo con vida. Psique siguió los consejos y así fue como logró llegar hasta Perséfone, la cual le entregó a la joven parte de su belleza. Ante esta demostración de amor, Afrodita se calmó y permitió que su hijo mantuviese una relación con la joven, fue así como Zeus hizo inmortal a Psique, para que así pudiera estar durante la eternidad con Eros.
Afrodita y Adonis

Este mito se relaciona con la diosa de la belleza desde el nacimiento de Adonis. Antiguos escritores narran que Mirra, la hija del rey de Chipre, afirmaba ser tan bella como la diosa del amor. Ante tal insolencia, Afrodita hizo que Mirra sintiera atracción por su propio padre. Mirra sabía que su propio padre rechazaría tener relaciones, por lo que la joven decidió hacerse pasar por protistuta, y así fue como logró mantener relaciones sexuales incestuosas con su padre.

Mirra se embarazó de su propio padre, quien al descubrir el deshonor intentó asesinar a su hija, que suplicó a los dioses que le salvaran la vida, los dioses atendieron su plegaria convirtiéndola en un árbol, árbol que más adelante tomaría el nombre de la joven, el árbol de la mirra. La gestación del hijo que llevaba en su vientre estaba tan avanzada que de los pies del árbol surgió un bello bebé.

La diosa Afrodita descubrió al bebé y lo adoptó, poniéndole de nombre Adonis. Para que creciera seguro, le confió su cuidado a Perséfone, reina del infierno, que crió al bebé hasta que alcanzó la adolescencia. Adonis se convirtió en un joven hermoso, hasta el punto de que, cuando Afrodita regresó al infierno para buscarle, Perséfone se negó a devolver la custodia de Adonis. Ante la disputa de las diosas, Zeus dictaminó que el joven pasara un tercio del año con Perséfone, un tercio con Afrodita y un tercio con quien él mismo deseara.

Tras su regreso a la tierra, el joven Adonis desarrolló una gran afición por la caza, pasión en la que la diosa Afrodita le acompañaba cada vez que podía. Pese a que gozaba de la protección de las divinidades, Adonis era un mortal, y como tal podía morir a manos de las bestias que trataba de dar caza. Afrodita le advirtió de los peligros que corría en cada cacería, pero el joven Adonis no quiso escucharla. En una ocasión en la que trataba de dar caza a un enorme jabalí, éste se volvió contra Adonis y, tras castrarle con sus colmillos dio muerte al joven. Algunos autores afirman que el jabalí fue enviado por el dios Ares, celoso de la relación que Afrodita, su amante, mantenía con el bello Adonis.

La diosa Afrodita, al descubrir el cadáver del joven, convirtió cada gota de su sangre en una anémona, de forma que su muerte quedara honrada en cada florecimiento de esta planta. Desde este momento, numerosas ciudades instauraron un culto al joven fallecido en el que éste era asociado a Afrodita.

El Expreso al Infierno


Laura era una mujer que viajaba mucho, por su trabajo como diseñadora de modas tenía la obligación de viajar a distintas partes del mundo. Pero a donde más disfrutaba viajar era a Europa, pues ella la consideraba la cuna de la moda y donde los mejores diseñadores radicaban.

A Laura, en Europa, le fastidiaba viajar en avión, pues prefería los medios de transporte mas anticuados: El Tren y El Barco. Pero sobre todo prefería viajar en tren, le relajaba el sonido de las vías férreas y el movimiento lineal de los vagones. Le gustaba leer mientras gozaba el paisaje a través de su ventanilla, escuchaba su iPod, y pensaba miles de pequeños sueños.

Laura era felizmente soltera, sabía lo difícil que sería mantener una relación debido a sus constantes salidas, así que no se molestaba en tener una relación a esas alturas, mucho menos tener hijos, exigía tiempo que no tenía.

En uno de sus tantos viajes a Paría, Laura había tenido otro exitosos desfile de modas en el patio del museo del Louvre y tuvo el lanzamiento de su línea de ropa “Princess Dream” recibida con un éxito rotundo. Este desfile le trajo a Laura una victoria mas.

Cuando hubo terminado la celebración se apresuró a ir a su hotel por su equipaje, pues tenía que tomar el tren hacía Londres para otro desfile de modas. Este desfile era el más importante del año, se llevaría a cano en “Stamford Bridge” el estadio del equipo de primera división de futbol Chelsea. Sabía que el campo sería convertido en una pasarela y las gradas y butacas para espectadores de la buena moda y diseñadores de talla mundial.

Se sentía nerviosa, pues quería que todo fuese perfecto, no habría lugar para el mas mínimo error así que ella misma supervisaría todo antes de que empezara el desfile.

Empacó sus cosas y salió rumbo a la estación de trenes, en el camino sacó su boleto del Expreso de Oriente y lo mantuvo preparado para abordar el tren. Cuando arribó a la estación, se fue directo al andén para esperar su tren. Había poca gente pues ya era algo tarde, eran las 12:45 de la madrugada y también los empleados estaban escasos. Se sentó en una banca de madera y sacó su blog de dibujo, ideó un nuevo modelo de vestido y pensó lanzarlo un mes después.

Un tren arribó a la estación, pero no era el de Laura. La gente hizo una fila para abordarlo. Cuando partió, el andén quedó semivacío a excepción de ella y unas cuantas familias.

Después de quince minutos arribó otro tren, pero tampoco era el de Laura, las últimas personas que la acompañaban en el andén subieron al pesado transporte y se fueron. Ahora solo quedaba ella en la estación, el silencio absoluto hizo que le recorriera un tremendo escalofrío por toda la espina dorsal. Se extrañó de que su tren no llegara y el pendiente la dominó, temía no estar a tiempo para si pasarela, a su remate en el lujoso edificio de su carrera.

Comenzó a caminar de un lado a otro, impaciente por la tardanza del expreso, y no se arriesgó a buscar a algún empleado, porque si en ese rato arribaba el tren seguramente lo perdería. Así que esperó.

Ya eran las 2:06 cuando vió a lo lejos una pequeña luz acercarse a la estación, Laura respiró aliviada, con suerte llegaría a Londres a las seis de la mañana para supervisar el montaje de la pasarela en Stamford Bridge.

La locomotora se acercó y se detuvo frente a Laura, no era el expreso de oriente, era un tren que se veía viejo, casi de los años cuarenta, algunas partes se notaban oxidadas y los vagones deteriorados. A pesar de eso había gente asomando las caras anunciando que era un medio de transporte.
¡Señores pasajeros, directo a Londres. Suban al tren! anunciaba el boletero.
Laura se extrañó, pues no era el expreso de oriente.

Disculpe señor dijo dirigiéndose al boletero. ¿Qué ha pasado con el Expreso de Oriente?. Verá, yo voy a Londres, pero no tengo boleto para este tren.

El Expreso está indispuesto, señorita. Pero con todo gusto le recibiré su boleto y la llevaremos a Londres. contestó cortésmente el hombre.
Dudó un instante, pero le urgía llegar cuanto antes a Londres así que tomó su equipaje y, aún dudando un poco, abordó el tren. Le fue asignado uno de los cuartos mas lujosos del viejo tren y ella se sentó a descansar un poco antes de llegar a hacer corajes.

El pesado vehículo de hierro comenzó a moverse y Laura se relajó un poco mas y se dispuso a dormir en lo que arribaba a Londres.

Quizá había pasado poco mas de una hora cuando Laura se sobresaltó, el tren se había sacudido de una manera muy brusca, el sueño se le voló y no pudo volverlo a conciliar, así que mejor miró por la ventana. Afuera estaba muy oscuro, no alcanzaba a ver mas allá de las tenues luces que salían de los vagones. El tren seguía su marcha sin desviarse, y todo estaba muy callado, lo atribuyó a que los pasajeros dormían.

De repente un ruido llamó su atención, pareciera como si algo estuviera arañando la pared del compartimiento de junto, el ruido le resultaba incómodo y dio tres toquidos a la pared de madera; el ruido cesó y la tranquilidad volvió a reinar. Laura se volvió a acomodar para tratar de volver a dormir. Pasado un rato el mismo ruido la hizo sobresaltar, de nuevo arañaban la pared, no lo soportó mas y salió a callar a quien estuviera provocando ese fatal ruido, fue al compartimiento contiguo y abrió la puerta, para su sorpresa estaba vacío y ella pensó que el bromista se había ido para esconderse de ella.

No estaba dispuesta a que le tomaran el pelo, así que fue a buscar al boletero para acusar a quien resultara responsable, recorrió los pasillos del lujoso tren en busca de aquel hombre y cuidando no molestar a los demás pasajeros.

El silencio era muy pesado que podía oír los latidos de su corazón y el sonido de los rieles muy lejano, caminó cuidando no caer y mirando por curiosidad a la ventanas: la gente dormía plácidamente en sus compartimientos.

Sin tener éxito en su búsqueda Laura regresó a su asiento, trató de relajarse y prepararse emocionalmente para su desfile. De nuevo los arañazos en la pared, pero esta vez ella estalló:
¡Cállate maldita sea! gritó arrojando su bolsa de mano contra la paerd. ¡Cállate imbécil!
Hubo un momento de silencio y después un fuerte golpe en la pared, se asustó tanto que salió de su compartimiento y se asomó al de a lado, no había nadie, entró esperando hallar escondido al responsable de tan mala noche, buscó debajo de los asientos, en el maletero y no había nada.
Se quedó quieta pensando un momento, cuando otro fuerte golpe se escuchó, esta vez del lado del compartimiento donde ella estaba. Pegó un grito y salió corriendo del vagón. Quería llegar a la locomotora para hablar con el conductor, no quería terminar el viaje sola.
Entró al siguiente vagón, estaba oscuro, a tientas se abrió paso.

¿Hola? llamó esperando una respuesta, pero nadie respondió. Tropezó con lo que parecía ser un saco, pero no logró ver nada. Siguió caminando, de repente un fuerte olor se dejó sentir, olía horrible, como a huevos podridos. Casi vomita, se aguantó tanto como pudo y caminó aprisa. Sin saber como llegó a la puerta del vagón, la abrió y pasó al siguiente. Una tenue luz iluminaba el pasillo, se escuchaban murmullos. Laura llena de terror siguió avanzando, de los compartimientos salía luces intermitentes de color rojo, sin resistir la curiosidad se asomó para ver lo que había dentro.

Había allí unas personas arrodilladas, como rezando, no se les entendía nada; intentó llamar su atención y tocó el vidrio. Un grito salió de su garganta, detrás del cristal esas personas no tenían ojos, ni nariz, golpeaban desesperadamente la puerta tratando de salir. Laura llorando emprendió la carrera por el pasillo que parecía que no tuviera fon. A su paso se topaba con gente mutilada que con gemidos clamaban su ayuda. No se detuvo para nada ni por nadie, solo quería salir de allí.
Cuando por fin topó con la puerta del siguiente vagón la abrió con desesperación, envuelta en llanto cerró la puerta tras de si y puso el seguro. Ese vagón lucía mucho mas tranquilo, pensó que todo había sido producto de su imaginación y caminó por el pasillo. Todas las habitaciones estaban cerradas, excepto una. Estaba abierta de par en par y desde dentro emanaba una luz muy fuerte. Laura poco a poco se acercó y se asomó.

Dentro había una señora de edad sentada en el sillón.
Hola, Laura la saludó.
¿Cómo sabe mi nombre? preguntó asustada.
Sé muchas cosas de ti
¿Quién es usted?.

La dama misteriosa se levantó, Laura no podía verle el rostro, lo tenía cubierto con un denso velo blanco.
Te conozco más que a ti misma Laura Elizabeth le dijo llamándola por su nombre completo.
No soy diferente a una pariente tuya.

La mujer extendió su brazo dejando ver una mano descarnada, Laura gritó y se echó para atrás, el movimiento del tren casi le hizo caer.

La mujer se quitó el velo revelando el rostro de la madre de Laura, muerta hacía dos años de un violento cáncer.

Hija, por fin estaremos juntas

¡No!. ¡Tú estás muerta! vociferó Laura

Y pronto tu también, a donde vamos solo hay tormento. A donde va este tren es al sufrimiento eterno y fui enviada e llevarte conmigo dijo la mujer.

¡No! Laura se levantó y corrió hacia le otro vagón. Entró sin vacilar en él, parecía normal excepto porque las puertas estaba caídas, las ventanas rotas y la madera vuelta astillas.

Caminó con cuidado de no lastimarse, había silencio, no se escuchaba excepto los rieles del tren. Laura respiró hondo tratando de calmarse, sintió que el tren ganaba velocidad, como si bajaran por una pendiente, más y más velocidad, tuvo que sujetarse para no caer, el tren iba cada vez mas rápido. Sin más se dejó escuchar un estruendo parecido al de un trueno, pero esto fue como si hubiese caído dentro del tren. Una tremenda sacudida derribó a Laura y un calor abrasador se sintió en el vagón. El sudor escurrió por su cara y empapó su blusa, ¿qué era aquello?, no sabía donde estaba. Un eco de llanto se escuchó a lo lejos, Laura se estremeció al oir aquello. Lamentos desgarradores podía escuchar, y sintió como el terror hacía presa de ella.

Poco a poco se levantó y caminó por el extenso vagón, también era largo y parecía no tener fin. Detrás de los cristales de los compartimientos no podía ver mas que negrura, no había nada, solo el vacío. Avanzó un poco mas, escuchó claramente el llanto de un bebé, se asomó a la ventana y vió a su madre acunándola en la mecedora. Caminó un poco mas y en el siguiente se vió jugando en al jardín de su casa, su cumpleaños, su graduación, momentos felices. Pero a partir del séptimo compartimiento la perspectiva cambió, vió cuando su padre la golpeaba a ella y a su madre, cuando no pudo salvar a su mejor amiga de morir atropellada, cuando uno de sus novios quiso abusar de ella. Muchos recuerdos de dolor que parecían más que los buenos, lloró, maldijo, pateó y su alma cayó en una profunda tristeza.

¿Señorita? sonó una voz. Laura levantó la cabeza: era el boletero.
Señor, ¿qué pasa con este tren? preguntó Laura.

¡Ah, niña!. Este tren es de los condenados al castigo eterno. Y tú, ingenua mortal, has subido en él . En ese momento el tren comenzó a disminuir la velocidad.

Eso que oyes son las almas condenadas, luchando y rogando por no tener el destino que les depara la forma del hombre comenzó a cambiar, ahora tenía pezuñas, cola y cuernos.
¿Quién es usted? preguntó Laura

Soy el juez, el que decidirá tu destino. Soy Minos contestó.
¿Y a donde voy? insistió Laura

Jajajaja. Por lo visto no entiendes nada mortal. Eres escéptica y estúpida El tren frenó por completo, Minos tomó a Laura y la condujo a la puerta por donde había abordado. Fuera se veía negrura, y ahora si el silencio era absoluto.
¿Dónde estamos? preguntó asustada

En el único lugar al que jamás querrías entrar… ¡El Infierno! contestó Minos abriendo la puerta.
Las llamas que entraron quemaron a Laura, gritaba y se sacudía. La risa del príncipe de las tinieblas se escuchaba tétrica en todos lados. Las almas perdidas comenzaron a salir del tren en una cascada lúgubre. Las manos descarnadas arrastraron a Laura, ella se aferró a las puerta negándose a caer.

¡Te condeno a morir quemada a fuego lento, y cuando mueras, resucitarás y morirás de nuevo por toda la eternidad! le dijo Minos pisando sus manos obligándola a soltarse.
Las almas arrastraron a Laura hacía el abismo, mientras su piel se carbonizaba poco a poco caía en las llamas perpetuas. Minos cerró la puerta, sellando el pavoroso destino de Laura. Sus gritos se fueron apagando hasta perderse en las llamas del averno.

domingo, 9 de agosto de 2020

El Día que el Infierno Subió a la Tierra


El sonido ensordecedor de un relámpago anuncia la llegada de la noche, se comienza a escuchar el canto agudo de los cuervos a la oscuridad. Los cielos se tornan de un negro agudo jamás antes visto y a la vez un enceguecedor relámpago rojo azota violentamente el suelo haciéndolo crujir y agrietarse.

Desde las profundidades del pavimento comienza a salir la lava ardiente junto con miles de demonios de figuras espectrales acechantes armados con dagas y tridentes con sed de sangre y muerte una sinfónica conformada por mil ángeles negros entonan su música fúnebre creando un ambiente de maldición y depresión acompañados con los gritos y llantos de las personas asustadas los cuales les sirven de coro a aquella melodía siniestra.

La luna comienza a tornarse roja a medida que los lobos lanzan sus aullidos hacia ella, los ecos de la muerte comienzan a invadir el ambiente poco a poco, las personas comienzan a caer al suelo sus vidas han sido apagadas y los demonios comienzan a celebrar su guerra ya ganada.

Del cielo comienza a caer un diluvio de agua con un sabor agrio, son las lagrimas de millones de ángeles, vírgenes y santos los cuales lloran con impotencia la desgracia que está ocurriendo en el mundo esta vez los rezos y Dios no sirvieron de mucho, el daño ya estaba hecho y los demonios danzaban victoriosos sobre las personas muertas y agonizantes aclamando la aparición de su maestro.

Pocos humanos sobrevivieron a los hechos, pero el recuerdo de ese día jamás será borrado de sus mentes, el día de los relámpagos rojos y la lluvia de lágrimas… el día que el infierno subió a la tierra.

Anciana da a Luz a Bebe Fosilizado.


Una mujer de Marruecos que se quedó embarazada en 1955 ha dado luz a su bebé, literalmente petrificado, medio siglo después de quedarse embarazada. Durante todo este tiempo mantuvo el feto calcificado dentro de su cuerpo.

El origen de esta historia increíble se remonta a 1955, cuando Zahra Aboitalib sintió los dolores del parto. Fue trasladada a un hospital, pero al ver a una mujer morir en la mesa de operaciones durante una cesárea, huyó despavorida y regresó a su pequeño pueblo, relata el diario 'Crónica'.

Después de que los dolores desaparecieran y el bebé dejara de patalear, Zahra lo comenzó a considerar un "niño dormido". Según la creencia popular marroquí, hay bebés que pueden vivir dentro del vientre de la mujer para proteger su honor.

A sus 75 años, los dolores regresaron, por lo que decidió volver al hospital. Los médicos le realizaron una prueba de ultrasonido y descubrieron que su “niño dormido” fue en realidad un embarazo ectópico, es decir, fuera del útero.

Tras medio siglo de espera, una operación de casi cinco horas logró extraer con éxito el feto calcificado de Zahra. Lo más sorprendente es cómo Zahra logró sobrevivir llevando dentro de su cuerpo un feto muerto y cómo éste no fue rechazado por el organismo.

Según la revista de la Sociedad Real de Medicina, no se trata del primer caso de este tipo. Hasta el momento fueron consignados 209 casos de bebés de 'piedra', así llamados 'lithopedions'.

Ares Dios de la Guerra


Ares dios de la guerra, es también conocido como “espíritu de batalla” es por tanto que su personificación hace referencia a un guerrero robusto, de gran tamaño y con extremidades muy fuertes, siempre preparado para dar batalla y salir victorioso.

Para la mitología romana Ares se muestra representado como “Marte” en latín “Mars”, dios de la guerra. Un guerrero igualmente musculoso con armadura, espada y un yelmo encrestado para proteger su cabeza y rostro.

Ares el dios de la guerra representa la violencia y el uso de la fuerza en todas sus leyendas, muchas de ellas aseguran que donde hubiese una trifulca, batalla, tumulto o disturbio, no podía faltar su presencia.

Nacimiento de Ares

Fue hijo de Zeus y Hera. En realidad, su nacimiento se encuentra envuelto entre varias teorías, sin embargo, la que ha tenido mayor aceptación y tradición es aquella que asegura que Hera quedo embarazada luego de haber tocado una flor que le fue obsequiada por la Diosa griega de los jardines “Cloris”. Su lugar de nacimiento se ubica entre los bárbaros y belicosos tracios.

Según las leyendas, tanto su padre “Zeus” como su madre “Hera” no aprobaban su fuerte conducta violenta, sobretodo sus ansias de sangre y de poder, por lo que fue rechazado por ambos progenitores, así como también por muchos otros dioses.

Sus mayores características hacen referencia a su fortaleza, salvajismo y horrores expuestos en las batallas, su imagen se ve relacionada con un hombre muy robusto, fuerte, con vestimenta y artilugios de guerra (espada, lanza, casco crestado, escudo y coraza metálica).

La historia de Ares en el amor

Cuenta la leyenda que Apolo – dios del Sol-, encontró en una cama al Dios Ares en un acto sexual con Afrodita, la cual era esposa en aquel momento de Hefesto “Dios del Fuego y la forja”. Apolo ante aquella penosa escena se dirige inmediatamente a Hefesto y le da la noticia de su esposa infiel, Hefesto molesto y enfurecido decide atrapar al par de infieles con una red metálica invisible puesta en su cama para luego mostrar ante todos los dioses del olimpo aquel acto de infidelidad, humillándolos y juzgándolos ante la mayor jerarquía, acto seguido a la separación de Hefesto y Afrodita como esposos.

Ares no imagino que una simple red metálica pudiera causar su inmovilización y causar así tanta humillación, al ser liberado decidió regresar inmediatamente a su ciudad natal.

Como dato curioso, confiaba sus amoríos a su buen amigo Alectrión, el cual se encargaba de cuidar la puerta de su alcoba cuando él realizaba sus encuentros amorosos con Afrodita, la leyenda afirma que el día en que fue descubierto por Apolo su romance, se debió a que el joven Alectrión no realizo su deber por haberse quedado dormido y en señal de castigo Ares enardecido decidió convertirlo en un Gallo.

Según varios escritos afirman que Ares fue un hombre mujeriego y en su andar dejo varios hijos, los más conocidos fueron los cinco hijos producto de su relación con la hermosa diosa Afrodita.


Descendencia de Ares

Como mencionamos anteriormente se le relaciona con varias amantes, estas fueron sus mujeres y descendencias:

*Afrodita → 5 hijos (Anteros, Eros, Fobos, Harmonia, Deimos).

*Pelopia → 1 hijo (Cicno).

*Aérope → 1 hijo (Aéropo).

*Altea → 1 hijo (Meleagro).

*Agraulo → 1 hijo (Alcipe).

*Astioque → 2 hijos (Yálmeno, Ascálafo).

*Harmonia → 1 hijo (Amazonas).

*Atalanta → 1 hijo (Partenopeo).

*Filónome → 2 hijos (Parrasio, Licasto).

*Cirene → 1 hijo (Diomedes).

*Harpina → 1 hijo (Enómao).

*Crisa → 1 hijo (Flegias).

*Eritia → 1 hijo (Euritión).

*Demonice → 4 hijos (Testio, Pilo, Molo, Eveno).

*Rea Silvia → 2 hijos (Rómulo, Remo).

*Otrera → 3 hijos (Hipólita, Antíope, Pentesilea).

*Tritea → 1 hijo (Melanipo).

*Protogenia → 1 hijo (Óxilo).

*Tirine → 1 hijo (Thrassa).

*Madre desconocida → (Tereo, Alcón, Potaón, Drias, Niso, Lico, Eagro, Licimnio).

Entre sus hijos más famosos se encuentra “Eros” venerado como “Dios de la Fertilidad” producto de su amor con Afrodita, sin embargo, también fue reconocido su hijo “Cicno” en el que varios relatos lo describen como cruel ladrón de gran tamaño casi un gigante que robaba a los viajeros indefensos y el cual encontró un triste final, luego de desafiar a una lucha a muerte al dios “Heracles” también conocido como “Hércules” donde finalmente perdió su vida.

Culto a Ares

Fue adorado en Escitia y su imagen de guerrero llevaba una espada en su mano, de allí el sacrificio con esta arma para asesinar al ganado y a los caballos, como también realizaban sacrificios humanos.

Al norte de Grecia también se aprecia tributo a través de joyas, relieves y monedas.

Alejandro Magno fue uno de los más grandes devotos, rendía culto antes de cada batalla para asegurar sus victorias.

El templo de Ares, ubicado en el norte del Agora de Atenas.

El Areópago, también llamada la Colina de Ares donde predico Pablo de Tarso.

Ares en tiempos de guerra

Aunque se le relaciona como un fuerte guerrero no siempre salió victorioso de todas sus batallas, incluso en muchas de ellas obtuvo grandes heridas. Fue derrotado por su hermanastra “Atenea” conocida como la Diosa de la Paz.

Hércules fue considerado su gran rival y fue herido en varias ocasiones por éste sin pasar a mayores, Hefesto esposo de Afrodita también fue considerado un gran enemigo.

En cada batalla la que asistía era acompañado por sus dos hijos con Afrodita (Fobos y Demios) los cuales representaban los espíritus malignos que enfundaban miedo y terror.

Su hermana “Enio” conocida como la diosa “Destructora de Ciudades” era también su fiel acompañante.