sábado, 16 de junio de 2012
El Pueblo Maldito de Ochate
El pueblo de Ochate es un pueblo abandonado y en ruinas.
Ochate u Oñate significa según los estudiosos del tema “La puerta de Gog” (un
personaje biblíco del Apocalipsis de San Juan). Del pueblo tan solo la Torre de
la Iglesia de San Miguel y una casa se mantienen en pie.
Se conservan en los alrededores las ruinas de un antiguo
templo en una zona alta cercana, es “la Ermita de Burgondo”. El pueblo de
Oñate, su ermita y sus alrededores como una necrópolis medieval con tumbas
excavadas en la roca son fuente de atención de curiosos, aficionados a temas
paranormales e investigadores.
Las historias más extrañas que marcan la historia del pueblo
son:
• La extraña desaparición del párroco de Ochate, Antonio
Villegas, en 1868.
• La alerta recibida por las autoridades en 1947 debido a la
existencia de extrañas luces en el pueblo, y la caída de un rayo en la torre de
la iglesia de la localidad, donde apareció un medallón, actualmente en paradero
desconocido.
• Desapariciones de personas en extrañas circunstancias en
las cercanías del pueblo.
• En 1980: se graba la psicofonía de Pandora o kanpora (que
significa ¡fuera! en euskera).
• En 1981: la comentada fotografía del OVNI de Prudencio
Muguruza.
• En 1986 y 1987: apariciones paranormales en el pueblo.
• En 1987: la primera y tercera compañías de carros
blindados de la base militar de Araca (Vitoria) estuvieron perdidas durante más
de cuatro horas deambulando por una espesa niebla en Ochate.
• En 1987: desaparición de un investigador en el pueblo, y
aparición de su figura meses después, con la psicofonía ¿qué hace aún la puerta
cerrada?” (que podría entenderse como la pregunta a que por qué está el pueblo
cerrado, o lo que es lo mismo, deshabitado
Todo este interés tuvo un comienzo en enero de 1982. Gracias
a la revista “Mundo desconocido” y a Prudencio Muguruza experto en temas de
parapsicología y ovnis.En los Se realizó un reportaje de una revista dedicada a
fenómenos paranormales llamada “Mundo Desconocido”.
El reportaje sobre Oñate se llamó “ Luces en la puerta
secreta”. En el reportaje se contaba como existía una fotografía del propio
Muguruza tomada en 1981, en la que aparecía un OVNI en las cercanías de Ochate.
Se trató de verificar la autenticidad de tal fotografía, muchos expertos
dudaron pero la Universidad de Bilbao no pudo demostrar la falsedad de tal
fotografía.
Este reportaje dio origen a un boca a boca sobre sucesos,
leyendas, creencias más que en datos reales contrastables. Al estar Ochate
abandonado surgieron las leyendas, que decían que el pueblo se había quedado
vacio a raíz de misteriosas epidemias en el siglo XIX. Tifus, viruela, cólera
habían asolado el pueblo, de ahí el sobrenombre de “pueblo maldito”.
Las fechas de las supuestas epidemias que “dicen” asolaron
el pueblo de Ochate no tienen coincidencia con epidemias de estas mismas
enfermedades en el resto de la provincia de Burgos o en Álava, no existen datos
en los archivos locales ni episcopales de mortandades elevadas.
Lo que se ha sabido por informaciones del archivo diocesano
de Vitoria, donde se detallan visitas pastorales a la zona y fotografías de
Ochate es que el pueblo pudo ser abandonado entre los años 1920 y 1930. Las
circunstancias del abandono, causas naturales, como en tantos otros pueblos de
España, la migración a las ciudades buscando trabajo. Estos datos hacen que
muchos expertos desconfíen sobre las leyendas alrededor del pueblo de Ochate.
En las últimas investigaciones se encontró al último habitante de Ochate aún
vivo, José Aránguiz que no avala la imagen misteriosa del pueblo.
Hasta el 2007 no se había realizado una investigación formal
y aceptada sobre la certeza o no de sucesos paranormales en la zona de Ochate.
Había quien pensaba que los fenómenos existían y era un lugar maldito, y quien
pensaba que todo eran leyendas, promovidas con ánimo sensacionalista.
En 2007 Antonio Arroyo y Julio Corral publican un libro que
recoge una investigación exhaustiva sobre Ochate, “Ochate. Realidad y leyenda
del pueblo maldito“, desde 3000 años antes de Cristo. Los autores descartan que
el fin del pueblo de Ochate se debiera a epidemias.
En relación a los sucesos paranormales, los autores del
libro cuentan sucesos documentados ocurridos en el pueblo, asesinatos,
testimonios de miembros del ejercito durante unas maniobras militares donde se
perdieron en la niebla y otros muchos relatos de personas que afirman haber
vivido experiencias inexplicables en el pueblo de Ochate.
Triángulo de Bennington
Cerca del monte Glastonbury, en Vermont, se encuentra el
Triángulo de Bennington, una enigmática zona boscosa donde se pierde el rastro
de las personas que un día desaparecieron y de las que nunca más se supo. La
mayoria de estas desapariciones se produjeron sin que los cuerpos de seguridad
pudieran encontrar una sola pista para averiguar que les había ocurrido. Las
víctimas eran personas de diferntes edades y de ambos sexos y todas ellas se
esfumaron en un plazo de cinco años que lleva del 1.945 a 1.950. Todas las
desapariciones ocurrieron en el último trimestre del año, entre los meses de
octubre, noviembre y diciembre, pero aparte de esto poco más se pudo saber para
conocer la naturaleza de estos hechos.
La primera desaparación ocurrida en el Triángulo de
Bennington se remonta a 1.945, un hombre llamado Henry MacDovell, evadido de un
manicomio en el que estaba recluido por ser el autor de la muerte de otro
hombre desapareció sin dejar rastro en ese lugar. Aunque no resulta extraño que
un prófugo de la justicia “desaparezca” sin dejar rastro, este suceso es ha
menudo citado como las primera de las extrañas desapariciones del Triángulo de
Bennin
El 12 de Noviembre de ese año un hombre llamado Middie
Rivers que trabajaba como guía de montaña desapareció misteriosamente ante los
ojos del grupo de turistas a los que acompañaba de regreso al campamento. Él
caminaba delante del grupo de personas por una zona que conocía sobradamente
cerca de la carretera de Long Trail y simplemente desapareció, nunca más fue
visto ni se encontraron restos o pistas que dieran respuesta a este inquietante
suceso a pesar de las batidas que la policía y voluntarios realizaron durante
días.
Un año màs tarde, concretamente el día 01 de diciembre de
1.946 una estudiante de dieciocho años de edad de nombre Paula Welden se
adentró en los bosques de la zona con la intención de hacer senderismo de
montaña. Esto es lo último que se supe de ella. Jamás salió de esos bosques y
las pesquisas iniciadas por la policía no dieron tampoco esta vez ningún
resultado.
También se reportan rumores de que en el año 1.949 tres
cazadores desaparecieron en el Triángulo de Bennington durante una jornada de
caza, aunque no se ha podido investigar si esto es verdadero o simplemente una
habladuría.
Sin embargo si se sabe que el día 1 de diciembre de ese año
un hombre llamado James E. Tetford protagonizó lo que parece ser la
desaparición más enigmática ocurrida en el Triángulo de Bennington. El señor
Tetdford desapareció mientras se encontraba en el interior de un autobús en
movimiento. Los demás pasajeros testificaron que lo vieron en el autobús, pero
para cuando éste llegó a su última parada en Bennington James Tetford había
desaparecido.
El doce de octubre del año siguiente Paul Jepson, un niño de
ocho años, desapareció de la vista de su madre mientras ésta se encontraba
realizando algunas tareas domésticas. La posterior búsqueda de los cuerpos de
seguridad fue muy exhaustiva, empleándose incluso perros para intentar seguir
el rastro del niño. Los perros avanzaron a través del bosque hasta una
autopista cercana donde perdieron el rastro. Esto hizo pensar a la policía que
la desaparición de Paul Jepson fue un secuestro y que el pequeño fue introducido
en algún vehículo que circulaba por aquella autopista.
La última extraña desaparición de la que se tiene constancia
en el Triángulo de Bennington es la de una mujer llamada Frieda Langer. El 28
de Octubre de 1.950 Frieda fue de excursión con su primo. En un momento de la
caminata, Frieda tropezó y cayó en un lugar que estaba anegado de agúa. Frieda
decidió volver al campamento para cambiarse de ropa y su primo se quedó en
aquel lugar esperando que regresara. Frieda nunca llegó de vuelta al campamento.
Se inició entonces un masivo operativo de búsqueda por tierra y aire. Policía,
bomberos, militares y voluntarios participaron durante días rastreando toda la
zona sin conseguir tampoco resultados aparentes. Pero siete meses más tarde el
cuerpo de Frieda fue encontrado en un descampado que, curiosamente, ya había
sido rastreado en los meses anteriores por la policía. Debido a las condiciones
en que se encontraba el cuerpo y al tiempo transcurrido los forenses no
pudieron determinar la causa de la muerte.
Existen varias teorías sobre la naturaleza de las
desapariciones del Triángulo de Bennington pero todas ellas siguen siendo
bastante endebles y no logran explicar por sí mismas todas las desapariciones.
La primera teoría menciona la posibilidad que durante aquel periodo hubiera un
asesino en serie por aquella zona. Si bien esto es totalmente posible, la
diferencia de sexo y edad entre las víctimas y la ausencia total de pistas o
evidencias en todos los casos, parecen echar por tierra esta tesis. No es muy
habitual encontrar un asesino que actua tan indiscriminadamente al escoger a
sus víctimas.
Otra teoría sostiene que las desapariciones se debían a
desgraciados accidentes de montaña. Las fechas en que ocurrieron todas las
desapariciones entre las estaciones de otoño e invierno son las propicias para
que el suelo del bosque aparezca cubierto de una gruesa capa de hojarasca que
oculte pozos o agujeros donde habrían caído inadvertidamente las víctimas. Sin
embargo esto no explica los casos de Frieda Langer y James Tetdford. Además, en
las búsquedas que se organizaron tampoco se encontraron pozos o simas que
pudieran explicar esta teoría.
Lo cierto es que pasado ese periodo las desapariciones
dejaron de tener lugar y actualmente no se conoce ningún otro caso que haya
tenido lugar en esa zona. Probablemente no existe un único motivo para explicar
las extrañas desapariciones del Triángulo de Bennington y sea más sensato
pensar que obedezcan a varias razones: accidentes, extravíos o secuestros…,
pero de lo que no cabe duda, es que el misterio que las rodea sigue estando
vigente y que la población local sigue considerando la zona que rodea el monte
Glastonbury como maldita.
El Grito y Krakatoa
El pintor noruego Edward Munch dejó su nombre en la historia
gracias a su obra maestra, "El Grito". Pero pocos hubieran imaginado
que dicho cuadro pudo haber sido inspirado por uno de los más grandes desastres
naturales de la historia, la erupción del volcán Krakatoa.
Dicha afirmación la sustentaron el físico y astrónomo Donald
W. Olson, profesor de la Universidad de Texas, y sus colegas Russell L. Doecher
y Marilynn S. Olson. El documento fue parte de la revista científica "El
Cielo y el Telescopio" del mes de febrero del 2004.
¿Y qué tiene que ver "El Grito" y el volcán?, se
dice que el cielo rojizo de la pintura, se debe a los gases rojizos despedidos
por el Krakatoa, que cubrió Noruega desde noviembre de 1883 hasta febrero de
1884 (a pesar que el volcán se ubicaba en Indonesia). Es probable que Munch
sintiera la presencia de la muerte en el cielo rojo, junto con su vida ya
marcada por la tragedia. Los investigadores señalaron hasta el lugar donde el
pintor pudo haber observado la escena: un punto de la carretera de
Ljabrochausseen, donde se podía ver la bahía de Oslo y la isla de Hovedo.
martes, 12 de junio de 2012
Hombre se Saca Los Ojos con las Manos
Un hombre se arrancó los ojos en la localidad de Viareggio,
en el norte de Italia, durante el servicio religioso que se celebraba en la
catedral de San Andrea, informaron fuentes policiales.
El hombre, de 46 años y nacido en Inglaterra, aunque
residente desde hace muchos años en esa localidad de la Toscana, asistía a la
misa y de pronto "se levantó, empezó a gritar, y se arrancó los ojos con
sus propias manos". Fue trasladado al cercano hospital Versilia, donde fue
operado de urgencia, sin que los médicos pudieran hacer nada por evitar que se
quedara ciego.
Ni la madre del afectado ha podido explicar el suceso. Horas
después de los hechos, la anciana relató que estaba con él en misa cuando su hijo
"se tiró al suelo y empezó a pegarse cabezazos contra el suelo. Tenía la
cara llena de sangre. Yo no entendía lo que ocurría. El doctor Gino Barbacci,
médico de urgencias del hospital de Versilia que prestó los primeros auxilios
al individuo, aseguró que para hacer una cosa semejante "hace falta una
fuerza sobrehumana" y que en 26 años de profesión no ha visto una cosa
igual, informan los medios italianos.
Barbacci añadió que el hombre llegó consciente a urgencias
en una ambulancia junto a su anciana madre y que "no se quejaba, ni
parecía que sintiera dolor, a pesar de que su cara era una máscara
ensangrentada". El médico explicó que le preguntaron su nombre y que el
hombre respondió correctamente. Después le inquirieron por qué se había arrancado
los ojos a lo que contestó en voz baja: "Me lo ha dicho una voz",
para después quedar en silencio.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)