Una vez, su madre vino a a verla para pedirle un poco de dinero prestado, y ella le contesto:
-Dinero? Siete legiones de demonios es lo que tengo dentro de mi cuerpo.
Dicen que Maria Manuela, desde ese dia no tuvo ningun dia bueno, pues comenzo a padecer de enfermedades muy raras y de unos muy extraños ataques de histeria.
Los años fueron pasando y Maria Manuela comenzo a cambiar y sus ataques y enfermedades comenzaron a ser historia pasada.
Ella tenida, segun cuentan, mucha gracia para hacer peinados, y una tarde, mientras ella peinaba a una joven que se preparaba para ir a un baile, mientras le recortaba los bucles le dijo:
-Sabes? me entran deseos de sacarte los ojos con estas tijeras que tengo en mis manos.
Y la muchacha, sin asustarse le dijo:
-Si Dios te da permiso para hacerlo, hazlo.
Cuando Maria Manuela escucho estas palabras se calmo.
Ella murió al cabo de algunos años luego que sucedió este incidente, y cuentan que cuando abrieron su cuerpo al morir, en lugar de encontrar sus órganos vitales, hallaron una masa dura y compacta. La gente, al recordarla, en lugar de llamarla por su nombre, le decían La Endemoniada.
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