Apolo era hijo de Zeus y Leto, y hermano mellizo de
Artemisa, después de Zeus fue el dios más influyente y venerado de todos los de
la Antigüedad clásica. No tenía equivalente directo en la mitología romana,
aunque los poetas posteriores aludieron frecuentemente a él como Febo.
Era descrito como el dios de la divina distancia, que
amenazaba o protegía desde lo alto de los cielos, siendo identificado con la
luz de la verdad. Hacía a los hombres conscientes de sus pecados y era el
agente de su purificación; presidía las leyes de la religión y las
constituciones de las ciudades, era símbolo de inspiración profética y
artística, siendo el patrono del oráculo de Delfos, y líder de las musas. Era
temido por los otros dioses.
Era el dios de la muerte súbita, de las plagas y
enfermedades, pero también el dios de la curación y de la protección contra las
fuerzas malignas. Además, era el dios de la belleza, de la perfección, de la
armonía, del equilibrio y de la razón, el iniciador de los jóvenes en el mundo
de los adultos, estaba conectado a la naturaleza, a las hierbas y a los
rebaños, y era protector de los pastores, marineros y arqueros. Aunque tuvo
muchos amores, también fue infeliz en ese terreno, pero tuvo varios hijos. Fue
representado como un hombre joven, desnudo y sin barba, en la plenitud de su
vigor, a veces con un manto, un arco y un carcaj de flechas, o una lira, creada
para él por Hermes, y con algunos de sus animales como la serpiente, el cuervo
o el grifo.
Como jefe de las Musas, actuaba como dios patrón de la
música y la poesía. Su lira se convirtió en un atributo común de Apolo.
Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada de Zeus,
prohibió que diera a luz en tierra firme, o el continente, o cualquier isla del
mar. En su deambular, Leto encontró la recién creada isla flotante Delos, y dio
a luz allí. La isla estaba rodeada de cisnes. Después, Zeus aseguró Delos al
fondo del océano. Más tarde esta isla fue consagrada a Apolo.
Otra versión dice que Hera secuestró a Ilitía, la diosa de los partos, para evitar que Leto diese a luz. Los demás dioses engañaron a Hera para que la dejase ir ofreciéndole un collar de ámbar de ocho metros de largo. Primero nació Artemisa y esta ayudó a nacer a Apolo, o Artemisa nació un día antes que Apolo, en la isla de Ortigia, y que ayudó a Leto a cruzar el mar hasta Delos el día siguiente para dar a luz a Apolo.
Hera envió a la serpiente para perseguir y matar a Leto por
todo el mundo. Para proteger a su madre, Apolo suplicó a Hefesto un arco y
flecha. Tras recibirlos, Apolo arrinconó a Pitón en la cueva sagrada de Delfos.
Apolo mató a Pitón pero fue castigado por ello, ya que Pitón era un hijo de
Gea.
Hera envió entonces al gigante Ticio a matar a Leto. Esta
vez Apolo fue ayudado por su hermana Artemisa en la protección de su madre.
Durante la batalla Zeus cedió finalmente su ayuda y arrojó a Ticio al Tártaro.
Allí fue sujetado al suelo de roca, cubriendo nueve acres, y una pareja de
buitres le comían el hígado diariamente.
Cuando Zeus abatió al hijo de Apolo, Asclepio, con un rayo
por resucitar a Hipólito, Apolo mató en venganza a los Cíclopes, que habían
creado el rayo de Zeus. Apolo debía haber sido desterrado al Tártaro para
siempre, pero fue en su lugar condenado a un año de trabajo forzado, gracias a
la intercesión de su madre, Leto. Durante este tiempo trabajó como pastor para
el rey Admeto de Feres en Tesalia.
Apolo ayudó a Admeto (como agradecimiento) a ganar a
Alcestis, la hija del rey Pelias y más tarde convenció a las Moiras para que
permitiesen a Admeto vivir más tiempo si algún otro ocupaba su lugar. Pero
cuando llegó la hora de su muerte, sus padres, que él había asumido que
estarían dispuestos a morir gustosamente en su lugar, rehusaron cooperar. En
cambio, Alcestis tomó su lugar, pero Heracles consiguió «persuadir» a Tánatos,
para que la devolviera al mundo de los vivos.
Fue el dios griego que tuvo las relaciones homosexuales más
prominentes. Esto podía esperarse del que era dios de la palestra, el lugar donde
los jóvenes se reunían para practicar atletismo, siempre desnudos. Los más
destacados eran Cipariso y Jacinto. Aunque, también tuvo muchas consortes, con
su correspondiente descendencia:
-Acanta.
-Arsínoe, con la
que tuvo a Asclepio y Eriopis.
-Casandra.
-Calíope, sus
hijos fueron Lino, Orfeo y Ialemo.
-Cirene, tuvo a
Aristeo.
-Coronis, madre
de Asclepio.
-Dafne.
-Dríope, tuvo a
Anfiso.
-Etusa, madre de
Eleuter.
-Hécuba, madre de
Troilo y Políxena.
-Leucótoe.
-Manto, tuvo a
Mopso.
-Psámate.
-Quíone, Filamón.
-Reo, tuvo a
Anio.
-Sinope, tuvo a
Sirio (según algunas fuentes, perro de caza de Orión).
-Terpsícore, tuvo
a Lino (depende de la fuente).
-Urania, madre de
Lino (depende de la fuente).
-Calipso.
-Madres desconocidas: Cicno, Ciniras y Femónoe.
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