Las casas embrujadas son un atractivo que resalta cada año en octubre. Ya sean las reales o las creadas por nosotros para mero entretenimiento, son una experiencia que nos llenan de adrenalina y que queda perfecta para el mes de octubre, repleto de terror y emociones fuertes. Pero una de estas casas reales tiene una historia trágica detrás de ella, y muchos han llegado a asegurar que realmente está embrujada y que, una vez que entres, no podrás volver a salir. Se trata de La Moira, una vieja casa embrujada situada en la colonia de San Miguel Chapultepec.
Nuestro camino por la casa embrujada empieza en los años
setenta, cuando un niño de ocho años llamado Marco jugaba en la calle donde
está La Moira y, al ver su puerta abierta, su curiosidad lo impulsó a entrar a
la casa.
Según la historia, Marco empezó a escuchar voces que, más
allá de ahuyentarlo fuera de la casa, alimentaron más su curiosidad y se
adentró a la casa, subiendo las escaleras y entrando a un cuarto donde
presenció algo que lo dejaría traumado de por vida: un hombre ahorcado del
techo.
Este suceso se quedó en la mente de Marco por años, casi como una obsesión que simplemente no podía dejar atrás, así que diez años después tuvo suficiente, y volvió al lugar de los hechos para nunca volver a salir. Después de un tiempo encontraron a Marco ahorcado en el mismo cuarto donde vio al señor.
No se sabe qué es lo que pasó con Marco: algunos apuntan a que fue un suicidio, otros creen que fue un asesinato, e incluso las teorías más alocadas dicen que algo maligno lo poseyó cuando tenía 8 años y lo llevó a suicidarse, o que el hombre que vio ahorcado era él mismo y volvió para cumplir la profecía.
Los espíritus que habitan la casa
Seguramente nunca sabremos la verdad detrás de la muerte de Marco, pero en definitiva dejó una marca en la casa que hoy en día perdura. De hecho, Antonio Zamudio, fundador de la Agencia Mexicana de Investigación Paranormal, afirma que dentro de La Moira habitan tres espíritus, entre ellos el de Marco.
Si bien se puede poner en duda esto, lo cierto es que una pesada energía asecha el edificio, como prueba de ello está la intervención artística que el dueño de la casa impulsó una vez, donde reunió entre 15 y 20 artistas para que plasmaran en las paredes de la casa lo que sentían.
Según los testimonios, todos o casi todos empezaron a pintar sobre tristeza, desolación, sentimientos negativos o hasta imágenes suicidas. Puede que hayan estado sugestionados por la historia detrás de la casa, pero eso sólo confirma que un ambiente pesado rodea el edificio.
La Moira hoy en día
En el presente la entrada pública a la casa está prohibida,
pero eso no quiere decir que no se puedan sentir sus efectos fuera de ella:
Varios vecinos han dicho que, en ocasiones, se escuchan lamentos provenientes
de la casa, o que aparecen sombras y siluetas por las ventanas.
Además, durante la historia de La Moira su alta energía
maldita ha sido del atractivo de varias personas, convirtiéndola en un lugar
perfecto para sesiones espiritistas o para recorridos nocturnos de terror,
aunque estos últimos de cancelaron debido a que los guías aseguraban que la
presencia de demonios y espíritus lo hacían muy peligroso.
Comprobar por carne propia los horrores de La Moira ya es casi imposible hoy en día, pero quien sabe, tal vez si te paseas por ahí una noche sientas los demonios desde la calle. Incluso si eres de los más escépticos, esta casa seguramente te hará sentir, cuanto menos, incómodo.
Fuente: culturacolectiva.com
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