En el año 2005, un grupo de científicos descubrieron que aun cabía la posibilidad de que existieran astros mayores al Sol. Han confirmado que la VY Canis Majoris, es una de las estrellas más colosales de la galaxia. Según unos estudios este astro es de color rojizo y se encuentra a 5000 años luz aproximadamente de la Tierra. Al parecer, esta estrella es fría, y a pesar de ello emite luz principalmente ahí.
El equipo de astrónomos de la Universidad de Minnesota, han podido estudiar el comportamiento de esta estrella a través del Telescopio Espacial Hubble, es un telescopio robótico que está situado en órbita circular alrededor de la Tierra.
Existen varias teorías sobre esta estrella, unos dicen que se trata de una estrella muy grande y luminosa hipergigante roja y que se extiende más allá de la órbita de Saturno, mientras que por el contrarios hay quienes afirman que es una estrella supergigante normal, con un radio de aproximadamente 600 radios solares.
La diferencia de opiniones se debe a que la estrella no es fácil de observar, debido a la acumulación de partículas de polvo que la ocultan. Por lo que en realidad se ve, es luz reflejada y reenviada por estas partículas de polvo que la estrella expulsa.
Pero a pesar de ser tan grande, se dice que está perdiendo masa, por la gran velocidad a la que viaja y acabará desapareciendo, aunque esto ocurriría dentro de un millón de años, por echar un cálculo.
De lo único que se puede estar seguro es que si superpusiéramos la Canis Majoris al Sol, la Tierra sería, lógicamente, aplastante por este gigante luminoso.
Veremos si en lo sucesivo, nuestra comunidad científica no descubre algo aún más grande y radiante que esto.
El equipo de astrónomos de la Universidad de Minnesota, han podido estudiar el comportamiento de esta estrella a través del Telescopio Espacial Hubble, es un telescopio robótico que está situado en órbita circular alrededor de la Tierra.
Existen varias teorías sobre esta estrella, unos dicen que se trata de una estrella muy grande y luminosa hipergigante roja y que se extiende más allá de la órbita de Saturno, mientras que por el contrarios hay quienes afirman que es una estrella supergigante normal, con un radio de aproximadamente 600 radios solares.
La diferencia de opiniones se debe a que la estrella no es fácil de observar, debido a la acumulación de partículas de polvo que la ocultan. Por lo que en realidad se ve, es luz reflejada y reenviada por estas partículas de polvo que la estrella expulsa.
Pero a pesar de ser tan grande, se dice que está perdiendo masa, por la gran velocidad a la que viaja y acabará desapareciendo, aunque esto ocurriría dentro de un millón de años, por echar un cálculo.
De lo único que se puede estar seguro es que si superpusiéramos la Canis Majoris al Sol, la Tierra sería, lógicamente, aplastante por este gigante luminoso.
Veremos si en lo sucesivo, nuestra comunidad científica no descubre algo aún más grande y radiante que esto.
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