Y no creas que esto es un invento de los tiempos modernos. Ya en épocas antiguas se realizaban rituales en el cambio de año para separar lo viejo de lo nuevo, como por ejemplo lo de apagar el fuego que ardía permanentemente en las casas para encender uno nuevo. Otro ejemplo es de los romanos, los cuales se regalaban monedas bañadas en oro acuñadas con la cara de Janus, dios de las puertas, y de los finales y comienzos, y que se representa con una cabeza que posee dos rostros mirando en direcciones contrarias, es decir, al pasado y al futuro. (Es por ello que January, enero en inglés, viene de Janus, y da nombre al primer mes del año).
También existían rituales para Nochevieja en otras culturas, como en la celta en la cual se regalaban ramas de muérdago sagrado para atraer la prosperidad o se realizaban ceremonias con velas a través de las cuales se pretendía armonizar las fuerzas de la Naturaleza.
Hoy en día encontramos que uno de los rituales más extendidos es el de comerse las 12 uvas de la suerte siguiendo las campanadas finales del campanario que anuncian los últimos 12 segundos del año. Se cree que si te da tiempo de comértelas todas y sin atragantarte, disfrutarás de buena suerte en los 12 posteriores meses que conforman el año que empieza. Más tarde se brinda con champán o sidra en familia y se escriben en un papelito los propósitos que se quieren cumplir a lo largo del año nuevo.
Pero esto no es así en cada rincón del mundo. En Venezuela se reúne la familia en las casas y preparan durante todo el mes de diciembre las hallacas que luego se regalarán en la víspera del Año Nuevo como símbolo de la amistad y del amor fraternal. En Escocia, sin embargo, llevan a cabo lo que llaman “Hogmanay“, el cual consiste en prender fuego a un barril de madera que lanzarán por las calles para que ruede por ellas. Se preparan así para que entre el año nuevo. Llegados ya los primeros minutos de enero van a casa de la familia para plantar allí su “primer pie“. Creen que si la primera persona que se presenta en tu casa en el año es morena de cabello traerá con ella la buena suerte.
En Alemania intentan adivinar el futuro con el ritual conocido por “Bleiglessen”, mediante el cual funden plomo en una soldadora y dejan caer las gotas en un recipiente cuando se acercan las primeras horas del día. El plomo se enfría y se solidifica, creando formas que ayudan a predecir lo que traerá el año que comienza.
Los chinos, por su parte, realizan rituales muy antiguos que pretende que los malos espíritus desaparezcan y utilizan los fuegos artificiales para espantarlos. Los brasileños en cambio bailan, cantan y rezan en las playas pidiendo que se cumplan sus deseos a la Iemanja, diosa del mar.
Sea como sea, te encuentres donde te encuentres y realices el ritual que realices, encomiéndate al año nuevo y empiézalo lleno de alegría. Eso te llenará de fuerza y estabilizará tus energías.
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