Uno de esos genios es Ieltxu, un habitante de Vizcaya que algunas leyendas sitúan en las montañas de Busturiam en una zona que suele estar permanentemente cubiertas de nieblas. Pero, ¿quién es? nadie lo ha visto, nadie lo conoce, nadie puede decir cómo es. Hace ya un siglo Resurreción de Maria Azkue y el padre Barandiarán lo describieron como un ave que se presentaba de noche cuando nadie lo esperaba ni llamaba. Y cuando lo hacía, lanzaba fuego por la boca, como si de un dragón se tratara, antes de escapar, de modo que quien lo veía era arrastrado a seguirlo.
Pero cuenta la leyenda que este extraño ser es capaz de desorientar alterando las luces y las sombras de la luna. El caminante que lo sigue se despista, atravesando los bosques a los que los lleva, sin darse cuenta que en su extravío, Ieltxu los conduce hacia abismos o desfiladeros.
Quien lo vé corre tras él, sin mirar abajo, sin fijarse en los pasos que dan, hasta que ya es demasiado tarde…
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