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Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



domingo, 20 de diciembre de 2009

Charles Manson y el Asesinato de Sharon Tate


Nada hacía presagiar que aquel joven de mirada perdida en las profundidades de las drogas acabaría siendo un ídolo de masas, el mesías satánico que liberaría al mundo del Apocalipsis y el guía que los llevaría a agartha, el mundo subterráneo en el que aguardarían hasta que la raza blanca hubiera desaparecido. Aquel joven, Charles Manson, había tenido una infancia dura, encaminada, casi desde sus primeros pasos al trágico desenlace que lo esperaba, como si el destino lo hubiera marcado ya desde el mismo vientre de su madre, la prostituta Kathleen Maddox.

Nacido el 12 de noviembre en Cincinnati (Ohio), sus primeros años lo vivió entre continuos problemas, pasando de familia en familia, y probando toda clase de experiencias autodestructivas: drogas, alcohol, vandalismo, violaciones, prostitución… Su acusada actitud antisocial lo condujo finalmente a la cárcel, y, curiosamente, fue allí donde tomó el giro definitivo que lo acabó convirtiendo en un mito satánico.

Fue en la cárcel, a lo largo de los años 50, donde tomó contacto con las virtudes del esoterismo, y algo, en su desquiciada cabeza, pareció perder el rumbo definitivamente. Durante años estudió la Biblia y cuantos textos sagrados de diferentes religiones caían en sus manos, hasta que en 1967 salió de la cárcel. En aquellos más de diez años entre rejas había concebido la loca idea de que el fin del mundo de acercaba, y creía ver señales de ello en todas partes. Pronto comenzó a considerarse como la reencarnación de Satanás e incluso de Dios.

En San Francisco creó un grupo llamado “La Familia” en el que incluyó a jóvenes marginados como él, cuyas vidas estaban perdidas en el mundo del LSD y los alucinógenos, y empezó a impartir sus creencias. Aquella secta iba ganando adeptos día a día bajo la tesis de que había llegado el momento del Apocalipsis. La raza blanca sería destruida por los negros, pero éstos, siendo como eran una raza inferior, según sus teorías, se encontrarían perdidos. Y ahí es donde aparecía su grupo, pues ellos serían los elegidos de guiar al mundo hacia un nuevo orden. Habrían de ser 144.000 los elegidos que, escondidos en un mundo subterráneo al que Charles Manson denominada Agartha, aparecían un día para dirigir a todos los supervivientes.

Sólo faltaba la señal definitiva que les pusiera frente a frente a ese dramático momento final en que el mundo se sublevaría y comenzaría la lucha…. y aquella señal llegó.

En su esquizofrénica y descontrolada cabeza, Charles Manson creyó ver en la portada del disco de Los Beatles, Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, y en la figura de Aleister Crowley, el llamado “mago negro” y autoproclamado también como descendiente de Satanás, esa señal que esperaba.

Acababan de trasladarse, él y sus seguidores, a Los Angeles, y aquel día comenzó una serie de asesinatos rituales por las mansiones angelinas con el firme propósito de acabar con los blancos. y entre todos aquellos asesinatos en los que jamás intervino, a pesar de inducirlos, se encontró el de Sharon Tate, la esposa del director de cine Roman Polanski que vivía en una casa situada en Beverly Hills.

En el césped del jardín se encontraban los primeros cadáveres, los de Abigail Folger, que era hija de un millonario industrial y el de Voyteck Frykowsky, cineasta amigo de Polanski. Un poco más adelante, dentro de un coche, estaba el de Steve Parent. Ya dentro de la casa estaba el escenario principal del crimen, el más macabro que pudiera imaginar mente alguna: Sharon Tate, embarazada de 8 meses, pendía bamboleante de una cuerda de nylon, colagada por el cuello y abierta en canal. Prácticamente le habían vaciado el vientre. Del otro extremo de la cuerda colgaba Jay Sebring, un conocido peluquero que trabaja en EE.UU. y en Londres; tenía la cabeza cubierta con una capucha negra y tras él, en la pared, escrito con sangre, la palabra “pig”.

Fue el primero de un rosario de crímenes que se sucedieron por la colina de Bel-Air, hasta que finalmente el grupo de Charles Manson fue detenido como autores de ellos.

Las razones permanecieron ocultas o desconocidas muchos años. Todo eran conjeturas, pues ninguno exponía una razón que les hubiera llevado al crimen, e incluso, se llegó a hablar de hechos sobrenaturales en aquel crimen, pues se supuso que la película que poco antes había rodado Polanski, “La danza de los vampiros” en el que satirizaba a los bebedores de sangre, había levantado algún poder oculto.

Sin embargo, la ayuda de una de los miembros de “La Familia” quien relató lo sucedido y acusó a sus compañeros, y la posterior declaración de la actriz Melody Paterson, amiga de Tate y del peluquero y además componente del grupo de Manson, quien explicó la que creía fueron las razones, ya que ella finalmente no participó en la matanza. Según sus declaraciones, aquel crimen iba dirigido contra Jay Sebring, el peluquero, un conocido sádico sexual que en el sótano de su mansión tenía la más horrible cámara de depravaciones sexuales que se pudiera imaginar. Según estas declaraciones, la semana anterior a su muerte, Sebring se encontró por la calle a dos chicas que iban totalmente drogadas, las invitó a su casa y se las llevó al sótano donde durante varias horas las sometió a las más horribles vejaciones. Aquellas dos chicas resultarían ser dos de las que participaron en el crimen, y una de ellas, incluso, fue la inculpada de clavar el cuchillo a Sharon Tate.

¿Fue entonces el crimen de la mansión de Sharon Tate una simple venganza o simplemente ya se tenía planeado la ola de crímenes y aquellas vejaciones solamente marcaron a la primera víctima de la matanza?

Sea como fuere, Charles Manson y sus seguidores fueron condenados a muerte en el año 1971, pero tuvieron la suerte de que estando pendientes de la ejecución la pena de muerte fue abolida en aquel Estado, por lo que se les conmutó a cadena perpetua, la cual aún cumple Manson, el profeta demoníaco.

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