Esta es la historia de dos naves espaciales que por alguna misteriosa razón se desviaron de su trayectoria. Una, la Pioneer 10, fue lanzada en 1972; su melliza, la Pioneer 11, un año después. Algo las hecho ir más rápido de lo pensado. La aceleración es mínima, pero suficiente para desviar sus trayectorias en 400.000 kilómetros. Nadie sabe cuál es la causa. Algunas posibles explicaciones, como un error en el software o una pérdida de combustible, ya fueron descartadas. Los científicos afirman que si se trata de algún efecto gravitacional, no es ninguno conocido.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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