Stormberger predijo la aparición de los coches, ferrocarriles y aviones, pero no se detuvo ni mucho menos en los avances tecnológicos, y es que el alemán sorprendió al mundo al decir que:
“Dos o tres décadas después de la primera guerra vendrá una segunda más larga. El ella se implicarán la totalidad de las naciones del mundo. Millones de hombres perecerán sin ser soldados. Del cielo caerá fuego y muchas grandes ciudades serán destruidas”
Era el 1830, más de 100 años entes de la Gran Guerra, y el bávaro predijo con casi total exactitud las dos grandes guerras del siglo, diferenciándolas en dos décadas y prediciendo grandes batallas aéreas que destruirían ciudades enteras y matarían civiles. Hay que recordar que en su época los aviones ni se conocían y que casi todas las grandes guerras hasta aquel momento habían producido la muerte de soldados, pero nunca los civiles se habían visto tan expuestos como él dijo.
Junto a Stormberger otros grandes pensadores predijeron un hecho similar, como el poeta Heinrich Heine o Burkhardt. Cuando Hitler llegó al poder, creyente como era de todas las teorías esotéricas, y temeroso de las profecías, ordenó quemar, dentro de aquella gran quema de libros que se hizo, las predicciones de Stormberger, los escritos de Burkardt y la obra completa de Heine.
Pero no todos fueron profecías en las que se mencionaban cataclismos, sino que más de uno predijo la venida de un “salvador”, como Von List, quien en 1910 proclamó que un extraño llegaría trayendo el orden, un Führer (y utilizó estas palabras) que uniría a Alemania y Austria y a todo el pueblo germano. En sus palabras e ideales acabaría basándose von Liebenfels, considerado el padre del nacionalsocialismo, cuya revista, Ostara, fue el libro de mesa del propio Hitler.
Y no sólo profecías, sino también la astrología pareció unirse a veces para anunciar la Gran Guerra y la llegada de Hitler, como Ebertin, astrólogo quien creyó leer en las estrellas que un hombre de acción, al que llamó Führer y del que dio su fecha de nacimiento (que coincidía ocn la de Hitler) nacería y haría estallar una crisis incontrolable, o como Eckhart, quien contó que en una sesión de espiritsmo realizada en el año 1915, oyó una voz que le decía que un alemán llegaría y levantaría a la raza aria y vencería a los judíos…
¿Verdades, mentiras? ¿simples interpretaciones?… lo cierto es que las palabras están ahí, escritas algunas, oidas otras, pero existieron… lo que de ellas se quiera pensar está en nuestro propio entendimiento y en la libertad de nuestros pensamientos…
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