Las tres Gorgonas, llamadas Esteno, Euríale y Medusa, eran hijas de Forcis y Ceto, dos de las distintas divinidades del mar, que además eran hermanos. La apariencia de estas tres criaturas provocaba miedo y espanto pues no sólo tenían serpientes en vez de cabellos, sino que también tenían su cuerpo cubierto de escamas de dragón, colmillos de jabalí en sus bocas, manos de bronce y alas de oro, las cuales pesaban tanto que con ellas no podían volar. Aunque lo peor de todo, lo más temible, era que si las miraban directamente a los ojos te convertías en piedra.
Medusa, diferente a sus hermanas al nacer y la más joven de ellas, terminó convirtiéndose también en una criatura monstruosa pero no adquirió la inmortalidad. Así terminó muriendo decapitada a manos de Perseo, héroe mortal hijo de la bella Danae y nieto del Rey de Acrisio, no sin que antes naciera de la sangre de su cuello Pegaso, el caballo alado, y el gigante Criasor. Perseo, una vez cumplida su misión, entregó la cabeza de Medusa a Atenea, la cual la incorporó a su escudo de batalla, conocido como Égida. Ahora bien, la sangre de Medusa, sin embargo, si que podía resucitar a los muertos.
Hablemos ahora de las otras hermanas Gorgonas, Esteno y Euríale. Esteno, que era considerada la más agresiva de las tres Gorgonas, poseía una extraordinaria fuerza psíquica y física con la que fácilmente manipulaba a aquellos que se acercaban. Por su parte, Euríale, la mayor de las tres, tenía el don de la sanación en su sangre. Ahora bien, su torrente sanguíneo sólo curaba cuando brotaba de su lado derecho; si lo hacía del izquierdo se convertía en el más letal y rápido de los venenos.
Las Gorgonas a su vez eran hermanas de las Greas, seres espantosos que ya parecían viejas desde el momento de su nacimiento.
Bolas de Gorila =D
ResponderEliminar