Dentro de ese huevo vivía Pan'Ku creado por esas fuerzas, y estuvo durmiendo en el durante 18.000 años hasta que un día despertó y al estirarse lo rompió. (Otras versiones dicen que cogió un hacha enorme y la empleó para romper el huevo)
De los trozos que quedaron, los pesados (parte oscura) se quedaron abajo y formaron la tierra y los más ligeros (parte clara), flotaron y formaron el cielo.
Pan' Ku se quedó en el medio para impedir que las dos partes se unieran.
La Tierra durante otros 18.000 años seguiría creciendo más y más, al igual que Pan' Ku.
Hasta llegar al momento en el que la tierra y el cielo no podían crecer más y Pan' Ku se agotó tanto que falleció.
De cada parte de su cuerpo nacieron las cosas que ahora forman parte de nuestro mundo:
su cuerpo y sus miembros se convirtieron en 5 grandes montañas, su aliento se transformó en el viento y las nubes, su voz en el trueno, un ojo se transformó en el sol y el otro en la luna.
Sus músculos se transformaron en fértiles campos, sus lágrimas los ríos y mares, su sangre formó el agua y sus venas caminos.
Las estrellas las formaron su pelo y su barba y la vegetación salió de su piel.
Su médula se transformó en jade y en perlas. Su sudor se transformó en la fina lluvia y el rocio.
Se decía que cuando estaba contento brillaba el sol y cuando estaba enfadado todo se nublaba.
¿Y los seres humanos de dónde habrán salido? Aunque sea lamentable tiene su lógica, según la mitología china, nosotros los humanos nacimos a partir de los parásitos que tenía el gigante Pan' Ku en su cuerpo, pulgas y piojos.
Otra interpretación muy distinta es que Pan' Ku nació de los 5 elementos y con un cincel y un martillo construyó la tierra. Así pues se encuentra a Pan' Ku representado como un primitivo velludo que sostiene un gran martillo con el que rompe la roca primigénia.
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