En la versión contada por Ovidio, Narciso es pretendido por varios muchachos y mujeres. Una de ellas es la ninfa Eco que, castigada por la diosa Hera, estaba condenada a hablar repitiendo las últimas palabras que oía, por lo que le costaba expresar lo que sentía.
Pero un día se oculta en un bosque y cuando Narciso pasa por el lugar, la ninfa hace ruidos, y a la pregunta del joven “¿Hay alguien aquí?”, ella responde “aquí, aquí…”. Luego se aparece ante él con los brazos abiertos en clara señal de amor, pero Narciso la rechaza y se aleja.
Dolida, la ninfa Eco se recluye en una cueva hasta que desaparece, pero queda su voz, que continúa repitiendo para siempre las últimas palabras que escucha.
La diosa de la venganza, Némesis, condena la actitud de Narciso haciendo que este se enamore de su propia imagen reflejada en un estanque. Así fue que el joven contempla su reflejo y no puede separarse de sí mismo, hasta que muere ahogado, atraído y ciego por su propia imagen reflejada en el agua.
En otra versión, Narciso es amado por un joven llamado Aminias, quien pretende su amor y lo busca con frecuencia. Narciso, cansado y, según dicen, incapaz de amar a alguien, le envía al joven una espada con la intención que se de muerte a sí mismo, como prueba de amor. Aminias obedece a Narciso, pero lanza una maldición sobre su amado al que condena a amar a su propio reflejo.
Ahí la historia se repite. Narciso se queda pasmado ante su propia imagen reflejada en el estanque de agua hasta que muere ahogado. Aunque algunos postulan que muere de sed, incapaz de alejarse de su propia imagen e incapaz también de profanar la quietud del agua, por miedo a que la visión desaparezca.
Una tercera versión, un poco menos difundida, sugiere que Narciso estaba enamorado de su hermana gemela, con la que solía salir de caza. Pero un día esta muere y Narciso encuentra consuelo en su propia imagen que le recuerda a su gemela fallecida.
En todos los casos, en el lugar de la muerte de Narciso, nació una flor bellísima, el narciso.
La leyenda de Narciso dio origen a la expresión “narcisismo” que se refiere a aquellos hombres y mujeres que están más pendientes de sí mismos que de los demás. Tiene relación con la falta de altruismo y del egoísmo reinante, algo que se parece más a una enfermedad mundial, que a un simple comportamiento.
Tal vez deban recordar esas personas el inevitable final de Narciso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario