Grigori Yefímovich Rasputin ( 22 enero 1869- 29 de diciembre de 1916)místico ruso que ejerció una gran influencia en la familia Romanov. Llamado a la corte para curar la hemofilia del único hijo varón del zar Nicolás II, se convirtió en consejero del zar y la zarina.
Criado de forma salvaje y sin ninguna instrucción, Rasputin ingresó a los 18 años en un monasterio, en el cual estuvo apenas tres meses, pero fue suficiente para que se convirtiera en un místico. Ingresa entonces en una secta cristiana (flagelantes) condenada por la iglesia ortodoxa, debido a sus prácticas orgiásticas y su creencia en la flagelación como único camino a la fe. En 1889 se casa y de este matrimonio nacen tres hijos. En 1901 emprendió un viaje místico donde adquirió conocimientos de historia, esoterismo, teosofía, tradiciones y viejas religiones. En 1905 es llamado por la familia real. Su muerte fue planeada por algunos nobles que deseaban acabar con la influencia que el monje tenía sobre la zarina. Las dificultades que sus ejecutores tuvieron para matarlo, acrecentaron la fama de hombre santo de Rasputin.
Predicciones de Rasputin sobre la revolución rusa:
...” Siento que debo morir antes del año nuevo. Quiero hacer presente, no obstante, al pueblo ruso, al Padre, a la Madre de Rusia y a los Muchachos, que si yo soy asesinado por comunes asesinos, y especialmente por mis hermanos aldeanos rusos, tú, Zar de Rusia, no tengas miedo, permanece en tu trono, gobierna y no temas por tus Hijos, porque reinarán por otros cien o más años. Pero si soy asesinado por los nobles, sus manos quedarán manchadas por mi sangre y, durante veinticinco años, no podrán sacarse de la piel esta sangre. Ellos deberán abandonar Rusia. Los hermanos matarán a los hermanos; ellos se matarán entre si. Y durante veinticinco años, no habrá nobles en el País. Zar de la tierra de Rusia, si tú oyes el tañido de las campanas, que te anuncian que Grigori ha sido asesinado, debes saber esto: Si han sido tus parientes quienes han provocado mi muerte, entonces ninguno de tu familia, o sea ninguno de tus hijos o de tus parientes, quedará vivo durante más de dos años. Ellos serán asesinados por el pueblo ruso... ¡Rogar, rogar, sed fuertes, pensad en vuestra bendita familia!".
"La cruz será arrojada en la bodega. Los martillos golpearán sobre los altares y las llamas devorarán las iglesias... Así comenzará la caza de la serpiente. Pero el buitre confiará la espada a una nube, que matará a la serpiente durante la tercera luna. El buitre se encarnizará después contra sus gusanos, hasta que perezca... Cuando el establo esté lleno de bueyes, se abrirán las puertas, y entonces; adiós Santa ¡Adiós, Santa de las Santas! Esto sucederá en el tiempo del sol,.. De la cruz se blasfemará y llegará el día en que no habrá tierra suficiente para sepultar a los muertos... Pero el imperio durará poco. Cuando se desencadene el sol, no crecerá más hierba a la altura del Volga. Sólo después de una gran desolación y una gran turbación, la cruz de la Santa volverá de nuevo a los altares. Y la serpiente y el buitre no serán nunca más temidos. A la Santa, como a la Santa de las Santas, acudirá un gran hombre que vendrá a rendir justicia".
"... Sobre Petersburgo caerán las tinieblas. Cuando su nombre sea cambiado, el imperio habrá terminado. Y cuando su nombre otra vez sea cambiado, sobre Europa entera estará a punto de desencadenarse la Ira de Dios. Retornará Petersburgo cuando el sol haya acabado de llorar y la Virgen de Kazan ya no esté. Petersburgo será la capital de la nueva Rusia y de sus entrañas se levantará un tesoro, que será llevado a todas las tierras de la Madre Santa".
Profecías de Rasputin para nuestro tiempo:
"... Los venenos abrazarán a la Tierra como un fogoso amante. Y en el mortal abrazo, los cielos tendrán el hálito de la muerte, y las fuentes no darán más que aguas amargas, y muchas de estas aguas serán más tóxicas que la sangre podrida de la serpiente. Los hombres morirán a causa del aire, pero se dirá que han muerto del corazón o de los riñones... Y las aguas amargas infectarán los tiempos como la cicuta, porque las aguas amargas alumbrarán tiempos amargos". "... Cuando vuelen las imágenes, madurará un fruto venenoso, y serán muchos quienes lo comerán. Y el fruto venenoso transformará a los hombres en animales, incapaces de alzar la cabeza al cielo... Las imágenes que vuelan consumirán las fuerzas del hombre, pero el fruto venenoso embriagará al hombre. Y cuando todo haya acabado, el hombre se volverá a encontrar cansado y desgarrado, más hambriento que antes.”
"... Nacerán monstruos, que no serán ni hombres ni animales. Y muchos hombres, que no estarán señalados en la carne ni en la mente, llevarán el signo en el alma. Cuando después, los tiempos maduren, encontraréis en la cuna al monstruo de los monstruos: el hombre sin alma". "... Cuando se hable mucho del hombre, será el tiempo en que se descuidará el hombre. Y cuando se hable del bienestar, será el tiempo en que un malestar sutil serpenteará entre la gente. Montañas de palabras se gastarán para nada, y trampas entre palabras confundirán los caminos del buen sentido. Muchos hombres serán destruidos por las pestilencias; muchos hombres serán destruidos por las armas, y muchísimos serán destruidos por las áridas palabras. Porque, cuando los tiempos maduren, el hombre será rico de lengua, pero pobre de corazón".
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