La Profecía:
Hubo de todo. Un avión que iba a ser usado en el rodaje en 1976 se estrelló y sus ocupantes murieron. El IRA atentó contra el hotel y un restaurante que frecuentaba el equipo y el reparto. Gregory Peck padeció la muerte de su hijo. Y John Richardson, de efectos especiales, sufrió, el viernes 13, un accidente de coche en el que murió su ayudante. Justo al lado, una señal indicaba: km 66,6.
Poltergeist:
A poco del estreno de la película, en 1982; Dominique Dunne, joven actriz que personificaba la hija adolescente de la familia., fue asesinada brutalmente por su novio, aparentemente a “causa de celos”.
Por su lado, la casi protagonista Heather O’Rourke, recordada y bonita niña de cabellos rubios y ojos azules, que había trabajado en los tres filmes, a poco de finalizar el rodaje de “Poltergeist III”, en 1988, se levanto con fuertes dolores, para luego fallecer en el hospital, con un fatal diagnostico : estenosis intestinal. Enfermedad tan extraña como repentina. Tenía 12 años.
La mala fortuna continuaría con más raras desapariciones, el imponente actor de origen indio: Will Sampson –gigantón que se había dado a conocer en “Atrapado sin salida” (1975, Milos Forman)-, fue convocado para interpretar a un “chaman” (curandero) con poderes curativos en “Poltergeist II”. Al terminar el rodaje, este hombre en apariencia tan fuerte y sano, vio su cuerpo invadido por un cáncer que lo consumió y llevo a la tumba. Otro actor: Julian Beck- fundador de la compañía teatral “Living theater”-, que en la segunda parte encarnaba a un maléfico sacerdote, fue hospitalizado al terminar el rodaje en una clínica de Los Angeles, y se vio atacado por otra misteriosa enfermedad, que origino su deceso semanas después.
También su tuvo conocimiento que otros miembros del equipo técnico y artístico, fallecieron a poco de finalizar los últimos rodajes de la saga. Una mera coincidencia o las consecuencias de una maldición alcanzaron la lógica…?.Vaya uno a saber.
Pero cuando la realidad supera a la ficción, esta suele seguir asombrándonos.
El exorcista:
Es la película maldita por excelencia, ya que son varias las muertes relacionadas con ella. Ya en el primer día de rodaje, a la misma hora, muere el abuelo de Linda Blair (la niña que hacía de Reagan), el hermano de Max Von Sydow (el anciano que encarnaba al Padre Merrin) y el hijo del regidor de la película con tan solo un día de vida.
Más tarde se van a Irak a rodar las escenas del principio de la película. Allí se incendia tres veces el estudio de la Warner por motivos desconocidos y mueren misteriosamente cuatro trabajadores contratados para la filmación. Obligan a un cura a bendecir el lugar. La figura del demonio Pazuzu se perdió camino de Irak (escena inicial) y fue encontrada en Hong Kong
Jack McGugan, el que hacía de director de cine y que se tuvo que ir de la fiesta porque se emborrachó, murió de un ataque al corazón en pleno rodaje. Tuvieron que cambiar el guión por completo haciendo que el actor muriese también en la película cayéndose del cuarto de la poseída. A Jason Miller (el Padre Karras), lo que le ocurre es que muere su hijo atropellado por un camión, también en pleno rodaje de "El Exorcista". En el año 2004, cuando estrenan "El Comienzo", la cuarta parte, éste cae fulminado de un ataque al corazón.
El 2 de Abril de 1975 deciden llevar la película al Teatro de la Comedia de Londres. La actriz que hizo de niña poseída (Mary Ure) murió poco después de realizar la primera función. No le dio tiempo a hacer la segunda. Se la encontró Peter Coe, director de la obra, cuando fue a felicitarla al camerino por lo bien que lo había hecho: se la encontró cruzada de bazos, llena de vómitos, y en la cama tumbada. Pero esto no acaba aquí, porque la cuarta película la iba a hacer otro director que murió también en pleno rodaje de "El Comienzo". Con el nuevo director empieza el rodaje y a los pocos meses, a éste, le pilla un camión, pero, afortunadamente, no muere.
La última muerte la "protagoniza" el compositor que iba a hacer la banda sonora de esta última película.
Aparte de muertes también ha habido fenómenos que podemos catalogar como fenómenos poltergeist, ya que en numerosas ocasiones se han fundido las cámaras, han estallado los focos o se ha quemado el escenario। A todo esto se le pueden llamar "casualidades", pero también es verdad que los actores que trabajaban en la película "murieron" profesionalmente, ya que ninguno volvió a trabajar en películas de una categoría media, además, la protagonista, Linda Blair, cayó en el mundo de las drogas, llevó a cabo numerosos intentos de suicidios y toda su vida profesional la dedicó a películas de serie "B" de bajo presupuesto.
Tres Solteros y un Biberón:
Con el protagónico de Tom Selleck, en la que aparece un chico asomándose en una escena. Se pudo comprobar que no había ningún niño en la filmación y que en el lugar había fallecido una criatura con las características físicas de esa extraña aparición. Y aunque los productores dijeron que era una foto en tamaño natural de alguno de los protagonistas, usada para promoción, que alguien descuidadamente había dejado allí; nadie creyó esa pueril explicación y el caso quedó registrado como uno más de los increíbles sucesos que rodean a ciertas películas, sobre todo a aquellas que osan penetrar en temas satánicos o sobrenaturales.
Drácula:
Uno de los casos más famosos es el del actor Bela Lugosi, quien fue el que más veces interpretó a Drácula y cuyo trabajo se recuerda por muchos como el mejor en la gran cantidad de representaciones que se han hecho de este personaje sanguinario, diabólico e inmortal creado por Brack Stoker. Lugosi fue tan influenciado por su personaje de vampiro humano que terminó siendo una ruina. Dormía en un ataúd y no salía nunca a la luz del día; incluso hay quienes afirman que pagaba grandes fortunas a gente que le consiguiera sangre humana
El bebé de Rosemary
Tuvo como protagonista a Mia Farrow y fue dirigida por Roman Polanski en 1968, cuenta la historia de una mujer embarazada acosada por una secta diabólica de la que forma parte su propio esposo. La joven da a luz a un hijo del diablo. Uno de los actores de esta película, Anton La Vey fundó lo que llamó “La iglesia de Satán” en la cual participaron con el tiempo muchas personas vinculadas con el mundo del cine. La actriz Jayne Mansfield murió después de ser maldecida por practicar incorrectamente un ritual dentro de una iglesia. Pero el hecho más notorio y sangriento relacionado con este film fue el que le ocurrió a la mismísima esposa del director Polansky. La actriz Sharon Tate estaba embarazada cuando fue atacada en su residencia por el llamado “Clan Mason” y asesinada en un ritual, donde con la sangre de las víctimas se escribieron en las paredes consignas satánicas.
Tanto Mason, como sus seguidores dijeron recibir órdenes de su dios diabólico. Para completar la relación con lo diabólico, recordemos que algunas escenas del film “El Bebé de Rosemary” se realizaron en el edifico Dakota, en el centro de Nueva York; donde años antes había vivido el genio del cine de terror, el actor Boris Karloff, de quien se dice que en su departamento del edificio Dakota hacía pactos con el diablo. Este edifico siempre fue considerado maldito y por eso fue recomendado a Polansky para lograr un clima satánico en su rodaje. Por último, recordemos que a las puertas del edificio Dakota fue asesinado uno de los grandes defensores de la paz, John Lennon, y que su asesino dijo haber recibido “órdenes mentales” del mismísimo demonio
Superman:
Bud Collyer fue el primer actor en dar vida a Supermán. Lo hizo sólo con su voz pues era el actor detrás de los dibujos animados que se realizaron en los años 40 y volvió a hacerlo en otra serie sobre el personaje en los 60. Tres años más tarde murió por “leves problemas circulatorios”. La historia puede parecer casi anecdótica (excepto para el pobre Collyer) o tal vez una advertencia de lo que había de ocurrir con el siguiente actor en dar vida a Supermán. George Reeves (con s) incorporó el personaje en la serie de televisión de los años 50 que fue uno de los primeros grandes éxitos de un invento aún en pañales. En 1959 le encontraron muerto de un disparo en la cabeza. La causa oficial de la muerte fue suicidio pero sus huellas no estaban en el arma homicida. Reeves mantenía una relación con la mujer de Eddie Mannix, un alto cargo de la Metro Goldwyn Mayer. El último Supermán cinematográfico, Christopher Reeve, vivía tetrapléjico, confinado en una silla de ruedas desde que en 1995 se cayó montando a caballo. A los 52 años ha muerto de un ataque al corazón. Allá donde haya ido podrá encontrarse con su compañero de reparto Richard Prior, que murió prematuramente víctima de la esclerosis múltiple.
Su novia en la ficción, Margot Kidder, ocupó portadas de revistas y programas enteros de televsión cuando en 1996 sufrió un episodio de amnesia: desapareció cuando se dirigía al aeropuerto y no se supo nada de ella hasta tres días más tarde, cuando la policía la encontró “asustada y paranoica” en el jardín de una casa de Glendale (California). Se había destrozado la ropa y cortado el pelo a navajazos. Los médicos concluyeron que no estaba bajo los efectos de la bebida ni las drogas, pero ella aseguraba que huía de alguien. Tuvo que ser ingresada en un centro psiquiátrico. Su desgracia no acaba ahí: en agosto de 2002 sufrió un grave accidente de coche en el que se rompió la pelvis y al que sobrevivió casi milagrosamente. La amenaza puede ser más o menos etérea pero lo cierto es que desde hace años Warner Bros. busca sin éxito un actor para rodar una nueva versión del cómic. Brendan Fraser, Josh Hartnett, Paul Walker, Nicolas Cage, Ashton Kutcher… todos temen ser víctimas de la maldición de Supermán.
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