Los más antiguos aseguran que en los baños las "ánimas" hacían de las suyas, al extremo nadie se atrevía a entrar en ellos, especialmente durante las noches.
También se habla de sábanas que repentinamente cobraban vida y danzaban en el aire mientras los canastos que las contenían chocaban contra los muros y las luces parpadeaban.
Frecuentes también eran los relatos de un misterioso "duende" que se aparecía en el vestíbulo, y de un personaje ataviado de un largo abrigo oscuro que solía recorrer los pasillos.
Carmen Astudillo trabajó como arsenalera durante 40 años en dicho hospital, específicamente entre 1959 y 1999, cuando jubiló. La ex funcionaria reconoce que en ese tiempo ocurrían muchas cosas insólitas, pero algunas pueden tener explicación.
Recordó que en aquella época en la oficina de los doctores existía un largo abrigo negro que al parecer no pertenecía a nadie.
La vestimenta solía ser utilizada por los médicos para protegerse del frío durante sus rondas nocturnas, de donde podría provenir la historia del alma en pena que transitaba por los pasillos del hospital. El resto de los acontecimientos, siguen siendo un misterio.
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