lunes, 9 de marzo de 2015
La Bruja de Blair
Durante el mes de febrero del año
1785, en el pueblo llamado Blair (Maryland, Estados Unidos), unos
niños denunciaron que una anciana del lugar, llamada Elly Kedward,
los había engañado para que fuesen a su casa, donde procedió a
extraerles sangre. Los niños denunciaron el hecho en cuanto tuvieron
contacto con sus padres, y ellos hicieron lo propio ante las
autoridades del lugar.
Ante la evidencia (las heridas de los
niños), los habitantes de Blair reaccionaron con asombrosa rapidez:
de acuerdo con las normas y leyes del lugar, la expulsaron del
pueblo, aunque de una forma muy sádica: Kedward fue atada a una
pequeña carretilla, y en ella fue empujada hasta los bosques del
lugar, para luego ser abandonada a su suerte en un invierno que fue
especialmente crudo. Los lugareños dieron por hecho que la supuesta
bruja habría muerto de frío, hambre, o de alguna otra forma, por lo
que no se preocuparon demasiado, cometiendo un error fatal.
En noviembre de 1786, más de un año
después del abandono de Elly Kedward, la hija del magistrado de
Blair desapareció sin dejar rastros durante la primera noche en que
nevó. Una semana más tarde, sucedió lo mismo con el principal
acusador de Kedward. Pero eso no fue todo, sino que, para el final
del invierno, casi la mitad de los niños del pueblo habían
desaparecido misteriosamente, incluyendo a todos los que denunciaron
a la bruja. Temiendo una maldición, gran parte de los habitantes de
Blair huyeron en cuanto mejoró el tiempo y juraron no volver a
pronunciar el nombre de Elly Kedward.
En noviembre de 1809 se publica el
libro titulado El Culto a la Bruja de Blair. Es una historia de
ficción barata en cuanto a calidad, en la que se cuenta la historia
de un pueblo llamado Blair que se encuentra bajo la maldición de una
bruja llamada Elly Kedward. Según el libro, la bruja es cazada y
quemada por sus crímenes.
En 1824 se funda Burkittsville, sobre
el antiguo asentamiento de Blair, aunque ninguno de sus fundadores
conocen la antigua historia del lugar. No hubo indicios de brujería
hasta agosto de 1825: una decena de vecinos de Burkittsville aseguran
que del río que cruza la localidad sale una mano de una mujer
extremadamente pálida. La gente comienza a investigar pero la mano
desaparece misteriosamente; sin embargo, nadie puede evitar que
Eilleen Treacle, una niña de diez años, se sumergiera en el río.
Nadie jamás volvió a verla, pero desde su desaparición, el arrollo
se vio obstruido por una increíble cantidad de ramas grasientas que
afectaban la potabilidad y pureza del agua. Un lugareño muere al
poco tiempo, pero su defunción se atribuye a la contaminación del
río.
Mucho tiempo después, en marzo de
1886, desaparece una niña de ocho años llamada Ravin Weaver. Varios
equipos de salvamento son enviados a buscarla. Ravin regresa, pero no
sucede lo mismo con uno de los grupos de rescate. Pocas semanas
después los cuerpos de aquel grupo son encontrados en un lugar
llamado Coffin Rock. Los cadáveres estaban atados entre sí en forma
pentagonal, y todos habían sido brutalmente destripados.
Pero no hubo otro suceso misterioso
hasta más de cincuenta años después: siete niños desaparecen
entre noviembre de 1940 y marzo de 1941. Ese mismo mes, un ermitaño
llamado Rustin Parr acude al mercado del pueblo y grita “por fin he
terminado“. Nadie pudo descifrar el significado de estas palabras
en el momento, ni sonsacar más información a Parr, hasta que la
policía del lugar es llevada por él mismo hasta su cabaña, donde
Parr aseguraba que entenderían todo. Después de cuatro horas de
caminata por el bosque (el mismo en el cual había sido abandonada
Elly Kedward) llegan a la cabaña de Parr, descubriendo allí los
cadáveres de los siete niños, colocados en siete tumbas. Tras
exhumar los cuerpos, se descubren símbolos de violencia, y algunos
se hallaban destripados, como si su asesinato hubiese formado parte
de un ritual diabólico. Parr es condenado por el asesinato de los
siete niños, aunque éste jamás abandona su explicación: dice que
podía escuchar una voz en su mente, la voz de una anciana, que lo
dirigió en todo momento. Parr es ejecutado en la horca.
La gente del lugar cuenta que Parr, una
vez secuestrados los niños, los llevaba de a dos al sótano de la
cabaña. Allí, colocaba uno en un rincón, porque no podía soportar
sus miradas. Mataba al que estaba junto a él, y luego hacía lo
propio con el que se encontraba en el rincón.
En octubre de 1994, un grupo de
cineastas se muestra interesado en esta leyenda urbana, decidiendo
hacer un documental para investigar su veracidad. Sus nombres son
Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams. En su afán por
recolectar la mayor cantidad de información posible, deciden
entrevistar a los habitantes de Burkittsville, entre los cuales se
encuentra Mary Brown: una anciana que es tomada por loca en esa
población. Brown asegura que un día, mientras observaba el cielo
recostada en un montón de hojas del bosque, sintió una extraña
presencia junto a ella. Cuenta que pudo ver a una extraña mujer
totalmente cubierta de pelo, resultado de una mezcla entre un humano
y una bestia. Brown asegura que la mujer en cuestión era Elly
Kedward, la bruja de Blair.
El 21 de octubre, los tres cineastas se
adentran en el bosque del lugar con el objetivo de encontrar Coffin
Rock, el lugar donde se realizó la extraña masacre de un grupo de
rescate.
Los estudiantes de cine debían de
haber regresado el día 23; sin embargo, llegó el 25 de octubre, y
no hubo ningún rastro de ellos. Las autoridades encuentran el coche
de Joshua Leonard al borde de la carretera. Un día después, los
familiares de los desaparecidos denuncian la situación. La policía
del estado de Maryland se encarga de la búsqueda, acción que es
llevada a cabo durante tres días por un total de cien hombres,
aunque no encuentran rastros de ellos.
El 16 de octubre de 1995, un estudiante
de antropología encuentra varios elementos de filmación que,
supieron después de ver las cintas, fueron utilizados por los tres
cineastas para realizar el documental. Las cosas estaban enterradas
bajo una vieja cabaña; la misma en la que habían matado a los siete
niños. No hay rastro de los cuerpos de los estudiantes.
La policía ve las cintas de filmación
y determina que, en efecto, pertenecieron al grupo de estudiantes de
cine. Realizaron una recopilación de algunas escenas de ellas, que
fueron entregadas a los familiares. Sin embargo, la investigación no
avanza, por supuesta falta de pruebas. Un año más tarde se hace
publico un segundo fragmento de la filmación, pero la investigación
sigue sin avanzar.
Finalmente, el caso se da por cerrado.
Las familias reciben la totalidad de las filmaciones, pero los
cuerpos de Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams jamás
fueron encontrados.
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