sábado, 9 de agosto de 2014
El Nahual: El Hombre-Lobo Prehispánico
Teorías
ocultistas sobre el origen de la raza humana sugieren que el hombre
debe haber evolucionado pasando por diferentes formas minerales,
vegetales y animales antes de alcanzar su estado actual. Esta es una
forma primitiva para explicar el origen de las criaturas mitad
hombre, mitad animal.
México
es conocido, entre otras cosas, por sus shamanes, hechiceros y
curanderos (médicos de la tribu), a veces llamados Nahuales o
Naguales. Todos los pueblos y ciudades en México tienen al menos un
Nahual.
La
palabra azteca para Nahual es Nahualli, que significa lo que es mi
vestidura o piel, y se refiere a la habilidad del Nahual de
transformarse en una criatura mitad hombre, mitad animal (lobo,
jaguar, lince, toro, águila, coyote...). Ese vocablo también se
refiere a la nigromancia, ocultismo y malicia.
Antes
del apogeo de las grandes civilizaciones prehispánicas como la
Azteca o la Maya, los indígenas Yakis, Tarahumaras y Seris que
vivían al norte de México y el sur de los Estados Unidos (cerca del
900 d.C.) tenían nahuales. Estas civilizaciones se hallaban
asentadas en parte de lo que hoy son los estados americanos de
California, Nuevo México y Texas, y los estados mexicanos de
Chihuahua, Baja California, Sonora y Sinaloa. Ellos creían que si un
hombre puede llegar a conocer su espíritu primitivo o nahual,
entonces lo podía usar para curar a la gente y practicar la magia.
Muchos dibujos primitivos en viejas cuevas muestran a personas como
hombres-lobo.
En
el Imperio Azteca los nahuales eran protegidos por Tezcatlipoca, el
dios azteca de la guerra y el sacrificio. La leyenda contaba que un
nahual podía desprenderse de su piel y transformarse en una de estas
criaturas. Muchos cazadores aztecas y colonizadores decían que
durante la noche habían matado a un animal y al amanecer el cadáver
se había transformado en el de un hombre.
EL
Nahual sólo puede transformarse durante la noche y ataca a nuestros
hijos con hechizos infernales, dicen las personas desde la época de
la Colonia (1500-1800 d.C.) hasta el día de hoy. La Santa
Inquisición (el tribunal católico castigaba judíos, brujas, y
quien no fuera católico) persiguió a los nahuales durante mucho
tiempo. Pero la gente creía en su poder y a veces los protegían,
especialmente en las comunidades indígenas.
En
nuestros días, Carlos Castañeda, un antropólogo sudamericano que
estudia a los nahuales, ha publicado muchos libros acerca del tema
desde 1960: Las Enseñanzas de Don Juan, Una Realidad Aparent, y
Viaje a Ixtlán. Pero como nadie se ha tomado la molestia de
verificar su investigación, muchos dicen que es sólo un fraude.
Tan
sólo muestra una parte de los rituales secretos y hierbas utilizadas
para transformarse en una de estas criaturas, y la manera de
contactar nuestro nahual interno. Los libros son muy confusos y
tienen menos información que la que es conocida públicamente. Un
nahual puede tener varios espíritus que lo protejan, a la manera de
los indios norteamericanos. Básicamente todos los ritos de las
civilizaciones americanas se parecen.
El
día de hoy mucha gente, especialmente en las comunidades rurales de
México, cree en los Nahuales. El tema ha cobrado interés a partir
de 1982, porque el genetista Frank Greenberg de la Universidad Baylor
de Medicina descubrió a una familia mexicana con una afección que
los hace verse como hombres-lobo: sus cuerpos estaban cubiertos de
pelo de un modo muy parecido al hombre-lobo de la clásica película
de Hollywood The Wolfman (1945).
Esa
familia fue segregada de la sociedad, forzada a esconderse en su
hogar en el pueblo de Loreto, pudiendo hallar empleo sólo en un
circo.
La
leyenda de los Nahuales tiene partes obscuras, perdidas en el pasado,
en la mágica cosmología mexicana. Tal vez sus verdades sean
halladas, pero, hasta ese momento, todo puede ser posible.
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