Esquilo la describe en su carro tirado por negros caballos que atraviesa de noche el cielo con su manto cubierto de estrellas; para Esquilo es buena consejera y madre de la Erínyas. En el friso del altar de Pérgamo, obra helenística hoy en el Museo de Berlín, Nyx aparece como una mujer cubierta con una larga túnica de pliegues.
Se tienen pocos datos sobre su culto pero parece que se le sacrificaban gallos y ovejas negras. Su animal sagrado era el búho y su planta simbólica, la adormidera.
Javier Tomeo escribió para la inauguración de la XL edición de Teatro Clásico de Mérida (1994) su obra titulada "Los bosques de Nyx"; fue dirigida por Miguel Bosé. En Marzo de 2007 el aula de Teatro de la Universidad de Zaragoza reestrenó esta obra, dirigida por Marián Pueo, en el Teatro Principal de Zaragoza.
La historia que se explica en "Los bosque de Nyx", construída con personajes de Esquilo, Sófocles, Eurípides, Menandro y Homero, es los recuerdos, juntos en un mismo tiempo y espacio, de 12 mujeres que perdieron a sus amados en la guerra de Troya। Las mujeres de "Los bosques de Nyx" pertenecen a la leyenda de Troya, pero sus rostros nos son conocidos a través de los autores griegos citados, que escribieron sus obras mucho después de la destrucción de la legendaria ciudad.
Estas mujeres enlazan los tiempos arcaicos con nuestro siglo XXI. En unas se condensa el dolor universal causado por las guerras, en otras la guerra se hace cuestión personal, asunto de amantes. Todas ellas perduran una eternidad en los ficticios bosques de Nyx, diosa de la noche, madre del sueño y de la muerte. A estos bosques va a buscarlas un mensajero actual y les pide ayuda para parar otras guerras, las de hoy y mañana. Las doce mujeres nos cuentan su historia personal y así, mientras ellas se liberan su dolor, el mensajero se alimenta de las penas vividas y los amores recordados de esas míticas mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario