Atención Por Favor.

Ante todo nos dirigimos y agradecemos a todos por la ayuda que nos dan con este blog ya sean seguidores, oyentes del programa de radio y por sobre todo a todos aquellos propietarios de webs, blogs, libros y todos los lugares donde han obtenidos la información y nos han acercado a nuestro mail para que podamos publicarlas en este humilde blog, para que todas las semanas desde hace ya 7 años podamos compartir en dos emisiones las tantas historias, enigmas y misterios del universo que se van pasando de generación en generación y así reflejar esas viejas leyendas, historias, enigmas y misterios que de niños oímos mas de una vez y que nos asustaban en algunos casos como también en otras nos enseñaban a valorar y respetar esas narraciones.

Desde ya les agradezco a todos y pido disculpas si no se agrega la fuente por que muchos correos no la poseen y para no cometer errores no se agrega pero en este pequeño equipo estamos muy agradecidos para con todos. Muchísimas Gracias a todos en general por su valiosa información y por su cordial atención.

Equipo Infinito.



lunes, 3 de enero de 2011

El Hombre que Quiso Volar


Aunque el avión a motor estaba en auge, el ansia del ser humano de volar como las aves no tenía fin. Uno de los intentos más famosos fue la de Franz Reichelt, un próspero sastre y también un gran visionario.

Siguiendo los diseños de Leonardo Da Vinci, y algunos fallidos intentos anteriores, este hombre diseñó gracias a sus capacidades un traje aerostático. Fueron muchos los prototipos probados desde algún lugar alto, pero ninguno funcionaba porque caían como si fueran piedras. Reichelt excusó su fracaso afirmando que, al probarlos con muñecos, no podían mover los brazos y así levantar vuelo.

Entonces su conclusión fue, que el traje debía ser probado por él mismo. Así, la mañana del 23 de febrero de 1912 una numerosa cantidad de curiosos estaban al pie de la torre Eiffel, deseosos de saber si el experimento de Reichelt tendría éxito. El soñador se ubicó en lo alto de la torre convencido que iba a hacer lo que nunca nadie había hecho antes. Se lanzó a las 7:05. Tres segundos después, el legado del hombre que quiso volar fue un agujero de 35 centímetros en la calzada.

Nunca más las autoridades parisienses otorgaron un permiso para hacer este tipo de actividades en la torre Eiffel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario