jueves, 3 de julio de 2014
La Carreta Bruja
Cuentan
que desde hace mucho tiempo, y hasta la fecha, todos los viernes por
las noches, en algunos pueblos de El Salvador, al filo de la media
noche se escucha el sonar de una carreta que comienza en lo profundo
de los llanos y se acerca lentamente, se puede escuchar claramente el
chirrido de las ruedas al rozar con los ejes con resequedad de grasa.
Hay
muchas historias de la carreta bruja, os contaré hoy la experiencia
de Majin un señor que avanzada edad que vivía, cuando era joven, en
un pueblito del norte de El Salvador, sucede que una noche que él
venía de visitar unos parientes en la noche, era casi media noche
pero él ya estaba acostumbrado a caminar por aquellos caminos
oscuros, solo con la luz de la luna.
A
Majin ya nada le asustaba, se había topado con el Cipitillo, la
Siguanaba y en ocasiones le acompañaba el Cadejo, pero esa noche ni
Palomo su perro guardián iba con él. De repente faltando unos 2
kilómetros para llegar a su pueblo sintió el ruido de una carreta
que se acercaba, de repente pensó, será don Concho que viene noche
de traer zacate, o será que se les había arruinado, en fin muchas
ideas pasaron por su cabeza.
Cada
vez aquel ruido se hacia más cercano y estrepitoso, para eso Majin
estaba por llegar al pueblo, solo le faltaba pasar junto al
cementerio, siempre sentía escalos fríos al pasar por ese lugar,
así que solo se persignó y siguió su camino, al lograr pasar la
carreta estaba casi a sus espaldas, cuando sintió una corriente de
frío helado que recorrió toda su espalda.
Lo
que más le encrespó el cabello fue cuando las gallinas comenzaron
con su característico chillar de miedo, los perros salieron
espantados asustados, eso infundió mas miedo, él sabia que la
carreta no era nada bueno, así que se persignó y medio se brincó
un alambrado y se refugió detrás de unos piñales cuando sintió
que la carreta esta casi enfrente, rezó oraciones.
En
ese momento se iba apareciendo un bulto, que al ver más de cerca
pudo ver la figura de una carreta resquebrajada que avanzaba
lentamente, además no tenía bueyes, y en la punta de sus trinquetes
llegaban calaveras, en su interior yacían cuerpos de personas, a las
cuales no reconoció, y tras ella avanzaban seres con la cabeza de
zacate, pasó frente a él y se alejó, Majin no se acuerda como
llegó a su casa, solo que paso 3 días con fiebre, desde ese día ya
no se deja agarrar más de la noche y peor si es viernes.
Muchos
dicen que la carreta pasaba por los pueblos llevándose el alma de
las personas malas y otros dicen que esta leyenda comienza cuando un
hombre fue ganado por el diablo y obligaba a sus bueyes a entrar a
una iglesia, pero los bueyes se resistían y no lo hicieron, sino que
reventaron sus coyundas y escaparon, la carreta rodó sin bueyes
cuesta bajo lo raro es que nunca la encontraron, pero la carreta
siempre recorre las calles de pueblos y ciudades solitarias en busca
de almas malas.
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