En estos días en que un demente
paranoico “amenaza” con desatar una guerra nuclear- cosa que dudo
mucho que ocurra porque en primer lugar, seria algo suicida
enfrentarse solo a los Estados Unidos. Si fuera China o Rusia podría
tomarse en serio tales amenazas, pero ¿Corea del Norte? Un país
aislado u empobrecido que sufre una feroz dictadura comunista desde
1949 y que lo poco que tienen lo gastan en armamentos mientras su
pueblo se muere de hambre al extremo de llegar al canibalismo para
sobrevivir. Además, como cualquier estratega militar que se precie,
sabe que para que un ataque tenga éxito este debe ser sorpresivo,
algo que no sucede aquí ya que vemos todos los días al demente Kim
Jong-Un vociferando en todos los tonos con atacar con sus viejos y
obsoletos misiles soviéticos Scud (cargados con ojivas nucleares)
declarando públicamente cuales son sus “objetivos”.poniendo en
alerta al adversario, una pésima estrategia militar por donde se le
mire.
Es por ello que muchos analistas
piensan con toda razón que en realidad nada ocurrirá y que esta
pataleta del sátrapa comunista es solo una manera de tratar de
llamar la atención al verse relegado de las noticias y tratar de
chantajear al resto del mundo “de darle alimentos a cambio de no
atacarlos”.Menudo bocazas el prepotente este.
De locos que quieran dominar al mundo
ya estamos cansados y este patán que se atreva a hacerlo para ver lo
que le espera. Muchos incluso lo califican de “tonto útil” de
Washington ya que les da el pretexto que necesitan para instalar sus
sistemas antimisiles apuntando - no a Corea del Norte - sino a China
y Rusia, sus verdaderos objetivos. Al respecto, al hacerse públicas
sus demenciales intenciones aparecieron en la red toda una serie de
“profecías” relativas al tema. Así por ejemplo, un antiguo
libro de profecías rescatado en el 2003 y reeditado en Corea del Sur
pronostica que la tensión causada por el programa armamentista
nuclear del régimen de Corea del Norte desembocaría finalmente en
una guerra atómica. En efecto, "Las profecías de Song Ha”
revisa las predicciones de un sabio nacido en 1845, del que se
desconoce su verdadero nombre y es recordado por su apodo Song Ha, y
está interpretado por Hwang Byong Duk, doctor en ciencias políticas
y especialista en asuntos intercoreanos. Sus vaticinios presentan un
panorama realmente pesimista para todo el mundo, pero en particular
para la península coreana, en la que, según la profecía, estallará
una guerra nuclear entre EEUU y Corea del Norte.
El autor del escrito era un
especialista de la última dinastía coreana de Chosun y el libro
describe en unas 2.800 palabras en ideogramas chinos las predicciones
sobre los acontecimientos de 120 años, desde finales de la dinastía
hasta el 2015. Según la interpretación del libro, las claves que
rigen los próximos años son la "puerta del norte" (Corea
del Norte) y el tema "nuclear", lo que significa que el
sabio previó la crisis nuclear norcoreana. El término "nuclear"
aparece por primera vez en el libro para definir el año 1945, cuando
EEUU puso fin a la II Guerra Mundial con los bombardeos atómicos a
las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
El mismo término es también empleado
para pronosticar una guerra entre EEUU y Corea del Norte como
desenlace a la crisis nuclear, y para otra guerra hegemónica con
armas nucleares que enfrentará a EEUU y China. La guerra provocaría
la caída del régimen comunista norcoreano con la muerte del
dictador lo que abriría el proceso de unificación de las dos
Coreas. China, por su parte, asumiría un papel de gran potencia para
frenar la política hegemónica de EEUU en el Noreste de Asia, lo que
daría lugar a un enfrentamiento nuclear entre ambos países.
El profesor Hwang Byong Duk ha puesto
de manifiesto que la certeza con la que el autor profético abordó
los hechos “fue uno de los motivos que le animaron a interpretar
este libro”. El profesor Hwang espera que el libro sirva para
prevenir la actual crisis nuclear norcoreana y evitar las futuras
catástrofes en la península. Venga ya, el mundo camina a su
autodestrucción y nadie parece darse cuenta de ello.
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