El tipo odiaba a los dioses, todos, y vivia tratando de importunarlos, destruyendo lugares sagrados o profanando sus creaciones. Un cierto día (digamos jueves) se la agarro con un bosque consagrado a la diosa Demeter, la diosa de la agricultura, (ver foto) existía en este bosque un roble gigantesco que superaba en tamaño a todos los demás árboles y sobre el que usualmente se celebraban los festejos en homenaje a la diosa. El tipo le entro a hachazos, (como dije era un loco de mierda) y de las tajos de los árboles comenzó a brotar sangre y se escucharon algunos lamentos. Dentro del árbol habitaba una ninfa que era muy querida por Demeter, esto no significo nada para Erisicto quien continuo con su horrible tarea.
Como era de esperarse el castigo no tardo en concretarse. Demeter, por intermedio de una de sus ninfas, ordeno al Hambre que penetrara en el loco, a fin de que esta lo dominara y ninguno de los alimentos conocidos pudiera satisfacerlo.
Erisicto comenzó a devorar todo lo que estuviera a su paso, mas nunca podía saciarse, incluso sentía hambre mientras comía. Dilapido su fortuna en la adquisición de alimentos y solo le quedo una hija, quien era muy fiel a su padre y acepto venderse como esclava a fin de que con ese dinero pudieran adquirir mas comida.
Triste por su destino pero acongojada por no poder ayudar a su padre, elevo su plegaria al dios Poseidón, este escucho la suplica y le otorgo el poder de cambiar de apariencia a su antojo. De esta manera se vendía como esclava, usualmente hermosa, y una vez pagado el precio, adoptaba otra forma (por ejemplo la de un marinero) para escaparse y repetir la acción. De esta manera pudo abastecer a su padre de los alimentos que este requería pero conforme pasaban los años la voracidad del hombre aumentaba, así fue que un día Erisicto, dominado por la locura de no poder saciarse, se comió así mismo.
Quizá somos (esta Humanidad) la versión actualizada de Erisicto: nada nos satisface en ningún ámbito (físico, mental y/o emocional).
ResponderEliminar¿cuanto nos hemos estado ya devorando unos a otros?
Parece que Doña Demeter sabía lo que hacía.