lunes, 1 de junio de 2015
La Leyenda De La Princesa Loro Jong Grang
La isla de Java estaba compuesta por
dos reinos hindúes: Pengging, un reino próspero gobernado por Prabu
Damar y su hijo Raden Bandung Bondowoso, y Kraton Boko, un reino en
cuya cabeza se encontraba el cruel gigante Prabu Boko, aconsejado por
su ministro Patih Gupolo, que también era un gigante. Pese a su
condición de gigante, Prabu Boko tenía una bellísima hija llamada
Loro Jonggrang.
Prabu Boko solo tenía una ambición;
hacerse con el control de la isla de Java, para lo cual debía
derrotar al reino de Pengging. Para conseguir su propósito, el rey
decidió organizar un ejército civil al cual adiestró y aprovisionó
para la batalla. Cuando todo estuvo listo, Prabu Boko y su ejército
partieron hacia el reino de Pengging, donde comenzó una cruenta
guerra.
El buen Prabu Damar, viendo el
sufrimiento de su pueblo, decidió enviar a su hijo (que contaba con
poderes especiales) para que presentara batalla a Prabu Boko. La
lucha fue encarnizada y finalmente Raden Bandung Bondowoso se alzó
con la victoria.
Al ver lo sucedido, Patih Gupolo huyó
del campo de batalla y una vez de vuelta en Kraton Boko, informó a
la princesa Loro de la muerte de su padre a manos de Raden Bandung
Bondowoso, quien había hecho avanzar a su ejército hasta Kraton
Boko.
Cuando Raden vio a la princesa, cayó
profundamente enamorado de ella y le propuso matrimonio. Ella, que no
quería casarse con el asesino de su padre, dijo que aceptaría la
propuesta si él era capaz de superar dos pruebas que se antojaban
imposibles. La primera consistía en crear un Jalatunda, un pozo
gigante formado por erupciones masivas; la segunda prueba tenía como
finalidad que Raden construyera 1.000 palacios en una noche.
Raden Bandung Bondowoso aceptó el
desafío y comenzó a construir el Jalatunda. Una vez terminado, se
lo mostró a la princesa quien le pidió que entrara en él. Con la
ayuda del gigante Patih, sepultó a Raden en el pozo y le dieron por
muerto. Sin embargo Raden consiguió salir con vida y perdonó a la
princesa, pues estaba enamorado de ella.
Rápidamente, Raden empezó a construir
los 1.000 templos que le habían encomendado, ayudado por unas
criaturitas que él mismo había invocado. La princesa Loro, al ver
la rapidez con la que avanzaban las obras, llamó a sus doncellas y
juntas comenzaron a pesar el arroz, actividad que se solía realizar
al alba. Esta actividad hizo cantar a los gallos que ahuyentaron a
las criaturas nocturnas. De esta forma, Raden Bandung Bondowoso solo
consiguió construir 999 palacios, perdiendo por tanto la mano de la
princesa.
Consciente del engaño de ésta, Raden
la maldijo y la convirtió en la estatua de piedra de la diosa Durga,
que actualmente se encuentra en el templo norte de Prambanan.
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