jueves, 9 de julio de 2015
La Bruja Baba Yaga
La bruja Baba Yaga, una popular leyenda
del antiguo folclore eslavo, propio de la narrativa skazki. La
leyenda habla de una extraña mujer que habita los fríos bosques de
Rusia y sobrevive devorando niños. Sin embargo la existencia de la
bruja no es sólo para aterrorizar a los humanos, tiene la obligación
de proteger la frontera entre el mundo mortal y el espiritual. Además
de su crueldad también se conoce un lado positivo que depende de
cómo su adversario o héroe negocie con ella.
Naturaleza de la leyenda
En un principio Baba Yaga estaba
relacionada con la canción del coco: “Duerme tesoro, que viene el
coco y se come a los niños que duermen poco”. Su presencia en
canciones y cuentos de monstruos que se llevan a niños maleducados
servía para que, por medio del miedo, los pequeños obedezcan a sus
padres. La naturaleza siniestra de Baba Yaga pertenece a la brujería,
y su labor también consiste en transmitir sus conocimientos de
brujería a las mujeres. Estos “poderes”, eran transmitidos de
madre a hija, de ellos se conocen las propiedades de las plantas para
hacer pociones, y que en la antigüedad servían para curar, matar,
enamorar, y como anticonceptivo.
La apariencia de Baba Yaga varía
dependiendo de cada relato, pero en la mayoría de ellos no es muy
agraciada y la describen como una anciana alta, huesuda, arrugada y
fea, que tiene la nariz aguileña de color azul. Sus pechos son de
piedra al igual que su afilada dentadura. Sus dientes son capaces de
roer la madera. A menudo es denominada “la de las patas huesudas”
o “Baba Yaga pierna huesuda”. Su enmarañado cabello gris parece
flotar, dándole siempre un macabro aspecto a su alargado rostro. Se
rumoreo que la relación entre la bruja y la serpiente se debe a que
Baba Yaga tiene solo una pierna.
Cuando Baba Yaga aparece, su presencia
es anticipada por los chasquidos de madera seca que los árboles
hacen, seguido de un viento tempestuoso que la impulsa a salir del
bosque como un torbellino malvado. La naturaleza ayuda a la bruja a
emboscar a su presa, ya sea el héroe del cuento o los entrometidos
niños que se perdieron en su territorio. Una vez que Baba Yaga
aparece, ella procede a atacar a sus víctimas golpeándolas con sus
pechos de piedra y mordiéndolas como un animal salvaje. Resulta
imposible escapar de la bruja debido a su excelente olfato, el mismo
que le permite rastrear a sus víctimas, dicen las leyendas que huele
el miedo de sus presas.
Baba Yaga en la historia
De acuerdo a los textos antiguos de las
leyendas rusas, Baba Yaga era una ancestral diosa de la tierra
eslava, antes de que las deidades rusas ascendieran al poder. Sin
embargo en otras mitologías es buscada por su sabiduría, por ser
protectora de las “Aguas de la vida y de la muerte”, líquido con
el que se pueden curar heridas y devolver la vida. Baba Yaga es
también responsable de los ciclos de la naturaleza, los cuales son
guiados por tres jinetes en armadura que controlan el tiempo. Los
colores que usan son: blanco, rojo y negro, los que representan el
amanecer; el día y la noche. La bruja está pendiente de ellos y en
ocasiones los sigue montada en una especie de cubo, y rema el aire
usando una escoba.
El nombre de la bruja connota su
naturaleza y labor en el mundo, el que está compuesto por dos
elementos. El primero “Baba” se traduce como abuela o anciana en
muchas de las variaciones eslovacas. Mientras “Yaga”, es un
diminutivo femenino para el nombre Jadwiga. “Yaga” también se
deriva del antiguo verbo ruso: “Yagat”, que significa abusar o
encontrar faltas.
Baba Yaga es una anciana soltera, pero
en otros relatos rusos, ella está acompañada de su hija Marinka.
También existen rumores de que es la abuela del Diablo, ésto
sugiere que tuvo varios hijos, hasta 41 de acuerdo a muchas leyendas.
El misterio de su hogar
La casa de Baba Yaga está escondida en
lo profundo del bosque del Este de Rusia, vivienda de madera conocida
como izbushka. Ubicada en el límite del mundo de los mortales y de
los espíritus, por ende la bruja es la protectora de la frontera
entre los dos mundos. Su hogar no es como cualquiera, debido a que es
sostenido por dos grandes patas de gallina, construcción que se
mueve por voluntad propia. En algunas descripciones no tiene ventanas
y en otras fábulas sí, también está adornada con los cráneos de
infantes en los cuales pone velas dentro para iluminarla. La puerta
de entrada normalmente está escondida y no se abrirá a menos que la
frase mágica sea dicha: “Izbushka, izbushka, da la espalda al
bosque y el frente hacia mí”. En castellano la oración se puede
repetir como: “Casita, casita, da la espalda al bosque y gira hacia
mí”.
La vivienda está protegida por un
sortilegio cuyo efecto hace variar su tamaño. En algunas ocasiones
es más pequeña que un ataúd, es por eso que a veces se ve a Baba
Yaga totalmente constreñida por las paredes de madera, con la cara
aplastada en la ventana y las piernas encogidas. Pero en otros
relatos la vivienda es mucho más grande, y rodeada de una cerca
hecha de huesos, decorada con calaveras, cuya puerta está enmarcada
con huesos de piernas y su cerradura es una boca con dientes
afilados. El interior de la choza está atiborrado de carnes y vino,
también está protegido por sirvientes invisibles que con manos
espectrales atienden a la bruja. Esto sugiere que la casa tiene la
capacidad de preservar la comida. En los cuentos de la bruja, ella
usa la chimenea de su izbushka para salir por los aires y proteger su
guarida.
De acuerdo a las leyendas la izbushka
de Baba Yaga protege la entrada de un mundo subterráneo, y es en
este lugar donde el poder de la bruja es invencible, y hasta los
animales le obedecen. Aquí es donde Baba Yaga crea pociones mágicas
y objetos místicos, como por ejemplo el garrote que convierte todo
lo que golpea en piedra, o el guslis, un instrumento de cuerdas que
se toca solo en la vivienda. Finalmente están sus medios de
transporte mágicos, como lo son alfombras voladoras y el mortero que
monta, para merodear por el bosque en busca de nuevas víctimas.
Fabulas y magia
En muchos cuentos de la bruja Baba
Yaga, se revelan sus habilidades. Ella es una anciana horrorosa y
malévola, que vive en lo profundo del bosque sin las comodidades del
mundo moderno. Sin embargo la bruja ha podido resolver el dilema de
la juventud que las mujeres envidian, el secreto para convertirse de
vieja a joven en segundos, sortilegio que usa para engañar al héroe
de los cuentos y así poder matarlo.
Entre sus hechizos, la bruja también
tiene respuestas para cualquier duda, algunos relatos sugieren que
puede responder la razón de la existencia del ser humano. Sin
embargo cada pregunta que ella acepta la envejece un año, por ello
la bruja no está dispuesta a responder siempre y para pedir su
consejo hay que ir preparado con el espíritu limpio, aunque hay
rumores que hablan de un té de rosas azules que niega los efectos de
envejecimiento de cada pregunta.
Las fabulas se han encargado de
describir la naturaleza de Baba Yaga, quien gusta de comer niños
pequeños, pero no por ello está en contra de alimentarse de adultos
que husmeen en su territorio. En algunos cuentos, cuando la bruja ya
ha capturado al héroe, éste engaña a las hijas de Baba Yaga para
que entren primero al horno y por ende la anciana ermitaña termina
comiéndose a sus hijas y no al héroe. También hay cuentos que
hablan de los sirvientes de Baba Yaga, quienes se encargan de someter
a las víctimas para después prepararlas en el horno. Es en este
relato que la víctima se disfraza con la ropa de las hijas de la
bruja y por ende los sirvientes cocinan a las hijas. Estas
narraciones sugieren que Baba Yaga no está tan pendiente de sus
víctimas, por lo que ha sido engañada en muchas ocasiones y el
héroe ha vivido para contar su aventura.
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