sábado, 11 de julio de 2015
Hanako-San La Niña Fantasma de Los Baños
Hanako-San es una niña fantasma
(adolescente en algunas versiones) que acecha en los baños de las
escuelas japonesas. Los japoneses la llaman “Toire no Hanako-San”,
que literalmente significa “Hanako del baño”.
Ella tiene el pelo ligeramente corto,
negro y lacio, usa una falda roja y su mirada, según cuentan, es
capaz de helarle la sangre al más valiente.
Habita el tercer cubículo de los baños
del tercer piso; en otras versiones de la leyenda, el cuarto
cubículo; ya que, en Japón, el 4 es considerado un número maldito
por su semejanza fonética con la palabra ‘shi’ (muerte). Su
espíritu generalmente pena en los baños de mujeres, pero no son
pocos los casos de chicos que han salido despavoridos por
encontrársela en medio del mal olor, la humedad y la penumbra, ya
que ella suele preferir los baños descuidados y poco iluminados, por
lo cual los profesores, aprovechándose del miedo que inspira
Hanako-San, recomiendan a sus alumnos mantener limpios los baño.
El riesgo de encontrarte con Hanako-San
es mucho mayor si estás solo o sola: entonces, ni pienses en abrir
la tercera o cuarta puerta, porque allí la vas a encontrar, y la
mirada que te dedique rondará tus pesadillas por el resto de tu
vida, puesto que la habrás hecho enfurecer al irrumpir su privacidad
(eso si consigues sobrevivir)…
Por otra parte, cuentan que, si no
abres la puerta tres o cuatro pero sientes una presencia en el baño,
muy probablemente se trata de Hanako-San. ¿Existe forma de
averiguarlo? Por supuesto, provocándola, incitándola a
manifestarse, para lo cual puedes tocar la puerta tres veces,
llamarla por su nombre, o hacer la pregunta clave: “¿Hanako, estás
allí?”… No es seguro que te responda, aunque si lo hace, la
mayoría de versiones cuentan que dirá con voz baja y calmada: “Sí,
estoy aquí”. Una vez que sepas que está allí, realmente tendrías
que tener agallas para abrir la puerta, pues estará aún más
enfadada que en los casos de quienes abren la puerta sin haber
preguntado. No obstante, si tienes un examen en el que hayas obtenido
la máxima nota, puedes estar tranquilo pues se dice que Hanako-San
se calma y desaparece (desvaneciéndose) cuando ve que eres un gran
estudiante… Sin embargo, una versión afirma que ella, tengas o no
el examen, desaparecerá metiéndose en el inodoro y accionando la
válvula…
Ahora bien, hasta ahora solo se ha
presentado la visión más extendida de la leyenda, ya que existen
conocidas variaciones en las que Hanako-San se manifiesta de formas
sencillamente aterradoras:
• En la prefectura de Yamagata,
cuentan que Hanako-San no siempre responde con voz calmada: puede
responder con voz ronca, como de poseída por el Diablo, y entonces,
aunque no mueras, podría atacarte o asumir un aspecto tan monstruoso
que necesites varias visitas al psicólogo… O bien, según otra
creencia de Yamagata, es mejor que jamás abras la puerta pues Hanako
no es una niña sino un demonio que emplea voz de niña para que los
curiosos caigan y se queden helados al ver que en realidad se trata
de un engendro con tres metros de altura y tres asquerosas y viscosas
cabezas de lagarto.
• En cierta escuela de la ciudad de
Kurosawajiri, cuentan que, si te metes al cuarto cubículo y dices
tres veces “ichibanme hanako-san, nibanme hanako-san, sanbanme
Hanako-san” (primera Hanako, segunda Hanako, tercera Hanako), una
mano blanquecina aparecerá por encima de la puerta del baño,
resplandeciendo espectralmente con su luz de ultratumba…
• En una escuela de la ciudad de
Yokohama, los alumnos creen que, si vas al cuarto cubículo del baño
de los chicos y le das vueltas al inodoro unas tres veces o más
mientras insultas a Hanako-San, una mano ensangrentada ascenderá
desde el hueco del inodoro e intentará atraparte.
• Diferente a las anteriores, en
muchas escuelas de Japón existe la superstición de que, si te
raspas la rodilla en el patio de la escuela, te podría salir el
temido “Hongo Hanako”, el cual es como una mancha blanquecina
que, según cuentan, de alguna u otra forma te transmite Hanako-San
desde su costra, puesto que ésta está llena de ese tipo de hongo.
Probablemente te preguntarás cuál es
el origen de Hanako-San, y desde cuándo empezó a hablarse de ella.
La verdad es que ésta chica fantasma ha estado en boca de los
japoneses desde la década de los ochenta, ya que en ese entonces
emergió como leyenda propia de la cultura popular urbana. No
obstante hay quienes dicen que ya en los años cincuenta se hablaba
de Hanako-San, aunque mucho menos. En cuanto a su origen, se han
planteado las siguientes versiones:
• Durante la Segunda Guerra Mundial,
Hanako-San estaba jugando a las escondidas cuando ella y los demás
alumnos fueron sorprendidos por una alarma de bombardeo, y entonces
ella se escondió en el baño y allí murió cuando las bombas
enemigas la volaron en pedazos…
• El padre de Hanako-San era un
sujeto abusivo, violento, pervertido y medio loco, que cierto día
enfurecido la persiguió para matarla, dándole muerte en un baño
después de que ésta se escondiera allí.
• Hanako-San murió en un accidente.
Unas versiones (en Fukushima) dicen que se cayó por la ventana de la
biblioteca de la escuela; otras, más coherentes, que se cayó por la
ventana del baño.
• Parecida a la del padre, una
versión cuenta que la madre de Hanako tenía problemas mentales y
estaba perdiendo progresivamente la cordura, hasta que un día perdió
la razón e intentó matar a su hija, dándole muerte en el baño,
lugar en el que Hanako se había escondido.
• La más siniestra de las versiones,
cuenta que la escuela (muy probablemente un internado) de Hanako
estaba en un área boscosa, y Hanako había salido a dar un paseo
entre los árboles, cuando de pronto se percata de que un hombre (con
un hacha en la mano) la estaba mirando en forma perversa y
malintencionada, ante lo cual ella se asustó y echo a correr rumbo a
la escuela (que al parecer estaba casi vacía en esos momentos),
ocultándose en un salón, donde estuvo agazapada hasta que, ante la
proximidad de las amenazantes pisadas, corrió rápidamente al baño,
donde se ocultó en el cuarto cubículo, cerrando la puerta con
picaporte. Sin embargo el hombre escuchó el ruido de la puerta y
sabiendo donde se escondía dijo en voz alta: “”hanako-san
asobimashou” (¡Vamos a jugar, Hanako!)… Y entonces comenzó a
fingir que la buscaba, hasta que llegó al baño y a hachazos,
destrozó la puerta del baño y el despedazó a Hanako…
• Por último, algunos creen que
Hanako se suicidó en el baño, cosa que sí es creíble puesto que
Japón tiene uno de los mayores índices de suicidios, incluyendo
casos de adolescentes y niños, los cuales algunas veces se han
matado por la presión social en torno a la obtención de buenas
notas, tales como las que hacen que Hanako se desvanezca… ¿será
por coincidencia?…
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