martes, 7 de julio de 2015
El Krampus: Demonio Navideño
Todos sabemos que la navidad, es la fecha de Papa Noel o Santa Claus, pero en
algunos países de Europa, también hay una oscura versión del
hombre de rojo, y si en la mayoría de lugares a los niños malos
Santa Claus les trae carbón, en el folclore alpino, a los niños
malos se los lleva en un saco un demonio muy malo llamado Krampus.
En todas las culturas hay alguna
leyenda o personaje que asusta a los niños y se los lleva, como “el
hombre del saco”, “el coco”. Este demonio llamado Krampus
cumple la misma función, pero es además el duende anti-navideño,
lo opuesto a Papa Noel. La palabra Krampus proviene del antiguo
alemán “krampen”, que significa garra. Es conocido también
como: Knecht Ruprecht, Klaubauf, Pelzebock, Schmutzli.
Este demonio es sirviente de Santa
Claus y es el encargado de castigar a los niños malos en las
vísperas de Navidad y si los niños no se portan bien, los lleva al
infierno en su cesta. Su leyenda procede del centro de Europa,
especialmente de la región alpina, con una antigüedad de miles de
años.
Según la leyenda, este demonio que
vive bajo tierra, aparece en la tarde del 5 o 6 de diciembre,
merodeando las calles durante dos semanas haciendo sonar campanas y
cadenas oxidadas que usa para asustar con su presencia. Su apariencia
es representada por una criatura parecida al íncubo, con un rostro
diabólico acompañado de una larga lengua roja, con cuernos en la
frente y mirada enfermiza. Su cuerpo está cubierto por un oscuro y
tupido pelaje, sus patas son similares a las de un fauno. En muchas
imágenes es ilustrado con una canasta en su espalda, donde lleva los
niños malos para después llevarlos al infierno.
En otras culturas el Krampus también
es representado por un viejo con barba cerrada y pelo canoso, su
aspecto es el de un ermitaño, con el pelo desaliñado, pero que
recuerda mas al San Nicolás que premia a los niños buenos.
Europa tuvo una gran variedad de
“demonios navideños”, producto de sus raíces paganas. En la
edad media, la celebración de la Navidad se parecía a las fiestas
de Halloween, ya que la gente se disfrazaba de “demonios
navideños”, y pedían comida y bebida en las calles.
Krampus fue aislado y condenado por la
iglesia católica, por ser un demonio pagano, pero no se logro
erradicar una tradición tan arraigada. A finales del siglo XX las
fiestas de disfraces y reuniones sociales recuperaron la figura del
Krampus. Ahora los jóvenes de muchas zonas de Europa como Austria y
Hungría se disfrazan de Krampus mientras se divierten y asustan a
los niños en divertidas cabalgatas. En Austria, durante el día de
San Nicolás, llamado también la noche de Krampus
“Krampusnacht”,muchos adultos disfrazados de esta criatura con
trajes que pueden superar los 40kg de peso, comienzan un antiguo
ritual conocido hasta el presente como la “Carrera del Krampus”,
en el que los disfrazados portan antorchas y se abren paso por las
calles asustando y fustigando con ramas secas a mayores y niños.
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