domingo, 9 de noviembre de 2014
El Judío Errante
Aparece
desde finales del siglo XVI. Se trata de la visita que hizo
Ahseverúsel judío de los tiempos de Jesucristo, quién según la
leyenda universal que se ha ubicado en muchos lugares del mundo,
gritó a Jesús en el camino del Calvario "anda", cuando el
nazareno quiso sentarse en una piedra. El Maestro le dijo "Anda
tú, anda hasta cuando yo vuelva, hasta el fin de los tiempos".
Y desde entonces anda por todo el mundo, representando en su imagen
la figura andante del pueblo judío.
En
Tunja la leyenda del judío errante está en relación con la
escultura del judío de la Iglesia de Santo Domingo que sale en las
procesiones de Semana Santa; una escultura esculpida con la del
Nazareno en los mediados del siglo XVI en Tunja. Creían los novicios
del convento que el judío salía en las noches a hurtadillas de su
celda y recorría los claustros del convento y robaba alimentos;
creían asimismo que la estatua volvía repentinamente la cabeza y
clavaba miradas tenebrosas e infernales; asimismo que lo encontraban
sentado y llorando escondiendo la frente entre los brazos.
Cuenta la
leyenda colonial que un viernes santo el Padre Luis recibió la
visita de un viajero, quien le preguntó por la estatua del judío de
Santo Domingo. El viajero y la estatua vestían de la misma manera y
entablaron un diálogo de reconocimiento en el cual el viajero
resultó ser Ahseverús el judío errante, quién siguió su camino
con paso lento y cansado hasta la consumación de los siglos.
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