lunes, 3 de noviembre de 2014
El Espanto Del Panoptico
Si
usted está por el antiguo convento de los Agustinos, hoy biblioteca
Patiño Roselli y ve salir la extraña figura de un monje que se
dirigía a lo largo del sector, entonces huya, ya que sí lo
sorprende el monje se le abalanzaba y lo arroja al patio con
violencia.
Esta
historia la cuentan los ancianos que veían un fraile vestido de
negro con capucha y mangas anchas, con un cordón o cinto al lado; al
verlo a la cara encontraban una calavera bajo la capucha.
Según
los tunjanos, este espanto aparece la noche del 1°. de noviembre,
día de Todos los Santos, vísperas del Día de los Difuntos.
Las
gentes tunjanas veían salir de la antigua sacristía de la Iglesia,
la extraña figura de un fraile agustino, vestido de negro con
capucha y mangas anchas, con un cordón o cinto alIado; al verlo se
encontraba una calavera bajo la capucha. Esta extraña figura se
dirigía con premura a lo largo del corredor. Si alguien se le
interponía al monje, éste se le abalanzaba y lo arrojaba al patio
con violencia.
Los
presos del Panóptico le tenían miedo a la llegada del 1°. de
noviembre en la media noche, anterior al día de difuntos; y en la
misma forma, el viernes santo en las horas de la tarde.
El
poeta tunjano Alfredo Gómez Jaime, se propuso conocer el terrible
espanto; según sus comentarios, lo pudo ver y sentir en la noche
víspera del Día de Difuntos.
Según
la tradición tunjana, el poeta se desmayó y estuvo varios días en
el Hospital de Tunja. Sobre sus impresiones, escribió su poesía "La
garra fría", poco conocida en el mundo de las letras.
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