domingo, 1 de junio de 2014
Mano de fantasma aparece en “selfie” de famosa modelo recientemente fallecida
La presentadora y modelo
inglesa Peaches Geldolf, quien fue encontrada muerta el pasado 7 de
abril, se tomó una foto con su pequeña hija. En ella habría
aparecido la mano de una mujer que se suicidó.
La modelo y presentadora
británica Peaches Geldof, quien fue encontrada muerta por la policía
de Kent el pasado 7 de abril en su casa (su pequeño hijo, de 11
meses, estaba jugando al lado del cadáver), se acostumbró a la fama
desde pequeña. Su padre era nada menos que el músico Bob Geldof, ex
vocalista de la banda The Boomtown Rats quien se hizo mundialmente
famoso por interpretar el papel de Pink, una estrella de rock que
tenía profundos problemas existenciales en la película “Pink
Floyd The Wall”, y por organizar el famoso concierto Live Aid en
1985 para combatir la hambruna en Africa (en 2008 impulsó el
concierto Live 8 con el mismo propósito).
Peaches, quien tenía 25
años al momento de su muerte e inició su carrera en el mundo del
modelaje y del periodismo a los 15 años, tres meses antes de su
muerte, en diciembre del 2013, había publicado una fotografía
tomada por ella misma o “selfie” en Instagram que provocó
bastante revuelo y que se ganó varios titulares en la prensa
británica. En la foto aparecía junto a su pequeña hija en el baño
de su casa, pero en la imagen también se podía apreciar claramente
una misteriosa y huesuda mano que aparece tocando el hombro de
Peaches Geldof, quien comentó lo siguiente cuando subió la foto a
la red: “Este es un detalle de la fotografía en la que se ve una
misteriosa mano fantasma en una foto que hice de Astala y mía en el
baño. No es mi mano, ya que con una cogía su cintura y con la otra
hacía la foto. Además, el ángulo de la mano sería muy extraño si
fuera la mía”.
La fallecida modelo, que
creía firmemente en los fenómenos paranormales, intentando
investigar posteriormente por qué había aparecido la misteriosa
extremidad en la foto, descubrió que en su histórica propiedad de
Kent había tenido lugar una tragedia casi cien años antes de que
ella ocupara la vivienda junto a su marido y sus dos hijos. Según
averiguó, la casa había sido construida por un acaudalado hombre
alrededor de 1920, el mismo año en que su esposa quedó embarazada,
pero el bebé nació muerto. Presumiblemente, a causa del profundo
dolor que este fallecimiento provocó en la madre del niño, esta se
suicidó ahogándose en la bañera.
No fueron pocos, entonces,
los que especularon, a partir de la misteriosa foto, que la misma
muerte de Peaches Geldof, deceso que fue calificado por los peritos
forenses como un “suceso súbito e inexplicable”, podría
relacionarse quizás con el supuesto espectro de la mujer suicida
que, cual alma en pena, todavía deambularía en las dependencias de
la casa.
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