El plato de ofrendas es un
elemento opcional del altar, pues habrá rituales en los que no
necesitaremos usarlo, y otros en los que sí.
puede ser adquirido en
algún comercio y después adecuarlo a nuestros gustos y necesidades
rituales. Otra forma de conseguirlo es que nosotros mismo creemos
nuestro propio plato de ofrendas, utilizando materiales dúctiles
como la piedra, arcilla, barro, madera, etc… o metal, si tenemos
los conocimientos necesarios como para trabajar con dicho material.
Si decidimos crearlo con
nuestras propias manos, podremos amoldarlo a nuestras necesidades y a
las características del altar.
En dicho plato,
colocaremos los alimentos que sean del agrado de la deidad con la que
estemos trabajando en nuestro ritual. Por supuesto (y por desgracia),
la deidad invocada no cogerá directamente con sus manos la comida
que le hayamos ofrendado, pero sí que asimilará toda su esencia.
Por norma general, siempre
al acabar el ritual dejo el plato sobre el altar hasta el día
siguiente, momento en que cojo todo lo ofrendado y lo devuelvo a la
madre tierra. Así cerramos una pequeña parte del círculo que se ha
abierto cuando usamos fruta y similares en nuestros trabajos y
ofrendas.
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