Las primeras referencias a Arturo se encuentran en las literaturas célticas, en poemas galeses como Y Gododdin. El primer relato de la vida del personaje se encuentra en la Historia Regum Britanniae, de Geoffrey de Monmouth, quien configuró los rasgos principales de su leyenda. Monmouth presenta a Arturo como un rey de Bretaña que derrotó a los sajones y estableció un imperio en las Islas Británicas. En su relato aparecen figuras como el padre de Arturo, Uther Pendragon y su consejero, el mago Merlín, y elementos como la espada Excalibur; se menciona también el nacimiento de Arturo en Tintagel, así como su batalla final contra Mordred en Camlann y su retiro posterior a la isla de Ávalon.
A partir del siglo XII, Arturo fue el personaje central del ciclo de leyendas conocido como materia de Bretaña, apareciendo en numerosos romances en francés. Chrétien de Troyes añadió otros elementos esenciales a su leyenda, entre ellos la figura de Lanzarote del Lago y la relación con el Santo Grial. Después de la Edad Media, la literatura artúrica experimentó un cierto declive, pero resurgió durante el siglo XIX y continúa viva a comienzos del siglo XXI, tanto en la literatura como en otros muchos medios.
El debate sobre la historicidad
Arturo en las fuentes antiguas
No existen testimonios arqueológicos fiables que permitan certificar la existencia histórica del Rey Arturo. A finales del siglo XII, los monjes de Glastonbury hallaron supuestamente en una tumba una cruz con una inscripción latina que identifiicaba a los allí inhumados como Arturo y su esposa, Ginebra. Se trató, sin embargo, de un fraude relacionado con la Historia Regum Britanniae de Geoffrey de Monmouth, con la probable finalidad de aumentar la afluencia de peregrinos.Recientemente, en 1998, el profesor Christopher Morris, de la Universidad de Glasgow, halló en Tintagel una pizarra con una inscripción, muy probablemente del siglo VI, que contiene el nombre latinizado "ARTOGNOU", que corresponde al céltico Arthnou, Sin embargo, no puede afirmarse que esta pieza constituya en modo alguno una prueba de la existencia de Arturo.
Dada la ausencia de testimonios arqueológicos, se hace necesario recurrir a las fuentes literarias. La idea de que Arturo fue una figura histórica real proviene principalmente de dos documentos medievales: la Historia Brittonum y los Annales Cambriae. La primera data del siglo IX, y la segunda del siglo X: ambas son, por lo tanto, fuentes considerablemente tardías, ya que, si realmente existió, Arturo habría vivido en el siglo VI.
La Historia Brittonum ("Historia de los bretones") es una obra histórica del siglo IX escrita en latín y atribuida tradicionalmente a un clérigo galés llamado Nennius, aunque esta atribución ha sido puesta en duda. La obra menciona a un jefe militar (dux bellorum) llamado Arturo, que combatió contra los sajones, y explica que intervino en doce batallas, de las cuales la última es la del Monte Badon, una importante victoria de los bretones en la que supuestamente Arturo habría matado con sus propias manos nada menos que a 960 enemigos.
Recientes estudios han cuestionado la fiabilidad de la Historia Brittonum como fuente histórica. Debe tenerse en cuenta que esta primera mención del personaje dista al menos tres siglos de la época en que supuestamente vivió. Por otro lado, ninguno de los historiadores que escribieron sobre esta época con anterioridad, como Gildas, en el siglo VI, o Beda, en el VII, mencionan a Arturo. En concreto, Gildas se refiere también la victoria de los bretones en Monte Badon, pero el jefe de los bretones que aparece en su crónica no es Arturo, sino Ambrosius Aurelianus.
El otro texto que parece apoyar la existencia histórica de Arturo data del siglo X: se trata de los Annales Cambriae ("Anales de Gales"), un texto misceláneo que data probablemente del siglo X, aunque con una compleja historia textual, por lo que seguramente recoge datos bastante anteriores. Los Annales también relacionan a Arturo con la batalla del Monte Badon, que fechan en 516:
Hubo la batalla de Badon, en la que Arturo llevó la cruz de Nuestro Señor Jesucristo sobre sus hombros tres días y tres noches, y los bretones resultaron vencedores.
Los Annales mencionan también la batalla de Camlann, en la que habrían muerto tanto Arturo como Medraut (Mordred) y que habría tenido lugar en 537. Esta fuente se ha utilizado para confirmar la noticia de la Historia Brittonum según la cual Arturo luchó en la batalla de Monte Badon; sin embargo, cabe la posibilidad de que la fuente de los Annales sea la propia Historia Brittonum.
La batalla de Monte Badon fue el mayor logro de los romanobritánicos, y detuvo el avance de los sajones durante varias décadas. Bastantes años después, la batalla de Deorham en el año 577 representa la derrota del pueblo celta del sur y la separación de galeses y córnicos. Según los Annales Cambriae la última batalla de Arturo habría sido la de Camlann, bastante anterior, en 537, inmediatamente después de un período crítico en que por causas climáticas hubo una fuerte pérdida de población por hambre y justo un año antes de la llegada del líder sajón que se convertiría en el primer rey de Wessex, Cedric. Los Annales Cambriae mencionan la muerte de Maelgwn Wledig, rey de Gwynedd en el año 547 a causa de la Plaga de Justiniano una pandemia que causó millones de muertos en Europa y que generalmente se atribuye a la peste bubónica. La historia de auge y decadencia que se refleja en el reinado de Arturo coincidiría con este período comprendido entre el final del Siglo V y el principio del VI.
Otra fuente antigua que se ha aducido para probar la existencia histórica de Arturo es el poema galés Y Gododdin, formado por varias composiciones elegíacas compuestas en honor de los britanos del reino de Gododdin caídos en combate contra los anglos, a finales del siglo VI. En una de sus estrofas, se menciona a un héroe que "sació a los negros cuervos en las murallas de la ciudad, aunque él no era Arturo". Esta referencia resulta polémica: por un lado, existe debate acerca de la fecha del poema y, dentro del mismo, de los versos mencionados: la horquilla de fechas iría desde el siglo VII hasta el siglo IX o incluso X; por otro, se debate también hasta qué punto esta mención de Arturo puede hacer referencia a un personaje histórico, ya que también podría tratarse de un héroe mítico.
Por último, se ha propuesto también como testimonio de la existencia histórica de Arturo el hecho de que se conozcan los casos de cuatro o cinco personas que llevaron este nombre en Gales y en Escocia durante los siglos VI y VII. Según algunos autores, se les habría impuesto el nombre de Arturo en memoria de un héroe ya fallecido. Sin embargo, no se conoce ningún caso semejante en el mundo céltico, por lo que otros estudiosos lo consideran una prueba muy poco fiable.
Interpretaciones
La falta de menciones del personaje en fuentes antiguas es la razón principal por la que muchos historiadores recientes han excluido a Arturo de sus libros sobre la Britania post-romana. En opinión del historiador Thomas Charles-Edwards, "en este estadio de la investigación, lo único que puede decirse es que pudo muy bien haber existido un Arturo histórico [pero...] el historiador no puede actualmente decir nada de interés sobre él". Estas confesiones de ignorancia son relativamente recientes: las generaciones anteriores de historiadores se han mostrado bastante menos escépticas: el historiador John Morris, por ejemplo, dio a su obra sobre la historia de Britania e Irlanda sub-romanas el título de "la época de Arturo" (The Age of Arthur; 1973). Con todo, fue poco lo que pudo decir acerca de un Arturo histórico.
Nadie sabe exactamente si el rey Arturo, el literario, realmente existió, lo que sí se sabe es que nunca hubo un rey de Inglaterra que se llamara o tomara el nombre de Arturo: los textos más antiguos en que es mencionado no se refieren a él como «rey», sino como «dux bellorum» ('jefe militar'). Entre quienes creen que existe un personaje histórico que originó la leyenda de Arturo se han propuesto diferentes alternativas. Las teorías sobre el origen de Arturo son muy variadas: algunos autores opinan que el personaje literario tiene una base real; otros consideran que desde su origen fue un personaje ficticio, mítico, tal vez incluso una deidad céltica semiolvidada.
Artorio
Según la teoría inicialmente propuesta por Kemp Malone,el personaje real que originó la leyenda pudo haber sido un militar romano llamado Lucio Artorio Casto (Lucius Artorius Castus), que vivió en el siglo II de nuestra era y llegó a ser praefectus de la VI Legión Victrix y dux en una expedición a Armórica. Según Malone, el antropónimo "Artorius" pudo haber evolucionado hasta convertirse en "Arthur". En 1994, Littleton y Malcor añadieron un argumento para apoyar la identificación de Arturo con Artorio: según ellos, ciertos elementos de la leyenda artúrica (por ejemplo, la espada en la roca, el Santo Grial o el regreso de la espada de Arturo al lago) podrían tener un origen escita y estar relacionados con un personaje mítico llamado Batraz, y la única época en que se sabe con certeza que hubo escitas en Gran Bretaña fue precisamente el siglo II, cuando Artorio fue el comandante de un contingente de caballería sármata. Sin embargo, los elementos supuestamente escitas mencionados por Littleton y Malcor no aparecen en la leyenda artúrica hasta fecha muy tardía: no están presentes en la obra de Geoffrey de Monmouth, y alguno de ellos sólo se inserta en la leyenda en el siglo XV, en La muerte de Arturo, de Thomas Malory. Esta teoría, por lo tanto, no ha suscitado consenso entre los estudiosos.
En 2004, Jerry Bruckheimer produjo El Rey Arturo, una película que asociaba a Artorio Casto (Clive Owen) con el personaje legendario, y a su famosa cohorte de caballeros sármatas con los caballeros de la Mesa Redonda. También aparecía el personaje de Ginebra (Keira Knightley), esta vez como princesa picta que obliga a tomar partido a Artorius contra los sajones en la Batalla del Monte Badon. El filme fue lanzado con el subtítulo de La verdadera historia nunca antes contada que inspiró la leyenda.
Riothamus
El historiado Geoffrey Ashe mantiene que el rey Riothamus (un título honorífico que vendría a significar algo así como "rey supremo"), que vivió en el siglo V, y es mencionado en la obra del historiador Jordanes, escrita a mediados del siglo VI, es el personaje que originó la leyenda de Arturo. Riothamus envió un ejército a la Galia hacia 470 para apoyar al emperador romano Antemio en su guerra contra los visigodos, pero fue derrotado por ellos.
Athrwys ap Meurig
Los historiadores aficionados Baram Blackett y Alan Wilson han sugerido que muchas de las historias del sur de Gales asociadas con el Rey Arturo podrían referirse de hecho a Athrwys ap Meurig, posiblemente rey de Glamorgan y de Gwent. Este monarca vivió, según la opinión más extendida, durante el siglo VII; sin embargo, Blackett y Wilson consideran que vivió a comienzos del siglo VI. En el curso de sus investigaciones han hecho algunos relevantes descubrimientos arqueológicos: en 1983 descubrieron una lápida en Mynydd-y-Gaer en Glamorgan, con una inscripción que reza "Rex Artorius, Fili Mavricius", y en 1990 una cruz de electro (aleación de oro y plata) con la inscripción latina "Pro Anima Artorius" ("Por el alma de Artorio").
Por su parte, Chris Barber y David Pykitt han identificado también a Arturo con Athrwys ap Meurig utilizando un método similar. Ellos opinan, sin embargo, que emigró a Bretaña para convertirse en San Armel, que está enterrado en Saint-Armel-des-Boschaux.
En todo caso el vínculo de estos hallazgos arqueológicos con Athrwys es discutido.En la defensa de esta hipótesis se encuentran además claras motivaciones políticas para defender el vínculo del mito artúrico con la identidad galesa: , de modo que otras hipótesis de origen serían vistas como "antigalesas".
Owain Ddantgwyn
Owain fue un antiguo rey galés de finales del siglo V d.C. que podría encajar en el perfil del rey Arturo. Aunque a primera vista su nombre no coincida, era apodado el Oso (Arth en gaelico antiguo, de ahí la derivación latina Arth (os) uir u Hombre-Oso), y vivió en Camlan (¿Camelot?). Además, el nombre de su padre era Yrth, del que podría derivarse Uther.
El nombre de Arturo
El origen del nombre galés Arthur es materia de debate. Algunos sugieren que se deriva del nombre de una familia latina: Artorius, con una etimología oscura y discutida. Y como se acaba de indicar, otros proponen una derivación del galés arth (proveniente de art), que significa "oso", sugiriendo que art-ur, significaría "hombre-oso", (proveniente de *Arto-uiros) es la forma original, si bien hay dificultades también con esta teoría.
Podría ser relevante para el debate que el nombre aparece como Arthur, o Arturus, en los textos latinos artúricos, pero nunca como Artorius. Sin embargo, esto podría no decir nada sobre el origen de la palabra pues Artorius podría haberse convertido en Art (h) ur en su paso al idioma galés, eso querría decir según John Koch, que las referencias latinas serían posteriores al siglo VI.
Una teoría alternativa une el nombre de Arthur a Arcturus la estrella más brillante en la constelación Boötes, cerca de la Ursa Major en la Osa Mayor. El nombre significa "guardián del oso".El nombre Arcturus podría haberse transformado en Art (h) ur en galés, y su brillo y posición en el cielo explicarían su conocimiento popular como "guardián del oso" (debido a su proximidad a la Osa Mayor).
Aunque se asume que la derivación de Artorius podría significar que las leyendas artúricas tienen un origen genuinamente histórico, recientes estudios sugieren que esta asunción podría no estar fundamentada. Por el contrario, una derivación de Arcturus podría indicar un origen no histórico del nombre.
La historia breve
El centro de esta historia es la búsqueda del Santo Grial, aquella copa de la que bebiera Jesús en la última cena, de la que se decía que tenía poderes mágicos curativos y regenerativos. Esta copa habría sido dada a José de Arimatea, y sus descendientes la habrían llevado a Inglaterra. Merlín habría solicitado a Arturo que buscara el Santo Grial y este mandó a sus caballeros a encontrarlo.
El rey literario es hijo de un rey de una pequeña comarca, Uther Pendragon (en galés, 'Uther hijo del Dragón'), quien deseaba a Igrayne, esposa de Gorlais, duque de Tintagel. Uther hace que el mago Merlín embruje a la mujer para que, cuando él ingresase a sus aposentos, ella creyese que se trataba de su esposo. Uther, aprovechando el engaño, mantiene relaciones sexuales con Igrayne, engendrando con ella un hijo: Arturo. (Ver la relación con el argumento de Tristán e Isolda).
Cuando el niño nace, es tomado por Merlín, quien lo entrega a sir Héctor para que lo cuide y lo críe como su propio hijo, Kay. Igrayne y Gorlais tuvieron a Morgause, Elaine y Morgana, hermanas mayores de Arturo. Las dos mayores se casarían y la pequeña Morgana sería enviada a la Isla de Ávalon con Merlín y la Dama del Lago, donde se convertiría en sacerdotisa y, después, sucesora de la Dama.
A los 16 años, Arturo concurre con su padrastro y el hijo de éste a Londres, donde caballeros de toda Inglaterra intentan sacar una espada de su prisión en un yunque que a la vez se encontraba prisionero de un trozo de mármol. La leyenda cuenta que quien la liberase sería el rey de Inglaterra y el encargado de unificar todos los reinos de la isla. En algunas versiones la legendaria espada Excalibur y esta son la misma, mientras que en otras, Excalibur le fue entregada posteriormente por un ser semejante a una ninfa, que era llamada la Dama del Lago.
Infructuosamente, todos los caballeros intentaron extraer la espada, pero es Arturo, sin ser caballero aún, quien logra liberarla, y le es revelada su verdadera identidad. Con la resistencia de todos los presentes, es proclamado rey, sin embargo, poco a poco todos lo aceptan y Arturo jura impartir justicia a todos los hombres de Inglaterra sin tener en cuenta su posición social.
Ya en su castillo de Camelot, se rodea de los caballeros más valientes y honestos: Lancelot, Perceval y otros, junto con quienes funda la Orden de la Mesa Redonda. Bretaña goza, entonces, de doce años de paz.
Los caballeros de Arturo, en busca del Santo Grial, combatían en bosques sombríos y castillos contra duendes, dragones y otras bestias, y regresaban a Camelot a contar sus aventuras en la mesa redonda donde se reunían.
Arturo fue ayudado por Merlín hasta que éste desapareció junto a su amada Viviana (La Dama del Lago, también llamada Nimue) y fue encerrado por ella en una colina hueca. La hermanastra de Arturo, Morgana, aprovechó esta situación para robar la vaina encantada de Excalibur y arrojarla al mar. También adquirió mediante la magia la apariencia de Ginebra, yació con Arturo, y engendró a Mordred. Morgana actuó así con Arturo debido al matrimonio que su hermano le había obligado contraer con el rey Urien, y porque Ginebra, la prometida de Arturo, había expulsado de la corte a Guiamor, su amante.
Arturo se casa con Ginebra, una hermosa doncella, de quien se enamora Lancelot y a quien ella corresponde. Mordred, hijo de Arturo y Morgana, se entera del idilio y lo denuncia ante Arturo, que se ve obligado a condenar a la hoguera a su esposa, según las leyes de la época. Lancelot salva a la reina y huye con ella a Francia.
Arturo sale en persecución de los amantes y deja el reino encargado a su hijo Mordred, quien se apodera del trono. Al regreso de Arturo, él y sus caballeros deben luchar para recuperar el trono, en la Batalla de Camlann. Arturo se enfrenta a su hijo, al que atraviesa con su lanza. Pero Mordred, antes de morir, hiere fatalmente a Arturo, y muere.
La historia cuenta que su hermana Morgana llevó el cuerpo de Arturo en una barca hasta las orillas de Avalon junto con dos reinas más, que podían haber sido Elaine y Viviana. Posteriormente, cuando Ginebra muere, es sepultada por Lancelot junto a la tumba del Rey Arturo.
El Mito
Como mito el Rey Arturo ha pasado a la iconografía popular como sinónimo de inteligencia, honor y lealtad. Su espada (Excalibur), un símbolo del poder legítimo. Su capital, Camelot, un lugar idílico de igualdad, justicia y paz. El hecho de que Arturo y sus caballeros se reuniesen en torno a una Mesa Redonda, parece indicar que Arturo era, conforme a la expresión latina, un primus inter pares, que significa 'primero entre iguales'. El rey Arturo también fue un símbolo en la mitología alemana.
En algunas leyendas se cuenta que Morgana era una bruja de magia negra, una nigromante y que ella misma con su magia negra mató al legendario Merlín; pero otras historias desmienten esta versión y presentan a una Morgana víctima de las circunstancias. También cuenta una leyenda que Arturo aún duerme bajo su país natal, oculto en una cueva, esperando que su pueblo lo vuelva a necesitar, y que hasta hoy los británicos esperan el regreso del Rey Arturo.
Mircea Eliade consideraba la leyenda de Perceval y del Rey Pescador como ejemplo de mito occidental tanto en lo que concierne al simbolismo y a los ritos del Centro,como a los temas iniciáticos.
Por su parte Jessie L. Weston en su libro From ritual to romance (1920) indica que la búsqueda del Grial por parte de los caballeros cristianos era una desviada y sublimada versión de una religión pagana de la fertilidad, centrada en el mito de un impotente rey y su estéril reinado. T.S. Eliot reconoció la influencia de este libro en la composición de "The Waste Land" (Tierra baldía). También influyó según reconoce Coppola en la creación de la película Apocalypse Now, donde además parece sobre la mesa del coronel Kurtz (Marlon Brando), mientras el coronel recita el poema de Eliot "The hollow men"("Los hombres huecos").
La leyenda de Arturo ha ido incorporando en sus distintas versiones elementos míticos de los celtas, uno de los más relevantes habría dado lugar al grial. El grial es parte de la mitología cristiana medieval, es decir que carece de referencias específicas en los textos bíblicos. Entre los diversos elementos han entrado en la formación del mito, se encuentran las leyendas monacales con su contenido alegórico y las referecias, precristianas, a recipientes mágicos como el cuerno de la abundancia o los calderos del conocimiento de la tradición céltica.
Otro ejemplo es el mito del changeling, utilizado por Lord Tennyson en su poema Idilios del Rey en relación con Camelot:
"He aquí una ciudad de Encantadores, construida
por Reyes de las Hadas"; El segundo le respondió:
"Señor, hemos oído de nuestro sabio allá en nuestro hogar
del Norte que este Rey no es el Rey,
sino sólo un changeling del País de las Hadas,
que sorprende a los paganos mediante hechicería
y mediante el poder de Merlín." Habló de nuevo el primero:
"Señor, no hay tal ciudad en ninguna parte,
es todo una visión".
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