Había una vez un sapo, que vivía feliz en su
laguna...saltaba, brincaba y perseguía mariposas...
Había una vez una princesa que se aburría en su torre de
cristal...mirando lo que sucedía a su alrededor pero sin involucrarse con los demás.
Dos comienzos para dos cuentos diferentes pero sucede que un
día la princesa se disfrazó de hechicera y se mezcló entre la multitud, paseó
por los jardines hasta llegar al estanque. Ahi se dió cuenta de que el sapo
hacía esfuerzos´ para alcanzar la luna, brincando y brincando cada vez mas alto
sin percatarse que entre los arbustos alguién lo observaba...
La princesa deseaba ser esa luna, quería que alguién la
quisiera de esa manera asi que se le ocurrió una idea...haría un pacto con el
sapo.
Se acercó y aduciendo dotes de brujería, la princesa le dijo
al sapito que si quería alcanzar la luna solo debía besarla y de inmediato de
un brinco llegaría a la luna...y el sapo la besó..
No sé si ambos encontraron la luna, pero lo que todo el
mundo sabe es que el sapo y la princesa recorren juntos todos los días desde
ese momento y que ahora el sapo ya no mira solo la luna porque ya tiene
compañía....y es que los cuentos no son solo de hadas...
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