lunes, 1 de abril de 2013
El Fantasma Del Balneario
Psicofonías, esas misteriosas voces arrancadas al silencio
de entre los muros de las antiguas mansiones que celosamente mantienen en
enigmático secreto para el visitante. Y en efecto ese era mi propósito cuando
accedí por primera vez al antiguo y abandonado Preventorio Nacional
Antituberculoso de Aguas de Busot.
Tras documentarme en la medida de lo posible sobre la
historia del lugar y sus leyendas, decidí preparar mi equipo y emprender lo que
sería una investigación psicofónica, seguida de una interminable aventura entre
luces y sombras. Tras un largo recorrido por algunas carreteras al fin, llegue
al pequeño pueblo de montaña, destino de mi viaje y me adentre a través de
tortuosos caminos en busca del llamada valle de Aguas. Una vez allí, detuve mi
vehículo con el motor en marcha y apoyado en el volante, observé fijamente
aquella enorme y lúgubre mansión entristecida por el olvido y susurrante al
viento de curiosas historias que allí quedaron enterradas.
Bajé del coche, un escalofrío recorrió mi cuerpo. He de
confesar que pocas veces he pasado miedo, pero en este caso ... estoy seguro de
que la casa me estaba observando y sabía concretamente cuales eran mis
intenciones. Mientras caía la tarde, encendí una pipa y fumando recordaba lo
que tiempo atrás pudo haber en aquel lugar.
Todavía podía escuchar como el viento recordaba susurrante,
entre el silencio de la montaña, los alegres alborotos y griteríos de los niños
que antaño jugaban y vivían en aquel lugar. El sol se oculta tras la montaña,
la temperatura del lugar comienza a descender bruscamente y el valle se llena
de sombras que hacen como si las ventanas de la mansión se abriesen para dejar
entrar la luz de la noche.
La niebla hacía aparición suave y delicadamente cubriéndolo
todo con un fino halo de frescura y a la vez de misterio. La noche, caía
repentina dejando todo el valle en penumbra. Las campanas de la aldea cercana,
rompían el silencio cortando el viento sibilante entre los árboles que antaño
vigilaban el camino, y que ahora viejos y solitarios agradecen la visita del
investigador que con su linterna, baña de luz sus ramas, descubriendo sus
enigmáticos compañeros nocturnos que dejan brillar sus enormes ojos para
delatar su presencia. El frío calaba mis huesos, y poco a poco arropaba mi
abrigo mientras lo apretaba con fuerza sobre mi cuerpo. Parado y solitario,
frente a un enorme árbol movía mi linterna intentando descubrir los fantasmales
culpables de la leyenda del fantasma ¿ Quizás las aves nocturnas? o...¿Quizás
el crujir de las maderas de la enorme mansión?
Bajé mi linterna y cruzando el tétrico jardín que hay
delante de la entrada, lentamente fui acercándome hacia la puerta. Cuando
estuve frente a ella, miré a un lado y a otro, como queriendo encontrar la solución
sin cruzar el umbral que me separaba entre la realidad y el misterioso mundo de
lo oculto. Y mientras, recordaba las historias que se contaban del fantasma que
se aparece entre sus muros. Cuando éste lugar todavía conservaba su mobiliario,
en la parte central del mismo, lo que sería el hall de la casa, había una
preciosa escalera de dos brazos que acompañaba a subir a las estancias
superiores. Justo en el primer rellano y bajo una enorme ventana había un gran
espejo empotrado en la pared. Dicen que cuando alguien subía a solas durante la
noche, por esta escalera y daba la espalda al espejo, podía en ocasiones
escuchar gritos, lamentos y llantos de los niños que murieron en este antiguo
hospital infantil antituberculoso y que por causas desconocidas sus almas
quedaron permanentemente ¡ tras el espejo!.
Y cuando lentamente se daba la vuelta esperando encontrar el
origen de esas voces, reflejada en el espejo, podía ver la fantasmal figura de
una mujer de blanco que sonreía y lloraba al mismo tiempo, mientras flotaba
detrás de los muros de la mansión. Aquel espejo desapareció, alguien se llevó
la maldición con él y desde entonces, el fantasma de la mujer que guardaba los
misterios del lugar, quedó libré y... hoy mora por la mansión esperando
encontrar a alguien para sonreír o para llorar. Según cuentan algunos, dicen
que cuando sonríe nada malo puede ocurrir, pero cuando llora se avecina la
muerte de quién la observa o de alguien muy cercano. Una Historia
SobrecogedoraHace algún tiempo, una noche mientras estaba en mi despacho
repasando unos informes, sonó el timbre insistentemente. Acudí a abrir la
puerta y entró un conocido mío que había trabajado en la construcción de mi
casa. Llorando, con la cara desencajada y los ojos desorbitados, me decía sin
cesar: ?¡ La he visto, Pedro!, ¡ La he visto!, ¡ La he visto! ... ? Tras
tranquilizarle y ofrecerle un vaso de agua, me percaté que estaba bajo los
efectos de un tremendo shock nervioso. Una vez se hubo calmado me contó que
había ido a aquel hospital con su chica, para estar un rato juntos y pasar unos
momentos íntimos. Mientras se encontraban abrazados, sintieron una presencia
tras su espalda.
El muchacho, se volvió lentamente y a un metro de distancia,
flotando en el aire pudieron ver a una señora de blanco que les miraba
fijamente. Sin mediar palabra ni hacer movimiento alguno, vieron como el
fantasma se alejaba y desaparecía en la escalera donde antes se encontraba el
misterioso espejo, dejando una estela de frío. Miré por la puerta de mi casa,
todavía abierta y vi como en su ciclomotor , encogida por el miedo y por el
frío, se encontraba la chica que le había acompañado y había sido partícipe de
la experiencia fantasmal. Me acerqué a ella y sus ojos me miraban pero no estoy
seguro de si realmente me veían. Este caso, es uno más de los que se cuentan
sobre este lugar. Ese día crucé la puerta de la casa .
Me acompañaban dos famosos periodistas de un conocido diario
de tirada nacional con el fin de realizar un reportaje sobre los fantasmas para
su magnífico dominical. Mientras recorríamos las estancias de la casa, les iba
explicando algunas de las historias que se contaban de aquel sitio. Uno de
ellos, G.C. reportero y fotógrafo profesional preparaba sus cámaras con gran maestría
con el fin de obtener una foto en cuestión. Para ello, solicitó que su
compañero y redactor M.A. B. se situase en la escalera donde se decía que
aparecía el fantasma y que sin moverse, hiciera un barrido con su linterna.
Mientras, él dispararía su máquina de fotografiar y dejaría que la luz entrase
en la película durante unos segundos, con el fin de obtener una imagen estática
de su compañero, pero un barrido de luz en la pared de la escalera.
Yo planté mi pequeño trípode junto al fotógrafo, y con mi
cámara digital, disparé una foto con las mismas condiciones que lo hacía él con
el fin de recoger en situaciones similares muestras posiblemente interesantes
para analizar. Tras realizar el disparo, la imagen de la ?toma? había quedado
en la pantalla LCD que tiene mi cámara. Cuando vimos la imagen, nos dimos
cuenta de que justo delante y un poco más arriba del redactor, había una
formación algo extraña. Sólo cuando llegamos a mi estudio y descargamos las
fotografías digitales, nos percatamos de algo que a todos nos puso los pelos de
punta. Lo que había en la imagen captada en la escalera parecía con toda
claridad la imagen de un monje como abalanzándose sobre nuestro compañero de
investigación.
El entorno de los fantasmas, su formación y su Universo. En
multitud de ocasiones, la labor de investigación de campo en lugares donde
supuestamente y según testigos se hubiesen producido fenómenos de ?infestación
paranormal?, está en relación directa con la posibilidad de tener como
compañeros a estos llamados fantasmas. Pero ... ¿qué es una fantasma? He
escuchado multitud de definiciones, ya que la parapsicología tiene como
especialidad y a veces demasiado prematura, denominar todo cuanto le compete de
forma inmediata.Pero personalmente tengo un concepto concreto de lo que podría
ser un fantasma. Cuando tenemos la oportunidad de encontrarnos con una
aparición fantasmal, lo primero que debemos hacer es determinar el origen de la
visión, de forma que pudiéramos distinguir si se trata de algo psíquico o bien
algo físico. Dado que una aparición de este tipo tiene consecuencia física en
el entorno que rodea al fantasma, debemos pensar que si hay dos o más
observadores y de ellos sólo uno puede verlo y el otro, por más que se esfuerce
no lo consigue, determinaremos que se trata de una manifestación psíquica o
?visión?. Personalmente a este tipo de videncia no la denominaría ?fantasma?.
Recibo muchas fotografías de investigadores y amigos que
presentan trazos luminosos descendentes o ascendentes y en ocasiones muestran
apariencias muy curiosas como ?gusanos de luz?. Los fotógrafos y profesionales
de la imagen, cuando ven este tipo de fotos, no saben realmente como pueden
haberse formado y desconocen en gran medida la forma de poder hacerlas. Tampoco
a este tipo de manifestaciones podría denominarlas ?fantasmas?. A pesar de que
presentan el entorno físico necesario para admitirlas como tal, ya que se
plasman en nuestras fotografías, tras multitud de pruebas pienso que carecen de
otro tipo de característica necesaria, ?inteligencia?. Además de que no se ven
a simple vista y siempre necesitan de un aparato para registrarlas. De igual
manera, también otras fotografías muestran enormes bolas de luz delante de
personas o flotando en el aire.
Después de haber tenido la posibilidad de trabajar con las
cámaras digitales, me he dado cuenta de que la gran mayoría de estas bolas de
luz, son moscas, mosquitos o insectos voladores que pululan sin ser vistos pero
que al imprimir la luz del flash sobre ellos, en un fondo nocturno o bien
oscuro, aparecen como tal.De esta manera, describir un fantasma es descartar lo
que no puede ser, aportando a la definición algunas características que los hacen
más concretos.
Las figuras fantasmales suelen presentar inteligencia, de
forma que en ocasiones pueden intercambiar palabras, miradas, sonrisas, llantos
y demás expresiones con sus testigos. De igual manera, cuando se ve a un
fantasma por más de un observador, la descripción efectuada por ambos es
similar en rasgos y detalles, como suele ser el vestuario. Si esta descripción
fuese diferente en forma notable, consideraríamos que ha ocurrido una
experiencia de visión psíquica colectiva y por tanto descartamos la presencia
fantasmal. Por norma general, las apariciones fantasmales siempre dan pie a los
llamados fenómenos concomitantes con la fantasmogénesis.
En la historia ha habido multitud de casos de avistamiento
de este tipo de energías fantasma y tras ello, el lugar se ha convertido en
?encantado? o bien como llamamos a esos sitios ? lugar infestado?.
Habiendo estudiado muchos casos sobre los fantasmas y su
aparición llego a la conclusión de que lugares que nunca habían mostrado signos
de ?encantamiento?, los manifiestan cuando algún testigo avista un fantasma en
dicho lugar. ¿Significa esto que un fantasma arrastra todo un universo de
fenómenos paranormales? La respuesta es compleja. Probablemente no sea todo lo
que se muestra, lo que parece y quizás nuestra mente sea una inquietante
compañera en estos casos y pueda de forma indirecta ayudar en cualquier medida
para la formación de este tipo de fenómenos. Como conclusión al mundo de los
fantasmas podríamos decir que este tipo de energías inteligentes siempre
presentan cuadros muy similares y que suelen aportar mucha información cuando
se estudia. Por ello, si usted tiene alguna prueba de su existencia o quizás se
pregunta si la fotografía que parece tan rara, podría ser algo...
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