sábado, 11 de octubre de 2014
Trolls
Varían
mucho de estatura. En los valles protegidos, las profundas cavernas y
las partes más templadas de Escandinavia, son muy altos y
corpulentos y emplean su fuerza para capturar y devorar seres
humanos.
En
zonas más expuestas y en las Shetland y Orcadas tienen poca estatura
y un aspecto avejentado.
Aunque
también son peligrosos, prestan a veces algún pequeño servicio a
los humanos, si bien prefieren evitarlos por completo.
Un
troll es un horrible humanoide que puede adaptarse a cualquier tipo
de clima.
Físicamente
es un engendro bastante desagradable. Su piel es un pellejo irregular
de color azul, gris o verde. Mide entre 2 y 3 metros, pero tiene un
apariencia frágil que para nada se corresponde con la realidad, ya
que estos seres pueden desarrollar una enorme fuerza. Tienen los ojos
hundidos y negros.
Los
trolls pueden caminar erguidos pero ligeramente inclinados, y a pesar
de su postura, son seres muy ágiles y unos excelentes escaladores.
Además de su destreza y enorme fuerza, los trolls tienen otras
ventajas sobre otros seres, como la infravisión y su desarrollado
sentido del olfato.
Su
punto débil es la luz. Si se exponen durante unos minutos a la luz
solar se transforman en piedra, por lo que no suelen ser una amenaza
en pleno día, aunque sí por la noche.
Las
hembras son más fuertes, de mayor tamaño y más listas, cosa que no
es muy difícil, puesto que un troll tiene una inteligencia bastante
baja.
Los
trolls son enemigos nada despreciables, puesto que atacan siempre
(sin importarle el tamaño y fuerza de su adversario) con sus garras
o con la boca. Un troll nunca tiene miedo. Este hecho es comprensible
si se tiene en cuenta la asombrosa capacidad que poseen estos seres;
la regeneración.
Su
piel tiene propiedades plásticas, lo que les permite regenerarse
rápidamente, incluso cuando caen moribundos. Si algún miembro de su
cuerpo es amputado sigue la lucha por su lado, y al final de la
batalla se une de nuevo al tronco para regenerarse. Solamente el
ácido y el fuego pueden provocar heridas permanentes.
Habitan
en cuevas, cuya entrada rodean de peñascos para dificultar la
entrada a intrusos. Si no encuentran cueva, se instalan en agujeros
subterráneos tapados con hojas y ramas, de tal manera que quedan
imperceptibles.
Estos
seres viven en grupos de 3 a 10 trolls, con un líder que suele ser
una hembra troll. Este liderazgo se determina mediante numerosas
luchas. El troll que no gana el combate para liderar sueles ser
amputado de alguna parte de su cuerpo, a modo de castigo.
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