miércoles, 1 de octubre de 2014
La Guajona
A
muchas madres les preocupa... a veces... el color pálido de sus
hijos... y... lo achacan a que no comen bien... a que algo les ha
sentado mal... o... incluso a que han contraído una enfermedad
desconocida. En Cantabria hay otra razón para explicar estas
anomalías en la salud de los niños... ... La Guajona...
La
Guajona, que en otros tiempos recibió el nombre de Lumia, es una
vieja delgadísima y siniestra... tapada de la cabeza a los pies con
un manto negro... Lo único que se le ve son las manos... renegridas
y sarmentosas, los pies... que en realidad son patas de pájaro... y
la cara, una cara amarilla, rugosa, consumida... sembrada de pelos y
verrugas... con ojos diminutos y brillantes como estrellas... nariz
aguileña y una boca de labios delgados y descoloridos en la que se
ve un único diente, negro y enorme como un puñal... pues le llega
hasta por debajo de la barbilla...
La
Guajona no vive de día y nadie sabe dónde se mete a la luz del
sol... aunque se cree que bajo tierra... Por la noche sale y pasa
como una sombra confundiéndose entre estas... Entra en las casas sin
hacer ruido... se acerca a los niños y jóvenes sanos cuando están
durmiendo y les clava su diente largo y afilado en una vena... para
de esta manera beberles la sangre y dejarlos descoloridos y
débiles... Es, por tanto... la mujer vampiro de Cantabria.
A
pesar de su crueldad, hay que decir que sus ataques no son mortales y
que esta especie de Drácula de la Montaña no mata a sus víctimas...
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