viernes, 1 de marzo de 2013
Se Acabó El Dicho…
La naturaleza es siempre sorprendente, en este caso aparece
un animal que desde tiempos inmemoriales se había tomado como imposible y que
ya de paso, se había usado en tono irónico para negar ciertos caprichos y
deseos. Así que para todos aquellos que alguna vez tuvieron que sufrir aquello
de “Si claro… cuando las ranas críen pelo”, ya pueden imprimir la fotografía y
reclamar aquello que les pertenece por derecho natural.
Existe una especie en África oriental llamada popularmente
rana peluda (Trichobatrachus robustus), aunque, en realidad carece del pelo
típico de los mamíferos. La razón del sobrenombre de este batracio son los
largos adornos, o “pelos” que les crecen solo a los machos y únicamente durante
la temporada de apareamientos. Estos adornos son en realidad pedazos muy finos
de piel que se desarrollan en los costados y en los muslos de los machos, desde
las patas delanteras hasta las ancas traseras. Las ranas respiran oxígeno a
través de los pulmones y también por la piel. En realidad, son los vasos
sanguíneos de la piel los que son capaces de extraer el oxígeno, ya que los
pulmones de las ranas son muy pequeños y los usan más por cuestiones de
flotabilidad.
Los científicos creen que los adornos “pilosos” de los
machos les ayudan a extraer más oxígeno dando más superficie de piel a las
ranas, y por tanto más vasos sanguíneos con los que respirar. Algo importante
para los machos, que necesitan todo el oxígeno que puedan conseguir una vez que
logran emparejarse y comienza el cuidado de los huevos.
Las ranas peludas tienen la garganta amarilla. Los machos
crecen más que las hembras y pueden llegar a alcanzar una longitud de 13
centímetros, mientras que las hembras solo llegan a medir 9 cm.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario