Según la teología cristiana, un querubín es un tipo de ángel, el segundo de los nueve coros o jerarquías angélicas. Se consideran los guardianes de la gloria de Dios. Su nombre significa "plenitud de conocimiento" o "rebosante de sabiduría". Su extrema inteligencia les permite conocer a Dios como ningún ser humano puede hacerlo. Tienen un poder superior al de los ángeles malos y de acuerdo con el Apocalipsis su velocidad es como la de un relámpago.
Origen de la palabra
La palabra querubín viene del griego querub, que pudiera significar “toro, o los próximos o segundos”, en referencia al coro angélico que es liderado por los Serafines. Después de los siglos pasa a ser una palabra con la cual nosotros queremos decir “un niño con ala”. Según el DRAE y el Breve Diccionario Etimológico de
Los querubines son seres que pueden ser vistos solo por quienes son “elevados” a una dimensión superior, es decir, a un estado en el que el cielo “se abre para ellos” (Ezequiel 1:1; Hechos 7:26; Apocalipsis 4:1,2; 19:11).
Descripción
En los contados casos en que eso ocurre, la descripción zoomórfica que se hace de los “ministros” de Dios [querubines (semejantes a animales con cuatro alas —Ez 1:6—), serafines (semejantes a animales con seis alas —Isaías 6:2—), o arcángeles (seres en forma de antorchas —Ap 1:4; 4:5—)] es representativa de las diferentes funciones que esos seres celestiales cumplen ante el Creador.
En distintas partes del mundo
Muchas otras naciones han exhibido figuras parecidas como símbolos de
Los persas también incorporaron “Kerubes” guardianes, como se pueden ver hoy día en las ruinas de Persépolis (Irán). Tenían algunas figuras de Mithras con cuerpo de hombre, cabeza de león y cuatro alas. Añádanse a esto las quimeras, las esfinges de Egipto, Moloch y
De todas formas la palabra se encuentra testimoniada en acadio, asirio y babilónico, en escritura cuneiforme. De ahí pasa al hebreo, al griego y latín. Para estas culturas el querubín era un genio alado, guardián sagrado de las puertas, en forma de animal, especialmente bajo el aspecto de un toro con cabeza humana y alado. Se usaba como figura de un genio apotropaico, como por ejemplo, en las puertas del templo de Isthar de Babilonia, conservadas en el museo de Pérgamo de Berlín, en las colecciones de arte mesopotámico del museo arqueológico de Estambul, en el British Museum de Londres, en el Museo del Louvre.
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