La actitud de Herodes Antipas y Herodías fue muy criticada por el pueblo, ya que se consideró pecaminosa, y uno de los que más sobresalieron en su denuncia fue Juan el Bautista, razón por la cual Herodes lo hizo apresar, aunque no se atrevió a ejecutarlo por miedo a provocar la ira popular.
Según la tradición, Salomé, mujer de gran belleza, bailó para su padrastro, el cual, entusiasmado, se ofreció a concederle el premio que ella deseara. Pidió, siguiendo las instrucciones de su madre, la cabeza del Bautista, que le fue entregada «en bandeja de plata».
En el Nuevo Testamento, Salomé no es mencionada por su nombre; sólo se hace referencia a ella como la "hija de Herodías". Su nombre ha llegado hasta nosotros gracias a las Antigüedades judías, de Flavio Josefo (libro XVIII, capítulo 5,4): "Herodías, quien tuvo una hija, Salomé; después de su nacimiento, Herodías se divorció de su esposo mientras aún estaba vivo, y se casó con Herodes, hermano de su esposo por línea paterna, él era tetrarca de Galilea; pero Salomé se casó con Herodes Filipo tetrarca de Traconítide".
No debe confundirse con la Salomé que aparece en el Nuevo Testamento como seguidora de Jesús de Nazaret.
Salomé en las artes
Pintura
La historia bíblica ha sido representada con frecuencia en la pintura, ya que ofrece la posibilidad de plasmar escenarios exóticos y mujeres semidesnudas sin abandonar el repertorio bíblico. Algunos de los pintores que han llevado al lienzo la historia de Salomé han sido Tiziano, Gustave Moreau y Beltrán Massés.
Literatura
La historia de Salomé proporciona el argumento a una conocida obra teatral de Oscar Wilde, que se estrenó en París en 1896. En la obra de Wilde, Salomé siente una morbosa atracción por Juan el Bautista. Enfurecida por su rechazo, pide a su padrastro que sea ejecutado. Al final de la obra besa la cabeza del Bautista. Wilde publicó y estrenó la obra en Francia a causa de la prohibición existente en el Reino Unido de llevar a la escena argumentos bíblicos. En la versión francesa fue auxiliado por Marcel Schwob. Más adelante, la obra fue traducida al inglés; Alfred Bruce Douglas (Bosie), amante de Wilde, consta como traductor al inglés de la obra. Curiosamente, el detalle morboso del beso a los labios muertos de Juan aparecían ya en una obra medieval, el Ysengrimus de Nivardo de Gante (siglo XIII), en que se da una curiosa confusión entre Salomé y Herodías. Cuando intenta besar la boca de la cabeza decapitada de Juan el Bautista, este sopla y Herodías/Salomé sale volando.
El poeta modernista Rubén Darío hace referencia a Herodías y su hija en uno de sus poemas más conocidos:
Yo era tímido como un niño.
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé...
Rubén Darío, Canción de otoño en primavera
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