La noche entre el 8 y el 9 de febrero de 1855, y algunas de
las noches subsecuentes, tras una nevada ligera aparecieron marcas con forma de
pezuñas en la nieve. Estas huellas, que medían entre 4 y 6 centímetros de ancho
y tenían una separación de 20 centímetros, atravesaban todo el campo a lo largo
de alrededor de 160 kilómetros, y aunque se desviaban en algunos puntos, la
mayor parte del curso iban en línea recta.
Casas y otros obstáculos eran pasados
por encima, y las huellas aparecieron sobre los techo cubiertos de nieve y en
los muros altos que estaban en el camino de las huellas. Así mismo hubo rumores
de avistamientos de una “figura como el diablo” en el área de Devon durante el
susto.
Muchos residentes se armaron e intentaron rastrear a la bestia
responsable, sin éxito. Recientemente, la noche del 12 de Marzo del 2009, más
marcas extrañas, iguales a aquellas dejadas en 1855, fueron encontradas de
nuevo en Devon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario