Incluso si todos estos requisitos se cumplen, no siempre es posible observar un arco iris lunar. En muchas oportunidades, si la luz de la Luna no resulta ser demasiado brillante, apenas se puede distinguir un arco de luz blanquecina. Esto se debe a que la luz emitida por los colores del arco iris lunar es muy débil y las células del ojo humano no son estimuladas lo suficiente como para observarlos.
viernes, 18 de febrero de 2011
Arco Iris Lunares
Así como en un arco iris tradicional la luz solar es el elemento clave para su presencia, en el caso de los arco iris nocturnos es la luz de la Luna la que contribuye a su formación. La escasa frecuencia de este fenómeno óptico atmosférico se debe a que es necesario que coincidan varias circunstancias propicias para que se produzca un arco iris lunar. La Luna debe mostrarse muy brillante en el cielo y estar llena o casi llena, en una posición inferior a los 42º (casi sobre el amanecer o sobre el crepúsculo), tiene que estar lloviendo en dirección opuesta a la ubicación de la Luna y el cielo debe estar muy oscuro.
Incluso si todos estos requisitos se cumplen, no siempre es posible observar un arco iris lunar. En muchas oportunidades, si la luz de la Luna no resulta ser demasiado brillante, apenas se puede distinguir un arco de luz blanquecina. Esto se debe a que la luz emitida por los colores del arco iris lunar es muy débil y las células del ojo humano no son estimuladas lo suficiente como para observarlos.
Incluso si todos estos requisitos se cumplen, no siempre es posible observar un arco iris lunar. En muchas oportunidades, si la luz de la Luna no resulta ser demasiado brillante, apenas se puede distinguir un arco de luz blanquecina. Esto se debe a que la luz emitida por los colores del arco iris lunar es muy débil y las células del ojo humano no son estimuladas lo suficiente como para observarlos.
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