martes, 7 de enero de 2020
La Muelona
Esta es la historia
de una hermosa mujer, condenada a arruinar a todos los hombres que se
cruzan en su camino, a causa de una aterradora maldición.
Cuentan que hace
mucho tiempo, vivía un Colombia una muchacha que era tan linda como
coqueta. En todos los bailes y festividades era la sensación, pues
no había un solo mozo que no quisiera bailar con ella, ni ninguna
joven que no se sintiera envidiosa de su belleza. Y ella disfrutaba
de saberlo, pues era vanidosa en extremo y le encantaba recibir la
atención de los demás.
Frecuentemente
bailaba en garitos y tabernas, sin hacer caso al que dirán. Se había
hecho de una reputación muy mala entren resto de las mujeres, que la
tenían por bruja.
A menudo seducía a
hombres casados o comprometidos, bebía igual que los bribonas
experimentados, se colaba en las peleas de gallos, pedía monedas por
leer las manos y emitía una risa melodiosa en medio de la noche, a
la que nadie se podía resistir. Era toda una sinvergüenza.
Pero fue esa vida
licenciosa lo que la condujo a la perdición.
Un día no se la
volvió a ver más por el pueblo en que habitaba. Los lugareños
decían que se había fugado con un hombre, o que se había muerto.
Como no hubo nadie que se interesara realmente por descubrir su
paradero, la gente se olvidó de ella con el tiempo.
Poco después, los
hombres viciosos de la aldea también empezaron a desaparecer. Muy
pocos volvían del bosque, pálidos e inundados de terror. Afirmaban
haber visto de nuevo a la muchacha, quien seguía tan esbelta y
preciosa como la recordaban, el tiempo no parecía haberle afectado
en lo absoluto. Esta vez, además de ser atractiva, tenía una
misteriosa influencia que atraía a los sujetos que se extraviaban
irremediablemente.
Primero los llamaba
con una voz dulce, invitándolos a estar junto a ella. Los más
osados no lo dudaban ni un segundo, tentados por la posibilidad de
obtener algo más que un beso. Luego, cuando se acercaban lo
suficiente y estaban envueltos por su hechizo, su rostro inmaculado
se transformaba en el de un cadáver, en el cual resaltaban unos
dientes grotescos y afilados, con los cuales buscaba morder a la
víctima hasta la muerte.
Desde entonces la
conocieron como la Muelona.
Incluso hoy en día,
la gente sabia y anciana que habita en las zonas rurales, aconseja a
los muchachos de no ir a caminar solos cuando se hace de noche. Y, en
caso de que tengan que salir de casa por alguna emergencia, les dicen
que deben ir preparados por si se encuentran con ella.
La Muelona busca
sobre todo a los hombres borrachos y pendencieros, pero tampoco le
disgusta meterse con los chicos sensatos. Te puedes proteger llevando
encima una imagen de San Isidro Labrador o de la Virgen del Carmen;
aunque probablemente, lo mejor sea que no busques arriesgarte.
Pues si la Muelona
no logra matarte con sus dientes, podría hacerlo de un susto.
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