sábado, 1 de diciembre de 2012
La Leyenda de María Pérez, La Varona
Cuenta una famosa leyenda soriana, que allá por el siglo XII
existió una singular mujer, de nombre María Pérez de Villanañe, que vestida de
hombre guerreó con valor junto a sus hermanos, luchó contra los musulmanes,
tomó partido por su reina Urraca de Castilla y venció en un combate al rey de
Aragón, Alfonso I el Batallador, en los campos de Barahona. Cuando se conoció
su verdadero sexo, la apodaron la " Varona de Castilla “ y dejó las armas
al casarse con un infante y fundar una familia.
María era una mujer muy corpulenta, que no tuvo reparos en
vestir y adoptar el papel de un hombre para formar parte de las filas militares
en plena reconquista. Montaba a caballo al estilo masculino y era muy diestra
en el manejo de las armas. Ella no era un modelo de austeridad. Aunque virtuosa
y honesta, la condición de su alma y las exigencias de su fisiología, le
imponían un régimen de comidas abundantes y de grandes libaciones. Dícese de
ella que devoraba medio carnero asado sobre las ascuas del pino y libaba un
cántaro de vino sin que le alterase la condición moral este exceso.
El momento histórico se sitúa en el año 1109, durante las
guerras entre Castilla y Aragón. Castilla defendía a la reina Urraca y a su
heredero Alfonso VII, mientras que Aragón defendía a su rey Alfonso I. Los
hermanos de María luchaban a favor del rey castellano, Alfonso VII, y acudieron
a Barahona para defender sus colores, pero no sabían donde dejar ni con quien a
María durante su ausencia. Ella se vistió con armadura y quiso ir a luchar con
ellos. Tras la reyerta se produjo cierta dispersión entre las tropas y María,
sola, en la penumbra de la tarde, se topó con otro despistado: Alfonso el
Batallador. María llevaba el rostro cubierto con la celada, como lo muestra
luego la estatua heráldica que todavía se puede observar en su posesión de
Villanañe, y así luchó contra el aragonés, partiéndosele la espada, pese a lo
cual, fue tan grande su valor, que venció a su oponente y le hizo prisionero.
Admirado, el rey aragonés, le dijo: Habéis obrado, no como débil mujer, sino
como fuerte varón y debéis llamaros Varona, vos y vuestros descendientes, y en
memoria de esta hazaña usaréis las armas de Aragón.
La vida de María Pérez, que algunos hacen descender
directamente del conde castellano Fernán González, no terminó con su gesta de
armas. Se dice que después mandó construir un puente y varias casas, una
iglesia y un magnífico palacio en la localidad palentina de Dueñas. Es
tradición que anduvo por la Rioja, donde levantó memoria, antes de casarse con
el infante Don Vela ( hermano de tres reyes de Aragón: Pedro I, Alfonso I y
Ramiro El Monje ). Del matrimonio entre María y Vela nació Rodrigo Varona, el
primero de la estirpe. Al morir su esposo decidió pasar sus últimos días en un
convento y se retiró al de Oña, Burgos, donde murió a los setenta y tres años
de edad.
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